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30 marzo 2009

Las noches de luna llena: revueltos pero no juntos

Les nuits de la pleine lune. Francia, 1984.

Director y guionista: Eric Rohmer

Intérpretes: Pascale Ogier, Tchéky Karyo, Fabrice Luchini

Temáticas de interés: amor libre, adulterio

Sinopsis:

Louise, una joven estudiante de arte, tiene un apartamento en el centro de París. Su novio, Remi, quiere que se traslade a vivir con ella a un piso más grande en las afueras. Ella acepta pero se niega a desembarazarse de su antiguo apartamento, en el que de hecho prefiere quedarse los fines de semana para disgusto de Remi.

Comentario:

Louise y Remi se quieren pero buscan cosas muy diferentes en una relación de pareja: a Remi le gusta estar todo el tiempo con su chica, mientras que Louise quiere tener su espacio, tal vez porque no está preparada para el compromiso, tal vez porque no quiere a su novio lo suficiente, o tal vez porque es una mujer independiente y Remi no es el hombre adecuado para ella. Para estar segura de lo que quiere, la joven propone pasar cada uno los fines de semana por su lado, él en su piso de una tranquila zona residencial en las afueras, ella disfrutando del ajetreo y la vida noctura parisina. Remi piensa que, aunque la intención de su novia sea buena, acabará conociendo a algún otro hombre durante sus noches de juerga; o tal vez ya lo conoce: el joven desconfía no poco de Pascal, un amigo de Louise que le tira los tejos continuamente de forma más o menos solapada.

Las noches de luna llena aborda un problema tan habitual como es la búsqueda de alternativas a un estereotipo ideal de pareja que para muchas personas no funciona; la historia transcurre en los años 80 en los que el cuestionamiento de la pareja tradicional y la búsqueda del amor libre parece haberse enterrado definitivamente: no parece haber más alternativas que la pareja monógama que debe ocupar el 100 % del espacio vital de la persona, o la soledad y la búsqueda de un amante distinto para cada noche. La protagonista de la película busca el ideal, un vínculo fuera de estereotipos sociales que le permita al mismo tiempo dar y recibir afecto sin renunciar a su independencia. Tal vez por ser demasiado joven, Louise es muy inocente, no sólo por pensar que es tan fácil romper con las normas, sino por no darse cuenta de que Pascal quiere hacerla su amante.

La lectura más rápida de la película es que estos planteamientos modernos acerca de una relativa libertad dentro de la pareja están abocados al fracaso, pero un análisis más detallado del comportamiento de los personajes y de las causas de ese fracaso constata que Louise pretende ser sincera y vivir de una forma abierta una doble vida al margen de su novio mientras que los personajes masculinos, Pascal y Remi, representantes y defensores de la pareja tradicional, están también viviendo esa doble vida pero de forma oculta e hipócrita. Mientras que aparentemente, según una lectura conservadora, Louise no quiere lo bastante a su novio para irse a vivir con él, la narración acaba concluyendo (SPOILER) que los sentimientos de ella son mucho más sinceros y profundos que los de él.

Como casi todo el cine de Rohmer, se trata de un film muy sencillo rodado casi íntegramente en interiores, cuya fuerza reside exclusivamente en los diálogos, los personajes y los conflictos eternos y universales que plantea.


Escenas destacadas:

  • Louise tiene una cita con un chico al que ha conocido en una fiesta; cuando se va a reunir con él, aparece Pascale de improviso, mostrándose celoso y revelándole sin ambages que quiere acostarse con ella.


Anécdotas:
  • Se presentó en el festival de Venecia de 1984, en el que obtuvo el premio a la mejor actriz para Pascale Ogier. Posteriormente logró nominaciones a los principales premios César (mejor película, director, actriz, actor secundario y guión), aunque acabó yéndose de vacío.

Sobre el director:

Eric Rohmer (Nancy, Francia, 1920 - ) es, junto a François Truffaut, Claude Chabrol y Jean-Luc Godard, uno de los nombres fundamentales de la llamada nouvelle vague, que revolucionó el cine francés a principios de los años 60 y sentó las bases del cine moderno en todo el mundo. La fama le viene principalmente a raíz de sus famosas sagas, como los cuentos morales (de los que forma parte El amor después de mediodía), las comedias y proverbios (a los que pertenece Las noches de luna llena) o los cuentos de las cuatro estaciones, que sorprenden por la naturalidad de los diálogos, fruto de un arduo trabajo previo de semiimprovisación con los actores, sus largos planos secuencia y la gran sensación de verosimilitud. El talento de Rohmer para construir historias a partir de elementos mínimos, basándose de manera principal en el diálogo, ha sido enormemente influyente, muy imitado por los cineastas independientes, y pocas veces igualado. El sexo en su cine es una fuente habitual de conflictos morales, que los personajes intentan analizar en largas charlas.

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Filmoteca de Andalucía

19 septiembre 2008

Casada con todos: la segunda oportunidad

Married to the mob. USA, 1988.

Director: Jonathan Demme

Guionistas: Barry Strugatz y Mark R. Burns

Intérpretes: Michelle Pfeiffer, Matthew Modine, Dean Stockwell, Mercedes Ruehl

Temáticas de interés: liberación sexual

Sinopsis:

Angela, la mujer de un gangster, no está a gusto con su vida. No se interesa por socializar con las otras mujeres de los mafiosos ni por el lujo que les proporciona el dinero de oscura procedencia que gana su marido. Cuando éste se acuesta con la amante de su jefe y en represalia es asesinado, Angela empieza a pensar en cambiar de vida, sobre todo cuando es acosada por Tony, el jefe de su difunto marido, y por su celosísima esposa Connie, que piensa que ambos son amantes. Casi a escondidas, Angela regala su casa a la beneficencia y se traslada a un pequeño apartamento en Nueva York con su hijo, sin pensar que no le va a ser tan fácil librarse de la mafia ni que Mike, un agente del FBI, la sigue para investigar si sigue vinculada con ellos.

Comentario:

Angela pasa por una crisis. En realidad es una persona ambiciosa a la que no le llena en absoluto el papel que en el mundo de la mafia se reserva a las mujeres; ella misma se aisla y provoca el rechazo del círculo que la rodea, ya que los gangsters, como le dicen muchas veces, forman una familia y ella, como indica el título de la película (que es married to the mob, casada con la mafia, en el original) está casada con todos ellos, no sólo con su marido. Por lo tanto su ambición está aplastada y dormida por la comodidad, la insulsez y la sobreprotección de su rol de ama de casa burguesa. La muerte de su marido rompe el único vínculo que la retiene en ese mundo y la lanza a tomar la difícil decisión de partir de cero, dejar junto con su hijo una elegante casa en las afueras, instalarse en un piso poco confortable y tener que buscar trabajo y pelearse con el transporte público y los inconvenientes de la gran ciudad, a cambio de una única gran ventaja: ser libre por fin.

