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30 marzo 2009

Las noches de luna llena: revueltos pero no juntos

Les nuits de la pleine lune. Francia, 1984.

Director y guionista: Eric Rohmer

Intérpretes: Pascale Ogier, Tchéky Karyo, Fabrice Luchini

Temáticas de interés: amor libre, adulterio

Sinopsis:

Louise, una joven estudiante de arte, tiene un apartamento en el centro de París. Su novio, Remi, quiere que se traslade a vivir con ella a un piso más grande en las afueras. Ella acepta pero se niega a desembarazarse de su antiguo apartamento, en el que de hecho prefiere quedarse los fines de semana para disgusto de Remi.

Comentario:

Louise y Remi se quieren pero buscan cosas muy diferentes en una relación de pareja: a Remi le gusta estar todo el tiempo con su chica, mientras que Louise quiere tener su espacio, tal vez porque no está preparada para el compromiso, tal vez porque no quiere a su novio lo suficiente, o tal vez porque es una mujer independiente y Remi no es el hombre adecuado para ella. Para estar segura de lo que quiere, la joven propone pasar cada uno los fines de semana por su lado, él en su piso de una tranquila zona residencial en las afueras, ella disfrutando del ajetreo y la vida noctura parisina. Remi piensa que, aunque la intención de su novia sea buena, acabará conociendo a algún otro hombre durante sus noches de juerga; o tal vez ya lo conoce: el joven desconfía no poco de Pascal, un amigo de Louise que le tira los tejos continuamente de forma más o menos solapada.

Las noches de luna llena aborda un problema tan habitual como es la búsqueda de alternativas a un estereotipo ideal de pareja que para muchas personas no funciona; la historia transcurre en los años 80 en los que el cuestionamiento de la pareja tradicional y la búsqueda del amor libre parece haberse enterrado definitivamente: no parece haber más alternativas que la pareja monógama que debe ocupar el 100 % del espacio vital de la persona, o la soledad y la búsqueda de un amante distinto para cada noche. La protagonista de la película busca el ideal, un vínculo fuera de estereotipos sociales que le permita al mismo tiempo dar y recibir afecto sin renunciar a su independencia. Tal vez por ser demasiado joven, Louise es muy inocente, no sólo por pensar que es tan fácil romper con las normas, sino por no darse cuenta de que Pascal quiere hacerla su amante.

La lectura más rápida de la película es que estos planteamientos modernos acerca de una relativa libertad dentro de la pareja están abocados al fracaso, pero un análisis más detallado del comportamiento de los personajes y de las causas de ese fracaso constata que Louise pretende ser sincera y vivir de una forma abierta una doble vida al margen de su novio mientras que los personajes masculinos, Pascal y Remi, representantes y defensores de la pareja tradicional, están también viviendo esa doble vida pero de forma oculta e hipócrita. Mientras que aparentemente, según una lectura conservadora, Louise no quiere lo bastante a su novio para irse a vivir con él, la narración acaba concluyendo (SPOILER) que los sentimientos de ella son mucho más sinceros y profundos que los de él.

Como casi todo el cine de Rohmer, se trata de un film muy sencillo rodado casi íntegramente en interiores, cuya fuerza reside exclusivamente en los diálogos, los personajes y los conflictos eternos y universales que plantea.


Escenas destacadas:

  • Louise tiene una cita con un chico al que ha conocido en una fiesta; cuando se va a reunir con él, aparece Pascale de improviso, mostrándose celoso y revelándole sin ambages que quiere acostarse con ella.


Anécdotas:
  • Se presentó en el festival de Venecia de 1984, en el que obtuvo el premio a la mejor actriz para Pascale Ogier. Posteriormente logró nominaciones a los principales premios César (mejor película, director, actriz, actor secundario y guión), aunque acabó yéndose de vacío.

Sobre el director:

Eric Rohmer (Nancy, Francia, 1920 - ) es, junto a François Truffaut, Claude Chabrol y Jean-Luc Godard, uno de los nombres fundamentales de la llamada nouvelle vague, que revolucionó el cine francés a principios de los años 60 y sentó las bases del cine moderno en todo el mundo. La fama le viene principalmente a raíz de sus famosas sagas, como los cuentos morales (de los que forma parte El amor después de mediodía), las comedias y proverbios (a los que pertenece Las noches de luna llena) o los cuentos de las cuatro estaciones, que sorprenden por la naturalidad de los diálogos, fruto de un arduo trabajo previo de semiimprovisación con los actores, sus largos planos secuencia y la gran sensación de verosimilitud. El talento de Rohmer para construir historias a partir de elementos mínimos, basándose de manera principal en el diálogo, ha sido enormemente influyente, muy imitado por los cineastas independientes, y pocas veces igualado. El sexo en su cine es una fuente habitual de conflictos morales, que los personajes intentan analizar en largas charlas.

Enlaces:

IMDB

Filmoteca de Andalucía

05 febrero 2009

Los amantes: la casada alegre

Les amants. Francia, 1958.

Director: Louis Malle

Guionista: Louise de Vilmorin

Intérpretes: Jeanne Moreau, Alain Cuny, José Luis de Vilallonga, Jean-Marc Bory

Temáticas de interés: adulterio

Sinopsis:

Jeanne Tournier es una mujer casada perteneciente a la burguesía de Dijon. Aburrida de la vida con su marido en una pequeña ciudad, pasa de vez en cuando temporadas en París, en las que alterna con una amiga y también con un amante. Sin embargo, pese a su doble vida Jeanne sigue insatisfecha.

Comentario:

El escándalo con el que se había recibido en Francia más de cien años antes la publicación de Madame Bovary sacudió también en 1958 el estreno de otra obra, en esta ocasión cinematográfica, sobre una adúltera. Si bien cuando se estrenó Los amantes las relaciones extramaritales eran ya un tema corriente en el cine, el asunto se trataba siempre con un tono moralizante: el código de censura norteamericano prohibía expresamente mostrar un adulterio que no trajera terribles consecuencias para los implicados (sobre todo para la mujer) y en Europa, a pesar de no haber un reglamento definido al respecto, el temor a censuras y presiones de distintos tipos producía un resultado similar.

Pero las cosas empezaban a cambiar y esta película fue buena prueba de ello. Para muchos espectadores de la época, era la primera vez que veían una escena de cama en una película, con un tímido desnudo incluido. No obstante, lo más chocante no era tanto que una casada se liara con un chico más joven que ella y viéramos sin elipsis que su relación era carnal, sino que el director lo mostrara sin condenarlo ni querer transmitir ningún tipo de mensaje moral.

