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13 octubre 2008

El ángel azul: la perdición de los hombres

Der blaue Engel. Alemania, 1930.

Director: Josef Von Sternberg

Guionistas: Carl Zuckmayer, Karl Vollmöller y Robert Liebmann, basándose en la novela de Heinrich Mann.

Intérpretes: Marlene Dietrich, Emil Jannings

Temáticas de interés: descubrimiento de la sexualidad

Sinopsis:

El severo profesor Rath se alarma al descubrir que sus alumnos frecuentan por las noches un garito de dudosa moralidad para oír cantar a la cabaretera Lola. Al acercarse al local para espantar a los jóvenes que acuden allí, él mismo no puede evitar caer seducido ante los encantos de la cantante.

Comentario:

Como ocurre a menudo al hablar de películas antiguas, El ángel azul es, vista hoy, inocente y bastante simple. Sin embargo en su momento los contoneos de Marlene Dietrich luciendo su ropa interior al estilo de las cabareteras y las mujeres vulgares eran algo tremendamente escandaloso. Hoy nos parece normal ver en el cine a prostitutas, gente que vive en la calle y todo tipo de situaciones propias de los ambientes más sórdidos en la vida real, pero en 1930 el cine era muchísimo más puritano y esta película era de lo más erótico que cabía imaginar. De hecho, es hija de una época de relativa permisividad; pocos años más tarde la censura de Hollywood o de otros lugares ya no lo habría consentido.

El profesor Rath aparenta ser un guardián del orden moral y un hombre de férreas convicciones, pero en realidad no es más que un reprimido que ignora lo que es la vida. Cuando, al visitar el cabaret donde actúa Lola para rescatar a sus alumnos del vicio, tiene su primer contacto con el mundo real fuera de los libros, su debilidad salta a la vista. Se queda prendado de la chicay todos sus principios se vienen abajo rapidísimamente porque no se fundamentan en la reflexión ni la experiencia sino sólo en la ignorancia y los prejuicios. Su comportamiento muestra lo inútil que resulta la moralina; Rath, en teoría un gran sabio, se ve desbordado por la situación y no tiene nada a lo que aferrarse al enfrentarse por primera vez en su vida a un conflicto real como es estar enamorado.

Lo que podría haber sido una liberación, una decisión consciente de romper con una vida que ya no le llena, no lo es porque no hay tal decisión: es expulsado de su trabajo por su conducta licenciosa e inicia una nueva vida trabajando en el mundo ambulante y nocturno de Lola porque no le queda otro remedio. Por lo tanto no empieza una segunda vida, como hemos visto en otras películas comentadas en el blog, sino una caída en picado.

Rath es un personaje patético y digno de lástima por su propia estupidez y falta de recursos para enfrentarse a la vida; sin embargo desde un punto de vista conservador, que es el que preside la película y el que prevalecería probablemente para el director y para los espectadores de la época, la culpa de su desgracia la tiene la mujer fatal que lo ha seducido. Lola se muestra siempre como un objeto de deseo y una fantasía masculina acerca de lo que se desea, y también de lo que se teme, en una mujer; el guión no la desarrolla como personaje, en ningún momento sabemos lo que piensa o siente ni la vemos más que como un estereotipo. Marlene Dietrich es precisamente una de las máximas representantes, en sus películas bajo las órdenes de Josef Von Sternberg, de este concepto de mujer-fetiche, tan misógino como atractivo.

Escenas destacadas:

Sin duda la secuencia más famosa del film es Marlene Dietrich enseñando sus medias y ligas mientras canta Falling in love again, la canción estrella de su repertorio.



Anécdotas:

  • Existen dos versiones de la película que se rodaron simultáneamente, una en inglés y otra en alemán, una costumbre habitual en los primeros años del cine sonoro. En la versión inglesa los actores hablan con un fuerte acento alemán.
  • Se trata de la primera producción importante del cine sonoro en Alemania.
  • Esta película lanzó a Marlene Dietrich como estrella y mito erótico, además de ser el comienzo de una larga serie de trabajos conjuntos entre la actriz y el director Josef Von Sternberg.
Sobre el director:

Josef Von Sternberg (Viena 1894 - Hollywood 1969) fue elegido para llevar a cabo El ángel azul, la primera gran obra del cine sonoro alemán, tras el gran éxito de su film mudo anterior, La última orden (1928). La ascensión al poder de los nazis le hace tomar la decisión de emigrar a Hollywood junto a su musa y al parecer amante Marlene Dietrich. Allí ambos llevan a cabo una serie de películas muy apreciadas por la crítica pero que resultan demasiado sofisticadas para el cine americano de la época. Su insuficiente éxito en taquilla provoca el declive de su carrera, que continuará con obras mucho más rutinarias. Su fascinación por la belleza y el erotismo ambiguos de Dietrich es patente en las seis películas que rodaron juntos.

