Mostrando entradas con la etiqueta sexo esporádico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sexo esporádico. Mostrar todas las entradas

08 enero 2009

El amante del amor: el sexoadicto romántico

L'homme qui aimait les femmes. Francia, 1977.

Director: François Truffaut

Guionistas: Michel Fermaud, Suzanne Schiffman y François Truffaut

Intérpretes: Charles Denner, Brigitte Fossey, Nathalie Baye, Nelly Borgeaud

Temáticas de interés
: promiscuidad, sexo esporádico

Sinopsis:

El funeral de Bertrand Morane se convierte en una reunión de todas las mujeres a las que ha seducido, o que le han seducido, según se mire. Ni un solo hombre asiste al sepelio puesto que Bertrand consagró todo su tiempo y su pensamiento a sus amantes. Un flash-back nos cuenta sus últimos meses de vida, en los que se dedicó a contar todas sus aventuras en una biografía, sin saber que el libro sólo llegaría a publicarse de forma póstuma.

Comentario:

La vida de Bertrand tiene una única razón de ser: conocer íntimamente al mayor número posible de mujeres. Su actividad como seductor nunca cesa ni baja la guardia; cualquier ocasión puede ser buena para llevar a cabo una nueva conquista: como en cualquier conquistador, la clave de su éxito en el galanteo es la perseverancia y el no desmoralizarse nunca ante la derrota. Bertrand no busca pareja ni el amor de su vida; tal vez empezó buscándolo al principio pero una vez metido en su espiral de seducción es consciente de que su mayor placer es la curiosidad de descubrir a una nueva mujer y que ninguna es lo suficientemente buena como para dejar de intentar conquistar a las demás. Sin duda a nuestro amigo le gusta mucho el sexo, pero si fuera eso lo único que busca se convertiría en un asiduo de la prostitución como tantos hombres; es la incógnita de no saber a que nueva mujer conocerá a continuación ni de que estrategia empleará para la "caza" lo que llena su vida de emoción.

El comportamiento de Bertrand se consideraría patológico en una mujer (es lo que antiguamente se llamaba ninfomanía) y hoy en día también para un hombre ha perdido gran parte de la aureola romántica con que lo envuelve Truffaut. La adicción al sexo, o más bien a la conquista sexual, menoscaba seriamente la vida social y afectiva del protagonista, que no tiene amigos ni lazos familiares, ya que ello le quitaría parte del tiempo que dedica al ligoteo compulsivo. La película no muestra tampoco ningún interés en la actividad profesional de Bertrand: probablemente se trata de un hombre inteligente que podría haber hecho una mejor carrera si se hubiera centrado un poco más en ella, aunque es de celebrar que su adicción no le impida al menos cumplir mínimamente sus compromisos laborales. En la actualidad, nuestro hombre se serviría sin duda de Internet para sus encuentros amorosos, lo que haría seguramente que sus relaciones esporádicas tuvieran un contenido más puramente sexual. Eso sí, al menos Bertrand tiene muy claro lo que quiere y no sufre engañándose a sí mismo pensando que quiere encontrar el amor de su vida y no lo consigue, ni hace sufrir a ninguna esposa con sus continuas infidelidades, por lo que su búsqueda compulsiva de sexo se convierte en una opción vital, seguramente no la mejor desde el punto de vista del equilibrio emocional pero totalmente respetable.

Escenas destacadas:


  • El funeral de Bertrand se llena de mujeres de todos los estilos. Esta escena más bien onírica, puesto que es difícil enterarse de la muerte de alguien con el que no ha habido más que una relación sexual esporádica, y más difícil aún decidir acudir a su funeral, tiene un aroma felliniano importante y fue homanejada / copiada en un capítulo de la delirante serie Nip Tuck en el que se fingía la muerte del ligón doctor Troy.


Anécdotas:

  • Se presentó a concurso en el festival de cine de Berlín de 1977.
  • Logró tres nominaciones a los premios César para su actor principal y dos de las actrices secundarias.
  • El pleonástico título español, un tanto cursi, elude la cuestión sexual todavía más que el francés, el hombre al que le gustaban las mujeres.
  • Blake Edwards llevó a cabo en 1983 un remake del film protagonizado por Burt Reynolds, que aquí se tituló Mis problemas con las mujeres.
Sobre el director:

François Truffaut era uno de los más temibles críticos de cine en la Francia de los años 50. Desde la famosa publicación Cahiers de cinéma denunció el anquilosamiento que según él sufría el celuloide francés de la época hasta que en 1959 decidió poner sus teorías en práctica. Junto con compañeros de la revista y otros jovenes cineastas, capitaneó lo que se llamó la nouvelle vague, un nuevo estilo de cine más fresco e iconoclasta, que se puede considerar como la presentación en sociedad del cine moderno. Junto con esta mayor apertura, Truffaut se atrevía también a hablar de cuestiones de pareja y sexuales evitando las moralinas en películas como La piel suave o Domicilio conyugal, entre otras.

