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05 febrero 2009

Los amantes: la casada alegre

Les amants. Francia, 1958.

Director: Louis Malle

Guionista: Louise de Vilmorin

Intérpretes: Jeanne Moreau, Alain Cuny, José Luis de Vilallonga, Jean-Marc Bory

Temáticas de interés: adulterio

Sinopsis:

Jeanne Tournier es una mujer casada perteneciente a la burguesía de Dijon. Aburrida de la vida con su marido en una pequeña ciudad, pasa de vez en cuando temporadas en París, en las que alterna con una amiga y también con un amante. Sin embargo, pese a su doble vida Jeanne sigue insatisfecha.

Comentario:

El escándalo con el que se había recibido en Francia más de cien años antes la publicación de Madame Bovary sacudió también en 1958 el estreno de otra obra, en esta ocasión cinematográfica, sobre una adúltera. Si bien cuando se estrenó Los amantes las relaciones extramaritales eran ya un tema corriente en el cine, el asunto se trataba siempre con un tono moralizante: el código de censura norteamericano prohibía expresamente mostrar un adulterio que no trajera terribles consecuencias para los implicados (sobre todo para la mujer) y en Europa, a pesar de no haber un reglamento definido al respecto, el temor a censuras y presiones de distintos tipos producía un resultado similar.

Pero las cosas empezaban a cambiar y esta película fue buena prueba de ello. Para muchos espectadores de la época, era la primera vez que veían una escena de cama en una película, con un tímido desnudo incluido. No obstante, lo más chocante no era tanto que una casada se liara con un chico más joven que ella y viéramos sin elipsis que su relación era carnal, sino que el director lo mostrara sin condenarlo ni querer transmitir ningún tipo de mensaje moral.

Como siempre en el cine de Louis Malle, no existe una trama argumental muy definida ni una estructura clásica que proporcione una progresión entre una escena y otra, sino que las distintas secuencias nos muestran la apatía de una mujer que engaña a su marido y mantiene una doble vida con un amante fijo sin ningún tipo de coartada romántica. Jeanne no busca el amor ni es idealista ni tiene ninguna excusa concreta para su doble vida, aparte del aburrimiento de la existencia burguesa en provincias. No obstante, la relación con su amante se ha vuelto igual de rutinaria y formal que su matrimonio y la insatisfacción de la mujer va a más. Sólo el encuentro con un atractivo joven casi al final del film va a renacer una pasión sobre todo sexual en Jeanne; y no va a ser castigada por ello, como hubiera sido lo habitual incluso en una película de ahora. Como todas las obras de su director, Los amantes nos muestra a un personaje hedonista en busca de la libertad y el placer al margen de la moral y las normas sociales, sin que ello le lleve a ningún tipo de perdición.

Escenas destacadas:
  • Jeanne se deja seducir por un nuevo y joven amante al final del film.La cámara muestra sin muchos tapujos cómo la pareja tiene relaciones sexuales; por primera vez durante la película, los espectadores vemos a la mujer disfrutar plenamente.


Anécdotas:
  • Se presentó en el festival de Venecia de 1958, obteniendo el premio especial del jurado.
  • La iglesia católica se posicionó duramente en contra de la película, desatando una gran polémica. No obstante, la película no tuvo problemas legales para su exhibición en Francia más allá de los intentos de boicot de la prensa de derechas. En Estados Unidos el dueño de una sala de cine llegó a ser procesado y multado por exhibirla, aunque el Tribunal Supremo, ante el que recurrió la sentencia, anuló la sanción por no considerar que el film fuera pornográfico.
Sobre el director:

Louis Malle (Thumeries, Francia, 1932 - Los Angeles 1995) fue uno de los grandes renovadores del cine francés a finales de los años 50 y principios de los 60, aunque siempre se consideró al margen del movimiento de la nouvelle vague. En su momento, la amoralidad de su obra y la ausencia de juicios y condenas hacia personajes con comportamientos sexuales libres o heterodoxos provocaron gran controversia, sobre todo en títulos como Los amantes o El soplo al corazón. La polémica, en este caso por razones políticas, que suscita Lacombe Lucien le mueve a emigrar en los años 70 a Estados Unidos, donde rueda La pequeña y Atlantic city. La sexualidad en su cine se muestra como una fuerza muy poderosa y amoral que se muestra sin tapujos ni morbosidad, con una gran normalidad.