Enlaces:

IMDB
El criticón
Con el cine en los talones

25 mayo 2007

Nueve semanas y media: dominación suave


Nine 1/2 weeks. USA, 1986.

Director: Adrian Lyne

Guionistas: Zalman King, Sarah Kernochan y Patricia Louisianna Knop, inspirándose en la novela de Elizabeth McNeill

Intérpretes: Kim Basinger, Mickey Rourke

Temáticas de interés: Sadomasoquismo, descubrimiento de la sexualidad

Sinopsis:

Elizabeth vive con una compañera de piso en una gran ciudad y trabaja en una galería de arte. Un día conoce a John, que empieza a flirtear con ella. La relación empieza a adquirir tintes peculiares ante la actitud de John, al mismo tiempo cariñoso y distante, que empieza a introducir a su novia en extraños y morbosos juegos.

Comentario:

Nueve semanas y media parte de un esquema manido en el género erótico: el de la pareja que va explorando variadas fantasías sexuales cada vez un poco más en el límite de lo bizarro. En este caso los elementos que propiciaron el enorme éxito de taquilla y el fenómeno sociológico en el que se convirtió este film a mediados de los 80 fueron el haber sido uno de los pocos títulos comerciales que ofreció el género durante una época en la que el cine estaba replegándose hacia el público infantil y el entretenimiento familiar y, por otra parte, el romper con los clichés victorianos o decadentistas asociados al erotismo situando la acción en un marco moderno: una gran ciudad, personajes urbanos de clase media y escenarios cotidianos tratados además con una puesta en escena un tanto sensacionalista, heredada de la publicidad y el vídeoclip, muy a la moda en la época. La película ofrecía un erotismo al gusto de la juventud de los 80, una generación que, a diferencia de la anterior, disfrutaba ya de un acceso bastante normal a la pornografía a través de los videoclubs y por lo tanto veía como algo trasnochado el softcore (cine en la barrera del porno) y la coartada intelectual o pseudointelectual del género erótico de la década anterior.

John y Elizabeth, por lo tanto, son dos personajes cotidianos de la gran ciudad: jóvenes pero ya con cierto historial sexual y sentimental a sus espaldas, aquejados de la soledad de la vida urbana y en busca de nuevas sensaciones. En realidad los juegos con los que van a experimentar son de naturaleza sadomasoquista: John siempre lleva la voz cantante en ellos y Elizabeth le obedece y se deja hacer, muchas veces atada o con los ojos vendados. Pero el director juega hábilmente con la difusa estructura narrativa de la película para enmascarar el trasfondo de la historia y ofrecer sólo el lado más estético de la sumisión: por ejemplo, vemos a John comprar y probar en el aire una fusta, pero no sabemos si llega a usarla o no.

De esta forma la película se queda en una calculada ambigüedad: él habla en una escena de que ella sea su niña, de bañarla, vestirla y alimentarla; ¿se refiere sólo a cuidarla con ternura o está proponiendo una relación fetichista de dominación en la que cada uno tiene un rol muy determinado? Que en otra ocasión John amenace con azotarla con un cinturón parece indicar que lo que él desea es un juego de infantilización o de sadomasoquismo suave en el que se alternan los mimos y los castigos, una propuesta ante la cual la postura de ella es tan ambivalente como la propia película: se muestra ofendida cuando John hace más explícito el componente de humillación pero acepta sin problemas someterse a sus fantasías durante el resto del tiempo. Esta confusión no deja de perpetuar un esquema muy sexista en el que, siempre que no se sobrepasen ciertos límites, se ve la sumisión sexual de la mujer como algo morboso y como el tipo de fantasías que es normal explorar. Lo preocupante no es que Elizabeth sea masoquista, sino que no sea consciente de que lo es y se someta a los caprichos sexuales de su pareja, no porque tenga claro que los comparta, como ocurría en Secretary, sino porque lo ve como lo normal que una mujer hace por amor, y que la película lo presente de esta manera.

