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30 octubre 2007

Nip Tuck: psicodrama con cuerpos perfectos

Nip Tuck. USA, 2003-

Creadores: Ryan Murphy y Jennifer Salt
Intérpretes: Dylan Walsh, Julian McMahon, Joely Richardson, John Hensley, Roma Maffia
Temáticas de interés: promiscuidad, adulterio, prostitución, pornografía, lesbianismo, sexo en grupo, homosexualidad masculina, fetichismo, obsesión, transexualidad, sadomasoquismo, aborto

Sinopsis:

Sean McNamara y Christian Troy son dos cirujanos plásticos de éxito. Disfrutan de un gran nivel de vida y en la intimidad las cosas parecen irles igualmente bien: Sean es un padre de familia casado desde hace veinte años con Julia, con la que tiene dos hijos, mientras que Christian es uno de los solteros de oro de la ciudad. No obstante, por debajo de esa apariencia ideal se esconden una familia terriblemente disfuncional en un caso y una adicción al sexo que causa un gran vacío emocional en el otro. Las rocambolescas historias de sus pacientes encajan a la perfección con las retorcidas angustias de los doctores.

Comentario:

Nip Tuck gira en torno a la amistad de Sean y Christian, dos compañeros de trabajo que funcionan a la perfección como los dos estereotipos del hombre de éxito. El casado prudente, convencional y estable y el soltero promiscuo y frívolo. Pero ya en el primer capítulo vemos que la familia McNamara atraviesa graves problemas: Julia, la mujer de Sean, que renunció a su propia carrera como médico para facilitar que su marido llevara a cabo la suya, atraviesa una fuerte crisis de mediana edad, propiciada por su frustración profesional, por la muy conflictiva adolescencia de su malcriado hijo mayor, que le dirige tanto a ella como a su padre todo tipo de impertinencias y faltas de respeto, y por su inseguridad respecto al amor que siente por Sean. El matrimonio, unido por lazos de dependencia y por miedo a la soledad, vive en una guerra psicológica perpetua: él, como tantos maridos de un ama de casa, es incapaz de valerse por sí mismo en cualquier aspecto de la vida que no sea el profesional y necesita enfermizamente a una mujer que ya no puede ofrecerle mucho más que desprecio y rencor soterrados por haber visto sus alas cortadas. A lo largo de la serie se suceden los episodios en los que ella toma la decisión de abandonarle para desesperación de él, o al contrario, cuando es él quien empieza a valerse por sí mismo no puede sobreponerse al chantaje emocional que le produce la indefensión de ella.

¿Significa eso que la serie se declara contraria al matrimonio y los valores convencionales? Puede, pero, aunque Christian Troy sea sin duda el rey de la función, a la vida del soltero se le practica la misma radiografía cruda y amarga. Rico y enormemente seductor, Christian no tiene problemas en ligarse cada noche a la chica más guapa del bar, pero no puede evitar envidiar la estabilidad de su amigo. Educado en el catolicismo, su vida frívola le crea un sentimiento de culpa y de inferioridad por saberse incapaz de sentir amor. Se refugia por tanto en el trabajo, en el consumismo desaforado de artículos de lujo y en el despotismo con las mujeres, rozando o a veces traspasando la barrera del sadismo. La explicación a su misoginia tal vez se deba a que Christian siempre ha estado enamorado de Julia, la mujer de Sean, o tal vez del propio Sean, como le sugiere una psicoanalista en un capítulo, o tal vez a la mala imagen que tiene de sí mismo: prefiere abandonar rápido a sus conquistas, o forzar con su actitud que ellas lo abandonen al poco tiempo a que lo dejen igualmente más adelante, lo que sin duda cree que ocurrirá si alguna mujer consigue llegar a conocerle.

A primera vista Nip Tuck, que en cada capítulo se sumerge sin pudor de ningún tipo en los infiernos de estos personajes, parece un culebrón con la típica premisa argumental de estos productos: los ricos también lloran, es decir, conflictos sentimentales, conyugales y familiares desarrollados en escenarios lujosos. Pues sí, es eso, pero lleva este planteamiento lo más lejos a donde se haya llegado nunca en la historia de la pequeña pantalla, consiguiendo uno de los mejores retratos nunca vistos de un mundo frívolo, inhumano, ferozmente competitivo y donde la obsesión por la belleza y la perfección hace que los defectos no se admitan: deben ser borrados drásticamente mediante cirugía u ocultados hasta que las tensiones que generan hagan explotar la situación.