Enlaces:

IMDB
Soitu.es

12 junio 2008

De repente, el último verano: represión y canibalismo

Suddenly, last summer. USA, 1959.

Director: Joseph Leo Mankiewicz

Guionistas: Gore Vidal y Tennesee Williams, basándose en la obra teatral del segundo.

Intérpretes:
Montgomery Cliff, Elizabeth Taylor, Katharine Hepburn

Temáticas de interés: homosexualidad masculina, represión

Sinopsis:


Violet Benavle, una señora madura y adinerada, ofrece una generosa subvención al psiquiátrico en el que trabaja el doctor Cukrowicz. El médico naturalmente intenta agradar a la señora, pero pronto descubrirá que su apoyo no es desinteresado: a cambio quiere que se interne a su sobrina Catherine y se le practique una lobotomía.

Comentario:

Violet Benavle es un típico personaje de Tennessee Williams: rica, decadente, de psicología alambicada y con una fuerte tensión erótica reprimida, en este caso incestuosa, que se traduce en un vínculo enfermizo con su único hijo. Sebastian, el protagonista ausente en torno a cuya muerte gira la obra, iba acompañado de su madre a todas partes; Violet odia a su sobrina porque rompió la relación idílica entre ellos y la prima pasó a ocupar el puesto de la madre, por una razón además muy dura para el amor propio de la señora: Sebastian quería una mujer joven y atractiva a su lado por una razón que se va intuyendo a lo largo del metraje y que sólo al final se hace explícita.

Catharine no sólo tiene la juventud y la belleza que Violet ya no posee y usurpa el privilegiado puesto de acompañante oficial de Sebastian, sino que además es una joven humilde cuyos modales llanos su aristocrática tía desprecia. La joven no ha sido enseñada a reprimir su sexualidad y sus emociones; tiene la misma pulsión erótica de su tía pero ella la deja aflorar. Su comportamiento histérico, que se ha desencadenado tras el trauma de la muerte no aclarada de Sebastian, la ha llevado a un internamiento psiquiátrico que el doctor Cukrowicz, personaje que representa el punto de vista del espectador, testigo de este drama familiar, debe decidir si es beneficioso para ella o si se trata de una forma de reprimir a una joven díscola y silenciar secretos que no deben salir a la luz. Es posible que Williams se inspirara para esta historia en el célebre caso real de la actriz Frances Farmer, hospitalizada y lobotomizada pocos años antes por motivos no muy claros.

La película, altamente teatral y basada en la construcción de una atmósfera malsana y opresiva por medio del diálogo y el primer plano, nos va conduciendo hacia un climax final en el que se desvelará el secreto familiar inaceptable para Violet. SPOILER: resulta un tanto anacrónico en la actualidad que el conflicto central de la obra resulte ser que la madre no acepte la atracción de su hijo por los hombres y la convierta en algo que debe ser silenciado a toda costa, pero hasta hace muy poco tiempo esta era la realidad que rodeaba a la homosexualidad. Fiel a la visión que se tenía de este tema en la época, el guión asocia ser gay con promiscuidad, inadaptación social, relación edípica con la madre, corrupción de menores en playas del tercer mundo (que es como se considera a España en la película), violencia y otros aspectos sórdidos. Incluso dando esta visión escabrosa y moralista, que ya habíamos visto al hablar de La calumnia, el tema se consideraba demasiado atrevido para la censura de la época, aunque ya por muy poco tiempo. El cine y la sociedad de 1959 estaban a punto de dejar de cerrar los ojos ante una realidad que no se podría ocultar más tiempo, como de hecho anuncia este film en el que la verdad acaba saliendo a la luz.




Escenas destacadas:

  • Violet le presenta al doctor a la estrella de su jardín, que no es otra que una planta carnívora, al mismo tiempo metáfora de la trampa que le está tendiendo y anticipadora de los matices caníbales de la historia de Sebastian.
  • SPOILER: Catherine finalmente se atreve a hablar de la traumática experiencia vivida el verano anterior. Sebastian fue linchado por un grupo de chicos que tras matarlo devoraron parte de su cuerpo.