La libertad sin embargo no es tan fácil y el pasado de Angela la perseguirá; la película trata de las dificultades de una persona por desarrollar una vida independiente y una ruptura con lo anterior que no va a ser fácilmente comprendida por la mayoría de la gente, que de hecho sueña con una vida similar a esa de la que ella está huyendo. Jonathan Demme planteó esta situación en dos películas de los años 80, Algo salvaje, en la que es un hombre el que se decide a abandonar su vida de yuppie, y Casada con todos, sobre una ama de casa. Rompiendo los roles tradicionales, el hombre en Algo salvaje es pasivo y es una mujer la que le mueve a salir de una vida en la que no era consciente, hasta que la conoce, de estar atrapado. Aquí sin embargo la protagonista es activa y ella misma elige y decide el cambio en su vida. Conocerá a un hombre, sí, pero eso no va a ser la causa, sino la consecuencia, de una decisión de cambiar que ella ha tomado por sí misma. Para Jonathan Demme los hombres necesitan de las mujeres pero las mujeres pueden ser autosuficientes; tienen, eso sí, que atreverse a serlo.

Como muchas buenas comedias, Casada con todos funciona porque tiene todo este trasfondo que podría dar buen juego en un film dramático. Sin embargo Demme opta por un sentido del humor muy heterodoxo y un tono festivo y hedonista que oscila entre lo grotesco, casi en la línea de Almodóvar o John Waters, y la comedia romántica, ya que estamos en una historia de chico conoce a chica, chico pierde a chica, chico recupera a chica. Mike, el atractivo agente del FBI que sigue a Angela, es una especie de Mortadelo que adopta los disfraces más variopintos y aparece en los sitios más inesperados. Incluso las escenas violentas del film tienen un tono festivo de dibujos animados que convierte a esta película en uno de los ejemplos más característicos, junto con Buscando a Susan desesperadamente, del espíritu ligero y jovial de la new wave en los años 80. Casada con todos es una celebración de la vida.

Escenas destacadas:
  • Angela busca trabajo en un extravagante fast food. Al probarse el uniforme, el director del local la espía a través del ojo de un pollo gigante dibujado en la pared. Al darse cuenta sale espantada del lugar vistiendo una esperpéntica chaqueta de domadora de leones.
  • Angela baja del autobús y Mike tiene que seguirla. Incapaz de salir por la puerta porque el autobús está atiborrado de gente, abre una trampilla y sale por el techo. Luego tiene que ir saltando de coche en coche hasta alcanzar la acera. Lo singular de esta escena es que está grabada en un único plano y se puede ver que es el propio Matthew Modine quien la rueda sin especialistas de ningún tipo.
  • Tras pasar una estupenda velada con cena y baile, Angela invita a Mike a su apartamento. Mike empieza a masajearle los pies; a Angela, evidentemente complacida con estas atenciones, se le escapa el comentario hacía tanto que un hombre no me tocaba por debajo de la cintura ... Al caer en la cuenta de lo que ha dicho, se levanta bruscamente, tira la copa que está bebiendo Mike y al intentar limpiarle la ropa le toca los genitales en un lapsus muy "freudiano".




  • Angela es arrestada por el FBI, que la amenaza con quitarle a su hijo si no colabora y con deportar a la inmigrante que le ha dado trabajo. Asqueada, ella no duda en decir a los federales que actúan igual que la mafia. El inspector que la ha detenido puntualiza la diferencia: la mafia trabaja bajo las órdenes de maníacos y psicópatas y el FBI bajo las del presidente de los Estados Unidos. El primer plano un tanto grotesco del agente lleva al espectador a compartir la opinión de Angela: no hay mucha diferencia entre ambas cosas.

Anécdotas:
  • Alcanzó una taquilla en USA de 20 millones de dólares, el doble que su presupuesto.
  • Todos los actores consiguieron estupendas críticas. Especialmente Dean Stockwell, que logró múltiples premios y una nominación al Oscar como mejor actor secundario.
  • Los créditos finales de la película son interesantes de ver puesto que incluyen escenas descartadas en la sala de montaje.
Sobre el director:

Jonathan Demme nace en Nueva York en 1944. Su carrera en el cine es tan ecléctica como errática; su nombre empieza a sonar con un thriller, El eslabón del Niágara (1979) y una comedia dramática sobre Hollywood, Melvin y Howard (1980). Sus dos comedias de los años 80 Algo salvaje y Casada con todos, dos films muy heterodoxos que cuentan historias de liberación personal, llaman la atención de los cinéfilos. Tras consagrarse y ganar el Oscar con El silencio de los corderos (1991), el excelente thriller que supone un nuevo cambio de estilo brusco en su carrera, Demme desaparece de Hollywood durante varios años, probablemente descontento por los múltiples cambios que la productora lleva a cabo en su proyecto sobre el SIDA, que acaba convirtiéndose en la comercial y descafeinada Philadelphia (1993). Desde entonces se ha prodigado poco y sus películas, menos personales que las antiguas, han tenido resultados más bien discretos.

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DVD go

06 febrero 2008

El nido: cuando el amor no tiene edad

El nido. España, 1980

Director y guionista: Jaime de Armiñán

Intérpretes: Héctor Alterio, Ana Torrent

Temáticas de interés: pederastia, gerontofilia

Sinopsis:

En un pueblo de Castilla, Alejandro, un viudo maduro, conoce a Goyita, una niña de 13 años. La encuentra simpática y los dos inician una amistad que se va haciendo más íntima y más ambigua para la gente del pueblo, que empieza a propagar peligrosos rumores.

Comentario:

Al igual que en Mi querida señorita con la transexualidad, Jaime de Armiñán vuelve a acercarse en El nido con una enorme sensibilidad y respeto por los personajes a no uno sino dos temas muy escabrosos: la pederastia, la pulsión sexual, o en este caso más bien afectiva, hacia preadolescentes, y la menos conocida gerontofilia, la atracción hacia las personas de edad avanzada. Lo que podía haber resultado una trama sórdida se convierte en una agridulce historia romántica imposible entre un hombre demasiado mayor y una chica demasiado joven.


Hoy en día, dado el tabú tan brutal que supone el sexo entre mayores y menores de edad, probablemente esta manera de abordar el tema no habría sido aceptable, y tal vez esa sea una de las razones de que el film no sea valorado ni recordado como debería. Desde el punto de vista un tanto enfermizo que domina en la actualidad, podría acusarse a El nido de fantasía pedófila por tratar con simpatía a un personaje como Alejandro, al que no se retrata como a un viejo verde sino que es más bien la chica, Goya, la que va detrás de él, busca su amistad y empieza a introducir tintes ambiguos en su relación. Que las niñas los "provocan" con su comportamiento y que son mentalmente mucho más adultas de lo que cabría suponer por su edad suele ser una de las excusas de los pederastas a la hora de justificar sus actos. No obstante, nadie debería ver segundas intenciones en exponer una realidad de la vida, como es que las niñas preadolescentes coquetean a su manera con los adultos. Alejandro, por ser vulnerable, debido probablemente a su carencia afectiva desde la muerte con su mujer, se toma en serio estos flirteos y se deja llevar por los juegos de la niña con amargas consecuencias.

Goya, que se refugia en su amistad con Alejandro para escapar de una familia y un entorno en los que ve sus alas cortadas, es un personaje un tanto enigmático: su gerontofilia no parece venir de un deseo de protección por parte de alguien de más edad sino más bien lo contrario, le atrae que su amante platónico se muestre desvalido, tal vez porque así puede manipularlo a su antojo. El guión tiene una de sus bazas principales en mostrar a veces una gran complicidad con la niña y otras retratarla como a una femme fatale que lleva a la perdición a un pobre viejo.