Lo sórdido y enloquecido de sus tramas evita que Nip Tuck tenga el mismo estatus de serie de culto que disfrutan otras producciones enormemente más vacías y superficiales pero que sí se empeñan en dar una apariencia de respetabilidad. No obstante, por detrás de su apariencia de serie B o subproducto, es una cumbre del psicodrama que habla acerca de la soledad, la culpa, la redención, la superficialidad, la incomunicación y todos los problemas del hombre urbano contemporáneo al mismo nivel que las obras de los directores de cine más importantes.

Escenas destacadas:

  • El doctor Troy opera a un par de hermanas gemelas para que dejen de parecerse y puedan desarrollar cada una su propia personalidad. Tras la operación, sin embargo, las gemelas echan de menos su vida compartida anterior; el doctor soluciona el problema compartiendo la cama con ambas a la vez.
  • Una paciente de McNamara & Troy descontenta con el trabajo de los doctores amenaza con denunciarlos en el programa de una periodista estrella de la telebasura. Christian se cita con la presentadora para intentar ganársela, y su forma de hacerlo es acostándose con ella. No será la última vez que el doctor Troy utilice el sexo a cambio de favores personales.
  • Kimber, actriz porno y una de las ex-amantes un tanto desequilibradas de Christian, recurre al doctor McNamara para que la muñeca hinchable que va a sacar al mercado tenga una réplica exacta de su vagina. McNamara guarda la muñeca en casa y una noche se sobrepasa con ella, lo cual agrada mucho a Kimber.
  • Matt, el hijo de Sean y Julia, está enamorado de una compañera del instituto lesbiana. Para acercarse a ella, accede protagonizar un trio con ella y con la chica que a ella le gusta.
Anécdotas:
  • El éxito de audiencia (dentro de los parámetros de la televisión por cable americana) fue inmediato desde la primera temporada, llegando a su tope en la tercera con la trama del asesino en serie el carnicero.
  • Su emisión, a pesar de realizarse en horario nocturno, ha despertado críticas de asociaciones de espectadores conservadores en EEUU, que han llegado a pedir su retirada.
  • En el año 2005 ganó el Globo de Oro a la mejor serie dramática, premio al que había sido finalista en la edición anterior. La serie cuenta también con varias nominaciones al Emmy, sobre todo en las categorías relacionadas con el maquillaje.
  • En España ha sido y es emitida en los canales autonómicos y las plataformas digitales, normalmente bajo el título A golpe de bisturí.

03 diciembre 2006

Pintar o hacer el amor: sexo a cuatro bandas

Peindre ou faire l’amour. Francia, 2005.

Directores : Arnaud y Jean-Marie Larrieu

Guionistas : Arnaud y Jean-Marie Larrieu

Intérpretes: Sabine Azéma, Daniel Auteuil, Sergi López, Amira Casar

Temáticas de interés : Sexo en grupo, intercambio de parejas

Sinopsis:

Madeleine y William, un matrimonio de mediana edad, se trasladan a un pequeño pueblo del campo. Allí Madeleine conoce casualmente al alcalde, un invidente llamado Adam, que invita a ella y a su marido a cenar junto con su esposa Eva. Los cuatro hacen buenas migas y planean pasar un fin de semana juntos, hasta que una noche ocurre algo singular: a la hora de ir cada matrimonio a su habitación, el invidente Adam toma del brazo a Madeleine y no a su mujer. Suben a la habitación sin que ella proteste; Eva y William, por su parte, tampoco se quedan atrás y se acuestan juntos en el sofá.

Comentario:

Ya habíamos abordado el tema de la pareja abierta, el amor libre o el intercambio de parejas en películas de la era de la contracultura y la liberación sexual, los años 60-70, como Bob, Carol, Ted y Alice, o La tormenta de hielo, un film de los 90 que reflexionaba sobre esa época. En aquel momento el concepto de pareja tradicional se cuestionaba, y la fidelidad sexual dejaba por un momento de considerarse la base de una relación. Pintar o hacer el amor, en cambio, se sitúa en nuestros días, cuando esta forma de pensar se ve más bien como una reliquia del pasado. Sus personajes no deciden hacer un cuarteto por desinhibirse o por buscar nuevas experiencias que los saquen de la monotonía de muchos años de matrimonio, sino que surge entre ellos un amor a cuatro con el que en principio no contaban.