Enlaces:

IMDB

Miradas

Muchocine

25 diciembre 2006

El Decamerón: Carpe Diem

Il decameron. Italia, 1971.

Director : Pier Paolo Pasolini

Guionista : Pier Paolo Pasolini, inspirándose en la obra de Giovanni Bocaccio

Intérpretes: Franco Cinti, Ninetto Davoli, Angela Luce, etc.

Temáticas de interés : Adulterio, sexo esporádico

Sinopsis:

Un grupo de monjas seduce a un joven sordomudo al que han acogido para que lleve a cabo trabajos en el convento; una mujer esconde a su amante en una tinaja cuando su marido aparece de improviso en casa; los tres hermanos de una chica se vengan del hombre que le ha quitado su honor, aunque ella está enamorada de él; una joven pide a sus padres permiso para dormir en el tejado y de esta forma poder recibir a su novio por la noche .... En total, nueve historias sacadas del célebre Decamerón de Bocaccio.

Comentario:

El decamerón de Bocaccio es una de las obras clave de la literatura medieval italiana. Se trata de una recopilación de historias populares que, supuestamente, diez supervivientes de una epidemia de peste se cuentan unos a otros durante diez noches. Su importancia radica en su modernidad; la obra es precursora del Renacimiento por centrarse, en pleno siglo XIV, en asuntos totalmente paganos sin pizca de idealismo ni misticismo.

Naturalmente, el que Pasolini decidiera adaptar El decamerón al cine no se debe solamente a su interés filológico por el libro ni a la casualidad. El tiempo convierte a las obras más incendiarias en clásicos universalmente aceptados, por lo que la coartada de adaptar un libro de referencia de la literatura italiana le venía muy bien como vehículo para llevar a cabo un film que es toda una celebración de la vida y el erotismo, con un tono además beligerantemente anticlerical (y aún siendo una adaptación literaria de prestigio, la película tuvo serios problemas con la censura). Tal vez al espectador actual le cuesta hacerse a la idea de hasta que punto era transgresor en la Italia de ese momento presentar en la gran pantalla unas historias en las que los representantes de la iglesia que aparecen son curas y monjas lascivos, cuando no tontorrones. Por si eso fuera poco, la moral sexual cristiana se ve ridiculizada en prácticamente todos los relatos: la pluma de Bocaccio y la cámara de Pasolini se ponen más del lado de la mujer adúltera que del marido cornudo, y el episodio en la que los padres de una doncella desflorada por su novio la casan para evitar el escándalo (contentos porque además emparentan así con una buena familia) da también una visión harto cínica del matrimonio.

Además de ser todo un alegato contra las “buenas costumbres” y el pensamiento conservador, El decamerón se acerca a la sexualidad de una forma enormemente natural: de hecho, como en otras de sus películas, Pasolini, gran amante de la etnografía, no recurrió a actores profesionales sino a gente de los pueblos cuyas caras le gustaban o llamaban la atención. Además, la desinhibición y falta de sentido de culpa, típicas de la liberación sexual de esos años, que rezuman las historias se echan de menos incluso en la actualidad. Por poner un ejemplo, la violación sistemática de un discapacitado que llevan a cabo las monjas de un convento en una de las historias se vería, bajo el pensamiento políticamente correcto dominante hoy en día, como algo condenable, mientras que en el film el supuesto sordomudo y deficiente, que no lo es en realidad, no lo vive como ningún trauma, y lo mismo se puede decir de la mujer engañada y manoseada por un cura, que supuestamente pretende convertirla en animal de carga por petición de su marido, en otro episodio. No en vano, la película es la primera parte de la llamada Trilogía de la vida de su director, y su mensaje es, evidentemente, que hay que disfrutar de ésta y de los placeres que nos ofrece.