Como siempre en el cine de Louis Malle, no existe una trama argumental muy definida ni una estructura clásica que proporcione una progresión entre una escena y otra, sino que las distintas secuencias nos muestran la apatía de una mujer que engaña a su marido y mantiene una doble vida con un amante fijo sin ningún tipo de coartada romántica. Jeanne no busca el amor ni es idealista ni tiene ninguna excusa concreta para su doble vida, aparte del aburrimiento de la existencia burguesa en provincias. No obstante, la relación con su amante se ha vuelto igual de rutinaria y formal que su matrimonio y la insatisfacción de la mujer va a más. Sólo el encuentro con un atractivo joven casi al final del film va a renacer una pasión sobre todo sexual en Jeanne; y no va a ser castigada por ello, como hubiera sido lo habitual incluso en una película de ahora. Como todas las obras de su director, Los amantes nos muestra a un personaje hedonista en busca de la libertad y el placer al margen de la moral y las normas sociales, sin que ello le lleve a ningún tipo de perdición.

Escenas destacadas:
  • Jeanne se deja seducir por un nuevo y joven amante al final del film.La cámara muestra sin muchos tapujos cómo la pareja tiene relaciones sexuales; por primera vez durante la película, los espectadores vemos a la mujer disfrutar plenamente.


Anécdotas:
  • Se presentó en el festival de Venecia de 1958, obteniendo el premio especial del jurado.
  • La iglesia católica se posicionó duramente en contra de la película, desatando una gran polémica. No obstante, la película no tuvo problemas legales para su exhibición en Francia más allá de los intentos de boicot de la prensa de derechas. En Estados Unidos el dueño de una sala de cine llegó a ser procesado y multado por exhibirla, aunque el Tribunal Supremo, ante el que recurrió la sentencia, anuló la sanción por no considerar que el film fuera pornográfico.
Sobre el director:

Louis Malle (Thumeries, Francia, 1932 - Los Angeles 1995) fue uno de los grandes renovadores del cine francés a finales de los años 50 y principios de los 60, aunque siempre se consideró al margen del movimiento de la nouvelle vague. En su momento, la amoralidad de su obra y la ausencia de juicios y condenas hacia personajes con comportamientos sexuales libres o heterodoxos provocaron gran controversia, sobre todo en títulos como Los amantes o El soplo al corazón. La polémica, en este caso por razones políticas, que suscita Lacombe Lucien le mueve a emigrar en los años 70 a Estados Unidos, donde rueda La pequeña y Atlantic city. La sexualidad en su cine se muestra como una fuerza muy poderosa y amoral que se muestra sin tapujos ni morbosidad, con una gran normalidad.

Enlaces:

IMDB
Soitu.es

30 octubre 2007

Nip Tuck: psicodrama con cuerpos perfectos

Nip Tuck. USA, 2003-

Creadores: Ryan Murphy y Jennifer Salt
Intérpretes: Dylan Walsh, Julian McMahon, Joely Richardson, John Hensley, Roma Maffia
Temáticas de interés: promiscuidad, adulterio, prostitución, pornografía, lesbianismo, sexo en grupo, homosexualidad masculina, fetichismo, obsesión, transexualidad, sadomasoquismo, aborto

Sinopsis:

Sean McNamara y Christian Troy son dos cirujanos plásticos de éxito. Disfrutan de un gran nivel de vida y en la intimidad las cosas parecen irles igualmente bien: Sean es un padre de familia casado desde hace veinte años con Julia, con la que tiene dos hijos, mientras que Christian es uno de los solteros de oro de la ciudad. No obstante, por debajo de esa apariencia ideal se esconden una familia terriblemente disfuncional en un caso y una adicción al sexo que causa un gran vacío emocional en el otro. Las rocambolescas historias de sus pacientes encajan a la perfección con las retorcidas angustias de los doctores.

Comentario:

Nip Tuck gira en torno a la amistad de Sean y Christian, dos compañeros de trabajo que funcionan a la perfección como los dos estereotipos del hombre de éxito. El casado prudente, convencional y estable y el soltero promiscuo y frívolo. Pero ya en el primer capítulo vemos que la familia McNamara atraviesa graves problemas: Julia, la mujer de Sean, que renunció a su propia carrera como médico para facilitar que su marido llevara a cabo la suya, atraviesa una fuerte crisis de mediana edad, propiciada por su frustración profesional, por la muy conflictiva adolescencia de su malcriado hijo mayor, que le dirige tanto a ella como a su padre todo tipo de impertinencias y faltas de respeto, y por su inseguridad respecto al amor que siente por Sean. El matrimonio, unido por lazos de dependencia y por miedo a la soledad, vive en una guerra psicológica perpetua: él, como tantos maridos de un ama de casa, es incapaz de valerse por sí mismo en cualquier aspecto de la vida que no sea el profesional y necesita enfermizamente a una mujer que ya no puede ofrecerle mucho más que desprecio y rencor soterrados por haber visto sus alas cortadas. A lo largo de la serie se suceden los episodios en los que ella toma la decisión de abandonarle para desesperación de él, o al contrario, cuando es él quien empieza a valerse por sí mismo no puede sobreponerse al chantaje emocional que le produce la indefensión de ella.

¿Significa eso que la serie se declara contraria al matrimonio y los valores convencionales? Puede, pero, aunque Christian Troy sea sin duda el rey de la función, a la vida del soltero se le practica la misma radiografía cruda y amarga. Rico y enormemente seductor, Christian no tiene problemas en ligarse cada noche a la chica más guapa del bar, pero no puede evitar envidiar la estabilidad de su amigo. Educado en el catolicismo, su vida frívola le crea un sentimiento de culpa y de inferioridad por saberse incapaz de sentir amor. Se refugia por tanto en el trabajo, en el consumismo desaforado de artículos de lujo y en el despotismo con las mujeres, rozando o a veces traspasando la barrera del sadismo. La explicación a su misoginia tal vez se deba a que Christian siempre ha estado enamorado de Julia, la mujer de Sean, o tal vez del propio Sean, como le sugiere una psicoanalista en un capítulo, o tal vez a la mala imagen que tiene de sí mismo: prefiere abandonar rápido a sus conquistas, o forzar con su actitud que ellas lo abandonen al poco tiempo a que lo dejen igualmente más adelante, lo que sin duda cree que ocurrirá si alguna mujer consigue llegar a conocerle.