La estructura de la película responde bien a este planteamiento del intercambio como algo no buscado: en principio parece una típica comedia dramática francesa situada en provincias. El campo es el quinto personaje que aglutina a los dos matrimonios; Madeleine está pintando un paisaje cuando conoce a Adam y empieza a hablar con él. Al venir de la ciudad y no conocer a otras personas en el pueblo, Madeleine y William se encariñan poco a poco con el alcalde y su mujer. Curiosamente, muestran hasta celos cuando Adam y Eva hacen planes con otros amigos; la intimidad y el lazo emocional al que han llegado es lo que hace creíble que, cuando Adam da el paso y finge confundir a su mujer con Madeleine casi a la mitad del film, ella se deje llevar por el juego, y su marido haga lo propio con Eva. De forma muy creíble, al día siguiente el matrimonio menos experimentado reacciona con miedo y rechazo a lo que acaban de hacer, que supone romper muchos tabúes, y piensan que han sido engañados por la otra pareja. Les costará tiempo y reflexión el asimilar el sentimiento que ha nacido en ellos: tal vez el amor no sea siempre cosa de dos.

El interés de Pintar o hacer el amor supone romper totalmente el estereotipo del intercambio de parejas como algo propio de jóvenes modernos urbanos guapos y desinhibidos, y trasladarlo a matrimonios de mediana edad en el rural, viéndolo además como un lazo afectivo y una especie de pareja a cuatro en un film apacible y tranquilo, una propuesta mucho más transgresora y chocante que el proponerlo como un simple juego sexual morboso. De ahí, probablemente, la discreta acogida del film entre la crítica y el público.

Escenas destacadas:

  • Adam coge del brazo a Madeleine, a la que aparentemente ha confundido con su esposa, y sube con ella a la alcoba. Sorprendentemente, ella no protesta y acepta el juego.
  • Los dos matrimonios disfrutan de la visión de la mañana en el campo desde la terraza mientras se abrazan como si los cuatro formaran una sola pareja.

Anécdotas:

  • Seleccionada a concurso en el festival de Cannes de 2005.

Sobre los directores:

Los hermanos Larrieu nacieron en 1965 y 1966 (Jean-Marie es el mayor y Arnaud el pequeño) en la famosa localidad de Lourdes. Trabajan juntos en la realización de cortos y mediometrajes, normalmente rodados en la región de los Pirineos, y más tarde dan el salto al largo en 1999 con Fin d’été. No es, sin embargo, hasta su tercer film, Pintar o hacer el amor, cuando consiguen hacerse un nombre en el cine de su país, y estrenar su obra fuera de Francia.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0431975/

http://www.golem.es/pintarohacerelamor/

http://blogdecine.com

02 septiembre 2006

Eyes wide shut: Vida conyugal y relatos soñados

Eyes wide shut. USA - Reino Unido, 1999

Director: Stanley Kubrick

Guionistas: Stanley Kubrick y Frederick Raphael, según la novela de Arthur Schnitzler

Intérpretes: Tom Cruise, Nicole Kidman

Temáticas de interés: Represión, adulterio, prostitución, sexo en grupo

Sinopsis:


Un acomodado matrimonio neoyorquino asiste a una elegante fiesta de la alta sociedad. Allí a ambos se les ofrece la posibilidad de ser infieles a su pareja; los dos rechazan estas ofertas para no poner en peligro su aparentemente perfecta relación. Sin embargo, al llegar a casa tienen una conversación que provocará una importante crisis entre ellos. Abrumado por las revelaciones que le hace su mujer, el marido vaga desorientado por las calles de la ciudad, en las que vive una serie de peripecias que le harán enfrentarse a sus fantasías eróticas.

Comentario:

Muy influido por el psicoanálisis tan de moda a principios del siglo pasado, cuando fue escrito el libro, Relato soñado es una brillante disquisición sobre el deseo sexual inconsciente y los mecanismos de la represión, redactado además de una forma muy moderna, no sólo por la forma de bucear en la psicología del protagonista masculino, sino porque se desarrolla prácticamente en tiempo real, igual que otras obras de Arthur Schnitzler.


La adaptación llevada a cabo por Kubrick respeta con bastante fidelidad el espíritu del texto, plasmando con brillantez la atmósfera onírica de una narración que fluctúa entre la realidad y el inconsciente. La puerta que abre las fantasías de Bill (Tom Cruise), el marido, es la amarga confesión de Alice (Nicole Kidman), su inteligente mujer, que se siente cautiva en la monotonía matrimonial y se refugia en fantasías con desconocidos. El shock de imaginarse a su mujer con otro hombre hace a Bill enfrentarse con sus propios fetiches eróticos; en su recorrido nocturno por la ciudad se va a encontrar con una serie de mujeres que le hacen proposiciones sexuales de distinto tipo. Él no se atreve a satisfacer sus deseos con ninguna de ellas, y esta represión hace que sus sueños sean cada vez más osados, pasando por la pederastia, la prostitución, y desembocando finalmente en una orgía en la que el director hace gala de todo su poderío visual.