Escenas destacadas:
  • Goya coge una navaja y lleva a cabo un juramento de sangre: se tatúa la inicial de Alejandro en la mano y a él le tatúa también la suya.

Anécdotas:



  • Finalista al Oscar de mejor película de habla no inglesa en 1980. El premio fue a parar a Moscú no cree en las lágrimas, una película soviética. Al parecer, el propio Armiñán ha reconocido que, decepcionado ante la derrota, le puso la zancadilla al encargado de recoger el premio en su camino hacia la estatuilla.


Sobre el director:

Jaime de Armiñán nace en una familia madrileña acomodada en 1927. Estudia derecho, pero pronto orienta sus pasos hacia el mundo del audiovisual, primero como comentarista, y más tarde trabajando como guionista en televisión. Su carrera como director de cine comienza con Carola de día, Carola de noche (1969), un vehículo de lucimiento para Marisol, y pasa a un terreno más personal con Mi querida señorita, cuyo éxito le permite hacer otras obras sobre amores heterodoxos, entre las que destaca El nido (1980), que le permitió ser de nuevo candidato al Oscar. Alterna el cine y la televisión hasta 1995, donde estrena la que hasta hace poco era su última película, El palomo cojo, aunque tiene pendiente de estreno su nueva obra, Fabian road

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08 enero 2008

Terciopelo azul: es un mundo extraño, ¿verdad?

Blue velvet. USA, 1986.

Director y guionista: David Lynch

Intérpretes: Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Dennis Hopper, Laura Dern

Temáticas de interés: fetichismo, sadomasoquismo

Sinopsis:
Una oreja humana aparece en el jardín del tranquilo barrio en el que vive Jeffrey. El muchacho investiga el caso por su cuenta con ayuda de Sandy, la hija de uno de los policías del pueblo. Sandy pone a Jeffrey tras la pista de Dorothy, la cantante de un night-club que va a introducir al joven en el oscuro submundo nocturno de su localidad, hasta entonces totalmente desconocido para él.

Comentario:

El film arranca con una panorámica sobre una típica área residencial norteamericana. Brilla el sol y suena la apacible balada Blue velvet que da título a la película. De repente uno de los vecinos del barrio tiene un ataque al corazón, la música pierde fuerza y se ve sustituida por un inquietante ruido y la cámara se introduce en la hierba de uno de los jardines del vecindario descubriendo en él una oreja humana cortada. Esto ya nos avisa de que vamos a asistir a un descenso a infiernos ocultos bajo una apariencia amable; dado el tono onírico de la película, esto se puede ver como una metáfora de un viaje al subconsciente, a la lucha contra la parte más amenazadora de uno mismo, que es casi siempre el eje del cine de David Lynch. Terciopelo azul puede verse como un cuento de hadas moderno en el que Jeffrey, el protagonista, tendrá que conformar su identidad y pasar a la edad adulta con un proceso de iniciación traumático en el que tendrá que enfrentarse con una bruja, Dorothy, y con un ogro (Frank, el amante de Dorothy) para poder ganarse a la princesa, Sandy.

En este viaje iniciático a las entrañas oscuras de la ciudad, o de sí mismo, la sexualidad tiene un papel muy importante: aunque normalmente no se destaque a Lynch como erotómano, todo su cine tiene una marcada atmósfera sexual. En Terciopelo azul se atrevió a poner por primera vez sobre la mesa a personajes con una sexualidad marcadamente fetichista, años antes de que el culto a lo bizarro se pusiera de moda; este film de hecho iba muy a contracorriente en una época como los años 80 dominada por la asexualidad y la inocencia un tanto forzada de las producciones de Steven Spielberg y sus imitadores, que buscaban siempre la etiqueta de película para todos los públicos. Lynch se desmarcó con esta obra claramente enfocada a un público adulto en la que se muestran sin tapujos los crueles rituales de dominación y sumisión, en el límite de la violación, a los que juegan Frank y Dorothy. Frank aparece como un niño adulto tan sádico y perverso como dependiente, incapaz de controlar su pulsión sexual ni de darle una dimensión moral ni afectiva; Dorothy, a la vez hada y bruja, se reafirma en su papel de víctima hasta el punto de invertirlo con alguien como Jeffrey, que se muestra reacio a ser verdugo y que por lo tanto tendrá que asumir el otro papel y ser vejado, ya que Dorothy no admite el sexo sin juegos de poder. Su extraña relación iniciática con esta sadomasoquista le servirá a Jeffrey para enfrentarse con su miedo a las mujeres y con los demonios de su propia sexualidad, representados por Frank, destruirlos y convertir así a la bruja en un hada buena. En posteriores películas de David Lynch, el protagonista ya no es capaz de llevar a cabo con buen término este proceso y se queda envuelto en una pesadilla autodestructiva, como ocurre en Carretera perdida.



Escenas destacadas:

  • Dorothy encuentra a Jeffrey escondido en su armario. Amenazándolo con un cuchillo, le hace desnudarse delante de ella.

  • Frank se excita humillando a Dorothy mientras le susurra el niño quiere follar e inhala nitrato de amilo para aumentar su excitación.

  • SPOILER: Al final de la historia, Frank ya no podrá seguir haciendo daño a Dorothy, que juega feliz con su hijo mientras Jeffrey y Sandy, felices, escuchan cantar a los pájaros. La luz ha vencido sobre la oscuridad.

Anécdotas:

  • Fue la primera colaboración entre Lynch y Angelo Badalamenti, que ha compuesto las bandas sonoras de todos los largometrajes posteriores del director y también de la exitosa serie televisiva Twin Peaks. También Kyle MacLachlan y Laura Dern han trabajado con Lynch, al que evidentemente le gusta rodearse de conocidos, en otras ocasiones.

  • Aparte de estas relaciones profesionales, David Lynch encontró en esta película a su pareja sentimental durante varios años, Isabella Rossellini.
  • El organismo calificador de las películas en Estados Unidos obligó a cortar alguna que otra escena para que el film no fuese prohibido a los menores; uno de estos criterios de censura fue que Frank golpeara a Dorothy fuera de campo y no en pantalla.
  • La película obtuvo una solitaria nominación al Oscar para David Lynch como mejor director del año, entre otros muchos reconocimientos por parte de asociaciones de críticos y de nominaciones a los Globos de Oro o los Independent Spirit.
Sobre el director:

David Lynch nace en Montana en 1946; desde muy joven empieza a pintar y luego a interesarse por el cine cuando quiere dar movimiento a sus pinturas. Su primera película, Cabeza borradora, dura de ver y llevada a cabo con un escaso presupuesto, se convierte con los años en un film de culto y consigue que algunos productores se fijen en su director. Terciopelo azul lo convierte en uno de los autores más peculiares y una de las principales referencias del cine de vanguardia contemporáneo. Su mirada surrealista y onírica sobre el cine negro se repite en el exitoso culebrón televisivo Twin Peaks y más tarde en otras películas de culto como Carretera perdida o Mulholland drive. El erotismo, casi siempre fetichista e inquietante, es uno de los principales elementos de su cine y está siempre impregnando las historias, aunque pocas veces pase a primerísimo plano.

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Pasadizo
Universo David Lynch

24 noviembre 2007

American gigolo: prostitución de lujo

American gigolo. USA, 1980.