Anécdotas:

  • Montgomery Clift estaba convaleciente de un muy grave accidente automovístico durante la época del rodaje; tenía parte de la cara paralizada y necesitaba tomar fuertes medicamentos para aguantar el dolor, que se nota en su expresión en la pantalla. Su presencia en la película se debió a la insistencia y el apoyo de las actrices, que acabaron muy enfadadas por la actitud despectiva del director y el productor hacia él. Se dice que Katharine Hepburn llegó a escupirles a la cara al final del rodaje.
  • La traducción española del título se presta un poco a confusión; el título inglés no quiere decir de repente llegó el último verano, que es lo que evoca el nombre español, sino que es una forma de introducir los recuerdos de Catharine: Suddenly, last summer ... (de repente, el verano pasado ...).
  • Katharine Hepburn y Elizabeth Taylor compitieron entre sí por el Oscar a la mejor actriz de aquel año. La película obtuvo otra candidatura por su dirección artística.
  • Las referencias a la homosexualidad, prohibidas por el código Hays de censura, causaron cierta polémica en el estreno, aunque se hacía cada vez más evidente lo trasnochado y obsoleto que resultaba ya dicho código. Sorprende que la película consiguiera estrenarse en la España franquista, no sólo por lo escabroso de su temática, sino por la imagen tan primitiva que se da de nuestro país en la historia.

Sobre el director:

Joseph Leo Mankiewicz (Pennsylvania 1909 - Nueva York 1993) es uno de los grandes nombres del Hollywood clásico. Empezó en el cine haciendo traducciones de películas alemanas y siendo todavía muy joven produjo grandes éxitos como Historias de Philadelphia. Su salto a la dirección se produciría algunos años más tarde, un campo en el que logró el Oscar y un enorme reconocimiento con Eva al desnudo. Otros títulos suyos muy recordados son Carta a tres esposas, La condesa descalza o La huella. Trabajó en una época en la que las referencias sexuales estaban prácticamente prohibidas en el cine comercial, por lo que De repente, el último verano es su título más arriesgado y el que más desarrolla una temática erótica.

Enlaces:

IMDB
Wikipedia

27 octubre 2006

Vértigo: Fetichismo victoriano

Vertigo. USA, 1958.

Director: Alfred Hitchcock

Guionistas: Alec Coppel y Samuel Taylor, basándose en la novela de Pierre Boileau y Thomas Narcejac.

Intérpretes: James Stewart, Kim Novak, Barbara Bel Geddes

Temáticas de interés: fetichismo

Sinopsis:

John Ferguson ha tenido que retirarse prematuramente de su trabajo como policía a causa de su miedo a las alturas. Un antiguo conocido le ofrece un curioso encargo como detective privado: seguir a su mujer, Madeleine, que muestra un comportamiento muy extraño. Se pasea sola durante horas por lugares relacionados con una antepasada suya que se suicidó, y lo más inquietante es que ella no conoce la historia de esta mujer con la que está obsesionada ni es consciente de lo que hace cuando desaparece por las tardes. Además, declara sentir una fuerza dentro de ella que le dice que su lugar está en el mundo de los muertos.

Comentario:

Vértigo es considerada hoy en día la obre cumbre de Hitchcock, precisamente por la misma condición de rareza que le impidió triunfar en su momento. Es una historia de fascinación por la muerte, llevada a cabo con una puesta en escena onírica y surreal, y que resulta todavía más bizarra al analizarla en detalle, aparte de que supone una violación soterrada de las convenciones morales y sexuales dictadas por el férreo Código Hays, las normas de censura que constriñeron la producción cinematográfica de Hollywood durante treinta años, y que en la época en que se estrenó esta película, en plena eclosión de los cines modernos europeos, empezaban ya a resultar rancias. Vértigo es uno de los films más analizados de la historia del cine en cuanto a la técnica narrativa empleada por Hitchcock, pero aquí nos vamos a centrar en la sexualidad fetichista que impregna toda la historia.

En una curiosa estructura simétrica, tenemos en primer lugar la historia de un fantasma que vuelve atraído por la obsesión de un personaje, Madeleine, que no tiene interés por el mundo de los vivos y que se deja poseer por un espíritu. Hasta ahí podríamos haber tenido un melodrama fantástico podríamos decir que convencional, dentro de lo transgresor que es siempre este género, en la línea de Jennie. Pero tras la muerte de esta mujer, de la que se enamoró durante el seguimiento que llevó a cabo como detective privado, John, igual que ella en vida, vive también fuertemente enlazado a un fantasma, el de la propia Madeleine, al que intenta revivir cuando conoce a Judy, de asombroso parecido con la muerta.