Escenas destacadas:

  • En uno de sus primeros encuentros sexuales, John le venda los ojos a Elizabeth: abre la nevera y acaricia su cuerpo con distintas frutas y con un cubito de hielo.
  • Elizabeth se siente excitada mientras contempla una serie de diapositivas en el trabajo. Comienza a masturbarse mientras las imágenes se suceden.
  • La escena más celebrada de la película: Elizabeth, iluminada por unas persianas venecianas, obsequia a John con un strip-tease mientras suena de fondo You can leave your hat on de Joe Cocker.

Anécdotas:

  • Tuvo un enorme éxito de taquilla que la colocó entre las películas míticas de la década de los 80. Tal vez en parte por eso, la crítica se cebó en ella y hasta estuvo nominada en varias categorías a los premios razzie a los peores films del año, unos galardones más bien cobardes y reaccionarios que suelen cebarse con los títulos de contenido erótico.
  • Kim Basinger utilizó una doble de cuerpo para algunas de las escenas de desnudo o subidas de tono. No obstante, se convirtió en el sex-symbol por excelencia de esa época, trono que sólo Sharon Stone conseguiría arrebatarle años más tarde con Instinto básico.
  • Basinger llegó a declarar estar muy orgullosa de la película por haber contribuido a la educación sexual de muchas mujeres americanas que, según ella, habían aprendido a masturbarse viendo el film.
  • El estilo narrativo de planos muy cortos de Adrian Lyne obligó a una titánica y un tanto controvertida labor de montaje, en la que muchas escenas se cortaron, hay quien dice que por motivos de censura. El DVD incluye algunas de las escenas borradas; sería interesante saber si las secuencias suprimidas llegaban más lejos en cuanto a mostrar la naturaleza sadomasoquista de la relación que se cuenta en la película.
  • Zalman King, el productor, desarrolló, a raíz del éxito del film, toda una carrera como erotómano dirigiendo títulos como Orquídea salvaje, también con Mickey Rourke, o su secuela Piernas de terciopelo.

Sobre el director:

Nacido en Cambridgeshire, Inglaterra, en 1941, Adrian Lyne pertenece, junto con Alan Parker y los hermanos Ridley y Tony Scott, a la generación de realizadores británicos formados en el mundo de la publicidad y el videoclip que definieron estéticamente el cine de Hollywood de los años 80. Su estilo controvertido, muy atractivo para el público mayoritario pero banal y sensacionalista para algunos, pone la estética en primer plano descuidando por lo general la narración. Tras su primer gran éxito con Flashdance (1982), el sexo, y en particular el tema de la fidelidad visto desde un prisma puritano, planea sobre casi todo su cine, como demuestra Atracción fatal, su película más lograda y mejor escrita, pero también Una proposición indecente (1993), y su hasta el momento último trabajo, Infiel (2002). Su otro gran éxito en el cine erótico lo protagonizó con el título que nos ocupa, Nueve semanas y media (1986).

12 noviembre 2006

Une vraie jeune fille: Ellas toman la palabra

Une vraie jeune fille. Francia, 1976.

Directora : Catherine Breillat

Guionista : Catherine Breillat, adaptando su propia novela

Intérpretes: Charlotte Alexandra, Hiram Keller, Rita Maiden, Bruno Balp

Temáticas de interés : Masturbación, descubrimiento de la sexualidad

Sinopsis:

Alice, una adolescente, llega a casa de sus padres para pasar con ellos el verano en un pequeño pueblo. Allí no hay mucho que hacer y la joven se entretiene jugando con su cuerpo y descubriendo los placeres carnales. Pronto encontrará en quien volcar sus fantasías eróticas: Jim, un joven que trabaja con su padre.

Comentario:

El despertar sexual de una joven es uno de los tópicos más manidos en el cine erótico, pero la diferencia es que aquí es una mujer, Catherine Breillat, y no un hombre quien escribe el guión y dirige la película, por lo que la protagonista del film no es una ensoñación lujuriosa ni una fantasía masculina, sino, como su propio título indica, es una auténtica chica, una chica de verdad (esa es la traducción de Une vraie jeune fille, en lugar de una chica realmente joven como aparece a veces) la que cuenta su propia historia. Y esa historia está repleta de escenas de masturbación y de relaciones sexuales similares a las de cualquier film erótico o pornográfico, pero la película en su conjunto en absoluto podrá tildarse de complaciente ni de convencional.