Director y guionista: Paul Schrader

Intérpretes: Richard Gere, Lauren Hutton

Temáticas de interés: prostitución

Sinopsis:

Julian es un gigolo elegante y sofisticado que ofrece sus servicios a mujeres adineradas; su vida se complica cuando se ve involucrado en un asesinato y no puede demostrar su inocencia: su coartada es una de sus clientas y ella no está interesada en declarar que estaba con él.

Comentario:

Frente a la imagen sórdida y vulnerable que solemos tener de las personas que se dedican a la prostitución, American gigolo resulta una excepción por dos motivos: centrarse en el sexo de pago de lujo y hablar de un hombre que se prostituye en lugar de una mujer. Como ocurre con el aborto, la prostitución es también un tema enormemente controvertido motivo de disputas entre los partidarios de su ilegalización y los de su regularización. Feministas y grupos conservadores movidos por causas religiosas coinciden en que prostituirse no puede considerarse un trabajo digno sino que se trata de una forma de esclavitud sexual de la mujer y de una violación pagada; para sostener este argumento necesitan ignorar el hecho de que existe un número no tan despreciable como suele decirse de hombres que se dedican a la prostitución (todavía mayor si incluimos en él a travestidos y transexuales), de que, aunque la prostitución masculina suele ir dirigida a hombres homosexuales existen también mujeres clientas de la prostitución, y por último que, aunque la mayoría de las prostitutas efectivamente son mujeres semiesclavizadas por mafias o por su adicción a las drogas que ejercen esta actividad en unas condiciones próximas a las de la trata de blancas del pasado, existe también, aunque sea minoritaria, una prostitución de lujo llevada a cabo de forma voluntaria por mujeres y hombres que podrían dedicarse a otro oficio pero que se ven tentados por el dinero fácil y las oportunidades de moverse de esta forma en un mundo de ostentación y personas influyentes, disfrutando de un nivel de vida que les estaría vetado en un trabajo convencional.

Paul Schrader, director y guionista de la película, elige centrarse en este último caso porque no le interesa hablar de la problemática social en torno a la prostitución, sino, como ocurre siempre en su cine, del drama particular de un personaje a la deriva que intenta salir de un círculo vicioso de materialismo y falta de valores morales. Educado en un severo ambiente puritano y calvinista, Schrader muestra en American gigolo, como en todas sus otras películas, una morbosa e insana fascinación por el pecado. Julian, el gigolo, vive una vida hedonista que gira en torno al culto al cuerpo, vestir la ropa adecuada y visitar los restaurantes y clubs más de moda; no ve nada degradante en su profesión y se enorgullece de su condición de objeto sexual de mujeres maduras: prefiero a las mujeres mayores. ¿Qué sentido tiene llevar a una adolescente al orgasmo? Una quinceañera que se pone cachonda viendo una película y va corriendo a casa a masturbarse. Cualquiera puede hacerlo.

Mientras en otros títulos de Schrader la evolución del personaje es más interior, esta se trata de una producción comercial de Hollywood, por lo que el conflicto se exterioriza a través de una trama criminal que va envolviendo a Julian y le hace sentirse incómodo en su vida frívola. El gigolo, que podría ser un pariente cercano del personaje de Marcello Mastroianni en La dolce vita, tendrá que pasar por un via crucis que le permita redimirse y salvarse.




Escenas destacadas:
  • Julian hace ejercicio en su habitación mientras aprende sueco para recibir a una de sus clientas. A continuación se viste con un traje de diseño; la vida del gigolo de lujo ha quedado perfectamente definida.
Anécdotas:
  • Se trata de una producción de Jerry Bruckheimer, uno de los ejecutivos que más éxitos le han dado a la industria americana de los últimos treinta años. Entre ellos Flashdance, Top Gun o Piratas del caribe.
  • Antes de Richard Gere, se barajaron otros nombres para el papel protagonista, como Christopher Reeve y John Travolta. Travolta dio marcha atrás en el último momento porque exigía tener control sobre el montaje final; no debe ser un actor fácil, ya que también Roman Polanski tuvo problemas con él en otro proyecto.
  • El éxito en taquilla fue considerable, 23 millones de dólares de recaudación en Estados Unidos, frente a un coste de producción de menos de 5.
  • El tema principal de la banda sonora, Call me, fue un importante éxito de ventas, el mayor del grupo de new wave Blondie en Estados Unidos. Estuvo también nominado al globo de oro a la mejor canción; fue el único reconocimiento logrado por el film, aparte de otra nominación a la mejor banda sonora para Giorgio Moroder, uno de los reyes del tecnopop y colaborador habitual tanto de Schrader como de Bruckheimer.
Sobre el director:

Paul Schrader nació en una pequeña localidad del estado de Michigan en 1946. Criado en una estricta comunidad religiosa calvinista, no se le permitió asistir al cine hasta que se fue de casa para estudiar en la universidad, donde abandonó su vocación anterior de ser sacerdote y se convirtió en cinéfilo y activista de izquierdas, lo cual le ocasionó un conflicto con sus creencias que se refleja en casi todas sus películas. Le gusta regodearse de una forma tan amarga como malsanamente morbosa en el pecado, la degradación y la posterior redención en su cine, tanto como guionista (siendo Taxi driver su más famoso guión), como cuando es también director (Hardcore, Posibilidad de escape, Aflicción). El sexo se aborda en su cine como algo corrupto, una parte más del proceso degenerativo que sufren sus personajes.

12 noviembre 2007

Max mi amor: el primate enamorado

Max mon amour. Francia / USA / Japón, 1986

Director: Nagisa Oshima

Guionistas: Nagisa Oshima y Jean-Claude Carrière

Intérpretes: Charlotte Rampling, Anthony Higgins

Temáticas de interés: zoofilia, amor libre

Sinopsis:

Peter, un diplomático británico destinado en Francia, ha contratado a unos detectives para que sigan a su mujer, Margaret, y averigüen la identidad de su nuevo amante. Los investigadores le informan de que Margaret pasa todas las tardes en un apartamento del que nunca han visto salir a nadie más; Peter se presenta allí para descubrir quién es ese enamorado que jamás sale de casa. Para su sorpresa, se encuentra al llegar allí con un chimpancé llamado Max.

Comentario:

Suele decirse que toda práctica sexual es respetable entre adultos que consienten libremente. Este dicho condena explícitamente la pederastia pero deja al margen de la cuestión el sexo con animales; entre humanos aceptamos que la libertad sexual es uno de los derechos de la persona, pero ¿puede decirse que un animal tiene libertad sexual? ¿La sexualidad animal va mas allá del puro instinto? ¿Es maltrato tener relaciones sexuales con un animal? ¿Podría ser más aceptable el sexo con unas especies que con otras? El concepto de que los animales tengan derechos es muy reciente; hace muy poco que en nuestro país se ha penalizado el maltrato animal per se, sin considerarlo como daños a la propiedad de otra persona. Hoy en día (si entre nuestros lectores hay alguien que sepa más del tema, que nos informe) el cine pornográfico zoofílico se mueve en un vacío legal: no está regulado pero tampoco prohibido, a diferencia de prácticas como las peleas de perros o gallos, que sí se consideran maltrato.