En el extraño triángulo que forman John, Madeleine y Judy, no es la atracción por la muerte el único aspecto que desafía la moral de Hollywood: a pesar de ser el héroe de la película, John se enamora de una mujer casada, con el agravante de haber sido contratado para vigilarla por el propio esposo engañado. Cuando ella se tira a la bahía de San Francisco en un intento de suicidio fallido, él la lleva a su apartamento, la desnuda y la acuesta, un comportamiento bastante chocante para una película comercial de esa época, en lugar de la mucho más decorosa opción de recurrir a su amiga Midge (Barbara Bel Geddes) para que lleve a cabo tan delicada tarea. Pero sobre todo, cuando más adelante John conoce a Judy, desarrolla una fijación fetichista por vestirla, peinarla y transformarla en la muerta: Hitchcock, además, se complace en compartir esta fascinación por cada detalle de la metamorfosis de Judy, con abundantes planos detalle de las ropas y partes del cuerpo de la mujer. Para entonces, además, la trama criminal de la película ya ha sido aclarada para el espectador, por lo que el interés de la historia se centra en satisfacer todos y cada uno de estos aspectos de esta pasión fetichista durante unos treinta minutos de metraje que suponen la cumbre de Hitchcock como erotómano.

Se suele hablar de necrofilia en Vertigo, pero realmente lo que suele excitar a los necrófilos es la absoluta inmovilidad de la otra persona, por lo que, si hay alguna escena necrófila en el film, sería el momento elidido en el que John desnuda a Madeleine, inconsciente tras haberse tirado a la bahía, y disfruta de la visión de su cuerpo. La historia trata más bien, sobre todo en la muy bizarra parte final, de la fijación fetichista por un físico y una ropa determinados, unos gustos que son los que probablemente hacen que a John sólo le resulten deseables un determinado tipo de mujeres y no su amiga Midge, con la que tiene una relación casta a pesar de que resulte evidente que ella está enamorada de él y que ambos se entienden bien, tienen mucho en común y podrían formar una buena pareja.

Escenas destacadas:

  • Madeleine contempla absorta el retrato de su antepasada en un museo. La cámara contempla sensualmente su nuca mientras mira el cuadro.
  • La nuca no es la única zona de la anatomía femenina que se observa con lupa fetichista: cuando John busca el vestido que transformará a Judy en Madeleine, hay un primer plano de los zapatos de tacón de una modelo que hubiera entusiasmado a Luis Buñuel.
  • Por fin, Judy se muestra ante John totalmente transformada en Madeleine. El reflejo de la luz de neón del edificio de enfrente proyecta una luz fantasmal sobre ella, haciéndola parecer realmente surgida de entre los muertos.

Anécdotas:

  • Pierre Boileau y Thomas Narcejac escribieron la novela D’entre les morts expresamente para Alfred Hitchcock cuando se enteraron del interés del maestro por su novela anterior, La que no existía. Otro genio del cine negro, Henri-Georges Clouzot, se había adelantado a la hora de comprar los derechos, convirtiendo la adaptación en la obra maestra Las diabólicas.
  • En el famoso libro que recoge las conversaciones entre Hitchcock y François Truffaut, el primero se muestra descontento con la elección de Kim Novak, al considerar que su evidente sensualidad resulta demasiado vulgar para el gusto del público. Truffaut responde sorprendido que ese tipo de actrices le encantan al público masculino, a lo que el maestro inglés replica sabiamente que las mujeres no soportan la vulgaridad en otra mujer, y que en las parejas son ellas las que, a la entrada del cine, deciden qué película se va a ver y, a la salida, si ha sido buena o no.
  • Se estrenó en el por entonces muy joven festival de cine de San Sebastián, obteniendo la Concha de Plata y el premio al mejor actor para James Stewart. A pesar de ser una de las películas más alabadas de la historia del cine hoy en día, en su momento no consiguió muchos más premios. Los Oscar la despacharon con un par de nominaciones en las categorías de sonido y dirección artística.
  • Su éxito de taquilla fue más bien escaso: la recaudación en Estados Unidos se quedó bastante por debajo del coste de la película.