A primera vista Nip Tuck, que en cada capítulo se sumerge sin pudor de ningún tipo en los infiernos de estos personajes, parece un culebrón con la típica premisa argumental de estos productos: los ricos también lloran, es decir, conflictos sentimentales, conyugales y familiares desarrollados en escenarios lujosos. Pues sí, es eso, pero lleva este planteamiento lo más lejos a donde se haya llegado nunca en la historia de la pequeña pantalla, consiguiendo uno de los mejores retratos nunca vistos de un mundo frívolo, inhumano, ferozmente competitivo y donde la obsesión por la belleza y la perfección hace que los defectos no se admitan: deben ser borrados drásticamente mediante cirugía u ocultados hasta que las tensiones que generan hagan explotar la situación.

Lo sórdido y enloquecido de sus tramas evita que Nip Tuck tenga el mismo estatus de serie de culto que disfrutan otras producciones enormemente más vacías y superficiales pero que sí se empeñan en dar una apariencia de respetabilidad. No obstante, por detrás de su apariencia de serie B o subproducto, es una cumbre del psicodrama que habla acerca de la soledad, la culpa, la redención, la superficialidad, la incomunicación y todos los problemas del hombre urbano contemporáneo al mismo nivel que las obras de los directores de cine más importantes.

Escenas destacadas:

  • El doctor Troy opera a un par de hermanas gemelas para que dejen de parecerse y puedan desarrollar cada una su propia personalidad. Tras la operación, sin embargo, las gemelas echan de menos su vida compartida anterior; el doctor soluciona el problema compartiendo la cama con ambas a la vez.
  • Una paciente de McNamara & Troy descontenta con el trabajo de los doctores amenaza con denunciarlos en el programa de una periodista estrella de la telebasura. Christian se cita con la presentadora para intentar ganársela, y su forma de hacerlo es acostándose con ella. No será la última vez que el doctor Troy utilice el sexo a cambio de favores personales.
  • Kimber, actriz porno y una de las ex-amantes un tanto desequilibradas de Christian, recurre al doctor McNamara para que la muñeca hinchable que va a sacar al mercado tenga una réplica exacta de su vagina. McNamara guarda la muñeca en casa y una noche se sobrepasa con ella, lo cual agrada mucho a Kimber.
  • Matt, el hijo de Sean y Julia, está enamorado de una compañera del instituto lesbiana. Para acercarse a ella, accede protagonizar un trio con ella y con la chica que a ella le gusta.
Anécdotas:
  • El éxito de audiencia (dentro de los parámetros de la televisión por cable americana) fue inmediato desde la primera temporada, llegando a su tope en la tercera con la trama del asesino en serie el carnicero.
  • Su emisión, a pesar de realizarse en horario nocturno, ha despertado críticas de asociaciones de espectadores conservadores en EEUU, que han llegado a pedir su retirada.
  • En el año 2005 ganó el Globo de Oro a la mejor serie dramática, premio al que había sido finalista en la edición anterior. La serie cuenta también con varias nominaciones al Emmy, sobre todo en las categorías relacionadas con el maquillaje.
  • En España ha sido y es emitida en los canales autonómicos y las plataformas digitales, normalmente bajo el título A golpe de bisturí.

28 junio 2007

Belle de jour: la doble vida de un ama de casa

Belle de jour. Francia, 1967.

Director: Luis Buñuel

Guionistas: Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière inspirándose en la novela de Joseph Kessel

Intérpretes: Catherine Deneuve, Jean Sorel, Michel Piccoli, Francisco Rabal

Temáticas de interés: prostitución, sadomasoquismo, adulterio, fetichismo

Sinopsis:

Séverine es una joven ama de casa burguesa. Bajo su apariencia convencional esconde osadas fantasías masoquistas que un día se atreve a llevar a cabo iniciando una doble vida como prostituta.

Comentario:

Belle de jour supuso en su día todo un hito del cine de autor y del erotismo; adentrarse en el mundo de la prostitución y de las fantasías sexuales era algo muy novedoso en una época en la que estos comportamientos se consideraban anormales y desviados. Por si esto fuera poco tabú, la película exploraba además, aunque con una mirada claramente masculina y probablemente machista, la sexualidad de una mujer.

Séverine tiene una vida matrimonial aparentemente placentera con un marido atractivo y amable; sin embargo tanta comodidad adormece su libido y le provoca frigidez. Probablemente la joven ha recibido una educación represiva en la que el sexo se ve como algo sucio y la única forma en la que ella puede disfrutarlo es humillándose y ofreciéndose ante hombres desconocidos como un objeto. Su posición de mujer burguesa y respetable es incompatible en su mundo con la actividad sexual, le cuesta mantener relaciones con su marido. La única forma que ve de liberar su sexualidad reprimida es asumiendo el rol opuesto, el de prostituta; las mujeres de la vida le producen envidia por su libertad y por poder explorar el terreno prohibido del sexo.

Tras una época en la que se limitaba a desarrollar fantasías
en su imaginación, Séverine se atreve por fin un día a dar el paso y a ofrecer sus servicios a una casa de citas. Como es típico en los reprimidos, la joven no es capaz de integrar la sexualidad en su entorno y tiene que inventarse una segunda vida donde poder desarrollarla. Por su nuevo lugar de trabajo pasa una gran variedad de clientes amantes de diversas prácticas fetichistas. Resulta curioso el rechazo que a nuestra amiga le produce la pulsión masoquista de uno de ellos, el cual le propone adoptar él el rol sumiso en un juego muy similar a los que a ella le gustaba imaginarse consigo misma como víctima: Buñuel vuelve a demostrar ser un gran conocedor de las contradicciones de la naturaleza humana. Resulta también curiosa una secuencia de necrofilia en la que un cliente le pide a Séverine que se haga pasar por su mujer muerta y permanezca inmóvil, así como la famosa escena de la misteriosa cajita que trae otro de los visitantes del burdel.

La película ofrece una curiosa mezcla de realismo y ensoñación; las fantasías de Séverine al principio son claramente distinguibles de las escenas reales de la vida burguesa, pero una vez la joven ha entrado a trabajar en el prostíbulo, la línea entre lo onírico y lo real se difumina cada vez más. Belle de jour se adentra en el mundo de la prostitución y de las fantasías sexuales con una curiosa mezcla de didáctica, surrealismo y curiosidad de erotómano.

Escenas destacadas:
  • Séverine y su marido Pierre viajan en una elegante carroza. Ante una orden de Pierre, los cocheros se detienen, toman a Séverine, la atan a un árbol y la azotan con un látigo. Es el comienzo del film y una de las fantasías masoquistas del personaje principal.
  • Uno de los clientes de Belle de jour le pide un servicio especial relacionado con una misteriosa caja. Séverine la abre, pero el contenido se le oculta al espectador, que sólo puede escuchar el zumbido que sale de ella. El enigma de la caja de Belle de jour es uno de los puntos más comentados del cine de Buñuel.