Lo que convierte a esta prácticamente desconocida obra en un título interesantísimo e importante del cine erótico es su absoluta independencia, el estar al margen de cualquier corriente. Cruda y desagradable en muchas de sus secuencias, no es un film porno para público masculino, pero tampoco es una película reivindicativa ni feminista en cuanto a su tesis, aunque naturalmente sí es feminista de hecho, por tratarse de la obra de una mujer que expone su sexualidad de forma visceralmente sincera sin preocuparse por buscar la complicidad de ningún colectivo. Pocas veces una mujer se ha expresado de una manera tan libre (ni tan sórdida) con una cámara de cine.

Jane Campion, la directora que más dio que hablar durante los años 90 en el tema de la sexualidad de la mujer con títulos como El piano (1993), se acercaba al erotismo con suma torpeza y acababa cayendo en tópicos machistas hasta unos extremos a los que ningún hombre se atrevería a llegar, definiendo a las mujeres como seres volubles que confunden la emocionalidad con la falta de inteligencia, débiles, que encuentran irresistibles a los hombres más repulsivos, y que descubren el amor humillándose o prostituyéndose para ellos. Probablemente este discurso fácil y reaccionario ayudara al éxito de Campion, mientras que Breillat, más ambigua y compleja, sigue siendo una desconocida para el público. Alice, la protagonista de Une vraie jeune fille, vive su sexualidad de forma libre, aunque todavía infantil e inconsciente; Jim es un chico guapo y le gusta, pero ella aún no está preparada para explorar el cuerpo de su novio, porque aún no conoce su propio cuerpo ni ha aprendido a aceptarlo. El descubrimiento del placer se produce por una parte de forma azarosa y provocada por el aburrimiento, y por la otra sin plantearse ningún tipo de represión ni de censura, algo enormemente moderno para la época del film, como también lo son las imágenes pornográficas, que tardarían más de 20 años en aparecer en otros films dramáticos como Intimidad o Lucía y el sexo.

Escenas destacadas:

  • Para amenizar una aburrida comida, Alice tira su cuchara al suelo y, al recogerla, aprovecha para introducírsela en la vagina sin que se percaten de ello sus padres.
  • Nuestra joven heroína se pasea por el campo con las bragas por los tobillos. Su afición por quitarse la ropa interior se volverá a mostrar más adelante, cuando decide montar en bicicleta sin nada bajo la falda, que además se sube hasta la cintura.
  • Mientras Alice yace desnuda en el campo, Jim coge un gran gusano, lo divide en tres partes, y las coloca sobre el vello púbico de la chica.
  • La muchacha acepta la compañía de un hombre maduro al que le gustan las jovencitas, y que la invita a montar con él en una atracción de feria. Para gran estupor de ella, el viejo se desabrocha los pantalones y se masturba durante todo el recorrido.

Anécdotas:

  • El presupuesto del film fue irrisorio. Se rodó sin sonido y con actores provenientes del porno y la serie B. Dos años después del rodaje, se añadieron los diálogos, doblados en estudio por otros actores.
  • Por desavenencias con el productor, la película no consigue estrenarse comercialmente. Catherine Breillat tardará tres años en volver a dirigir, y doce en triunfar como directora con 36 fillette (1988). Será entonces cuando Une vraie jeune fille pueda verse por fin en los cines franceses.
  • En 2001, cuando se cumplían 25 años de su producción, se reestrenó en Francia y se estrenó por primera vez en Estados Unidos y otros países.

Sobre la directora:

Catherine Breillat nace en Bressuire (Francia) en 1948 y actualmente vive en París. A los 19 años publica su primera novela, L’homme facile, despertando ya una inmensa polémica que la convierte en un fenómeno literario. La controversia no acabará precisamente cuando se pase a la narración en imágenes con la aquí mencionada Une vraie jeune fille, a la que más tarde seguirán otras diez películas. Su obra, que explora la sexualidad con una crudeza chocante y una total desinhibición que ella llama provocación inocente, sin plantearse fronteras entre erotismo y pornografía, permanece inédita en España con la excepción de Romance X (1999), que logró estrenarse gracias al gancho comercial de su protagonista, el actor porno Rocco Siffredi.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0135024/

http://www.gva.es/cinemajove/cinemajove2004/actualiza/breillat.htm

http://www.objectif-cinema.com/analyses/013.php

16 septiembre 2006

La tormenta de hielo: La otra cara del amor libre

The ice storm. USA, 1997

Director: Ang Lee

Guionista: James Schamus, basándose en la novela de Rick Moody

Intérpretes: Kevin Kline, Joan Allen, Sigourney Weaver, Tobey Maguire, Christina Ricci, Elijah Wood, Adam Hann - Byrd