Sobre el director:

Considerado casi oficialmente como el mejor director de la historia del cine, podríamos explicar de forma muy breve la importancia de Alfred Hitchcock (alrededores de Londres 1899 – Los Angeles 1980) centrándonos en que creó, fundiendo el cine negro con el melodrama psicológico, un género que no existía y que hoy resulta tan cotidiano como el thriller o película de suspense, y que fue un enorme revolucionario de la narrativa cinematográfica, consiguiendo integrar sus innovaciones en el cine más comercial y conjugar vanguardia y entretenimiento de una forma que nadie ha logrado antes ni después. Hitchcock es además un gran erotómano victoriano: producto de una cultura represora, el erotismo, que no se atreve a mostrar directamente prefiriendo llevarlo al terreno del fetiche, siempre va ligado en su cine al peligro y al pecado. Además del ensayo fetichista de Vertigo, llevó a cabo todo un psicodrama sexual freudiano como Marnie la ladrona, además de contar las peripecias de un asesino y violador en Frenesí.

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11 septiembre 2006

La gata sobre el tejado de zinc: Escabrosidad censurada

Cat on a hot thin roof. USA, 1958

Director: Richard Brooks

Guionistas: Richard Brooks y James Poe, basándose en la obra teatral de Tennessee Williams
Intérpretes: Elizabeth Taylor, Paul Newman, Burl Ives

Temáticas de interés: Exhibicionismo, homosexualidad masculina
Sinopsis:

Una acomodada familia sureña se reúne para celebrar el cumpleaños del patriarca. O tal vez el motivo auténtico de la reunión sea más serio, porque éste podría estar gravemente enfermo. Ante esta situación, existe una guerra no declarada entre los dos hijos del patrón, Gooper y Brick, para conseguir el favor de su padre de cara al testamento. O más bien es una lucha entre Gooper y Maggie, la mujer de Brick, porque a este último lo único que le preocupa es que su vaso esté siempre bien cargado de alcohol. Maggie quiere ofrecerle a su suegro un regalo muy especial: un nieto. El problema es que Brick no está por la labor: ha aceptado mantener las apariencias ante el resto de la familia, pero en la intimidad se niega a tocar a su mujer.

Comentario:

En la década de los 50, Hollywood vivía un momento un tanto delicado comparado con el esplendor de los años 40, debido al auge de la televisión y al prestigio que había ganado el cine europeo. Parte de este prestigio se debía a que las películas italianas, y más adelante las suecas y las francesas, tenían un planteamiento más adulto y abordaban cuestiones que el código Hays de censura vigente en USA desde los años 30 no permitía. La gata sobre el tejado de zinc es uno de los mejores ejemplos de las contradicciones del celuloide hollywoodiense de esta época, que quería abordar temas escabrosos, pero que tenía que suavizarlos y disimularlos a causa de los censores, desdibujando a veces las historias y dificultando su comprensión.

El título original del film incluye la palabra caliente, y la identificación entre la protagonista, Maggie, y la gata alude al estado de celo de los animales. Brick, su marido, no puede satisfacer la sensualidad de Maggie la gata por una razón muy sencilla: es homosexual. La película, no obstante, complica las cosas, puesto que pretende hacer una adaptación muy fiel, a través de una puesta en escena muy teatral, de una obra, sin poder abordar abiertamente uno de sus temas centrales, la homosexualidad. En la obra de teatro, Brick vivió una estrecha amistad con otro chico, Skipper, que acabó declarándole su amor antes de suicidarse, incapaz de aceptar su tendencia sexual. Esto sume a Brick en una depresión producida por la ausencia de Skipper, al que él también amaba aunque nunca se atreviera a reconocerlo, probablemente ni siquiera ante sí mismo. La presencia de Maggie le repugna una vez que es ya plenamente consciente de su homosexualidad y de que Skipper es la persona con la que habría querido estar.

En la película, se puede intuir hasta cierto punto el triángulo existente entre el matrimonio y el amigo muerto, pero la historia queda muy desdibujada, no llega a estar clara la razón del suicidio de Skipper ni por qué este hecho le afecta tanto a Brick. Para evitar el tema tabú, el film se centra en otros aspectos, también muy característicos del universo de Tennessee Williams, como son la decadencia, evidenciada en el alcoholismo precoz de Brick, cuya debilidad e incapacidad para valerse por sí mismo se plasman físicamente en la muleta que necesita para caminar, o la familia disfuncional sureña, con el patriarca déspota, la madre sumisa, el hijo trepa, y los monstruos cuellicortos, los sobrinos de Brick y Maggie.

Sin duda el personaje más interesante de la función es el principal, Maggie la gata, sensual, vital, de origen humilde y arribista, un personaje simpático para el espectador pero ambiguo, que ama a su marido, pero cuyo amor está basado en buena parte en el deseo sexual y en el dinero de su familia política; un tipo de mujer muy alejado de los estereotipos que hasta entonces había manejado el cine clásico, que se limitaban a la chica buena virginal y la arpía sin escrúpulos. Desesperada ante un hombre con el que no puede utilizar su mejor baza, la exhibición de su sensualidad, su orgullo y ambición le impiden darse por vencida.

Escenas destacadas:
  • Maggie se quita el vestido de forma sensual delante de su marido, que la mira con apatía. La indiferencia de él contrasta con el deseo sexual de Maggie, que ella define a través de la metáfora que da título a la película, se siente como una gata sobre un tejado de zinc calentado por el sol. Brick le responde que haga lo que hacen los gatos, que salte de un tejado a otro (es decir, que se busque un amante).
  • Provocado por Maggie, Brick le tira la muleta. Para recogerla, tiene que arrastrarse por el suelo ante la mirada de uno de sus sobrinos. Cuando el niño pregunta qué hace el tío Brick tirado, éste responde que intentar matar a la tía Maggie.
  • La familia intenta ocultarle al abuelo que tiene un cáncer irreversible. Éste trata con desprecio a su mujer y a su otra nuera, pero no a Maggie, que le miente diciéndole que está embarazada.

Anécdotas:
  • SPOILER: el final feliz de la película, en el que Brick y Maggie se reconcilian y se disponen a tener un niño, es radicalmente distinto al de la obra teatral, en la que Maggie se aprovecha de la indefensión de Brick a causa de la muleta para forzarlo y quedarse embarazada en contra de la voluntad de su marido.
  • En España, a la importante mutilación que sufrió la película para adaptarse a lo aceptado por el código Hays de Hollywood, se sumaron los rigores de la censura franquista en el doblaje. Cuando Brick le dice a Maggie crudamente, para quitársela de encima, take a lover (búscate un amante), la versión española lo reemplaza por un mucho más suave y ambiguo diviértete, dificultando todavía más la comprensión del argumento.
  • Tuvo un éxito de taquilla muy considerable, recaudando más de cinco veces su coste. Aparte de la fama de la obra original y de la buena acogida de otras adaptaciones al cine de Tennessee Williams, un factor clave del éxito del film fue juntar a Elizabeth Taylor en su mejor momento profesional con un Paul Newman que empezaba a despuntar como estrella.
  • Consiguió seis nominaciones al Oscar en las principales categorías: mejor película, director, actor y actriz protagonistas, fotografía en color y guión adaptado. No obstante, fue una de las grandes derrotadas de los premios de ese año al no obtener ningún galardón. La mejor película resultó ser la hoy en día olvidada Gigi.
  • Pedro Almodóvar llevó a cabo un divertido homenaje / plagio a esta película en su primer film, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. En una escena de Pepi ..., una mujer barbuda (Cecilia Roth) le reprocha a su esposo que no se acueste con ella y declara sentirse como una gata sobre un tejado de zinc caliente.

Sobre el director:


Richard Brooks (Philadelphia 1912 - Los Angeles 1992) es un nombre relevante dentro de la producción de Hollywood de los años 50 y 60. Representa un punto intermedio entre el artesano que se limita a cumplir los encargos del estudio con eficacia y el creador que intenta innovar. También guionista y productor, su respetabilidad entre la gente de la industria de la época queda más que demostrada por las seis nominaciones al Oscar que consiguió como director, una de ellas por La gata sobre el tejado de zinc, siendo premiado por El fuego y la palabra en 1960. Pero su obra más recordada es sin duda la adaptación de Truman Capote A sangre fría. El erotismo se vio abordado en su cine, dentro de los límites que permitía la censura del momento, en otra adaptación de Tennessee Williams, Dulce pájaro de juventud, y en una de sus últimas películas, Buscando al señor Goodbar, ya de 1978, en la que Diane Keaton interpretaba a una soltera promiscua.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0051459/
http://www.dvdenlared.com/dvd/La%20Gata%20sobre%20el%20Tejado%20de%20Zinc
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article708.html