Anécdotas:

  • El film tiene un final abierto en el que Buñuel dijo haber reflejado su propia confusión respecto a cómo debería acabar la historia.
  • En su momento se estrenó en España como Bella de día, pero con el tiempo se ha vuelto más habitual referirse al film por su título original. El nombre se debe a que Séverine sólo ejerce la prostitución durante el día, por la noche tiene que volver a casa con su marido.
  • Se presentó en el festival de cine de Venecia de 1967 donde obtuvo el león de oro, premio a la mejor película. A este éxito se sumó la excelente acogida entre el público, especialmente en la Europa latina, Francia, Italia y España.

Sobre el director:

Luis Buñuel (Calanda, Teruel, 1900 - Mexico 1983) es uno de los mayores genios del séptimo arte, padre del cine de vanguardia y del surrealismo cinematográfico, y uno de los personajes más influyentes de la historia del cine de autor. Es además uno de los principales erotómanos del celuloide, experto en narrar historias obsesivas y fetichistas, en las que se muestra tanto su herencia surrealista como una estricta formación religiosa que reprime la sexualidad desviándola hacia terrenos insospechados. Durante su estancia en México (donde tuvo que exiliarse tras la guerra civil española) disfrazaba sus relatos fetichistas bajo la apariencia de melodramas como Él o Ensayo de un crimen. Más adelante en Francia, y esporádicamente en España, pudo rodar sus fantasías con mayor libertad en Viridiana, Belle de jour, Tristana, o Ese oscuro objeto del deseo, última película y broche de oro de su filmografía.

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16 mayo 2007

Brokeback mountain: vaqueros en terreno vedado

Brokeback mountain. USA, 2005.

Director: Ang Lee

Guionistas: Larry McMurtry y Diana Ossana, basándose en el relato de Annie Prouxl

Intérpretes: Heath Ledger, Jake Gyllenhaal

Temáticas de interés: Homosexualidad masculina, adulterio, represión

Sinopsis:

Durante los años 60, Ennis y Jack son contratados para cuidar de forma permanente unos terrenos en medio de la América profunda. Ambos son vaqueros poco sociables y acostumbrados a inviernos largos y duros. Sin embargo, una noche fría en la que duermen en la misma tienda acaban congeniendo mucho más allá de lo esperado. Lo que parecía una aventura más producto de las circunstancias que otra cosa acabará siendo algo más cuando tiempo después, estando ambos casados, siguen pensando el uno en el otro y buscan la forma de volver a verse.

Comentario:

La lista de películas que abordan la homosexualidad masculina es larga, y en el blog hemos comentado ya unas cuantas, pero entre ellas suelen predominar de forma aplastante las historias contemporáneas con protagonistas muy jóvenes o las obras atrevidas, incluso estrafalarias a veces, de directores con un claro afán de provocar o de resultar chocantes al espectador. Brokeback mountain se desmarca mucho de todas estas corrientes al atreverse a abordar, con gran sutileza y sin levantar la voz en ningún sentido, el tema de los homosexuales casados.

Resulta una obviedad el decir que la homosexualidad ha sido hasta hace prácticamente nada un enorme tabú y un estigma en todas las sociedades (y lo sigue siendo en la mayoría de países del mundo y en las áreas rurales de los desarrollados), por lo que las relaciones entre personas del mismo sexo han permanecido casi siempre invisibles, no pocas de ellas camufladas detrás de matrimonios heterosexuales, como en el caso que plantea la película. En un mundo machista que asocia homosexualidad masculina con amaneramiento o con travestismo, a unos hombretones como Ennis y Jack, los vaqueros de la película, su tendencia sexual les provoca confusión: ellos no son como los afeminados que pudiera haber en su pueblo, se ven capaces de tener relaciones con mujeres y es probable que se hayan casado, no con la intención de ocultar nada, sino simplemente por una gran falta de información que les impide comprender su propia sexualidad. Sin embargo, cuando las circunstancias de la vida los juntan, ambos se dan cuenta de lo que realmente desean; las escapadas en las que se ven a espaldas de sus mujeres por una parte son frustrantes por lo breves, por otra son lo que les da fuerza para aguantar la vida fingida ante los demás, lo que hoy en día se conoce como vida "dentro del armario".

Ahí es donde surge la dicotomía tan propia a todo el cine de Ang Lee: como en El banquete de bodas, Sentido y sensibilidad o Tigre y dragón, tenemos a un protagonista que antepone sus sentimientos y su libertad a todo y que está dispuesto a romper con las convenciones sociales por amor, y a otro, tal vez más sensato o tal vez más cobarde, que prefiere mantener las apariencias y renunciar en parte a sus deseos y a una vida plena a cambio de tranquilidad y aceptación social, aún siendo consciente de que su estabilidad se basa en el engaño a los demás, que a su vez deriva de querer engañarse a sí mismo. La mujer de uno de ellos, que se ha enterado de la verdad, participa además en el embuste al ocultar lo que sabe; el film deja bien claro que el matrimonio tradicional, en muchos casos, está basado más en las apariencias que en la confianza mutua y que el ser cómplice de la infidelidad de su marido degrada también a la propia esposa, que acabará explotando algún tiempo más tarde. Pero la narración, sobria y fría, no carga las tintas y deja que sea el espectador quien juzgue a los personajes y saque sus conclusiones.

Quien espere un gran melodrama puede llevarse una decepción ante Brokeback mountain, un film tan sencillo y verosímil como la historia que cuenta; aunque tuvo un gran éxito comercial por la multitud de premios que recibió, no es una historia para todos los públicos, y no por el tema sino por la forma de plantearlo, sin subrayados ni concesiones a lo comercial.