En cuanto al cine no porno, este tabú de la zoofilia ha sido abordado en algunas películas, como la sórdida Caniche de Bigas Luna, o en clave de humor en uno de los episodios de Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar de Woody Allen, pero sin duda Max mi amor brilla con luz propia en este peculiar subgénero por llevar a cabo un tratamiento del tema carente de morbo y de sensacionalismo, lo cual le confiere un marcado tono surreal. Paseando por el zoo, Margaret conoce a Max, un chimpancé, y un amor a primera vista surge entre ellos, o al menos Margaret está convencida de que es así. Los chimpancés son nuestros parientes más próximos: son muy inteligentes, capaces de entender el lenguaje, de dar respuestas elementales y de mostrar distintos estados de ánimo ante diferentes personas, en función del trato que reciben de ellas. Según los científicos, son tan inteligentes como un niño de corta edad; ¿Margaret delira o realmente Max está enamorado de ella? ¿Este amor es incorrecto en sí mismo o solamente resulta problemático debido a la reacción en contra de la sociedad?

Estas preguntas se las hace Peter, el comprensivo marido de Margaret, que representa el punto de vista de la lógica y del espectador, pero que a lo largo de la película va asumiendo como normal la relación entre la mujer y el chimpancé. Peter y Margaret son una pareja abierta que se quieren respetando la libertad del otro para tener aventuras y amantes, sin ocultarse, salvo el caso particular de Max, sus relaciones extramaritales. Para no perder a su mujer, Peter accede a que el chimpancé se instale en su casa; para ella y el hijo de la pareja, se convierte rápidamente en un miembro más de la familia. Peter no es tan tolerante al principio con esta relación y se muestra celoso al ver el vínculo tan especial que une a Max con Margaret: esta vez no se trata de una aventura sino de algo más profundo. La película, enormemente chocante por la naturalidad con la que se nos muestra esta situación, narra el proceso por el que Peter, y con él el espectador, acepta que su matrimonio se transforme en un menage à trois al margen de los prejuicios sociales y de las fronteras entre especies. Max mi amor viene a ser todo un alegato en contra de los convencionalismos y a favor de la libertad y la diversidad.


Escenas destacadas:
  • Max, el chimpancé, revela con sus ruidos su presencia a los invitados de Peter y Margaret, que se muestran curiosos por conocerle. Llevado a la mesa donde los humanos están cenando, Max empieza a mostrarse cariñoso con Margaret de una forma muy chocante para el resto de los presentes.
  • Intrigado por qué tipo de sexo tienen Max y su mujer, Peter contrata a una prostituta para que mantenga relaciones con el chimpancé. Sin embargo, Max la rechaza: sólo quiere a Margaret.

Anécdotas:
  • El coguionista, Jean-Claude Carrière, fue el colaborador habitual de Luis Buñuel en la mayor parte de sus películas. También el productor, Serge Silberman, solía trabajar con Buñuel, por lo que no es de extrañar el marcado tono surrealista de muchas secuencias del film.
  • La española Victoria Abril interpreta el papel de la sirvienta del matrimonio, a la que el simio le produce alergia.
  • Concursó en el festival de Cannes de 1986.
Sobre el director:

Nagisa Oshima (Kyoto, 1932 - ) es uno de los principales nombres del nuevo cine japonés que se desarrolló durante los años 60 y que, frente al humanismo de los clásicos del cine nipón, como Kurosawa, Ozu y Mizoguchi, analizaba las contradicciones del Japón posterior a la segunda guerra mundial. Oshima ha alternado proyectos en su país, no sólo en el cine sino también en la televisión, con producciones internacionales, como la que nos ocupa. Su film más conocido en occidente es El imperio de los sentidos (1976), que gira también en torno al sexo. Permanece retirado del cine desde el estreno de Tabú (1999).

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29 septiembre 2007

Un asunto de mujeres: abortos clandestinos

Une affaire de femmes. Francia, 1988.

Director: Claude Chabrol

Guionista: Claude Chabrol y Colo Tavernier, basándose en la novela de Francis Szpiner

Intérpretes: Isabelle Huppert, François Cluzet, Nils Tavernier, Marie Trintignant

Temáticas de interés: Aborto

Sinopsis:

En la Francia del régimen de Vichy, colaboracionista con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, Marie ayuda a una de sus vecinas a realizar un aborto clandestino. Pronto se da cuenta del dinero que puede sacar dedicándose a esa actividad, inconsciente de los problemas que le puede acarrear con las nuevas autoridades del país.

Comentario:

La interrupción voluntaria del embarazo es uno de los temas más controvertidos que pueden existir y, por lo tanto, de los más difíciles de abordar por el cine. La mayor parte de las películas que lo han hecho han caído en el panfleto de escasa profundidad dramática, ya sea por parte del bando antiabortista, por lo general vinculado estrechamente al pensamiento religioso, con títulos como El derecho de nacer, o por los defensores de la libertad de la madre a elegir, donde tenemos un ejemplo relativamente reciente con El secreto de Vera Drake de Mike Leigh. En ambos casos los personajes que ayudan a la embarazada a abortar se muestran de forma terriblemente maniquea, o bien como malvados sin moral que sólo buscan el ánimo de lucro y que se complacen en destruir la familia y la sociedad, o bien como héroes con gran conciencia social que se ven perseguidos por fuerzas reaccionarias y represoras de moral hipócrita. La corrección política que impera en la actualidad prefiere evitar un tema que, se aborde como se aborde, siempre va a acabar molestando a unos o a otros, por lo que los tiempos en los que Liza Minnelli abortaba en Cabaret (1972) sin que su decisión fuera ensalzada, condenada ni subrayada en ningún sentido parecen muy lejanos.

Por lo tanto, tiene mucho mérito que Un asunto de mujeres sea de los pocos títulos que han puesto el tema sobre la mesa y lo hayan utilizado para plantear una historia muy rica dramáticamente en la que es difícil tomar partido. Resulta cínico que las autoridades filonazis del film consideren el aborto como un delito grave por ser un atentado contra la vida cuando ellos mandan a la gente a campos de exterminio a diestro y siniestro, un ejemplo extremo de la actitud de doble moral de muchos sectores sociales antiabortistas, que disfrazan de preocupación por la vida del feto lo que no es más que un afán de reprimir la libertad de las mujeres e imponer una rígida moral sexual. Pero por otro lado la comadrona que ayuda a las mujeres a llevar a cabo abortos clandestinos no es ninguna heroína feminista: contagiada de la miseria moral que reina en la Francia colaboracionista, se aprovecha de la situación para lucrarse a costa del drama de muchas mujeres que sufren embarazos no deseados. El personaje no es ningún monstruo y probablemente en otras circunstancias se habría comportado de otra manera, pero está claro que, aunque sea finalmente capturada y condenada por los nazis, la condición de víctima en la historia está reservada a aquéllas que tienen que llevar a cabo sus abortos de forma clandestina, sin la atención sanitaria adecuada y a expensas de usureros que sacan partido de su situación. Tampoco hay, por otra parte, otro verdugo además de la época histórica en la que transcurre la acción. En esta película tan poco complaciente, tal vez donde más se deje translucir la opción ideológica del director sea en la elección del título: la interrupción del embarazo es, efectivamente, un asunto de mujeres en el que cada embarazada debe tomar su propia decisión con la atención y la información adecuadas.

Escenas destacadas:
  • Una de las clientas de Marie le habla de su situación desesperada. Intenta sacar adelante a sus muchos hijos, a los que se ve incapaz de amar, y no puede soportar la idea de tener otro más. Marie escucha este testimonio con su habitual e inconsciente tranquilidad.