Temáticas de interés: intercambio de parejas, adulterio, promiscuidad, descubrimiento del sexo

Sinopsis:

Paul, un estudiante, vuelve a casa de sus padres, Ben y Elena, para celebrar en familia el día de acción de gracias de 1973 en medio de condiciones atmosféricas adversas, hielo y nieve. Su hermana pequeña, Wendy, tiene un comportamiento extraño: se muestra huraña, agresiva, y muy deseosa de entablar relaciones sexuales con los chicos de la casa de al lado, cuya madre, por otra parte, es la amante de Ben. La inestabilidad afecta a toda la familia: Elena, la madre, empieza a sospechar que su marido le es infiel y a actuar de una forma también desconcertante. Por otra parte, en el acomodado círculo social de Elena y Ben empiezan a llegar los nuevos aires de modernidad procedentes de California: a imitación de lo que está de moda allí, sus amigos organizan una fiesta de intercambio de parejas.

Comentario:

Todos recordamos que durante los aun recientes años noventa se vivió un revival importante de los setenta, la década fetiche de la generación anterior. La tormenta de hielo, no obstante, fue una de las escasas películas que fue más allá de la simple postal nostálgica de música disco y pantalones de campana para llevar a cabo un análisis de las luces y sombras de la época de la contracultura y la liberación sexual. Para ello, Ang Lee, que se atrevía por primera vez a hacer una obra totalmente dramática dentro del mismo registro costumbrista que ya había practicado en comedias como El banquete de bodas o Sentido y sensibilidad, recurrió a adaptar una poco conocida novela de Rick Moody acerca de dos familias vecinas entrelazadas de forma un tanto culebronesca.

La voz en off de Paul (Tobey Maguire), el hijo mayor de una de ellas, nos introduce en la historia: Paul es la mirada neutra a través de la cual vemos a su padre, Ben (Kevin Kline), representante de la doble moral de la tradición patriarcal que se está resquebrajando durante esa época. Casado con Elena (Joan Allen), la perfecta esposa a la antigua, responsable, dócil y callada, mantiene una aventura con su vecina Janey (Sigourney Weaver), lo cual no le supone ningún impedimento para considerarse un hombre respetable e intentar imponer un cierto orden moral en su familia. Con escaso éxito, porque durante esa época empieza a producirse entre las familias acomodadas un fenómeno que con los años irá a mucho más, y que se extenderá a las clases media y baja: los hijos, llenos de un precoz desencanto y totalmente faltos de ilusiones y de valores, no muestran ningún respeto hacia los adultos ni hacia una moral que ya perciben como hipócrita y caduca.

Así pues, vemos también a Wendy (Christina Ricci), la típica adolescente desorientada, arisca, frustrada y llena de rabia pese a tenerlo todo, o tal vez precisamente por tenerlo todo. Wendy se enfrenta de forma brusca e impulsiva al deseo sexual que empieza a experimentar. Ella ya no ha sido educada en la represión de su madre, cuya neurosis se plasma a través de pequeños robos en tiendas, pero no le han ofrecido a cambio otro tipo de perspectiva de las cosas; la formación sexual, así como la ética y la moral, brilla por su ausencia en su familia (prueba de ello es que, cuando Ben intenta hablar de sexo con Paul, sólo es capaz de decirle de forma harto torpe que la bañera no es el mejor sitio para masturbarse). Por lo tanto, la joven da tumbos: experimenta con Mikey, el hijo de la amante de su padre, y cuando éste se asusta y la rechaza, no duda en intentarlo con el hermano menor de Mikey, el pequeño e introvertido Sandy, al que se acerca de una forma que, dada la mayor edad de Wendy, roza el abuso, aunque la muchacha es demasiado inconsciente y egoísta para percibirlo, o para que le importe en caso de que se dé cuenta.

Los padres de Wendy y de Mikey perciben que el comportamiento de sus hijos no es el adecuado, pero se ven incapaces de ayudarles: el rol del padre tradicional ya no funciona en la era de la contracultura, pero tampoco saben actuar de otra forma. Aparte de no saber qué hacer, los adultos están ocupados en otras cosas, también ellos son egoístas y están dominados por el hedonismo y el consumo. Así pues, dejan a los jóvenes a su aire, mientras ellos intentan también descubrir o redescubrir su sexualidad de manera igualmente patosa. Casi treinta años después de Bob, Carol, Ted y Alice, el amor libre y el intercambio de parejas, el nuevo paradigma de modernidad entre la burguesía en ese momento, se recuerdan como un juego ingenuo y no carente de patetismo. Un polvo fugaz en el coche de su vecino no es en absoluto la liberación sexual que Elena tanto necesita. Sobre todo cuando ha aceptado participar en el juego de sexo rápido por despecho al estar segura de que su marido le está siendo infiel.