Escenas destacadas:

  • Tras más de un año sin verse, los dos vaqueros buscan un lugar para besarse y recuperar el tiempo perdido. Con tanta pasión, no reparan en que pueden ser vistos; de hecho, la mujer de uno de ellos los observa desde la ventana.
  • SPOILER: Tras la muerte de Jack, Ennis visita a sus padres; sin insinuar nada, la madre lo acoge como a alguien de la familia y trata con cariño al que comprende que fue el gran amor de su hijo.
Anécdotas:

  • Se la puede calificar como la primera película de éxito arrollador entre todo tipo de públicos en la historia del cine gay, entendiendo por tal el que cuenta historias de amor o de sexo entre dos hombres o dos mujeres (aunque si definimos cine gay como cine llevado a cabo por homosexuales militantes esta película no lo sería, puesto que Ang Lee es heterosexual). Se proyectó además, a pesar de algún que otro rechazo discreto por parte de ciertos sectores, con absoluta normalidad en los cines.
  • Recibió un sinfín de premios en USA cuya guinda fueron los Oscars a mejor director, guión adaptado y banda sonora. No obstante, fue una pequeña decepción que Crash le arrebatara el premio a la mejor película del año, para el que era clara favorita.
  • La taquilla tampoco fue nada desfavorable para un film independiente de espectativas modestas: 83 millones de dólares de recaudación en USA y más de un millón de espectadores en Francia y en Alemania.

Sobre el director:

Ang Lee, uno de los mejores directores del cine actual, nace en Taiwan en 1954. Influido por el estilo del maestro japonés Yasuhiro Ozu y por el cine occidental, sus películas tratan siempre del conflicto entre la vida moderna y la tradición, entre el deseo de vivir libremente y la responsabilidad hacia los otros y la necesidad de guardar las apariencias. Su primer gran éxito internacional lo obtiene con El banquete de bodas (1993), una comedia sobre un homosexual que celebra un matrimonio de conveniencia para contentar a su familia. El tema de la homosexualidad lo volverá a abordar con gran éxito en la excelente Brokeback mountain (2005). Entre ambas películas, aparte de su obra maestra La tormenta de hielo, rueda Tigre y dragón (2000), un film romántico y feminista de artes marciales y sentimientos reprimidos con el que consigue el mayor éxito en taquilla nunca logrado por una película de habla no inglesa.

Enlaces:

09 marzo 2007

El amor después de mediodía: vida conyugal sana

L'amour l'après-midi. Francia, 1972.

Director: Eric Rohmer

Guionista: Eric Rohmer

Intérpretes: Bernard Verley, Zouzou, Françoise Verley

Temáticas de interés: adulterio

Sinopsis:

Frédéric vive una vida estable y burguesa al lado de su mujer, Hélène. Trabaja en una oficina en el centro de París y endulza su cómoda rutina matrimonial fantaseando con las mujeres que ve por la calle. La entrada en su vida de Chloé, la ex-amante de uno de sus amigos, va a desequilibrar tanta armonía y provocarle un dilema.

Comentario:

El cine (al igual que la música o la literatura) suele hablar de amores que empiezan o de relaciones que ya están rotas, pero rara vez se adentra en lo que ocurre en la cotidianeidad de las parejas. El chico y la chica se besan y se enamoran al final de una comedia romántica, pero ¿qué pasa tres o cuatro años más tarde? Ahí comienza El amor después de mediodía, y lo hace con naturalidad y sin cargar las tintas. La rutina burguesa del trabajo y la pareja estables no se describen como el nirvana al que hay que aspirar, ni tampoco se recurre al otro tópico fácil, que es presentarlo con tintes alarmistas como la muerte en vida, algo alienante e insoportable.

Frédéric quiere a su mujer, pero después de un tiempo de relación, sobre todo tras el nacimiento de su hijo, la pasión ya no existe entre ellos y el marido echa en falta algo en su vida (probablemente la mujer también, pero el punto de vista que preside la historia es el masculino). Es un hombre tranquilo y le basta con entretenerse en imaginar historias o ensoñaciones con las desconocidas que ve en el metro o paseando por la calle. Probablemente Frédéric, envuelto en la rutina diaria, nunca ha tenido la necesidad de plantearse si su fidelidad como esposo se debe a la virtud o únicamente a que la pasividad le impide tomar la inciativa, pero cuando aparece Chloé, una mujer decidida que da el primer paso y comienza a flirtear con él, es cuando se plantea el dilema. Para ser fiel a su mujer ya no basta con dejarse llevar, ahora hace falta mostrar firmeza: el marido tendrá que cuestionarse si la fidelidad es un principio fundamental para él, y en caso de que lo sea, si tendrá el coraje de defenderlo frente a la insistencia de la que quiere ser su amante.

La encrucijada en la que se sitúa Frédéric resulta muy interesante: se está dejando involucrar en una amistad cada vez más ambigua y difícil de explicar ante los demás, sin atreverse ni a dar el paso de convertir a Chloé en su amante ni a dejar de verla. No menos contradictoria es la forma en la que ella desprecia y envidia al mismo tiempo la vida burguesa de su amigo-casi amante. Ella probablemente no esté enamorada de él y tenga sólo el despecho egoísta de quien desea lo que no puede tener, le gustaría que él renunciara a sus principios burgueses para acostarse con ella. Él comprende el juego y se deja engatusar por él porque es lo único que le saca de su monotonía, pero lo cierto es que antes o después llegará el momento que tanto teme: la pasividad y el dejarse llevar ya no servirán y tendrá que tomar una decisión: engañar a su mujer o dejar de ver a Chloé.

Escenas destacadas:

  • Chloé, molesta por la actitud indecisa de Frédéric, que no se atreve ni a acostarse con ella ni a dejar de verla, lo califica de polígamo y le sugiere que tal vez su esposa esté también engañándole. Con sus artimañas, está a punto de conseguir su propósito de seducirle, pero otra vez se queda con la miel en los labios.

Anécdotas:

  • Es el sexto y último de los cuentos morales, una saga de películas dirigidas por Eric Rohmer y producidas por el también director Barbet Schroeder.

Sobre el director:

Eric Rohmer (Nancy, Francia, 1920 - ) es, junto a François Truffaut, Claude Chabrol y Jean-Luc Godard, uno de los nombres fundamentales de la llamada nouvelle vague, que revolucionó el cine francés a principios de los años 60 y sentó las bases del cine moderno en todo el mundo. La fama le viene principalmente a raíz de sus famosas sagas, como los cuentos morales (de los que forma parte El amor después de mediodía) o los cuentos de las cuatro estaciones, que sorprenden por la naturalidad de los diálogos, fruto de un arduo trabajo previo de semiimprovisación con los actores, sus largos planos secuencia y la gran sensación de verosimilitud. El talento de Rohmer para construir historias a partir de elementos mínimos, basándose de manera principal en el diálogo, ha sido enormemente influyente, muy imitado por los cineastas independientes, y pocas veces igualado. El sexo en su cine es una fuente habitual de conflictos morales, que los personajes intentan analizar en largas charlas.

Enlaces:

12 enero 2007

El infierno: frente al abismo de los celos

L’enfer. Francia, 1994.

Director : Claude Chabrol

Guionistas : Claude Chabrol y Henri-Georges Clouzot

Intérpretes: François Cluzet, Emmanuelle Béart

Temáticas de interés : obsesión, adulterio

Sinopsis:

Paul y su mujer Nelly han acondicionado un hotel rural donde recibirán a huéspedes que pasen sus vacaciones y fines de semana en el campo. Han hecho una gran inversión, tienen deudas y Paul se encuentra nervioso y estresado. Además, últimamente está empezando a oír voces en su cabeza que le dicen que su mujer le es infiel y que todo el mundo lo sabe.

Comentario:

Aparte de las adaptaciones de Otello, la famosa obra de Shakespeare, el tema de los celos ha sido abordado en el cine con gran acierto en dos películas: la que nos ocupa y Él, un melodrama con toques perversos y fetichistas muy propio de la etapa mexicana de Luis Buñuel, que, al igual que El infierno, ofrecía una muy buena descripción clínica de esta enfermedad. Por razones culturales bien conocidas, no es de extrañar que las dos películas sean obras de directores latinos, uno de ellos español afincado en México y el otro francés. Ambos films muestran el progresivo deterioro mental, el infierno, que el celoso sufre y hace sufrir a su pareja.

Paul, el protagonista de El infierno, empieza a tener problemas para conciliar el sueño. Parece lógico por lo complicado de las deudas y las obras a las que tiene que hacer frente para levantar el hotel con el que vivirán él, su mujer y su pequeño hijo, pero las voces que oye en ocasiones en el interior de su cabeza nos dicen que sufre algo más grave que simple estrés. El oír voces que no existen es un típico síntoma de un brote esquizofrénico, que pronto irá tomando forma en los celos que empiezan a atormentarle cada vez más. Nelly, su mujer, es hedonista e infantil; le gusta vestirse como una niña, con vestiditos muy cortos, seducir y gustar a los clientes. Su inmadurez la hace ser el prototipo de esposa a la antigua, para la cual la función de una mujer es dedicarse a las relaciones sociales y ser la chica guapa y simpática que va de compras, cuida del bebé y vive en una adolescencia permanente, mientras su marido se encarga de las facturas, la gestión del negocio y las cosas de mayores. Por ello, cuando Paul se ve superado por las circunstancias y su enfermedad empieza a manifestarse, ella no sabe ni mucho menos darle la ayuda que necesita y va a ser al mismo tiempo víctima y cómplice del peligroso proceso autodestructivo que se está iniciando en la pareja.

En los países mediterráneos, los celos tienden a verse con condescendencia como algo normal, incluso como una muestra de amor, o tal vez como un defecto leve. En realidad se trata de una patología cuya causa no es desde luego que la otra persona dé motivos para que su pareja tenga celos (eso sería como decir que la mujer maltratada lo es porque se porta mal y hace falta enderezarla a golpes), sino un profundo complejo de inferioridad y una muy baja autoestima. La persona celosa no se quiere a sí misma, es por lo tanto también incapaz de amar a su pareja, y piensa que ésta comparte el mismo sentimiento de desprecio y está con él, o con ella, por interés o porque no puede estar con otra persona, pero que cuando encuentre a otra pareja lo abandonará. Además, con su comportamiento obsesivo consigue muchas veces que su pesadilla se haga realidad: harta de sentirse espiada, acosada y de que no confíen en ella, la pareja del celoso pronto empezará a mentirle para evitar escenas, desconfianzas y reproches, la confianza y la convivencia entre ambos se verán muy afectadas, y es probable que, efectivamente, acabe engañándolo y dejándolo por otra persona, con lo cual el celoso ve confirmadas y reforzadas sus sospechas, y probablemente se mostrará aún más desconfiado y posesivo con su siguiente pareja.

En la película, no sabemos si Paul había tenido problemas con otras mujeres antes de casarse con Nelly, pero está claro que la causa de su desconfianza está en su cabeza, y no en que su esposa vista de forma provocativa o flirtee un poco con otros hombres, aunque para mantener el interés dramático el film juegue a la ambigüedad de una forma un tanto perversa, sin que tengamos claro si ella quiere seducir a otros hombres o si es la mente enferma de Paul la que ve las cosas así. En cualquier caso, el grave error que ella comete es intentar aplacar los celos siguiéndole el juego a su marido, dejando de salir y encerrándose en casa, con lo cual sólo consigue empeorar las cosas. No tomará medidas ni pedirá ayuda psiquiátrica hasta que la situación esté totalmente fuera de control y haya desembocado en malos tratos graves, de los que los celos suelen ser la antesala. El infierno es una película de fácil visión por su calidad y el buen hacer del director y los protagonistas, pero muy dura y por desgracia terriblemente certera.

Escenas destacadas:

  • Nelly coge el autobús para ir al pueblo y se despide de su marido, que la mira desde la ventana. En el gesto que hace al despedirse, su mano hace durante un brevísimo tiempo el gesto de poner los cuernos, con los dedos índice y meñique hacia arriba.
  • Un cliente pone ante el resto de los huéspedes del hotel el video que ha grabado durante los días anteriores. Al aparecer imágenes de Nelly, Paul la ve en la pantalla besándose con uno de los clientes y piensa que los demás están viendo lo mismo que él, por lo que interrumpe la exhibición del video a gritos.

Anécdotas:

  • L’enfer era un proyecto inacabado emprendido por el genio del cine negro francés anterior a Chabrol, Henri-Georges Clouzot, en 1964. Tras varios días de rodaje, Clouzot tuvo que abandonar la película al sufrir un infarto. Romy Schneider iba a interpretar el papel de la esposa y Jean-Louis Trintignant el del marido. El guión original de Clouzot no era lineal como el de la versión de Chabrol, sino que comenzaba con la esposa atada a la cama y tenía una moderna y confusa estructura de flash-backs.
  • El film acaba con un cartel de sans fin (sin fin), ya que, según Chabrol, los tormentos del infierno no pueden tener final.

Sobre el director:

Claude Chabrol nace en París en 1930. Junto con François Truffaut, Jean-Luc Godard, Eric Rohmer y Alain Resnais, forma parte de la llamada nouvelle vague que va a revolucionar el celuloide francés de finales de los 60 y que sentará las bases del cine moderno en todo el mundo. Dentro de esta corriente, Chabrol llevará a cabo un muy particular cine negro especializado en diseccionar las neurosis y los conflictos personales y familiares de pequeñoburgueses que viven en ciudades de provincias, inspirándose muchas veces en historias que lee en la sección de sucesos de los periódicos. El sexo y el erotismo un tanto malsanos forman parte de los secretos que suelen esconder sus personajes.

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02 enero 2007

Jamón jamón: sexo ibérico

Jamón, jamón. España, 1992.

Director : Bigas Luna

Guionistas : Bigas Luna y Cuca Canals

Intérpretes: Penélope Cruz, Javier Bardem, Jordi Mollà, Stefania Sandrelli, Juan Diego, Anna Galiena

Temáticas de interés : Machismo, adulterio

Sinopsis:

Silvia, la hija de la dueña del puticlub de un pueblo del interior de España, sale con José Luis, hijo de una de las familias ricas del lugar. La madre de José Luis se opone a esa relación y le paga a un macarrilla, Raúl, para que la seduzca.

Comentario:

Con Jamón, jamón, uno de sus títulos más ambiciosos, Bigas Luna pretende llevar a cabo, de forma muy consciente, todo un retrato de España. Para ello rueda la película en los Monegros, uno de los paisajes españoles por antonomasia, y utiliza con descaro varios símbolos patrios: aparte de la gastronomía más típica, paella, tortilla, jamón y ajo, y del toro de Osborne, los personajes del guión no podían funcionar mejor como estereotipos de lo latino. En este último aspecto, esta es la película en la que el siempre polémico y poco sutil realizador logró un mayor equilibrio al retratar el machismo y los tics de la España profunda situándose en el filo entre la crítica y la exaltación, algo que no lograría en películas posteriores más zafias como Huevos de oro o Bámbola.

Pese a ser por lo general uno de los cineastas más vapuleados por los colectivos feministas, en esta ocasión Bigas Luna (que suele escribir sus guiones a dúo con una mujer, Cuca Canals) da una visión profundamente matriarcal de la sociedad española oculta tras una capa superficial de machismo. Los hombres en su película, y probablemente también fuera de ella, gritan, golpean, y se exhiben para parecer dominantes cara a la galería, pero de puertas para dentro son las mujeres quienes toman las decisiones. La madre de Silvia echó a su marido de casa, es de suponer que por violento e indeseable; en casa de José Luis, el padre no está ausente en teoría, y además es el hombre de empresa que supuestamente sostiene a la familia, pero la realidad es que vive totalmente anulado por su mujer y es un cero a la izquierda en su propio hogar, por lo que suele refugiarse en los maternales brazos de Anna Galiena, dueña del puticlub del pueblo, al que también acude su hijo José Luis. Frente a la madre castrante que estropea a su hijo tratándolo con mimos de niño que rozan el incesto, la prostituta aparece como la cara positiva del poder matriarcal, que aparte de proporcionar el reposo del guerrero a los hombres del lugar, ha criado sola a su familia y ayuda a su hija cuando esta la necesita, pero por lo demás la deja actuar a su aire.

Así pues, Jamón, jamón resulta ser un cuento de hadas con una heroína inocente (Penélope Cruz en su primer papel) enfrentada a una malvada madrastra-bruja y protegida por una madre-hada. Las mujeres son las que actúan y las que deciden con quien se acuestan y cuando lo hacen, mientras que los hombres, chulos, inmaduros, esclavos de su apetito sexual e incapaces de tomar decisiones de ningún tipo, son títeres de ellas que, además, cuando reaccionan, lo hacen con la fuerza bruta ocasionando la tragedia. El culebrón se ve aderezado y retorcido con sexo a múltiples bandas (cada personaje del film se acuesta al menos con otros dos), configurando una obra muy excesiva y un tanto forzada y grotesca, dotada, eso sí, de una atrayente puesta en escena tan efectista como efectiva.

Escenas destacadas:

  • Raúl y un amigo se quitan la ropa, entran en el corral de las vaquillas de noche e intentan torearlas. El hacerlo desnudos le provoca una erección a uno de ellos; al ser descubiertos, tendrán que escapar corriendo.
  • La madre de José Luis seduce a Raúl. Intimidado por una mujer de más edad y experiencia, Raúl tiene problemas de impotencia, que ella sabe solucionar.
  • En plena rabieta al descubrir que Silvia lo engaña, José Luis se sube a una de las famosas vallas del toro de Osborne y lo golpea hasta arrancarle la parte que representa los testículos del animal.
  • José Luis y Raúl se pelean por Silvia en un duelo a jamonazos, utilizando la pata de jamón como arma.

Anécdotas:

  • Jamón, jamón fue una apuesta por los nuevos actores que rompía con una época de un gran anquilosamiento del cine español, en la que todos los papeles estaban en manos de un reducido grupo de intérpretes (Jorge Sanz, Maribel Verdú, Gabino Diego, María Barranco) más bien poco apreciados por el público. Jordi Mollà, y sobre todo Penélope Cruz y Javier Bardem, reavivaron el star-sytem nacional iniciando carreras de gran éxito.
  • La acogida del público hacia el film fue buena, con más de 600.000 espectadores en España; en general también consiguió buenas críticas en la prensa.
  • Obtuvo el León de Plata (premio a la segunda mejor película) en el festival de Venecia de 1992. En los premios Goya de ese año logró nominaciones en las principales categorías: película, director, actor y actriz protagonista, pero se fue de vacío. El gato al agua se lo llevó ese año Belle Epoque de Fernando Trueba.
  • En vista del éxito, Bigas Luna decidió que la película era el comienzo de una trilogía sobre España que continuaría con Huevos de oro (1993) y La teta y la luna (1994): la primera tuvo buena respuesta de taquilla pero muy mala crítica, y la segunda pasó muy desapercibida a todos los niveles.

Sobre el director:

Bigas Luna nace en Barcelona en 1946 e inicia su carrera cinematográfica a finales de los años 70. Títulos como Bilbao (1978) o Caniche (1979) ya definen un estilo comercial y sensacionalista, además de un erotismo sofisticado, elementos hasta entonces poco frecuentes en el cine español. Tras algunos films de escaso éxito durante los años 80, Las edades de Lulú (1990), adaptación del best-seller de Almudena Grandes, lo relanza como uno de los principales erotómanos de nuestro cine, además de abrirle mercados en Francia y sobre todo en Italia. Desde entonces le gusta mezclar películas más crudas y explícitas con otras más románticas y oníricas, aunque nunca ha vuelto a repetir el éxito de Las edades de Lulú o Jamón, jamón. Tras cinco años de ausencia en las pantallas, ha estrenado hace poco Yo soy la Juani (2006).