Anécdotas:

  • El film se inspira en la historia real de Marie-Louise Giraud, la última mujer condenada a muerte en Francia en 1942 bajo el régimen de Pétain.
  • Se trata de la segunda de las siete ocasiones en las que hasta ahora han trabajado juntos el director Claude Chabrol y la actriz Isabelle Huppert.

Sobre el director:

Claude Chabrol nace en París en 1930. Junto con François Truffaut, Jean-Luc Godard, Eric Rohmer y Alain Resnais, forma parte de la llamada nouvelle vague que va a revolucionar el celuloide francés de finales de los 60 y que sentará las bases del cine moderno en todo el mundo. Dentro de esta corriente, Chabrol llevará a cabo un muy particular cine negro especializado en diseccionar las neurosis y los conflictos personales y familiares de pequeñoburgueses que viven en ciudades de provincias, inspirándose muchas veces en historias que lee en la sección de sucesos de los periódicos. El sexo y el erotismo un tanto malsanos forman parte de los secretos que suelen esconder sus personajes.

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El criticón

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04 agosto 2007

Buscando a Susan desesperadamente: Madame Bovary conoce a Madonna

Desperately seeking Susan. USA, 1985.

Directora: Susan Seidelman

Guionista: Leora Barish

Intérpretes: Rosanna Arquette, Madonna, Aidan Quinn

Temáticas de interés: Liberación sexual

Sinopsis:

Roberta es una joven ama de casa burguesa que compensa la falta de emociones en su vida inventando fantasías a partir de los anuncios por palabras del periódico. El texto de uno de ellos, buscando a Susan desesperadamente, le llama la atención hasta el punto de acudir al lugar en que su autor ha convocado la cita para conocer, aunque sea de lejos, a Susan y a quien la busca. Fascinada por la apariencia y el modo libre de vivir de Susan, una buscavidas, Roberta empieza a seguirla y vestirse como ella. Cuando un golpe accidental en la cabeza la deja amnésica, Roberta es tomada por Susan y asimila su identidad y su modo de vida.

Comentario:

Roberta es una Madame Bovary moderna. Su vida se reduce a ser la esposa sumisa de un pequeño empresario y su vía de escape consiste en buscar en los anuncios del periódico indicios de existencias que parecen más interesantes que la suya. Cuando conoce a Susan, su pequeño mundo burgués se desestabiliza: la joven vagabunda pasa a ser su modelo; aunque no se atreve a imitar su estilo de vida, Roberta, que evidentemente necesita un cambio, copia su ropa y su imagen. La ocasión de llegar más allá se produce cuando la amnesia le posibilita empezar de nuevo: entonces aprovecha la oportunidad para encontrar su auténtico yo, convertirse en Susan y vivir como siempre había soñado.

La película adopta la estructura de una ingeniosa comedia romántica de enredo respetando la forma pero subvirtiendo el contenido del género: en vez de presentar, como en el cine clásico, la pareja burguesa y el matrimonio como los objetivos buscados por por la protagonista, Roberta parte de esa situación para buscar una liberación personal y sexual que la llevará a encontrar el amor pero sólo tras divorciarse y romper con la estabilidad y la seguridad que, según los cánones sexistas del cine romántico, son el sueño de toda mujer. Susan, la devoradora de hombres que lleva una vida disipada y es tan experta en meterse en líos como en salir hábilmente de ellos, se presenta como un modelo a seguir en contra de los roles habituales en el cine de género, que sólo toleran ese comportamiento en los varones. El contenido feminista del guión es rotundo pero no por ello airado sino al contrario: la película se impregna del hedonismo y la jovialidad de la new wave de moda en la época y, lejos de presentar a las mujeres como víctimas, las muestra muy capaces de tomar las riendas de su destino e incluso de cambiarlo con la colaboración de hombres que no tienen por qué ser sus enemigos. La época del feminismo radical ya ha pasado y se nota la tendencia al individualismo de los años 80: la transformación de Roberta está en manos de ella misma: en lugar de esperar que llegue la gran revolución, mejor que cada uno emprenda su propia pequeña revolución personal.

Es interesante además comentar el estrecho vínculo que une al personaje de Susan, encarnado por Madonna, por entonces una promesa emergente de la música pop, con el estereotipo que la propia Madonna representó para la juventud en esa época. Igual que Roberta en la película, millones de adolescentes y mujeres jóvenes, primero de EEUU y poco después del resto del mundo, vieron en la nueva estrella un modelo de libertad y desinhibición sexual que, lejos de limitarse a ser un juguete erótico diseñado por hombres como han sido y siguen siendo la inmensa mayoría de cantantes pop, colabora en la composición de sus discos y toma todas las decisiones respecto a su carrera profesional. Desde entonces y hasta ahora, Madonna, pese a fascinar a un enorme número de fans, ha sido vilipendiada desde posturas machistas por atreverse a mostrarse ambiciosa, subversivamente dueña de su cuerpo y orgullosa de él, cualidades que se consideran virtudes en los hombres pero imperdonables en las mujeres, en lugar de aceptar el rol sumiso y cómodo para el público masculino que se espera de una artista que aspira a ser mayoritaria. Pero las feministas y los grupos supuestamente liberales han sido tal vez todavía más feroces al atacarla por sacar provecho de la seducción y las armas de mujer tradicionales para conseguir triunfar, dejando como única posibilidad para una fémina que aspire a ser digna de respeto el modelo Patty Smith, es decir, la falta absoluta de erotismo y la renuncia al éxito multitudinario; curiosamente los carcas y los supuestamente progresistas acaban opinando igual, la mujer debe permanecer en un segundo plano, la que triunfa no lo hace por su talento ni por su inteligencia sino sólo por venderse y prostituirse. Madonna, Susan Seidelman, directora del film, y las muchas chicas y mujeres que han visto en Susan / Madonna un referente tal vez ambiguo pero mucho más interesante que los juguetes eróticos vacíos que vemos una y otra vez en la MTV, parecen ver las cosas de otra manera.


Escenas destacadas:
  • Roberta sigue a Susan hasta una tienda de ropa en la que cambia su cazadora por otra, diciéndole con descaro al vendedor que la prenda pertenecía a Jimmy Hendrix. Siguiendo un impulso, Roberta entra en la tienda y la compra; será el primer paso para su transformación en Susan.
  • Susan se liga en un bar new wave a Gary, el marido de Roberta. Se dirigen a casa de él y se fuman un porro.
  • Cuando Gary, el marido de Roberta, se encuentra con su mujer, detenida por prostitución, alguien de su entorno le informa de un curioso data estadístico según el cual la mayoría de las prostitutas son lesbianas.
Anécdotas:
  • La película fue producida por Orion Pictures, una pequeña productora responsable de varios de los títulos más interesantes del cine americano de los años 80 y primeros 90, entre ellos El silencio de los corderos. Lamentablemente, Orion acabó absorbida por una multinacional
  • Aunque parezca irónico, Madonna fue seleccionada para el papel por decisión de la directora, que quería recurrir a a actores desconocidos para mantener el proyecto dentro de un presupuesto bajo y disponer de mayor libertad. Durante la postproducción del film, sin embargo, Madonna se convirtió con su segundo album, Like a virgin, en uno de los personajes más célebres del mundo, convirtiendo el estreno de la película en un acontecimiento.
  • La película tuvo un gran éxito de taquilla, con una recaudación que quintuplicó su presupuesto. También las críticas fueron excelentes, siendo la interpretación de Rosanna Arquette el elemento más destacado por los periodistas.
  • En estos momentos se prepara en Londres un musical inspirado en la película. Las canciones no serán de Madonna, sino curiosamente de Deborah Harry, líder del grupo Blondie y evidente influencia sobre la música y estética de Madonna en sus primeros años.
Sobre la directora:

Susan Seidelman (Philadelphia 1952- ) llama la atención de la crítica con su opera prima, Smithereens, en 1982. Su segunda película, Buscando a Susan desesperadamente, la convierte en uno de los nombres más prometedores del cine independiente norteamericano de los años 80. Su siguiente y esperado trabajo, Fabricando al hombre perfecto (1987), resulta un pinchazo a partir del cual la directora nunca ha conseguido reflotar su carrera, que durante la siguiente década orientaría cada vez más hacia la televisión. La liberación personal y sexual de mujeres que no quieren seguir modelos de conducta tradicionales es el eje de casi toda su filmografía.

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25 mayo 2007

Nueve semanas y media: dominación suave


Nine 1/2 weeks. USA, 1986.

Director: Adrian Lyne

Guionistas: Zalman King, Sarah Kernochan y Patricia Louisianna Knop, inspirándose en la novela de Elizabeth McNeill

Intérpretes: Kim Basinger, Mickey Rourke

Temáticas de interés: Sadomasoquismo, descubrimiento de la sexualidad

Sinopsis:

Elizabeth vive con una compañera de piso en una gran ciudad y trabaja en una galería de arte. Un día conoce a John, que empieza a flirtear con ella. La relación empieza a adquirir tintes peculiares ante la actitud de John, al mismo tiempo cariñoso y distante, que empieza a introducir a su novia en extraños y morbosos juegos.

Comentario:

Nueve semanas y media parte de un esquema manido en el género erótico: el de la pareja que va explorando variadas fantasías sexuales cada vez un poco más en el límite de lo bizarro. En este caso los elementos que propiciaron el enorme éxito de taquilla y el fenómeno sociológico en el que se convirtió este film a mediados de los 80 fueron el haber sido uno de los pocos títulos comerciales que ofreció el género durante una época en la que el cine estaba replegándose hacia el público infantil y el entretenimiento familiar y, por otra parte, el romper con los clichés victorianos o decadentistas asociados al erotismo situando la acción en un marco moderno: una gran ciudad, personajes urbanos de clase media y escenarios cotidianos tratados además con una puesta en escena un tanto sensacionalista, heredada de la publicidad y el vídeoclip, muy a la moda en la época. La película ofrecía un erotismo al gusto de la juventud de los 80, una generación que, a diferencia de la anterior, disfrutaba ya de un acceso bastante normal a la pornografía a través de los videoclubs y por lo tanto veía como algo trasnochado el softcore (cine en la barrera del porno) y la coartada intelectual o pseudointelectual del género erótico de la década anterior.

John y Elizabeth, por lo tanto, son dos personajes cotidianos de la gran ciudad: jóvenes pero ya con cierto historial sexual y sentimental a sus espaldas, aquejados de la soledad de la vida urbana y en busca de nuevas sensaciones. En realidad los juegos con los que van a experimentar son de naturaleza sadomasoquista: John siempre lleva la voz cantante en ellos y Elizabeth le obedece y se deja hacer, muchas veces atada o con los ojos vendados. Pero el director juega hábilmente con la difusa estructura narrativa de la película para enmascarar el trasfondo de la historia y ofrecer sólo el lado más estético de la sumisión: por ejemplo, vemos a John comprar y probar en el aire una fusta, pero no sabemos si llega a usarla o no.

De esta forma la película se queda en una calculada ambigüedad: él habla en una escena de que ella sea su niña, de bañarla, vestirla y alimentarla; ¿se refiere sólo a cuidarla con ternura o está proponiendo una relación fetichista de dominación en la que cada uno tiene un rol muy determinado? Que en otra ocasión John amenace con azotarla con un cinturón parece indicar que lo que él desea es un juego de infantilización o de sadomasoquismo suave en el que se alternan los mimos y los castigos, una propuesta ante la cual la postura de ella es tan ambivalente como la propia película: se muestra ofendida cuando John hace más explícito el componente de humillación pero acepta sin problemas someterse a sus fantasías durante el resto del tiempo. Esta confusión no deja de perpetuar un esquema muy sexista en el que, siempre que no se sobrepasen ciertos límites, se ve la sumisión sexual de la mujer como algo morboso y como el tipo de fantasías que es normal explorar. Lo preocupante no es que Elizabeth sea masoquista, sino que no sea consciente de que lo es y se someta a los caprichos sexuales de su pareja, no porque tenga claro que los comparta, como ocurría en Secretary, sino porque lo ve como lo normal que una mujer hace por amor, y que la película lo presente de esta manera.

Escenas destacadas:

  • En uno de sus primeros encuentros sexuales, John le venda los ojos a Elizabeth: abre la nevera y acaricia su cuerpo con distintas frutas y con un cubito de hielo.
  • Elizabeth se siente excitada mientras contempla una serie de diapositivas en el trabajo. Comienza a masturbarse mientras las imágenes se suceden.
  • La escena más celebrada de la película: Elizabeth, iluminada por unas persianas venecianas, obsequia a John con un strip-tease mientras suena de fondo You can leave your hat on de Joe Cocker.

Anécdotas:

  • Tuvo un enorme éxito de taquilla que la colocó entre las películas míticas de la década de los 80. Tal vez en parte por eso, la crítica se cebó en ella y hasta estuvo nominada en varias categorías a los premios razzie a los peores films del año, unos galardones más bien cobardes y reaccionarios que suelen cebarse con los títulos de contenido erótico.
  • Kim Basinger utilizó una doble de cuerpo para algunas de las escenas de desnudo o subidas de tono. No obstante, se convirtió en el sex-symbol por excelencia de esa época, trono que sólo Sharon Stone conseguiría arrebatarle años más tarde con Instinto básico.
  • Basinger llegó a declarar estar muy orgullosa de la película por haber contribuido a la educación sexual de muchas mujeres americanas que, según ella, habían aprendido a masturbarse viendo el film.
  • El estilo narrativo de planos muy cortos de Adrian Lyne obligó a una titánica y un tanto controvertida labor de montaje, en la que muchas escenas se cortaron, hay quien dice que por motivos de censura. El DVD incluye algunas de las escenas borradas; sería interesante saber si las secuencias suprimidas llegaban más lejos en cuanto a mostrar la naturaleza sadomasoquista de la relación que se cuenta en la película.
  • Zalman King, el productor, desarrolló, a raíz del éxito del film, toda una carrera como erotómano dirigiendo títulos como Orquídea salvaje, también con Mickey Rourke, o su secuela Piernas de terciopelo.