Escenas destacadas:

  • Una de las monjas del convento se decide a aprovecharse del sordomudo y supuestamente tonto jardinero para probar placeres carnales. Su cara de satisfacción durante y después del acto es tal, que todas sus compañeras quieren probar también.
  • La adúltera que ha escondido a su amante en la tinaja le hace creer a su marido que el hombre quiere comprarla, por lo que le conviene introducirse en ella para limpiarla a fondo. Mientras el marido se dedica a las labores de limpieza dentro de la tinaja, fuera de ella los amantes gozan prácticamente delante de sus narices.
  • Un cura hace creer a un campesino que puede transformar a su mujer en burra. Para llevar a cabo el encantamiento, la desnuda y le introduce “la cola” delante del poco avispado marido.

Anécdotas:

  • La polémica despertada fue tal que muchos ciudadanos particulares y varios procuradores de la República (cargo político semejante al de Gobernador Civil) lo denunciaron, provocando el secuestro de la película en varias provincias italianas.
  • El proyecto inicial de Pasolini era llevar a cabo una visión mucho más completa del libro de Bocaccio, incluyendo más historias, con un metraje de al menos tres horas.
  • Uno de los puntos del film más destacados por la crítica italiana, imperceptible fuera de su país, es la adaptación lingüística que el director, filólogo además de cineasta, llevó a cabo, al parecer con gran acierto, al emplear dialectos napolitanos en lugar de toscanos en la versión original (no obstante la película, como es habitual en el cine italiano, carece de sonido directo y fue íntegramente doblada en estudio).
  • Obtuvo el Oso de Plata (segundo premio) en el festival de cine de Berlín de 1971.

Sobre el director:

Pier Paolo Pasolini (Bolonia 1922 – Roma 1975) fue no sólo uno de los principales directores de cine italianos, sino un importante poeta, filólogo y personaje de la vida cultural de su país. Comienza su carrera en el cine con títulos influenciados por el neorrealismo, como Accatone (1961) y Mamma Roma (1962), para luego pasar a obras donde la denuncia social y la reivindicación marxista se llevan a cabo de forma más elaborada y más abstracta, como Pajaritos y pajarracos (1966) o Teorema (1968), películas que alterna con la adaptación de clásicos literarios, incluyendo el mismísimo Evangelio según San Mateo (1964), su obra más célebre. Gran polemista, la franqueza con la que hablaba tanto de sus ideas de izquierdas como de su homosexualidad lo convirtió en enemigo público número uno para los grupos conservadores italianos, hasta el punto de que se especula con la posibilidad de que alguna mano negra estuviera detrás de su asesinato, que conmocionó a la ya de por sí convulsionada Italia de los 70. El sexo se expone de forma naturalista, con gran vitalidad no exenta de cierta tosquedad, en su famosa trilogía de la vida, formada por el film que ahora nos ocupa, Los cuentos de Canterbury (1972) y Las mil y una noches (1974).

Enlaces:

05 octubre 2006

Suavemente me mata: Puesta al día de Barbazul

Killing me softly. USA, 2002

Director: Chen Kaige

Guionista: Kara Lindstrom, basándose en la novela de Nicci French

Intérpretes: Heather Graham, Joseph Fiennes, Natascha McElhone

Temáticas de interés: Crimen sexual, sexo esporádico

Sinopsis:

Alice, una joven con una exitosa carrera profesional y una relación estable con su pareja, liga con un desconocido en la calle. Casi sin mediar palabra, mantienen relaciones sexuales en el piso de él; dejándose llevar por un flechazo, Alice rompe con su novio y se casa con Adam, el atractivo semidesconocido. Pero su marido se muestra reservado y una vaga amenaza aparece en la vida de la joven esposa; ¿qué secreto esconde el pasado de Adam? ¿Por qué varias personas que lo conocen la previenen en su contra?

Comentario:

La forma más habitual de tratar el erotismo en el cine comercial de Hollywood es asociándolo con peligro y muerte en un subgénero conocido como thriller erótico, en el cual Atracción fatal fue la película que abrió el camino y marcó las pautas, e Instinto básico su obra cumbre. Este tipo de films suelen premiar el matrimonio y la monogamia, y condenar a los descarriados que practican sexo esporádico con desconocidos, o que son infieles, a vicisitudes y acosos, cuando no a la muerte. Suavemente me mata juega con los mismos elementos, pero llega a cuestionárselos y a plantearse como una reflexión sobre un género poniendo sus cartas boca arriba.

Nuestra protagonista parece una buena chica: es guapa con una belleza dulce y sexualmente poco agresiva, tiene una pareja estable, y un buen trabajo al que parece dedicarse con vocación y competencia, el perfecto personaje de película de gran estudio de Hollywood. Pero hete aquí que, para nuestra sorpresa, la heroína hace lo que jamás deben hacer las niñas buenas: ligar con un desconocido e irse a su casa. Este encuentro es decisivo para Alice, que no se ve capaz de continuar su monótona relación con su novio y prefiere la aventura y el riesgo que supone su nueva conquista, a quien prácticamente no conoce, a la estabilidad que tenía con su pareja.