El sentimiento morboso mezcla de atracción y culpa, típico de los reprimidos, que a Bill le provoca el sexo se manifiesta en la segunda mitad del film, cuando, en una serie de secuencias simétricas de las que hemos visto anteriormente, configurando una estructura que demuestra una vez más lo virtuoso de la puesta en escena de Kubrick, todas las mujeres que se le han acercado en la primera parte resultan ser un peligro para él, mientras que su fantasía más desbocada, la orgía, llega a poner en peligro su vida y la de su familia.

No obstante, la catarsis de enfrentarse a su pulsión erótica inconsciente es necesaria para que la pareja pueda intentar reemprender una vida conyugal sana, en la que el sexo debe desempeñar un papel principal. Alice manifiesta verbalmente esta tesis al final del film, con un discurso rematado por un contundente follar.


Escenas destacadas:

  • Mientras se preparan para asistir a la fiesta del comienzo, Bill empieza a besar y acariciar a su esposa, que está desnuda igual que él. Ella se deja hacer mientras contempla aburrida su propia imagen en el espejo. Tras la aparente felicidad conyugal, se esconden el hastío y la crisis.
  • Ligeramente colocada tras fumar un porro, Alice le canta las cuarenta a su marido, desnudando en largos primeros planos las miserias de su matrimonio de una forma bastante cruel, que manifiesta el desprecio que siente por su esposo.
  • Bill recibe por teléfono el aviso del fallecimiento de un viejo conocido. En el velatorio, la hija del muerto le declara inesperadamente un amor obsesivo: es el primero de una larga lista de momentos oníricos en la noche de pesadilla que se le avecina.
  • Nuestro hombre averigua a través de un amigo la contraseña necesaria para entrar en una orgía privada que se celebra esa noche en la casa de un millonario. Compra el disfraz necesario para la fiesta en una extraña tienda, cuyo dueño parece ofrecerle los servicios sexuales de su hija, una niña de unos doce años.
  • Finalmente Bill se cuela en la orgía. Chicas desnudas enmascaradas ofrecen sus servicios a los invitados, que también llevan la cara tapada. Lejos de disfrutar de estos placeres, la experiencia se convierte en angustiosa para Bill, que es descubierto, humillado y amenazado delante de todos los asistentes.


Anécdotas:

  • Mediado el rodaje, Kubrick decidió volver a comenzarlo desde el principio. Tom Cruise y Nicole Kidman aceptaron repetir todas sus escenas de nuevo, pero no ocurrió lo mismo con Harvey Keitel y Jennifer Jason Leigh, que tenían papeles secundarios y que fueron sustituidos por Sidney Pollack y Marie Richardson respectivamente. La filmación se prolongó durante 400 días, una cifra récord.
  • Un rodaje tan largo, accidentado y llevado tan en secreto provocó una retahila de rumores, entre ellos que había escenas en las que Nicole Kidman salía travestida de hombre y Tom Cruise de mujer, y que ambos interpretaban a psiquiatras que se acostaban con sus pacientes.
  • El director falleció cuatro días después de haber concluido el montaje de la película, aunque se habló de que Steven Spielberg había supervisado un montaje o remontaje final después de la muerte de Kubrick.
  • La presentación de la película tuvo lugar fuera de concurso en el festival de cine de Venecia de 1999.

Sobre el director:

Stanley Kubrick (Nueva York 1928 - 1999) no necesita presentación. El autor por antonomasia según algunos despuntó en Hollywood con Atraco perfecto (1956) y se consagró con Senderos de gloria (1957). Años más tarde se trasladaría a vivir al Reino Unido donde daría rienda suelta a un perfeccionismo obsesivo que le llevó a dejar pasar varios años entre película y película, crispar a los actores y al equipo técnico durante los rodajes, e intentar realizar el film más innovador dentro de cada género. Dejando a un lado las agresiones sexuales de La naranja mecánica (1971), el erotismo sólo había tenido un papel principal en su trayectoria en la adaptación de Lolita (1962) antes de su obra póstuma Eyes wide shut.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0120663/
http://www.pasadizo.com/peliculas2.jhtml?cod=437&sec=6
http://eyeswideshut.warnerbros.com/