Sobre el director:

Nacido en Cambridgeshire, Inglaterra, en 1941, Adrian Lyne pertenece, junto con Alan Parker y los hermanos Ridley y Tony Scott, a la generación de realizadores británicos formados en el mundo de la publicidad y el videoclip que definieron estéticamente el cine de Hollywood de los años 80. Su estilo controvertido, muy atractivo para el público mayoritario pero banal y sensacionalista para algunos, pone la estética en primer plano descuidando por lo general la narración. Tras su primer gran éxito con Flashdance (1982), el sexo, y en particular el tema de la fidelidad visto desde un prisma puritano, planea sobre casi todo su cine, como demuestra Atracción fatal, su película más lograda y mejor escrita, pero también Una proposición indecente (1993), y su hasta el momento último trabajo, Infiel (2002). Su otro gran éxito en el cine erótico lo protagonizó con el título que nos ocupa, Nueve semanas y media (1986).

09 abril 2007

El cuarto hombre: la viuda negra y el escritor

De vierde man. Holanda, 1983.

Director:
Paul Verhoeven

Guionista:
Gerard Soeteman, basándose en la novela de Gerard Reve


Intérpretes:
Jeroen Krabbe, Renée Soutendijk, Thom Hoffman

Temáticas de interés:
crimen sexual, homosexualidad masculina

Sinopsis:

Gerard, un escritor con problemas de dinero y de salud por beber demasiado, intenta ligar con un guapo jovencito en la estación mientras espera por el tren hacia una pequeña ciudad en la que tiene que dar una conferencia. Una vez allí conoce a Christine, la tesorera de la asociación que le ha invitado a dar su charla, y acepta su invitación para pasar la noche. Al día siguiente piensa regresar y abandonarla, pero descubre que es la novia del joven de la estación por lo que decide quedarse, a pesar de las amenazantes visiones que está teniendo que parecen querer avisarle de algún peligro relacionado con Christine.

Comentario:

Poco antes de emigrar a Hollywood, el director holandés Paul Verhoeven, que pronto empezaría una carrera de enorme éxito internacional con Robocop, Desafío total e Instinto básico, ponía en imágenes de forma onírica, hipnótica y morbosa una novela que gira en torno a los dos grandes ejes de su filmografía: eros y tanatos, el sexo y la muerte. Gerard, el protagonista (de mismos nombre y apellido que el autor del libro), de viva y calenturienta imaginación, sufre atroces visiones que parecen querer prevenirle de algún peligro. Estas fantasías derivan en parte de unas convicciones católicas que le fascinan y le crean culpabilidad al mismo tiempo, y en parte de su vida desordenada típica de escritor, en la que podemos intuir ciertas dificultades económicas y cierto abuso del alcohol.

Aunque se suele decir que El cuarto hombre trata de un escritor bisexual, Gerard muestra muy poca atracción por las mujeres. De Christine lo atraen su cuerpo y su aspecto andróginos, e incluso necesita cubrirle los pechos e imaginarse que es un chico para mantener relaciones sexuales con ella. No tiene gran interés en la chica y si finge enamorarse y querer seguir a su lado es para poder conocer a su novio, un guapo joven al que intentó ligarse el día anterior en la estación. La homosexualidad de Gerard resulta, eso sí, muy literaria, porque, de acuerdo con las tesis y la simbología freudianas que campan a sus anchas en la película, parece ir asociada a la misoginia, a un miedo atávico a las mujeres.

Y es que Christine, la regente de la peluquería Dalila, es la viva imagen de la castración, que Verhoeven no repara en mostrar sin tapujos en una de las terroríficas ensoñaciones del protagonista. Tiene un punto insensible en la espalda como las brujas y sus tres maridos murieron en extrañas circunstancias. El determinismo místico de Gerard le lleva a buscar una conexión entre todo lo que ocurre a su alrededor y a ver en sus pesadillas un mensaje divino de protección contra la mujer malvada en el enloquecido y espectacular final del film. Pero como ocurría también en Instinto básico, el impulso sexual es más fuerte que el de conservación: saber que la mujer lo llevará a la perdición no impide que Gerard se quede con ella con la intención de seducir a su amante.

Escenas destacadas:

  • Gerard se despierta resacoso; intenta afeitarse pero el temblor en la mano, debido probablemente al abuso de alcohol, se lo impide. Le pide al chico con el que ha pasado la noche que lo acompañe a la estación. Éste se niega y Gerard se imagina a sí mismo estrangulándolo.
  • Gerard está en la cama con Christine. Para excitarse le tapa los pechos con la mano y le dice cuanto se parece a un chico.
  • Christine se despierta en la cama con Gerard. Hurga entre sus piernas y él se da cuenta horrorizado de que tiene unas tijeras en la mano con las que le arranca sin dudarlo los genitales. En ese momento él se despierta: se trata de otra de sus pesadillas.
  • Gerard se refugia en una iglesia. En su imaginación calenturienta, uno de los crucifijos del lugar cobra vida: el crucificado no es otro que el guapo novio de Christine vestido sólo con un taparrabos. Gerard se lo baja y se dispone a practicarle una felación. Su fantasía sólo se detiene cuando ve la cara de horror de una de las feligresas.
  • Contento de quedarse a solas con él, Gerard consigue por fin seducir al novio de Christine. Los dos se refugian de la tormenta en un cementerio y se besan con lujuria en la secuencia más lúbrica del film. Pero un relámpago ilumina el interior del panteón en el que se han guarecido, que resulta ser la tumba de los tres maridos de Christine.

Anécdotas:

  • Al contrario que casi todas las otras obras de su director, tuvo una muy buena acogida entre los críticos y en los festivales internacionales de cine pero un resultado más bien flojo en taquilla. Tal vez por ello, no está entre las películas favoritas de Verhoeven, pese a ser una de sus obras maestras.
  • Años más tarde, Verhoeven llevaría a cabo Instinto básico, una película que podría verse como una versión en clave más comercial de El cuarto hombre, por volver a tratar el tema de la femme fatale. Surgió la idea de contratar para Instinto básico a la misma protagonista de El cuarto hombre, Renée Soutendijk, pero el director prefirió recurrir a una actriz americana (Sharon Stone, como muchos bien recordamos) para que el personaje resultara más ambiguo y no fuera automáticamente catalogada como la mala de la historia.
  • El autor de la novela en que se basa el film, Gerard Reve, es uno de los nombres más polémicos de la literatura en lengua neerlandesa en las últimas décadas, por su militancia homosexual y católica al mismo tiempo. Unos años antes de su muerte en 2006, el rey de Bélgica (puesto que Reve es flamenco) se negó a otorgarle un importante premio literario porque su pareja había abusado al parecer de un menor.

Sobre el director:

A Paul Verhoeven (Amsterdam, 1938) no le gusta pasar desapercibido. En su país natal, Holanda, se hizo famoso durante los años 70 dirigiendo películas de alto contenido erótico como Delicias turcas (1973), la escandalosa Spetters (1980), o El cuarto hombre (1983). En ellas aparecía un tratamiento del sexo muy explícito y crudo, poco complaciente e integrado en una visión pesimista de la naturaleza humana fruto de su educación religiosa. A continuación viajó a Estados Unidos donde su forma igualmente áspera de mostrar la violencia destacó en Robocop (1987) y Desafio total (1990). A continuación volvió a dar rienda suelta a su gusto por el escándalo con Instinto básico (1992), Showgirls (1995), clasificada X en los Estados Unidos, y la adaptación de la novela de ciencia-ficción de extrema derecha Starship troopers (1997). Tras el enorme éxito comercial de sus primeras películas americanas, su obra posterior a Instinto básico no ha tenido la misma repercusión.

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