A pesar de esta visión un tanto amarga y pesimista de las cosas, el film, siempre frío, sutil y muy elegante, no carga en absoluto las tintas, y deja una puerta abierta a la esperanza. Aunque la desorientación de adultos y niños desemboca en la tragedia, Ben es consciente de ello y pide ayuda, rompiendo a llorar en la magistral escena final del film. La familia intenta mantenerse unida y su esposa le pone la mano en el hombro en un tímido intento de reconciliación. Ha hecho falta que la situación se desborde para que los adultos reaccionen, pero tal vez sea posible arreglar las cosas.


Escenas destacadas:

  • Ben le pide a su hija Wendy que bendiga la mesa en la comida de acción de gracias. La joven lleva a cabo un ácido discurso político sobre el exterminio de los indígenas y la guerra de Vietnam. La paz en la familia parece imposible.
  • Ben se relaja con su amante, Janey, en la cama y empieza a hablarle de sus problemas en el trabajo. Ella le corta sin ambages recordándole que ya tiene marido y que no le apetece escuchar esas historias.
  • Tras verse rechazada por su vecino Mikey, Wendy lo intenta con su tímido y extraño hermano pequeño Sandy. Se introduce en el baño con él y se baja los pantalones enseñándole la vagina, y queriendo a continuación ver su pene. Se ven interrumpidos por Janey, la madre de Sandy, que reprende a Wendy por lo que acaba de hacer.
  • Más tarde, Mikey sucumbe al fin ante los encantos de Wendy. La máscara de Nixon con la que la adolescente se ha tapado la cara no impide que Mikey se eche encima de ella y empiecen a sobarse. Pero de nuevo un adulto, en este caso Ben, aborta la escena.
  • Ben y Elena aceptan participar en el juego de las llaves, la atracción estrella de la fiesta en casa de sus vecinos. Los hombres ponen las llaves de su coche en un recipiente, las mujeres cogen a ciegas un llavero, y se van con su dueño para acostarse con él. Elena hace lo propio, y protagoniza una rápida y frustrante escena de sexo en el coche con su vecino, el marido de Janey.


Anécdotas:

  • La recaudación del film en taquilla fue bastante discreta. Mucho mejor resultó la acogida entre los críticos; concursó en el festival de Cannes de 1997 obteniendo el premio al mejor guión, galardón al que se sumaría el BAFTA a la mejor actriz secundaria para Sigourney Weaver, quien fue propuesta también para los globos de oro. No obstante, los Oscar ignoraron completamente la película.
  • En el espectacular reparto coincidieron varias jóvenes promesas que se convertirían más tarde en grandes estrellas, como Tobey Spiderman Maguire y Elijah El señor de los anillos Wood. Christina Ricci, en cambio, ya era famosa entre el gran público, a pesar de su corta edad, por La familia Addams y Casper.


Sobre el director:

Ang Lee, uno de los mejores directores del cine actual, nace en Taiwan en 1954. Influido por el estilo del maestro japonés Yasuhiro Ozu y por el cine occidental, sus películas tratan siempre del conflicto entre la vida moderna y la tradición, entre el deseo de vivir libremente y la responsabilidad hacia los otros y la necesidad de guardar las apariencias. Su primer gran éxito internacional lo obtiene con El banquete de bodas (1993), una comedia sobre un homosexual que celebra un matrimonio de conveniencia para contentar a su familia. El tema de la homosexualidad lo volverá a abordar con gran éxito en la excelente Brokeback mountain (2005). Entre ambas películas, aparte de La tormenta de hielo, rueda Tigre y dragón (2000), un film romántico y feminista de artes marciales y sentimientos reprimidos con el que consigue el mayor éxito en taquilla nunca logrado por una película de habla no inglesa.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0119349/

http://www.arrakis.es/~maniacs/Tor1.htm

http://www.miradas.net/2005/n45/estudio/theicestorm.html

http://www.dvdenlared.com/dvd/La%20tormenta%20de%20hielo