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25 diciembre 2006

El Decamerón: Carpe Diem

Il decameron. Italia, 1971.

Director : Pier Paolo Pasolini

Guionista : Pier Paolo Pasolini, inspirándose en la obra de Giovanni Bocaccio

Intérpretes: Franco Cinti, Ninetto Davoli, Angela Luce, etc.

Temáticas de interés : Adulterio, sexo esporádico

Sinopsis:

Un grupo de monjas seduce a un joven sordomudo al que han acogido para que lleve a cabo trabajos en el convento; una mujer esconde a su amante en una tinaja cuando su marido aparece de improviso en casa; los tres hermanos de una chica se vengan del hombre que le ha quitado su honor, aunque ella está enamorada de él; una joven pide a sus padres permiso para dormir en el tejado y de esta forma poder recibir a su novio por la noche .... En total, nueve historias sacadas del célebre Decamerón de Bocaccio.

Comentario:

El decamerón de Bocaccio es una de las obras clave de la literatura medieval italiana. Se trata de una recopilación de historias populares que, supuestamente, diez supervivientes de una epidemia de peste se cuentan unos a otros durante diez noches. Su importancia radica en su modernidad; la obra es precursora del Renacimiento por centrarse, en pleno siglo XIV, en asuntos totalmente paganos sin pizca de idealismo ni misticismo.

Naturalmente, el que Pasolini decidiera adaptar El decamerón al cine no se debe solamente a su interés filológico por el libro ni a la casualidad. El tiempo convierte a las obras más incendiarias en clásicos universalmente aceptados, por lo que la coartada de adaptar un libro de referencia de la literatura italiana le venía muy bien como vehículo para llevar a cabo un film que es toda una celebración de la vida y el erotismo, con un tono además beligerantemente anticlerical (y aún siendo una adaptación literaria de prestigio, la película tuvo serios problemas con la censura). Tal vez al espectador actual le cuesta hacerse a la idea de hasta que punto era transgresor en la Italia de ese momento presentar en la gran pantalla unas historias en las que los representantes de la iglesia que aparecen son curas y monjas lascivos, cuando no tontorrones. Por si eso fuera poco, la moral sexual cristiana se ve ridiculizada en prácticamente todos los relatos: la pluma de Bocaccio y la cámara de Pasolini se ponen más del lado de la mujer adúltera que del marido cornudo, y el episodio en la que los padres de una doncella desflorada por su novio la casan para evitar el escándalo (contentos porque además emparentan así con una buena familia) da también una visión harto cínica del matrimonio.

Además de ser todo un alegato contra las “buenas costumbres” y el pensamiento conservador, El decamerón se acerca a la sexualidad de una forma enormemente natural: de hecho, como en otras de sus películas, Pasolini, gran amante de la etnografía, no recurrió a actores profesionales sino a gente de los pueblos cuyas caras le gustaban o llamaban la atención. Además, la desinhibición y falta de sentido de culpa, típicas de la liberación sexual de esos años, que rezuman las historias se echan de menos incluso en la actualidad. Por poner un ejemplo, la violación sistemática de un discapacitado que llevan a cabo las monjas de un convento en una de las historias se vería, bajo el pensamiento políticamente correcto dominante hoy en día, como algo condenable, mientras que en el film el supuesto sordomudo y deficiente, que no lo es en realidad, no lo vive como ningún trauma, y lo mismo se puede decir de la mujer engañada y manoseada por un cura, que supuestamente pretende convertirla en animal de carga por petición de su marido, en otro episodio. No en vano, la película es la primera parte de la llamada Trilogía de la vida de su director, y su mensaje es, evidentemente, que hay que disfrutar de ésta y de los placeres que nos ofrece.

Escenas destacadas:

  • Una de las monjas del convento se decide a aprovecharse del sordomudo y supuestamente tonto jardinero para probar placeres carnales. Su cara de satisfacción durante y después del acto es tal, que todas sus compañeras quieren probar también.
  • La adúltera que ha escondido a su amante en la tinaja le hace creer a su marido que el hombre quiere comprarla, por lo que le conviene introducirse en ella para limpiarla a fondo. Mientras el marido se dedica a las labores de limpieza dentro de la tinaja, fuera de ella los amantes gozan prácticamente delante de sus narices.
  • Un cura hace creer a un campesino que puede transformar a su mujer en burra. Para llevar a cabo el encantamiento, la desnuda y le introduce “la cola” delante del poco avispado marido.

Anécdotas:

  • La polémica despertada fue tal que muchos ciudadanos particulares y varios procuradores de la República (cargo político semejante al de Gobernador Civil) lo denunciaron, provocando el secuestro de la película en varias provincias italianas.
  • El proyecto inicial de Pasolini era llevar a cabo una visión mucho más completa del libro de Bocaccio, incluyendo más historias, con un metraje de al menos tres horas.
  • Uno de los puntos del film más destacados por la crítica italiana, imperceptible fuera de su país, es la adaptación lingüística que el director, filólogo además de cineasta, llevó a cabo, al parecer con gran acierto, al emplear dialectos napolitanos en lugar de toscanos en la versión original (no obstante la película, como es habitual en el cine italiano, carece de sonido directo y fue íntegramente doblada en estudio).
  • Obtuvo el Oso de Plata (segundo premio) en el festival de cine de Berlín de 1971.

Sobre el director:

Pier Paolo Pasolini (Bolonia 1922 – Roma 1975) fue no sólo uno de los principales directores de cine italianos, sino un importante poeta, filólogo y personaje de la vida cultural de su país. Comienza su carrera en el cine con títulos influenciados por el neorrealismo, como Accatone (1961) y Mamma Roma (1962), para luego pasar a obras donde la denuncia social y la reivindicación marxista se llevan a cabo de forma más elaborada y más abstracta, como Pajaritos y pajarracos (1966) o Teorema (1968), películas que alterna con la adaptación de clásicos literarios, incluyendo el mismísimo Evangelio según San Mateo (1964), su obra más célebre. Gran polemista, la franqueza con la que hablaba tanto de sus ideas de izquierdas como de su homosexualidad lo convirtió en enemigo público número uno para los grupos conservadores italianos, hasta el punto de que se especula con la posibilidad de que alguna mano negra estuviera detrás de su asesinato, que conmocionó a la ya de por sí convulsionada Italia de los 70. El sexo se expone de forma naturalista, con gran vitalidad no exenta de cierta tosquedad, en su famosa trilogía de la vida, formada por el film que ahora nos ocupa, Los cuentos de Canterbury (1972) y Las mil y una noches (1974).

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