24 agosto 2006

Crash: Nueva carne y metal

Crash. Canadá - USA, 1996

Director: David Cronenberg
Guionista: David Cronenberg, basándose en la novela de J. G. Ballard
Intérpretes: James Spader, Holly Hunter, Elias Koteas, Rosanna Arquette, Deborah Kara Unger
Temáticas de interés: Fetichismo, sexo en grupo, homosexualidad masculina, lesbianismo

Sinopsis:

Tras sobrevivir a un accidente de coche bastante serio, el matrimonio formado por James y Catherine (James Spader y Deborah Kara Unger) cambiará por completo su vida sexual. Ambos aprenden a excitarse contemplando y acariciando sus cicatrices, y entran en contacto con un grupo de personas que comparten su extraña y morbosa fascinación, reuniéndose para contemplar videos de accidentes de tráfico, o para planificar choques entre sus coches que se acercan cada vez más al accidente mortal.

Comentario:
Crash se podría definir de forma simple como un film porno intelectual. Realmente los personajes de la película, viciosos y permanentemente excitados, tienen mucho en común con los del cine hardcore, y lo mismo puede decirse de su estructura, que consiste en una serie de encuentros sexuales entre los componentes de una extraña secta. Este sencillo esquema de porno es el punto débil del film, que acaba haciéndose mecánico y reiterativo, como un cortometraje alargado, algo que suele ocurrir en mayor o menor medida en el cine de Cronenberg.

No obstante, a Crash no le faltan puntos fuertes, como el ser la expresión más física de la nueva carne que el director había definido ya años atrás en Videodrome: la fusión entre el ser humano y la tecnología, entre el hombre y la máquina, la piel y el metal. Los devotos de la nueva carne son además andróginos, puesto que practican el sexo tanto con hombres como con mujeres y son igualitarios, para ellos no existen roles sexuales masculinos ni femeninos. También es digno de mención lo logrado de la iconografía erótica que Cronenberg construye a partir de cicatrices, hematomas y miembros ortopédicos.

Por último, la tan comentada ambigüedad propia de su director está también muy presente en la película. La secta sexual de adictos a los accidentes de coche mete a los personajes en una espiral autodestructiva que probablemente les conducirá a la muerte. No obstante, su adicción les hace vivir momentos de una intensidad tal que en ninguna ocasión echan de menos su vida anterior; el fetichismo los libera al mismo tiempo que los destruye. En el cine minimalista de Cronenberg, el mundo exterior no existe, o al menos no es interesante.

Escenas destacadas:
  • James se recupera de sus heridas en el hospital. La cámara recorre lenta y voluptuosamente su pierna anunciándonos la fascinación por la carne herida. Es la primera de una larga lista de primeros planos de cicatrices, prótesis o miembros machacados.
  • La secuencia que resume toda la película: el grupo de fetichistas de los accidentes se reúne para contemplar, en una especie de ceremonia sagrada, el video que reproduce el accidente de tráfico que mató a James Dean. Excitados, todos empiezan a sobarse y acariciarse. La secta sexual se ve compenetrada hasta el punto de que todos sus componentes parecen formar parte de un único ser.
  • SPOILER: El no por coherente y esperado menos impactante final, en el que James y Catherine hacen chocar sus coches en un aparatoso accidente premeditado. Satisfechos y excitados por el resultado, es evidente que no pararán hasta llegar al accidente mortal.

Anécdotas:
  • Obtuvo el premio especial del jurado en el festival de Cannes de 1996.
  • Clasificada NC-17 (el equivalente americano de la X) en Estados Unidos, en el resto del mundo la película se proyectó con bastante normalidad, a pesar de la habitual campaña publicitaria en estos casos, que hablaba de polémica, público que abandonaba escandalizado las salas donde se proyectaba, etc. Recordemos que en cualquier película personal o de autor que tenga un ritmo más lento de lo habitual, mucha gente sale del cine, y nada prueba que quien se levantara de su butaca en Crash lo hiciera por sentirse escandalizado.