Así pues, Alice da la campanada y se casa con el reservado Adam, un montañero que le descubre un mundo de aventureros y deportistas que a su nueva esposa le resulta un tanto hostil. Ella tiene además sus dudas sobre el marido, y ahí es donde la película se apoya descaradamente en el famoso cuento Barbazul de Perrault, otra historia sobre una joven inexperta casada con un hombre con un pasado lleno de secretos y de mujeres. Igual que Barbazul, Adam tiene un lugar en casa cerrado con llave en el que Alice no puede entrar, y donde podrían encontrarse, como en el cuento, si no los cadáveres de sus novias anteriores, sí las pruebas que lo relacionan con las misteriosas desapariciones de estas mujeres.

Hasta aquí parece que nos movemos en un sendero trillado de telefilm; la chica que, por irse por el mal camino y dejarse dominar por su impulso sexual, sufre el acoso de un psicópata pudiendo convertirse en su siguiente víctima. Pero el interés de Suavemente me mata radica en que su intriga es más psicológica y se basa más bien en si eso es lo que está ocurriendo realmente, o si se trata sólo de una paranoia producida por el sentido de culpa de Alice, que, al igual que los espectadores acostumbrados a los parámetros conservadores del cine comercial, cree que eso precisamente es lo que le tiene que ocurrir por haber sido mala y haber roto una relación de más tiempo por otra basada en el sexo. Como la esposa de Barbazul, es una mujer insegura y temerosa de su sexualidad que, por no confiar en sí misma, es aún menos capaz de confiar en su marido; con un comportamiento muy semejante al de los celosos obsesivos, prefiere espiar e indagar en vez de hablar francamente con Adam. Seguir alimentando esas sospechas acabará poniendo en peligro su matrimonio y su propia vida. La solución no puede radicar en que ella sola descubra nada, sino en mostrar confianza para que su marido se abra y le cuente lo que oculta.

Escenas destacadas:

  • Las manos de Alice y Adam se tocan cuando ambos pulsan el botón para que el semáforo cambie a verde. Se miran y se gustan de inmediato; una elipsis nos los muestra a continuación en el piso de él en la cama.
  • Tras una discusión, Adam ata con lazos suaves a Alice a la mesa y la penetra mientras la tiene a su merced, apretándole y aflojándole las ataduras, asfixiándola por momentos, lo que incrementa el placer sexual de ella.

Anécdotas:

  • La película toma el título de la novela en la que se basa, que en español se tradujo como Un amor dulce y peligroso. No obstante, el original Killing me softly es el nombre de un famoso tema de Roberta Flack, que conoció a su vez otras versiones, una de bastante éxito interpretada por los Fugees. No obstante, la canción no aparece en la película ni hay referencias a ella.

Sobre el director:

Chen Kaige nació en Beijing en 1952. Cuando a principios de los años 90 el director Zhang Yimou descubre el nuevo cine chino a los espectadores occidentales, Kaige se convierte en el segundo cineasta de ese país más conocido entre nosotros gracias a su quinto film, Adiós a mi concubina, premiado con el máximo galardón en el festival de Cannes de 1993. Desde entonces se convierte en una figura habitual en los festivales internacionales aunque sin repetir nunca el mismo éxito. Suavemente me mata ha sido hasta el momento su única incursión en el cine de Hollywood, y la última de sus obras que consiguió estrenarse en nuestro país. También es su única película con un marcado componente erótico, lo cual no es de extrañar cuando el resto de su filmografía se ha rodado en un país que sufre una férrea censura.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0250468/

http://dvd.wanadoo.es/dvds/s/suavemente-me-mata.html

http://www.labutaca.net/films/8/suavementememata1.htm

19 septiembre 2006

Lucía y el sexo: Ensoñaciones de un narrador

Lucía y el sexo. España, 2001

Director y guionista: Julio Medem

Intérpretes: Paz Vega, Tristán Ulloa, Najwa Nimry, Elena Anaya

Temáticas de interés: Adulterio e infidelidad, sexo esporádico

Sinopsis:

Lorenzo, un escritor, sufre un grave accidente. Lucía, su novia, abandona Madrid dándolo por muerto y decide escaparse a una isla del Mediterráneo para asimilar la noticia. Allí se encuentra con otros personajes que también huyen de su pasado: Elena, la dueña de la pensión en la que se hospeda, y Carlos, el otro huesped. Mientras unos flash-backs nos cuentan la relación entre Lucía y Lorenzo, descubrimos también que Elena y Carlos están estrechamente unidos con la historia que Lucía pretende olvidar.

Comentario:

El cine de Julio Medem siempre tiene un marcado tono onírico y sensual, que en el caso de Lucía y el sexo se acentúa configurándose como una fantasía erótica a la medida del protagonista masculino, Lorenzo, en el que no es difícil ver a un alter ego del propio director. Lorenzo es también un artista y constructor de narraciones, en este caso literarias, que se representa según los más tradicionales clichés románticos de la vida bohemia: atormentado, infantil, egocéntrico, con un punto de locura, y capaz de absorber las vidas de todos los personajes que le rodean y jugar a mezclarlas en sus ficciones.

Por su parte, las tres mujeres de la película representan tres fantasías sobre la femineidad diseñadas al gusto del hombre. Lucía, a pesar del título del film y de ser el personaje más activo que conduce la historia, no es en realidad más que uno de los componentes del harén de Lorenzo, cuyo punto de vista es el que preside la narración. Como otras mujeres del cine de Medem, Lucía es apasionada y terrenal, frente a la figura angelical que representa Elena y la ensoñación sexual que resulta ser la tercera en discordia, Belén. Por ser el personaje más próximo a la realidad, es normal que se convierta en la novia oficial de Lorenzo, aunque su relación transcurre de la forma más fácil y complaciente para él: se le declara en un bar halagando su ego de escritor; fan incondicional de su libro, lo ha seguido por la calle y se ha enamorado de él sin conocerlo. Este comportamiento, que en la vida real consideraríamos obsesivo y hasta peligroso, es transformado por la puesta en escena de Medem en la perfecta fantasía de un adolescente hecha realidad. Lorenzo no tiene que hacer ningún esfuerzo para comenzar la relación, ni para mantenerla, porque Lucía resulta ser una inconmensurable fuente de fantasías eróticas. La convivencia y la cotidianeidad no existen en la película: el centro de la vida de la pareja es la cama. Lucía va a trabajar en el mundo real de camarera y saca las castañas del fuego, mientras el escritor puede refugiarse a su gusto en su universo doméstico de ficción.

Belén, la amante de Lorenzo, es el personaje más propio del cine erótico. Buscando permanentemente la excitación sexual propia y ajena, le ofrecerá al escritor una perfecta fantasía de película porno: el hombre que se acuesta con la madre y con la hija, una historia que además él aprovechará para su novela. Y Elena, el otro personaje femenino, es el tercer cliché machista sobre la mujer ideal: protectora, maternal, bondadosa y que ayuda al resto de personajes de la trama. Su naturaleza etérea no le impide ser sexualmente desinhibida y ofrecerse a Lorenzo como regalo de cumpleaños en una poética noche de luna llena. Elena le permitirá, además, vivir también la experiencia de la paternidad de la forma más cómoda: ella se ocupará de su hija, que para Lorenzo será tan sólo un juego más en su vida. Luna, la niña, es también una hija de ensueño: no molesta, no hay que criarla ni estar pendiente de ella, sólo verla de forma furtiva en el parque y contarle historias que, naturalmente, ella escucha con interés y casi devoción. Esta falta de compromiso no impide que, cuando por una tragedia del destino la pequeña muere, Lorenzo se permita jugar al padre destrozado. Aunque, en la complaciente, narcisista, fácil, y, también hay que decirlo, formalmente deslumbrante ficción que es Lucía y el sexo, hasta la muerte tiene solución gracias a la fantasía del escritor, que toma al final las riendas de la historia y la lleva hacia el punto que quiere.

Escenas destacadas:
  • La relación entre Lorenzo y Lucía se basa en el sexo, y esto se plasma en muchas secuencias con música y montaje discontinuo donde somos espectadores de la intimidad de la pareja. Entre los juegos que practican están los strip-tease, las fotos durante la cópula, y el exhibicionismo cuando Lucía, sentada en la terraza de un café, se quita las bragas para excitar a su novio.
  • Varios planos del film rozan la frontera entre cine comercial y pornografía, sobre todo los que muestran a una mano femenina acariciando a un pene en estado de erección. Esto coloca a Lucía y el sexo entre un grupo de películas, en el que también se encuentra Intimidad, que ensanchan los límites de lo permitido en las salas convencionales de cine.
  • Belén se masturba viendo uno de los vídeos porno en los que actúa su madre. El novio de esta última se excita a su vez observándola. Posteriormente, Lorenzo se masturbará también contemplando el mismo video, que Belén le presta.

Anécdotas:
  • Gozó de un importante éxito de taquilla en España, con más de 1.300.000 espectadores, consolidando el nombre de Medem entre los grandes del cine español. Las críticas fueron en general positivas, y el film fue uno de los pesos pesados de las nominaciones a los Goya con once candidaturas, de las que obtuvo los premios a mejor actriz revelación para Paz Vega y mejor banda sonora para el compositor Alberto Iglesias. En la categoría de mejor película del año perdió frente a Los otros de Alejandro Amenabar.
  • El personaje de Lorenzo no estaba en el primer proyecto de guión, que se centraba en la interacción entre los personajes que intentan rehacer su vida en la isla. Posteriormente, Medem añadió el relato del pasado de estos caracteres, y allí surgió Lorenzo que vincula las historias de todos ellos.
  • Los actores utilizaron dobles en algunas de las atrevidas escenas eróticas.
  • Fue la primera película española rodada íntegramente con cámaras digitales de alta definición, lo cual permite un ritmo de rodaje más rápido y trabajar en condiciones de luz más extremas.

Sobre el director:

Julio Medem nace en San Sebastián en 1958. Estudia medicina, pero su interés acaba decantándose por la crítica de cine y posteriormente por la realización de modestos cortometrajes. Su opera prima Vacas (1992) supone una revolución estética y narrativa en el anquilosado cine español de esa época. Su audaz puesta en escena, basada en encuadres poco habituales que toman el punto de vista de la naturaleza, juegos con el montaje y un guión lleno de capas y metáforas, provoca reacciones enfrentadas entre la crítica. Su segunda película, La ardilla roja (1993), probablemente la mejor de su filmografía, es una inteligente sátira sobre el machismo a la vez que una inusual comedia romántica. Con Los amantes del círculo polar (1998) y Lucía y el sexo consigue por fin el éxito comercial y el reconocimiento como uno de los principales directores del cine español, aunque a costa de simplificar el contenido de sus películas. A continuación, en un sorprendente giro, decide dedicarse al documental político con La pelota vasca (2003), una película muy pobre a todos los niveles en comparación con su cine anterior, pero que sin embargo alcanza una gran taquilla a causa de la controversia que origina. En todo su cine - con la evidente excepción de La pelota vasca- la sensualidad está muy presente, sobrevolando las historias.

Enlaces:

05 septiembre 2006

Intimidad: Realismo social y sexual

Intimacy. Francia - Reino Unido, 2001

Director: Patrice Chéreau

Guionistas: Anne-Louise Trividic y Patrice Chéreau, basándose en la novela de Hanif Kureishi

Intérpretes: Mark Rylance, Kerry Fox

Temáticas de interés: Sexo esporádico

Sinopsis:

Jay, un músico que se gana la vida como camarero, tiene encuentros esporádicos con una mujer desconocida. Cuando se ven, se desnudan, tienen relaciones sexuales y a continuación se visten sin mediar palabra. Aunque se ven todas las semanas, no saben nada el uno del otro. Jay, sin embargo, llegado un momento empieza a interesarse por su compañera ocasional de cama.

Comentario:
Intimidad hace una interesante incursión en el tema de los contactos, las parejas que se citan para sexo sin ataduras. La relación deshumanizada que mantienen Jay y Claire consiste en puro coito sin palabras ni ningún tipo de implicación emocional ... en principio, porque más tarde él sí empezará a seguirla para saber más de ella, con lo cual empiezan a destaparse las carencias que hay en la vida de ambos. Curiosamente, este acercamiento destruye la relación entre los dos, que hasta el momento había sido tan distante como estable.

El film utiliza la estética y la narrativa propia del cine costumbrista británico de denuncia social para llevar a cabo una radiografía de la intimidad, no solo sexual, de los dos protagonistas, especialmente del hombre, cuyo punto de vista es el que sigue la película. Los personajes se encuentran emocionalmente al límite; no obstante, el director no establece, o al menos no subraya, una relación causa-efecto entre el vacío y la miseria de sus vidas y sus contactos puramente sexuales, puesto que toda la realidad que los rodea se muestra igual de insatisfactoria. Esta mezcla entre el drama más personal y la temática social, entre lo privado y lo colectivo, es el mayor punto de interés del film, aunque no siempre resulta lograda: existen subtramas de personajes secundarios en el guión que no acaban de encajar y se quedan en la anécdota.

Escenas destacadas:
  • La pareja protagonista tiene varios encuentros durante la película. Todos consisten en puro sexo sin palabras; las escenas son muy realistas, sin elipsis ni cortes, y también muy explícitas, incluyendo erecciones y hasta conatos de felación. Los actores no se limitan a fingir en las escenas de sexo como en el género erótico tradicional, con lo cual la frontera entre cine normal y cine porno se difumina.
  • El mismo esquema de Intimidad, una pareja que se reúne solo para sexo y cuyo entendimiento acaba cuando intentan crear un vínculo que abarque algo más que la cama, lo repetía otra producción francesa de la misma época, Una relación privada (2000), aunque con un tratamiento muy distinto, puesto que esta última recurría a la elipsis, no contenía ninguna escena subida de tono.


Anécdotas:

  • Obtuvo el oso de oro a la mejor película en el festival de Berlín, además del premio a la mejor actriz para Kerry Fox.
  • Nominada también al premio del cine europeo en las categorías de mejor película y fotografía. Patrice Chéreau, por su parte, fue finalista al Cesar del cine francés al mejor director.

Sobre el director:


Nacido en Lezigne, Francia, en 1944, Patrice Chéreau es responsable de una carrera en cine un tanto errática. Además de ser guionista habitual de las películas que dirige, ha trabajado esporádicamente como actor. El mayor éxito de su filmografía es La reina Margot, una obra más grandilocuente, típica superproducción gala adaptación de una novela de prestigio, que se aparta un poco de la línea más personal e intimista de sus otros títulos, donde la homosexualidad suele cobrar bastante protagonismo. Buenos ejemplos serían El hombre herido, Los que me aman cogerán el tren, o Su hermano.

Enlaces:
http://spanish.imdb.com/title/tt0256103/
http://www.pasadizo.com/r.jsp?m=peliculas&ext=2&cod=324&sec=6
http://www.planetacomic.net/video_dvd/4_vdvd.asp?id=888

22 agosto 2006

Atracción fatal: Los peligros de una cana al aire

Fatal attraction. USA, 1987

Director: Adrian Lyne

Guionista: James Dearden

Intérpretes: Michael Douglas, Glenn Close, Anne Archer

Temáticas de interés: Adulterio, sexo esporádico, obsesión, crimen sexual

Sinopsis:


Dan Gallagher, un ejecutivo casado y padre de una niña, conoce casualmente a una mujer, Alex, con la que tiene una aventura. Al día siguiente, Dan se ha olvidado de la historia, pero no Alex, que empieza a llamarle, a no aceptar sus negativas para continuar su relación, y a acosarle. Dan empieza a asustarse al ver que la mujer tiene problemas psicológicos serios y que amenaza con extender el acoso a su familia.


Comentario:

Dan (Michael Douglas, que pocos años más tarde volvería a dar la campanada en otra película erótica, Instinto básico) tiene una vida perfecta: un buen trabajo, una casa con jardín, un matrimonio sin problemas con su mujer Beth, y una niña. Y arriesga todo eso por un ligue de una noche con Alex. Resulta interesante como el guión, y la puesta en escena efectista de Adrian Lyne, heredada de la publicidad, resaltan el contraste entre las dos mujeres de la película. Alex es la mujer masculinizada, que tiene un trabajo de hombres, está siempre rodeada de hombres y hasta tiene un nombre masculino. Beth, en cambio, es totalmente femenina: dulce, maternal, y no trabaja fuera de casa. La mujer soltera e independiente que se va a la cama con un hombre casado es una neurótica peligrosa, mientras que el ama de casa fiel es la mujer buena y equilibrada, reforzando unos estereotipos sexistas que se repiten en las telenovelas y telefilmes desde tiempo inmemorial.


Por otra parte, Atracción fatal se estrena en 1987, en plena histeria colectiva ante el avance del SIDA, una enfermedad que en ese momento suponía una condena a muerte en poco tiempo, además de un tremendo estigma social. Sin tener en cuenta ese contexto es difícil entender el inmenso calado y repercusión de este thriller psicológico bien construido, pero sencillo y sin mayor trascendencia a priori. Un público aterrado por la expansión de una nueva enfermedad que estaba cambiando los hábitos sexuales en todo occidente conectó de pleno con un personaje al que una sola relación esporádica con una desconocida le destrozaba la vida. Un mensaje muy en la línea además de la ideología dominante en ese momento. Si Rambo fue la máxima expresión ideológica del cine de los años 80 en cuanto a defensa del militarismo, Atracción fatal es la película emblemática y más representativa de cómo se entendían el sexo y la pareja en el cine de la era Reagan: exaltación de la monogamia y la familia, unida a una estricta moral sexual puritana.


Aparte de funcionar a las mil maravillas como metáfora del SIDA, la otra clave del éxito de la película es el personaje de Alex, que retomaba el perfil del mítico Norman Bates de Psicosis, el perturbado de apariencia afable. Su trastorno mental le impide ver que lo suyo con Dan sólo puede ser una aventura breve; en su mundo si un hombre se acuesta con ella tiene la obligación de amarla y acompañarla. El rechazo por parte de él aumenta su obsesión, y su instinto posesivo empieza a materializarse en un acoso cuya progresión está muy bien explicada por el guión del film. Empieza por llamadas de teléfono al trabajo, y poco a poco va entrometiéndose y desestabilizando todas las esferas de la vida de su víctima: la personal, la laboral y la familiar. El acoso se ve facilitado, como suele ocurrir, por el sentimiento de culpa del acosado: Dan tampoco es inocente, ha engañado a su mujer, y decirle la verdad podría significar el fin de su matrimonio y de la vida como ha sido hasta ahora.


Escenas destacadas:

  • Tras una charla rápida en un café, Alex invita a Dan a su piso. Empiezan a besarse y manosearse en el ascensor, y luego en la cocina protagonizan un coito muy rápido encima del fregadero, sin desnudarse siquiera. El apartamento de Alex es poco acogedor y de colores fríos, en contraste con la calidez del hogar familiar de los Gallagher.
  • Para gastarle una broma a Alex, Dan finge un ataque al corazón. Ella, muy seria, le responde que no tiene gracia porque su padre murió de la misma forma; un momento después se ríe, es su forma de devolverle la broma. Más tarde, Dan descubrirá que, efectivamente, el padre de Alex murió a causa de un infarto.
  • Un momento clave del acoso de Alex a la familia de Dan se produce cuando Beth encuentra a la mascota de la familia, un conejito, hirviendo en una olla en la cocina.
  • SPOILER: Alex se introduce en casa de los Gallagher con un cuchillo dispuesta a matar a Dan. Él la ahoga en la bañera; tras un periodo de tiempo inverosimilmente largo, Alex sale del agua cuchillo en ristre cuando todos la daban por muerta. Es Beth quien tiene que rematarla con un tiro.

Anécdotas:
  • Recaudó en taquilla 156 millones de dólares en USA, una cantidad desmesurada para una película que sólo había costado 14. Estas cifras dan idea del tremendo fenómeno sociológico que representó el film.
  • Nominada para los Oscars a la mejor película, director, actriz principal, actriz secundaria, guión y montaje, un reconocimiento del que no suelen gozar películas tan claramente comerciales, pero que se justifica por el enorme éxito en taquilla del que acabamos de hablar. No obstante, el film se fue de vacío a la hora de los premios.
  • Clint Eastwood había dirigido en 1971 su opera prima, Escalofrío en la noche, con un argumento muy similar, aunque sin las connotaciones de defensa de la familia que tiene el guión de Atracción fatal, una película que, por otra parte, ha tenido a su vez un enorme número de imitaciones, siendo el precedente de casi todo el thriller psicológico y el cine de psicópatas de los años 90, por no hablar de los telefilms.
  • SPOILER: Se rodaron dos finales para la película; el que se estrenó comercialmente, en el que el matrimonio Gallagher mata a Alex en defensa propia, y otro rechazado por el público en los pases previos al estreno, en el que Alex se suicidaba y Dan era arrestado por su asesinato.

Sobre el director:

Nacido en Cambridgeshire, Inglaterra, en 1941, Adrian Lyne pertenece, junto con Alan Parker y los hermanos Ridley y Tony Scott, a la generación de realizadores británicos formados en el mundo de la publicidad y el videoclip que definieron estéticamente el cine de Hollywood de los años 80. Su estilo controvertido, muy atractivo para el público mayoritario pero banal y sensacionalista para algunos, pone la estética en primer plano descuidando por lo general la narración. Tras su primer gran éxito con Flashdance (1982), el sexo, y en particular el tema de la fidelidad visto desde un prisma puritano, planea sobre casi todo su cine, como demuestra Atracción fatal, su película más lograda y mejor escrita, pero también Una proposición indecente (1993), y su hasta el momento último trabajo, Infiel (2002). Su otro gran éxito en el cine erótico lo protagonizó con Nueve semanas y media (1986).

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0093010/
http://www.dvdenlared.com/dvd/Atracción%20Fatal