Sobre el director:

Nacido en Toronto en 1943, David Cronenberg representa al erotómano oscuro por excelencia. El sexo es en su cine un elemento ambiguo, a la vez destructor y liberador. En sus primeras películas, Vinieron de dentro de (1975) y Rabia (1977) Cronenberg adopta el punto de vista de una enfermeda venérea que va contagiando a toda la comunidad. Tras estos y otros films más sencillos, el director desarrolla en su obra clave Videodrome (1983) una nueva filosofía sexual conocida como la nueva carne, la fusión de ser humano y tecnología; Crash y eXistenZ (1999) ahondan en los postulados de la nueva carne. No obstante, el prestigio de Cronenberg entre la crítica comienza a raíz de la más intimista Inseparables (1988). Hoy en día, el director parece haber dado un sorprendente giro a su carrera pasándose a temáticas más sociales con Una historia de violencia (2005), obra con unos contenidos muy diferentes a su cine anterior.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0115964/
http://www.pasadizo.com/peliculas2.jhtml?cod=20&sec=6

14 agosto 2006

Bob, Carol, Ted y Alice: amor libre y flower power

Bob & Carol & Ted & Alice. USA, 1969


Director: Paul Mazursky
Guionistas: Paul Mazursky y Larry Tucker
Intérpretes: Natalie Wood, Robert Culp, Dyan Cannon, Elliott Gould
Temáticas de interés: Amor libre, Represión, Sexo en grupo

Sinopsis:
Tras asistir a terapias de grupo, Bob y Carol se imbuyen del espíritu de la contracultura de los 60: llenos de energía positiva y buenas vibraciones, no tienen problema en hablar abiertamente sobre sexo ni en cambiar su concepto de la pareja y mantener relaciones sexuales con otras personas. Sus amigos Ted y Alice, en cambio, son más convencionales y reprimidos, no entienden esta nueva forma de vivir. Bob y Carol les proponen liberarse y participar en una orgía.

Comentario:
Entrañablemente coyuntural y bienintencionada, esta es la película que ilustra de forma más canónica la doctrina de la pareja abierta y la liberación sexual que marcó toda la época de finales de los 60. Carol, el personaje interpretado por Natalie Wood, ejerce de sacerdotisa del hippismo que abre la mente de su marido Bob, al que en un principio le cuesta entender que el amor libre no significa sólo que él puede acostarse con otras mujeres, sino que su mujer tiene el mismo derecho. Los dos constituyen una pareja abierta, forman tríos, tienen amantes sin ocultárselo el uno al otro, y el acostarse con terceros no parece menoscabar su relación sino al contrario.

Esto es algo difícil de entender para Ted y Alice; el director, Paul Mazursky, toma en general partido por las tesis liberadoras de Carol, pero también respeta en parte el punto de vista de la pareja reprimida, que la ve como una iluminada utópica. La conclusión a la que llegan unos y otros es que la clave de la liberación sexual no está en participar en camas redondas, sino que éstas no funcionan bien si no hay una apertura mental anterior. Después de todo, el principal órgano sexual es el cerebro.

Escenas destacadas:

  • En un ataque de galopante ingenuidad hippie, Carol invita a un camarero a que exprese abiertamente lo que opina de ella y de sus amigos, algo que, como es natural, el hombre no se atreve a hacer. Al darse cuenta de que con sus buenas intenciones lo que ha conseguido en realidad es humillarlo, le pide perdón.
  • Alice no sabe que eufemismo emplear delante de su hija para referirse a su órgano sexual: Carol le propone llamarlo sencillamente vagina.
  • Bob encuentra a su mujer acostándose con otro hombre al llegar a casa; se enfada, pero la cariñosa sensatez de Carol le anima a aceptarlo con buen humor
  • Bob, Carol, Ted y Alice no son capaces de consumar la orgía que se habían propuesto. Se visten y salen de la habitación taciturnos mientras suena todo un himno, What the world needs now is love, de Burt Bacharach, que evidencia todavía más si cabe las intenciones flower power de la película.

Anécdotas:

  • Obtuvo cuatro nominaciones a los Oscar, en las categorías de mejor guión original, fotografía, actor secundario (Elliott Gould) y actriz secundaria (Dyan Cannon)

Sobre el director:
Actor ocasional, Paul Mazursky (Nueva York, 1930) debutó en el campo del largometraje con esta película. No se ha prodigado demasiado en el cine y de hecho no ha dirigido ninguna película en los últimos diez años tras el fracaso de su última obra, Fielmente tuya (1996). El tema predilecto en su filmografía son los problemas de pareja, siendo la sexualidad y la fidelidad dos elementos fundamentales no sólo en Bob, Carol, Ted y Alice, sino también en Una mujer descasada (1978), Enemigos a love story (1989), o Escenas en una galería (1991).

Enlaces: