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08 enero 2008

Terciopelo azul: es un mundo extraño, ¿verdad?

Blue velvet. USA, 1986.

Director y guionista: David Lynch

Intérpretes: Kyle MacLachlan, Isabella Rossellini, Dennis Hopper, Laura Dern

Temáticas de interés: fetichismo, sadomasoquismo

Sinopsis:
Una oreja humana aparece en el jardín del tranquilo barrio en el que vive Jeffrey. El muchacho investiga el caso por su cuenta con ayuda de Sandy, la hija de uno de los policías del pueblo. Sandy pone a Jeffrey tras la pista de Dorothy, la cantante de un night-club que va a introducir al joven en el oscuro submundo nocturno de su localidad, hasta entonces totalmente desconocido para él.

Comentario:

El film arranca con una panorámica sobre una típica área residencial norteamericana. Brilla el sol y suena la apacible balada Blue velvet que da título a la película. De repente uno de los vecinos del barrio tiene un ataque al corazón, la música pierde fuerza y se ve sustituida por un inquietante ruido y la cámara se introduce en la hierba de uno de los jardines del vecindario descubriendo en él una oreja humana cortada. Esto ya nos avisa de que vamos a asistir a un descenso a infiernos ocultos bajo una apariencia amable; dado el tono onírico de la película, esto se puede ver como una metáfora de un viaje al subconsciente, a la lucha contra la parte más amenazadora de uno mismo, que es casi siempre el eje del cine de David Lynch. Terciopelo azul puede verse como un cuento de hadas moderno en el que Jeffrey, el protagonista, tendrá que conformar su identidad y pasar a la edad adulta con un proceso de iniciación traumático en el que tendrá que enfrentarse con una bruja, Dorothy, y con un ogro (Frank, el amante de Dorothy) para poder ganarse a la princesa, Sandy.

En este viaje iniciático a las entrañas oscuras de la ciudad, o de sí mismo, la sexualidad tiene un papel muy importante: aunque normalmente no se destaque a Lynch como erotómano, todo su cine tiene una marcada atmósfera sexual. En Terciopelo azul se atrevió a poner por primera vez sobre la mesa a personajes con una sexualidad marcadamente fetichista, años antes de que el culto a lo bizarro se pusiera de moda; este film de hecho iba muy a contracorriente en una época como los años 80 dominada por la asexualidad y la inocencia un tanto forzada de las producciones de Steven Spielberg y sus imitadores, que buscaban siempre la etiqueta de película para todos los públicos. Lynch se desmarcó con esta obra claramente enfocada a un público adulto en la que se muestran sin tapujos los crueles rituales de dominación y sumisión, en el límite de la violación, a los que juegan Frank y Dorothy. Frank aparece como un niño adulto tan sádico y perverso como dependiente, incapaz de controlar su pulsión sexual ni de darle una dimensión moral ni afectiva; Dorothy, a la vez hada y bruja, se reafirma en su papel de víctima hasta el punto de invertirlo con alguien como Jeffrey, que se muestra reacio a ser verdugo y que por lo tanto tendrá que asumir el otro papel y ser vejado, ya que Dorothy no admite el sexo sin juegos de poder. Su extraña relación iniciática con esta sadomasoquista le servirá a Jeffrey para enfrentarse con su miedo a las mujeres y con los demonios de su propia sexualidad, representados por Frank, destruirlos y convertir así a la bruja en un hada buena. En posteriores películas de David Lynch, el protagonista ya no es capaz de llevar a cabo con buen término este proceso y se queda envuelto en una pesadilla autodestructiva, como ocurre en Carretera perdida.



Escenas destacadas:

  • Dorothy encuentra a Jeffrey escondido en su armario. Amenazándolo con un cuchillo, le hace desnudarse delante de ella.

  • Frank se excita humillando a Dorothy mientras le susurra el niño quiere follar e inhala nitrato de amilo para aumentar su excitación.

  • SPOILER: Al final de la historia, Frank ya no podrá seguir haciendo daño a Dorothy, que juega feliz con su hijo mientras Jeffrey y Sandy, felices, escuchan cantar a los pájaros. La luz ha vencido sobre la oscuridad.

Anécdotas:

  • Fue la primera colaboración entre Lynch y Angelo Badalamenti, que ha compuesto las bandas sonoras de todos los largometrajes posteriores del director y también de la exitosa serie televisiva Twin Peaks. También Kyle MacLachlan y Laura Dern han trabajado con Lynch, al que evidentemente le gusta rodearse de conocidos, en otras ocasiones.

  • Aparte de estas relaciones profesionales, David Lynch encontró en esta película a su pareja sentimental durante varios años, Isabella Rossellini.
  • El organismo calificador de las películas en Estados Unidos obligó a cortar alguna que otra escena para que el film no fuese prohibido a los menores; uno de estos criterios de censura fue que Frank golpeara a Dorothy fuera de campo y no en pantalla.
  • La película obtuvo una solitaria nominación al Oscar para David Lynch como mejor director del año, entre otros muchos reconocimientos por parte de asociaciones de críticos y de nominaciones a los Globos de Oro o los Independent Spirit.
Sobre el director:

David Lynch nace en Montana en 1946; desde muy joven empieza a pintar y luego a interesarse por el cine cuando quiere dar movimiento a sus pinturas. Su primera película, Cabeza borradora, dura de ver y llevada a cabo con un escaso presupuesto, se convierte con los años en un film de culto y consigue que algunos productores se fijen en su director. Terciopelo azul lo convierte en uno de los autores más peculiares y una de las principales referencias del cine de vanguardia contemporáneo. Su mirada surrealista y onírica sobre el cine negro se repite en el exitoso culebrón televisivo Twin Peaks y más tarde en otras películas de culto como Carretera perdida o Mulholland drive. El erotismo, casi siempre fetichista e inquietante, es uno de los principales elementos de su cine y está siempre impregnando las historias, aunque pocas veces pase a primerísimo plano.

Enlaces:

IMDB
Pasadizo
Universo David Lynch

30 octubre 2007

Nip Tuck: psicodrama con cuerpos perfectos

Nip Tuck. USA, 2003-

Creadores: Ryan Murphy y Jennifer Salt
Intérpretes: Dylan Walsh, Julian McMahon, Joely Richardson, John Hensley, Roma Maffia
Temáticas de interés: promiscuidad, adulterio, prostitución, pornografía, lesbianismo, sexo en grupo, homosexualidad masculina, fetichismo, obsesión, transexualidad, sadomasoquismo, aborto

Sinopsis:

Sean McNamara y Christian Troy son dos cirujanos plásticos de éxito. Disfrutan de un gran nivel de vida y en la intimidad las cosas parecen irles igualmente bien: Sean es un padre de familia casado desde hace veinte años con Julia, con la que tiene dos hijos, mientras que Christian es uno de los solteros de oro de la ciudad. No obstante, por debajo de esa apariencia ideal se esconden una familia terriblemente disfuncional en un caso y una adicción al sexo que causa un gran vacío emocional en el otro. Las rocambolescas historias de sus pacientes encajan a la perfección con las retorcidas angustias de los doctores.

Comentario:

Nip Tuck gira en torno a la amistad de Sean y Christian, dos compañeros de trabajo que funcionan a la perfección como los dos estereotipos del hombre de éxito. El casado prudente, convencional y estable y el soltero promiscuo y frívolo. Pero ya en el primer capítulo vemos que la familia McNamara atraviesa graves problemas: Julia, la mujer de Sean, que renunció a su propia carrera como médico para facilitar que su marido llevara a cabo la suya, atraviesa una fuerte crisis de mediana edad, propiciada por su frustración profesional, por la muy conflictiva adolescencia de su malcriado hijo mayor, que le dirige tanto a ella como a su padre todo tipo de impertinencias y faltas de respeto, y por su inseguridad respecto al amor que siente por Sean. El matrimonio, unido por lazos de dependencia y por miedo a la soledad, vive en una guerra psicológica perpetua: él, como tantos maridos de un ama de casa, es incapaz de valerse por sí mismo en cualquier aspecto de la vida que no sea el profesional y necesita enfermizamente a una mujer que ya no puede ofrecerle mucho más que desprecio y rencor soterrados por haber visto sus alas cortadas. A lo largo de la serie se suceden los episodios en los que ella toma la decisión de abandonarle para desesperación de él, o al contrario, cuando es él quien empieza a valerse por sí mismo no puede sobreponerse al chantaje emocional que le produce la indefensión de ella.

¿Significa eso que la serie se declara contraria al matrimonio y los valores convencionales? Puede, pero, aunque Christian Troy sea sin duda el rey de la función, a la vida del soltero se le practica la misma radiografía cruda y amarga. Rico y enormemente seductor, Christian no tiene problemas en ligarse cada noche a la chica más guapa del bar, pero no puede evitar envidiar la estabilidad de su amigo. Educado en el catolicismo, su vida frívola le crea un sentimiento de culpa y de inferioridad por saberse incapaz de sentir amor. Se refugia por tanto en el trabajo, en el consumismo desaforado de artículos de lujo y en el despotismo con las mujeres, rozando o a veces traspasando la barrera del sadismo. La explicación a su misoginia tal vez se deba a que Christian siempre ha estado enamorado de Julia, la mujer de Sean, o tal vez del propio Sean, como le sugiere una psicoanalista en un capítulo, o tal vez a la mala imagen que tiene de sí mismo: prefiere abandonar rápido a sus conquistas, o forzar con su actitud que ellas lo abandonen al poco tiempo a que lo dejen igualmente más adelante, lo que sin duda cree que ocurrirá si alguna mujer consigue llegar a conocerle.

A primera vista Nip Tuck, que en cada capítulo se sumerge sin pudor de ningún tipo en los infiernos de estos personajes, parece un culebrón con la típica premisa argumental de estos productos: los ricos también lloran, es decir, conflictos sentimentales, conyugales y familiares desarrollados en escenarios lujosos. Pues sí, es eso, pero lleva este planteamiento lo más lejos a donde se haya llegado nunca en la historia de la pequeña pantalla, consiguiendo uno de los mejores retratos nunca vistos de un mundo frívolo, inhumano, ferozmente competitivo y donde la obsesión por la belleza y la perfección hace que los defectos no se admitan: deben ser borrados drásticamente mediante cirugía u ocultados hasta que las tensiones que generan hagan explotar la situación.

Lo sórdido y enloquecido de sus tramas evita que Nip Tuck tenga el mismo estatus de serie de culto que disfrutan otras producciones enormemente más vacías y superficiales pero que sí se empeñan en dar una apariencia de respetabilidad. No obstante, por detrás de su apariencia de serie B o subproducto, es una cumbre del psicodrama que habla acerca de la soledad, la culpa, la redención, la superficialidad, la incomunicación y todos los problemas del hombre urbano contemporáneo al mismo nivel que las obras de los directores de cine más importantes.

Escenas destacadas:

  • El doctor Troy opera a un par de hermanas gemelas para que dejen de parecerse y puedan desarrollar cada una su propia personalidad. Tras la operación, sin embargo, las gemelas echan de menos su vida compartida anterior; el doctor soluciona el problema compartiendo la cama con ambas a la vez.
  • Una paciente de McNamara & Troy descontenta con el trabajo de los doctores amenaza con denunciarlos en el programa de una periodista estrella de la telebasura. Christian se cita con la presentadora para intentar ganársela, y su forma de hacerlo es acostándose con ella. No será la última vez que el doctor Troy utilice el sexo a cambio de favores personales.
  • Kimber, actriz porno y una de las ex-amantes un tanto desequilibradas de Christian, recurre al doctor McNamara para que la muñeca hinchable que va a sacar al mercado tenga una réplica exacta de su vagina. McNamara guarda la muñeca en casa y una noche se sobrepasa con ella, lo cual agrada mucho a Kimber.
  • Matt, el hijo de Sean y Julia, está enamorado de una compañera del instituto lesbiana. Para acercarse a ella, accede protagonizar un trio con ella y con la chica que a ella le gusta.
Anécdotas:
  • El éxito de audiencia (dentro de los parámetros de la televisión por cable americana) fue inmediato desde la primera temporada, llegando a su tope en la tercera con la trama del asesino en serie el carnicero.
  • Su emisión, a pesar de realizarse en horario nocturno, ha despertado críticas de asociaciones de espectadores conservadores en EEUU, que han llegado a pedir su retirada.
  • En el año 2005 ganó el Globo de Oro a la mejor serie dramática, premio al que había sido finalista en la edición anterior. La serie cuenta también con varias nominaciones al Emmy, sobre todo en las categorías relacionadas con el maquillaje.
  • En España ha sido y es emitida en los canales autonómicos y las plataformas digitales, normalmente bajo el título A golpe de bisturí.

28 junio 2007

Belle de jour: la doble vida de un ama de casa

Belle de jour. Francia, 1967.

Director: Luis Buñuel

Guionistas: Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière inspirándose en la novela de Joseph Kessel

Intérpretes: Catherine Deneuve, Jean Sorel, Michel Piccoli, Francisco Rabal

Temáticas de interés: prostitución, sadomasoquismo, adulterio, fetichismo

Sinopsis:

Séverine es una joven ama de casa burguesa. Bajo su apariencia convencional esconde osadas fantasías masoquistas que un día se atreve a llevar a cabo iniciando una doble vida como prostituta.

Comentario:

Belle de jour supuso en su día todo un hito del cine de autor y del erotismo; adentrarse en el mundo de la prostitución y de las fantasías sexuales era algo muy novedoso en una época en la que estos comportamientos se consideraban anormales y desviados. Por si esto fuera poco tabú, la película exploraba además, aunque con una mirada claramente masculina y probablemente machista, la sexualidad de una mujer.

Séverine tiene una vida matrimonial aparentemente placentera con un marido atractivo y amable; sin embargo tanta comodidad adormece su libido y le provoca frigidez. Probablemente la joven ha recibido una educación represiva en la que el sexo se ve como algo sucio y la única forma en la que ella puede disfrutarlo es humillándose y ofreciéndose ante hombres desconocidos como un objeto. Su posición de mujer burguesa y respetable es incompatible en su mundo con la actividad sexual, le cuesta mantener relaciones con su marido. La única forma que ve de liberar su sexualidad reprimida es asumiendo el rol opuesto, el de prostituta; las mujeres de la vida le producen envidia por su libertad y por poder explorar el terreno prohibido del sexo.

Tras una época en la que se limitaba a desarrollar fantasías
en su imaginación, Séverine se atreve por fin un día a dar el paso y a ofrecer sus servicios a una casa de citas. Como es típico en los reprimidos, la joven no es capaz de integrar la sexualidad en su entorno y tiene que inventarse una segunda vida donde poder desarrollarla. Por su nuevo lugar de trabajo pasa una gran variedad de clientes amantes de diversas prácticas fetichistas. Resulta curioso el rechazo que a nuestra amiga le produce la pulsión masoquista de uno de ellos, el cual le propone adoptar él el rol sumiso en un juego muy similar a los que a ella le gustaba imaginarse consigo misma como víctima: Buñuel vuelve a demostrar ser un gran conocedor de las contradicciones de la naturaleza humana. Resulta también curiosa una secuencia de necrofilia en la que un cliente le pide a Séverine que se haga pasar por su mujer muerta y permanezca inmóvil, así como la famosa escena de la misteriosa cajita que trae otro de los visitantes del burdel.

La película ofrece una curiosa mezcla de realismo y ensoñación; las fantasías de Séverine al principio son claramente distinguibles de las escenas reales de la vida burguesa, pero una vez la joven ha entrado a trabajar en el prostíbulo, la línea entre lo onírico y lo real se difumina cada vez más. Belle de jour se adentra en el mundo de la prostitución y de las fantasías sexuales con una curiosa mezcla de didáctica, surrealismo y curiosidad de erotómano.

Escenas destacadas:
  • Séverine y su marido Pierre viajan en una elegante carroza. Ante una orden de Pierre, los cocheros se detienen, toman a Séverine, la atan a un árbol y la azotan con un látigo. Es el comienzo del film y una de las fantasías masoquistas del personaje principal.
  • Uno de los clientes de Belle de jour le pide un servicio especial relacionado con una misteriosa caja. Séverine la abre, pero el contenido se le oculta al espectador, que sólo puede escuchar el zumbido que sale de ella. El enigma de la caja de Belle de jour es uno de los puntos más comentados del cine de Buñuel.

Anécdotas:

  • El film tiene un final abierto en el que Buñuel dijo haber reflejado su propia confusión respecto a cómo debería acabar la historia.
  • En su momento se estrenó en España como Bella de día, pero con el tiempo se ha vuelto más habitual referirse al film por su título original. El nombre se debe a que Séverine sólo ejerce la prostitución durante el día, por la noche tiene que volver a casa con su marido.
  • Se presentó en el festival de cine de Venecia de 1967 donde obtuvo el león de oro, premio a la mejor película. A este éxito se sumó la excelente acogida entre el público, especialmente en la Europa latina, Francia, Italia y España.

Sobre el director:

Luis Buñuel (Calanda, Teruel, 1900 - Mexico 1983) es uno de los mayores genios del séptimo arte, padre del cine de vanguardia y del surrealismo cinematográfico, y uno de los personajes más influyentes de la historia del cine de autor. Es además uno de los principales erotómanos del celuloide, experto en narrar historias obsesivas y fetichistas, en las que se muestra tanto su herencia surrealista como una estricta formación religiosa que reprime la sexualidad desviándola hacia terrenos insospechados. Durante su estancia en México (donde tuvo que exiliarse tras la guerra civil española) disfrazaba sus relatos fetichistas bajo la apariencia de melodramas como Él o Ensayo de un crimen. Más adelante en Francia, y esporádicamente en España, pudo rodar sus fantasías con mayor libertad en Viridiana, Belle de jour, Tristana, o Ese oscuro objeto del deseo, última película y broche de oro de su filmografía.

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25 mayo 2007

Nueve semanas y media: dominación suave


Nine 1/2 weeks. USA, 1986.

Director: Adrian Lyne

Guionistas: Zalman King, Sarah Kernochan y Patricia Louisianna Knop, inspirándose en la novela de Elizabeth McNeill

Intérpretes: Kim Basinger, Mickey Rourke

Temáticas de interés: Sadomasoquismo, descubrimiento de la sexualidad

Sinopsis:

Elizabeth vive con una compañera de piso en una gran ciudad y trabaja en una galería de arte. Un día conoce a John, que empieza a flirtear con ella. La relación empieza a adquirir tintes peculiares ante la actitud de John, al mismo tiempo cariñoso y distante, que empieza a introducir a su novia en extraños y morbosos juegos.

Comentario:

Nueve semanas y media parte de un esquema manido en el género erótico: el de la pareja que va explorando variadas fantasías sexuales cada vez un poco más en el límite de lo bizarro. En este caso los elementos que propiciaron el enorme éxito de taquilla y el fenómeno sociológico en el que se convirtió este film a mediados de los 80 fueron el haber sido uno de los pocos títulos comerciales que ofreció el género durante una época en la que el cine estaba replegándose hacia el público infantil y el entretenimiento familiar y, por otra parte, el romper con los clichés victorianos o decadentistas asociados al erotismo situando la acción en un marco moderno: una gran ciudad, personajes urbanos de clase media y escenarios cotidianos tratados además con una puesta en escena un tanto sensacionalista, heredada de la publicidad y el vídeoclip, muy a la moda en la época. La película ofrecía un erotismo al gusto de la juventud de los 80, una generación que, a diferencia de la anterior, disfrutaba ya de un acceso bastante normal a la pornografía a través de los videoclubs y por lo tanto veía como algo trasnochado el softcore (cine en la barrera del porno) y la coartada intelectual o pseudointelectual del género erótico de la década anterior.

John y Elizabeth, por lo tanto, son dos personajes cotidianos de la gran ciudad: jóvenes pero ya con cierto historial sexual y sentimental a sus espaldas, aquejados de la soledad de la vida urbana y en busca de nuevas sensaciones. En realidad los juegos con los que van a experimentar son de naturaleza sadomasoquista: John siempre lleva la voz cantante en ellos y Elizabeth le obedece y se deja hacer, muchas veces atada o con los ojos vendados. Pero el director juega hábilmente con la difusa estructura narrativa de la película para enmascarar el trasfondo de la historia y ofrecer sólo el lado más estético de la sumisión: por ejemplo, vemos a John comprar y probar en el aire una fusta, pero no sabemos si llega a usarla o no.

De esta forma la película se queda en una calculada ambigüedad: él habla en una escena de que ella sea su niña, de bañarla, vestirla y alimentarla; ¿se refiere sólo a cuidarla con ternura o está proponiendo una relación fetichista de dominación en la que cada uno tiene un rol muy determinado? Que en otra ocasión John amenace con azotarla con un cinturón parece indicar que lo que él desea es un juego de infantilización o de sadomasoquismo suave en el que se alternan los mimos y los castigos, una propuesta ante la cual la postura de ella es tan ambivalente como la propia película: se muestra ofendida cuando John hace más explícito el componente de humillación pero acepta sin problemas someterse a sus fantasías durante el resto del tiempo. Esta confusión no deja de perpetuar un esquema muy sexista en el que, siempre que no se sobrepasen ciertos límites, se ve la sumisión sexual de la mujer como algo morboso y como el tipo de fantasías que es normal explorar. Lo preocupante no es que Elizabeth sea masoquista, sino que no sea consciente de que lo es y se someta a los caprichos sexuales de su pareja, no porque tenga claro que los comparta, como ocurría en Secretary, sino porque lo ve como lo normal que una mujer hace por amor, y que la película lo presente de esta manera.

Escenas destacadas:

  • En uno de sus primeros encuentros sexuales, John le venda los ojos a Elizabeth: abre la nevera y acaricia su cuerpo con distintas frutas y con un cubito de hielo.
  • Elizabeth se siente excitada mientras contempla una serie de diapositivas en el trabajo. Comienza a masturbarse mientras las imágenes se suceden.
  • La escena más celebrada de la película: Elizabeth, iluminada por unas persianas venecianas, obsequia a John con un strip-tease mientras suena de fondo You can leave your hat on de Joe Cocker.

Anécdotas:

  • Tuvo un enorme éxito de taquilla que la colocó entre las películas míticas de la década de los 80. Tal vez en parte por eso, la crítica se cebó en ella y hasta estuvo nominada en varias categorías a los premios razzie a los peores films del año, unos galardones más bien cobardes y reaccionarios que suelen cebarse con los títulos de contenido erótico.
  • Kim Basinger utilizó una doble de cuerpo para algunas de las escenas de desnudo o subidas de tono. No obstante, se convirtió en el sex-symbol por excelencia de esa época, trono que sólo Sharon Stone conseguiría arrebatarle años más tarde con Instinto básico.
  • Basinger llegó a declarar estar muy orgullosa de la película por haber contribuido a la educación sexual de muchas mujeres americanas que, según ella, habían aprendido a masturbarse viendo el film.
  • El estilo narrativo de planos muy cortos de Adrian Lyne obligó a una titánica y un tanto controvertida labor de montaje, en la que muchas escenas se cortaron, hay quien dice que por motivos de censura. El DVD incluye algunas de las escenas borradas; sería interesante saber si las secuencias suprimidas llegaban más lejos en cuanto a mostrar la naturaleza sadomasoquista de la relación que se cuenta en la película.
  • Zalman King, el productor, desarrolló, a raíz del éxito del film, toda una carrera como erotómano dirigiendo títulos como Orquídea salvaje, también con Mickey Rourke, o su secuela Piernas de terciopelo.

Sobre el director:

Nacido en Cambridgeshire, Inglaterra, en 1941, Adrian Lyne pertenece, junto con Alan Parker y los hermanos Ridley y Tony Scott, a la generación de realizadores británicos formados en el mundo de la publicidad y el videoclip que definieron estéticamente el cine de Hollywood de los años 80. Su estilo controvertido, muy atractivo para el público mayoritario pero banal y sensacionalista para algunos, pone la estética en primer plano descuidando por lo general la narración. Tras su primer gran éxito con Flashdance (1982), el sexo, y en particular el tema de la fidelidad visto desde un prisma puritano, planea sobre casi todo su cine, como demuestra Atracción fatal, su película más lograda y mejor escrita, pero también Una proposición indecente (1993), y su hasta el momento último trabajo, Infiel (2002). Su otro gran éxito en el cine erótico lo protagonizó con el título que nos ocupa, Nueve semanas y media (1986).

28 enero 2007

A la caza: entre botas, esposas y cuero

Cruising. USA, 1980.

Director: William Friedkin

Guionista: William Friedkin, basándose en la novela de Gerald Walker

Intérpretes: Al Pacino, Paul Sorvino, Karen Allen, Richard Cox

Temáticas de interés: homosexualidad masculina, crimen sexual, sadomasoquismo, sexo esporádico

Sinopsis:

Un asesino en serie que mata a sus víctimas después de tener relaciones sexuales con ellos siembra el terror entre la comunidad homosexual de Nueva York. Para capturarlo, la policía decide infiltrar a Steve, un agente heterosexual, como topo en la zona donde opera el psicópata: los locales más fuertes del ambiente gay, particularmente los de estética leather y sadomasoquista.

Comentario:

A diferencia de muchas de las películas comentadas en este blog, los valores estrictamente cinematográficos de A la caza son escasos; como thriller es muy confuso, no juega con la intriga de averiguar quien será el culpable, ni tampoco la investigación policial reviste mucho interés, sino que el agente se “topa” con el asesino de forma casi casual; para más, el ambiguo final lleno de cabos sueltos siembra la duda acerca de su culpabilidad sin aclarar gran cosa. Estos elementos podrían no verse como defectos si el film no pretendiera ser un thriller clásico, sino que utilizara la trama detectivesca como excusa para abordar lo que tal vez sea el tema principal de la película, como un policía típicamente heterosexual tiene que hacerse pasar por gay, vivir en la zona de ambiente de San Francisco, y alternar por los bares más sórdidos del village, sintiéndose cada vez más atraído y fascinado por la estética fetichista y por el estilo de vida de sexo rápido y sin ataduras que le rodea.

Aplicando este segundo enfoque, es cuando A la caza deja boquiabierto al espectador actual mostrando a una estrella de Hollywood como Al Pacino metido en locales donde tiene lugar todo tipo de sexo entre hombres a la vista de todos, sin tratarse además de una producción independiente, sino de un thriller comercial de un gran estudio. No obstante, de ahí surge también el problema de la película. Por muy atrevida que fuera en su día (de hecho hoy en día sería impensable ver a un actor mínimamente conocido atado y dispuesto a tener una relación homosexual sadomasoquista, o presenciando una sesión de fist-fucking, entre otras cosas), la historia se resiente de no poner toda la carne en el asador y no atreverse a afirmar con rotundidad que el protagonista está dudando de su heterosexualidad y que le está empezando a gustar lo que ve. Se afirma con cierta ambigüedad que el policía está confundido y que su misión le está afectando, pero no se llega a decir con claridad en que sentido le afecta. Por la misma razón, no acaba de pasar a segundo plano la trama detectivesca que, como ya se ha mencionado, resulta fallida y más mal que bien construida.

Así pues, el interés de A la caza reside en su condición de curiosidad como proyecto típico de la borrachera de finales de los años 70 que en la actualidad sería implanteable por su incorrección política en todos los sentidos. Y es que, curiosamente, las críticas al film no vinieron en su momento de sectores conservadores, sino de colectivos de gays y simpatizantes que protestaron por la identificación que se da en el film entre homosexualidad, promiscuidad, sexo duro, y también enfermedad mental y muerte. Es cierto que resulta altamente tendencioso que la primera película de Hollywood que habló sin tapujos de la homosexualidad lo hiciera recreándose en los locales más sórdidos y llevara en inglés el título de cruising, término que se emplea para la búsqueda de sexo rápido y esporádico en parques y sitios públicos; no obstante, un letrero al comienzo del film ya aclara que la realidad que se muestra en él no representa a todos los homosexuales sino a una pequeña parte de ellos, y también existe un personaje secundario, el vecino del protagonista, que vive su tendencia sexual de otra forma y sin promiscuidad. Seguramente el problema no es la existencia de films como éste, aunque puedan reforzar ciertos estereotipos, sino más bien la ausencia en el cine comercial de otras películas que den otras visiones acerca de la homosexualidad. En todo caso (al menos a juicio del que escribe) la ambigüedad y la presunta homofobia de A la caza son muy preferibles a la asepsia políticamente correcta de la mayoría de films comerciales actuales, donde el gay es un personaje secundario, el mejor amigo guapo y asexuado de la protagonista, a la que da buenos consejos sobre los hombres mientras la acompaña a comprar vestidos.

Escenas destacadas:

  • Un chico liga con otro en la calle y va con él a una habitación de hotel. Allí accede a ser atado como juego erótico; una vez inmovilizado, su misterioso acompañante saca un cuchillo de una de sus botas de cuero y lo apuñala causándole la muerte.
  • Steve, el policía infiltrado, visita una tienda de ropa con el fin de adquirir la indumentaria adecuada para visitar los locales leather. Respondiendo a sus preguntas, el dependiente le asesora sobre el significado de los pañuelos de diversos colores que hay a la venta.
  • En su juerga nocturna, Steve entra en uno de los locales más fuertes de la zona de ambiente. Allí se suceden todo tipo de escenas; la más impactante, una sesión de fist fucking (penetración con el puño) por parte de dos clientes. Pese a ser un agente real, Steve es paradójicamente expulsado del local por no ir vestido de policía como exige el código de vestimenta del lugar.

Anécdotas:

  • El director Brian de Palma se interesó por el proyecto, pero no logró adquirir sus derechos. Acabó haciendo Vestida para matar, que podría considerarse hasta cierto punto como una versión heterosexual de A la caza.
  • Para lograr mayor realismo, el film se rodó al parecer en locales gay reales de Nueva York, siendo muchos de los extras los dueños y clientes habituales de los clubs.
  • Su recaudación en taquilla, de unos 13 millones de dólares, fue discreta, y más fría aún resultó la acogida entre la crítica. De hecho, el film estuvo nominado a los más bien reaccionarios premios razzie o antioscar en las categorías de peor película, director y guión del año.

Sobre el director:

Nacido en Chicago en 1935, William Friedkin ascendió al Olimpo de Hollywood a comienzos de los años 70 por llevar a cabo The french connection (1971), que le valió el Oscar al mejor director, y a continuación la famosísima El exorcista (1973). No obstante, el escaso éxito de su cine posterior, en el que nunca ha logrado aproximarse siquiera a la aceptación que tuvieron estas dos películas, le ha convertido en la gran promesa incumplida entre los nuevos cineastas de ese período, y en un nombre menor comparado con otros compañeros de generación, como Steven Spielberg, Martin Scorsese o Francis Ford Coppola. El erotismo no ha ocupado un lugar muy destacado en su cine, con la excepción del film que nos ocupa y de otro thriller erótico de escaso éxito comercial, Jade (1995), que pretendía seguir la estela de Instinto básico.

Enlaces:

10 octubre 2006

Lunas de hiel: amor y sexo (auto)destructivos

Bitter moon. Francia – Reino Unido, 1992


Director: Roman Polanski

Guionistas: Gérard Brach, John Brownjohn y Roman Polanski

Intérpretes: Peter Coyote, Emmanuelle Seigner, Hugh Grant, Kristin Scott Thomas

Temáticas de interés: Obsesión, sadomasoquismo

Sinopsis:

Nigel y Fiona, un matrimonio inglés en crisis, emprenden una segunda luna de miel en un crucero para intentar reflotar su relación. Nigel entra en contacto con una extraña pareja, Oscar y Mimi. Ella le provoca, con el beneplácito de su marido al parecer. Este último busca la compañía de Nigel para contarle su torturada historia de amor con Mimi.

Comentario:

Roman Polanski, director amante de las relaciones turbias, lleva a cabo en Lunas de hiel un viaje desde los cielos hasta los infiernos de la vida en pareja. El primer encuentro de Oscar y Mimi cumple con todos los clichés románticos: un autobús de París, un escritor americano amante de la vida bohemia, un hombre que ve sus fantasías eróticas hacerse realidad en una jovencita, y una chica que a su vez ve satisfecho otro típico sueño, el de ser musa de un artista mayor que ella, al que puede idolatrar y que la hace sentirse protegida.

Este habría sido el final feliz de cualquier película; sin embargo aquí es sólo el comienzo. ¿Qué pasa después de que el chico y la chica se conocen y se van a vivir juntos, en teoría para siempre? Pues si el sueño no es más que eso, un sueño, y si ninguno de los dos está realmente enamorado de la otra persona, sino sólo de la fantasía romántica que han proyectado sobre ella, el espejismo acabará rompiéndose y el sueño volvíéndose pesadilla. Oscar ha tenido probablemente otras Mimis en su vida, y la realidad es que la actual es sólo una más de ellas: como muchos artistas, es inmaduro, egocéntrico, se siente fracasado, y se desprecia a sí mismo. Y nada más fácil que volcar ese desprecio en Mimi, que también tiene la autoestima a ras de suelo. Prototipo de mujer débil y víctima, prefiere la comodidad de ser el objeto de deseo de un hombre más mayor a una relación más equilibrada en la que tenga que tomar decisiones y enfrentarse a la vida.

Tras el breve período de felicidad inicial de la pareja, empieza el aburrimiento, que al principio tratan de subsanar con nuevas fantasías eróticas cada vez más peligrosas, como humillar al otro o flirtear con un tercero delante de los demás. Oscar, más racional, intenta por todos los medios cortar la relación antes de que lleguen a hacerse daño de verdad. Pero Mimi ya ha desarrollado una dependencia patológica y, sin mostrar ninguna dignidad ni respeto hacia sí misma, está dispuesta a todo con tal de seguir con él, aún sabiendo que la relación no se basará en el amor sino en la humillación y el desprecio mutuos. Tan falto de personalidad y de amor propio como ella, él acepta el juego autodestructivo y se divierte sometiéndola a todo tipo de vejaciones hasta llegar a la que para ella es la peor de todas: abandonarla.

En lugar de olvidarse por fin de él, ella volverá cuando él esté enfermo para continuar con su enfermiza relación, aunque ahora cambiando los roles, porque ella pasa a ser la déspota, y quitándose cualquier careta: ambos han dejado ya de engañarse a sí mismos y asumen su morbosa dependencia de este (auto)destructivo juego. Hacer daño al otro y al mismo tiempo a sí mismos es el objetivo de sus vidas.

Lunas de hiel dramatiza llevando hasta los extremos más bizarros un proceso degenerativo que, en mayor o menor medida, sí puede darse en algunas o en muchas parejas. Oscar y Mimi son un peligroso espejo de aviso para el otro matrimonio en crisis, Nigel y Fiona, aunque ellos, más civilizados y burgueses, probablemente nunca llegarán a cruzar ciertas barreras. No obstante, la película, y ese sea probablemente su principal fallo, profundiza muy poco en la relación entre ellos, resulta muy evidente que están ahí porque Oscar necesita un espectador a quien contar su historia. El mayor mérito de este interesante film, no obstante, es su condición de caramelo envenenado, puesto que cuenta una dura historia de degradación de forma amena y más bien propia de un cine de contenidos más superficiales.


Escenas destacadas:

  • Cuando comienza el hastío en su relación, Oscar y Mimi experimentan nuevas prácticas sexuales. Podemos ver como él se disfraza de cerdo y ella se viste de cuero con látigo incluido.
  • La puerta de estas nuevas fantasías es una lluvia dorada que no podemos ver, sólo escuchar de labios de Oscar.
  • Mimi visita a Oscar en el hospital, aparentemente para reconciliarse con él. Sin embargo lo ataca tirándolo de la cama y postrándolo irreversiblemente en una silla de ruedas.


Anécdotas:

  • España fue el país donde, en términos relativos, funcionó mejor la película económicamente. La acogida del público fue también razonablemente buena en Francia, más discreta en Alemania, y fría en el Reino Unido y Estados Unidos. En este último país, Polanski tiene una causa pendiente con la justicia por abusos a una menor, por lo que evidentemente no pudo hacer promoción del film.
  • La protagonista, Emmanuelle Seigner, es la esposa del director. Ya habían trabajado juntos en Frenético, y repetirían colaboración en La novena puerta.


Sobre el director:

Roman Polanski nace en París hijo de inmigrantes judíos polacos. Durante su infancia su familia vuelve a Polonia, donde el pequeño Roman vivirá la ocupación nazi, la persecución a los judios y el exterminio de su madre y varios miembros de su familia en los campos de concentración. Durante su juventud, la situación en su país, ocupado por los soviéticos, tampoco es muy halagüeña: su primera película, El cuchillo en el agua, resulta muy duramente acogida por el gobierno títere de Moscú, obligándole en la práctica a exiliarse en occidente, donde llevará a cabo sus siguientes obras. Toda su filmografía tiene un marcado tono morboso y voyeurístico, aunque esta sensualidad suele tener poco de complaciente. Los juegos fetichistas ambientados en escenarios aislados del exterior y con pocos personajes son habituales en su filmografía, con títulos como El cuchillo en el agua, Callejón sin salida, la presente Lunas de hiel o La muerte y la doncella.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/name/nm0000591/
http://spauld.blogspot.com/2005/08/ustedes-lo-han-querido-lunas-de-hiel.html
http://www.tiendacine.com/lunas_de_hiel~pelicula~3404.html

27 septiembre 2006

Secretary: El amor no siempre es suave

Secretary. USA, 2002



Director: Steven Shainberg

Guionista: Erin Cressida Wilson

Intérpretes: Maggie Gyllenhaal, James Spader

Temáticas de interés: Sadomasoquismo

Sinopsis:

Lee es una chica peculiar: cuando se siente superada por los acontecimientos se relaja autoagrediéndose. Tras excederse en uno de los castigos que se inflige a sí misma, pasa algún tiempo en una clínica psiquiátrica. A su salida, necesita rehacer su vida encontrando un trabajo; la oferta de convertirse en secretaria de Edward, un abogado poco importante, la seduce extrañamente. Su jefe resulta ser al menos tan especial como ella, y la relación entre ambos empieza a rebasar los límites de lo profesional. Edward la regaña de una forma particularmente humillante cuando Lee hace mal sus tareas, y esta sumisión resulta ser muy gratificante para la joven, que descubre en ello una forma de placer muy superior a sus autoagresiones.

Comentario:

Lee es una chica brillante y con preparación; no obstante, se ve empujada a recurrir al dolor como terapia ante cualquier circunstancia adversa: ya está acostumbrada a llevar consigo un pequeño bolso con instrumentos de tortura y un botiquín para curarse. La película no cae en la vulgaridad de explicar el masoquismo de la joven mediante un trauma de infancia, etc. Lee se ha criado en una familia sobreprotectora y un tanto disfuncional, pero como todo el entorno que la rodea es igual de excéntrico, tampoco podemos cargar las tintas en eso como una posible causa de su problema. Además, su baja autoestima la hace aspirar al puesto de secretaria; pudiendo elegir algo mejor, prefiere un trabajo sin responsabilidades donde podrá estar subordinada, limitarse a recibir órdenes y de esa forma sentirse protegida. Lee consigue la estabilidad cuando, a través de su atractivo jefe, puede canalizar su necesidad de dolor y su deseo de humillación de forma positiva. Lo que siempre había sido algo vergonzoso y un secreto a esconder ante los demás, para su jefe es algo atractivo, puesto que él busca eso en una chica. La propia Lee le dice a Edward que con él por primera vez en su vida se siente una mujer bonita. Ya no volverá a necesitar autolesionarse, y tampoco podrá volver a una relación convencional con un novio aburrido.

Por su parte Edward, tras un matrimonio fracasado con una mujer a la que sigue sintiéndose inferior e incapaz de enfrentarse, se ha refugiado en la dominación y el despotismo con el sexo opuesto para que le rechacen y así protegerse de otro fracaso. Su estrategia de congelar su vida sentimental le funciona hasta que da con Lee, la horma de su zapato. La joven entra en el juego de sumisión con una complicidad tal que rompe los esquemas de Edward, que tiene miedo de la responsabilidad de engancharla al sadomasoquismo, y también de volver a enamorarse. Su reacción cobarde es huir y echar a Lee de su vida, pero para ella, una vez que ha descubierto lo que realmente le gusta y necesita, no hay marcha atrás posible. El amor tiene que triunfar .....

Que en estos tiempos de extrema sensibilidad ante cualquier comportamiento políticamente incorrecto, y especialmente ante la violencia contra la mujer, una película en la que una joven disfruta siendo humillada y azotada no haya levantado ninguna voz en contra, es la prueba más fehaciente de la sensibilidad con la que Secretary aborda el tema de las relaciones sadomasoquistas, hasta ahora siempre reducidas en el cine al cliché de la dominatrix vestida de cuero, o al tratamiento estereotipado que ofrecía, entre otros, un afamado título de la misma época, La pianista (2001), paradigma de la película que se limita al exhibicionismo morboso de comportamientos aberrantes asociados de forma reaccionaria y moralizante a traumas y trastornos mentales, y que, por acomodarse a lo ya establecido, consiguió un aplauso y un reconocimiento que siempre le estarán vetados a propuestas más audaces como Secretary, destinada a ser obra de culto.

No obstante, tampoco estamos ante un film didáctico que pretenda justificar ni normalizar comportamientos. El delicado retrato que hace el guión de unos personajes demasiado definidos y singulares como para ser bandera de nada, totalmente al margen de la caricatura o del estereotipo, unido al estupendo trabajo de los actores y a la acertada puesta en escena de Steven Shainberg, que los sumerge a ellos y al público en una atmósfera casi surreal en la que el juego de dominación y sumisión puede resultar chocante pero en ningún caso ridículo, convierten a Secretary en una perfecta y atrevida puesta al día de la comedia romántica convencional. Chico conoce a chica, chico pierde a chica, y chico recupera a chica .... la peculiaridad es que el chico es dominante, la chica es masoquista y los besos se ven reemplazados por azotes. Los caminos del amor son inescrutables.

Escenas destacadas:
  • Lee, la secretaria, se dirige a la mesa del jefe con la cabeza y los brazos introducidos en los agujeros de un cepo. Parece sentirse de lo más cómoda metida en este instrumento medieval, al que se la ve muy acostumbrada. Este es el comienzo del film; un flashback nos narrará cómo llegó la joven a encontrarse en esta situación.
  • Lee llega, un tanto inquieta, al bufete de Edward para su primer día de trabajo. La secretaria anterior se cruza con ella al marcharse; la observa de arriba a abajo y la llama sumisa en voz alta.
  • Edward, enfadado, llama a Lee a su despacho para reprenderla por sus múltiples errores de mecanografía. Le ordena inclinarse sobre la mesa, y comienza a leer la carta, propinándole un sonoro azote por cada error.
  • Al llegar a casa, Lee echa de menos las palizas de su jefe. Se golpea a sí misma con un cepillo, y le insinúa a su no muy inteligente novio que le haga lo mismo que le hace Edward, con poco éxito.
  • Cuando Edward despide a Lee y pretende dejar de verla, la joven coloca las manos sobre la mesa del jefe y se niega a moverse de allí a menos que él venga a buscarla.

Anécdotas:
  • Maggie Gyllenhaal recibió una significativa cantidad de premios por su interpretación, aparte de un sinfín de alabanzas. Nominada para el Independent Spirit y el Globo de Oro, su papel de una masoquista resultó no obstante un tanto extremo para la Academia de Hollywood, que no la propuso para el Oscar. También el guión fue destacado con diversos premios y nominaciones.
  • James Spader parece especializado en personajes fetichistas. Al jefe dominante de Secretary, hay que añadirle el obseso de los accidentes de tráfico en Crash y al voyeur impotente de Sexo, mentiras y cintas de video.

Sobre el director:

Steven Shainberg nació en Nueva York en 1964. Tras llevar a cabo unos cuantos cortometrajes (uno de ellos ya contenía el germen de Secretary), debutó en el largo en 1996 con Hit me, que, aunque pueda parecerlo, no es otra historia sadomasoquista sino una adaptación del gran autor de novela negra Jim Thomson. Tras el éxito que ésta, su segunda película, ha tenido en los circuitos independientes, su nueva obra, Fur, en fase de postproducción en estos momentos, protagonizada por Nicole Kidman, puede ser un paso hacia proyectos más ambiciosos.


Enlaces:

22 septiembre 2006

Maîtresse: Los caballeros las prefieren dominantes

Maîtresse. Francia, 1976

Director: Barbet Schroeder

Guionista: Barbet Schroeder y Paul Voujargol

Intérpretes: Gérard Depardieu, Bulle Ogier

Temáticas de interés: Prostitución, sadomasoquismo

Sinopsis:

Olivier es un ladronzuelo de provincias recién llegado a París. Al entrar a robar en un piso aparentemente deshabitado se encuentra con una mazmorra sadomasoquista con un "preso" entre barrotes incluido. El ama, Ariane, entra en ese momento en el piso para tener una sesión con su cliente enjaulado, y al descubrir allí a Olivier, decide utilizarlo como ayudante improvisado en la ceremonia. El chico se queda prendado de Ariane, la invita a salir y comienza una extraña relación con ella.

Comentario:

Aunque ahora pensemos en él como un actor clásico y un divo del cine francés, Gérard Depardieu (igual que Catherine Deneuve en su día) construyó su carrera y su prestigio a base de apuestas arriesgadas, aunque pocas tan extremas como ésta. Mostrar de forma tan didácticamente detallada sesiones de prostitución sadomasoquista era un terreno prácticamente inexplorado en cine en el momento en que se rodó esta película. El gran mérito del director, Barbet Schroeder, es mostrar estas prácticas de forma fría, respetando a los personajes, tanto a Olivier, como a Ariane, como a sus clientes, sin mirarlos por encima del hombro ni de forma paternalista. Ni juzga a la chica por dedicarse a la prostitución, ni considera a sus clientes como enfermos ni como pervertidos, simplemente expone lo que les gusta y deja que cada espectador se forme su opinión.

No obstante, Schroeder centra más su interés en mostrar los detalles del singular trabajo de Ariane que en profundizar en su relación con Olivier y en la interacción entre los personajes, que sería sin duda lo más interesante de la película: como este chico sin nada que perder se entrega a esta mujer tan enigmática, y como ella rompe sus esquemas y aprende a abrirle a otra persona su hermética vida y su corazón. Maîtresse podría haber sido una buena historia de amor en un ambiente bizarro, pero este marco termina por anular a la historia y a los personajes, convirtiendo al film en poco más que una rareza interesante pero fallida.

Escenas destacadas:
  • Olivier entra, junto con un compinche, a robar en el piso de Ariane. No pueden encender la luz y con sus linternas empiezan a descubrir los trajes de cuero, latex y todo un amplio catálogo de instrumentos sadomasoquistas. Lo más impactante es que en una de las jaulas de castigo encuentran a un cliente desnudo esperando por su ama.
  • Al descubrir a Olivier, Ariane le pide / obliga a que participe en la sesión de dominación orinando encima del cliente. El chico cumple su cometido sin especial motivación, pero se alegra al recibir a cambio un efusivo beso de la dómina.
  • Ariane lleva a Olivier a una mansión en el campo para "visitar a unos amigos". Son recibidos por un mayordomo de uniforme que derrama parte de la bebida que trae para Olivier. Ariane lo abofetea y le apaga un cigarrillo en la mano; el mayordomo es en realidad el señor de la casa y un buen cliente de Ariane. Olivier tendrá que volver a ejercer de ayudante en la sesión, esta vez propinando una larga paliza con un cinturón a una chica desnuda.
  • La maîtresse, en el ejercicio de su actividad laboral, ata los genitales de un cliente y clava con gran precisión y profesionalidad las ceñidas correas para apretarle todavía más.

Anécdotas:
  • Se dice que los extras que interpretan a los clientes de Ariane que sufren las escenas de más fuerte contenido sadomasoquista no sólo no cobraron, sino que pagaron por protagonizarlas.
  • La película pudo exhibirse sin ningún corte de censura en Francia, pero su estreno fue prohibido en Gran Bretaña durante cuatro años. En España no llegó a estrenarse.
Sobre el director:

Barbet Schroeder (Teheran 1941, aunque de nacionalidad alemana) es un aventurero del cine con una carrera de lo más dispar. Como productor es responsable de títulos tan relevantes del cine europeo como la serie de películas de Eric Rohmer de los años 60 y 70 conocida como los cuentos morales; más tarde iniciaría su carrera como director, primero en el cine francés, después en Hollywood, donde ha llevado a cabo obras como El misterio Von Bulow (1990) o títulos más comerciales como Mujer blanca soltera busca (1992). A pesar de su carrera americana, no renuncia a proyectos puntuales en Francia, como La virgen de los sicarios (2000). Aparte de Maîtresse, no puede decirse que el erotismo sea un elemento importante en su filmografía.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0074883/
http://www.zonadvd.com/modules.php?name=Reviews&rop=showcontent&id=152

30 agosto 2006

Ese oscuro objeto del deseo: Buñuel o los infortunios de la virtud

Cet obscur objet du désir. Francia - España, 1977

Director: Luis Buñuel
Guionistas: Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière según la novela de Pierre Louÿs
Intérpretes: Fernando Rey, Carole Bouquet, Ángela Molina
Temáticas de interés: Obsesión, Sadomasoquismo


Sinopsis:


Poco antes de la salida de un tren, uno de los pasajeros vacía un barreño de agua encima de una joven, que a pesar de este desprecio se sube en el vagón para no separarse de él. El caballero, un elegante señor burgués llamado Mathieu, empieza a narrar a sus extrañados compañeros de viaje su historia con la chica, Conchita, a la que conoció tiempo atrás cuando ésta trabajaba de doncella en casa de un amigo suyo. Entonces intentó seducirla, y ella respondió abandonando la mansión y su empleo. Este comportamiento suscita el interés de Matthieu, que se queda prendado de la misteriosa chica. Cuando se vuelven a encontrar tiempo después, Conchita excita su deseo mostrándose complaciente con él, para luego postergar y finalmente rechazar el momento de las relaciones sexuales.

Comentario:
Gran conocedor de la naturaleza humana y con una visión de la misma poco complaciente, Buñuel era un admirador de la figura del marqués de Sade, y Ese oscuro objeto del deseo es uno de sus films en los que el director desarrolla de forma más profunda y compleja la filosofía sadiana de los infortunios de la virtud: cuanto más dóciles somos con los demás, más perversos son los demás con nosotros y al revés, sobre todo cuando entran en juego los mecanismos del deseo sexual. Lo que más se desea es lo que no se puede tener.

Mathieu tiene una buena posición, y aunque desconocemos su vida amorosa anterior, es probable que esté acostumbrado a poseer a todas las mujeres que desea, sobre todo si son de clase social inferior. Sin embargo lo que le atrae de Conchita es precisamente que se le resiste y que se niega a adoptar el rol sumiso que él espera. La joven utiliza sus armas de mujer para excitar a un hombre maduro y utilizarlo; Conchita es más inteligente que Mathieu y sabe que en el momento en que éste tenga relaciones sexuales plenas con ella, la considerará una más de sus conquistas y la abandonará. Por lo tanto su baza es la de ponerle la miel en los labios de vez en cuando, y luego frenarle. Este peligroso y cruel juego de seducción / rechazo hace que Mathieu se obsesione por Conchita con una pasión que probablemente nunca antes había experimentado: el Don Juan se ha encontrado con la horma de su zapato.

Sin embargo, Conchita no es, como parece, una advenediza que busca simplemente vivir a costa de su pretendiente sin tener que ofrecer sexo a cambio, puesto que no lo abandona cuando ya ha conseguido que éste le compra una casa; quiere tener una auténtica relación afectiva a la que él se niega, al igual que ella se niega a mantener con él una auténtica relación sexual. Para lograr su objetivo, deberá humillar a Mathieu hasta el final para así destruir definitivamente el rol dominante y déspota al que él está acostumbrado.


SPOILER: Tras un largo y lento calvario en el que ella lo abandona y él se arrastra para recuperarla muchas veces, Mathieu sufre su humillación definitiva cuando Conchita le da a otro hombre lo que a él le ha negado. Ahora es ella la que se ha acostumbrado al despotismo, y sólo tras ser a su vez humillada recibiendo una paliza puede restablecerse el equilibrio que les permitirá vivir por fin una relación afectiva y sexual plena. O esto es más bien lo que sugiere el final de la película para disgusto de Buñuel, que se mostraba descontento con esta interpretación, puesto que para él la pareja nunca conseguirá consumar una relación sexual y el juego cruel continuará eternamente.

Aunque a Ese oscuro objeto del deseo no le falten toques surrealistas, es uno de los films más accesibles y, a nivel formal, más convencionales de la última etapa del cine de Buñuel. Tal vez ello se deba a la conexión que el director debió de sentir al leer la novela La mujer y el pelele, que le motivó, como en el caso de sus adaptaciones de Galdós, Tristana y Nazarín, a llevar a cabo una adaptación fiel y renunciar a la estructura dispersa de otras de sus películas.

Escenas destacadas:

  • Mathieu se dispone a coger el tren de regreso a París. Una chica corre tras él para hablarle antes de que se marche. Él se niega a verla y además le arroja un cubo de agua encima delante del resto de atónitos pasajeros. A pesar de esto, la joven entra en el tren sin que él la vea.
  • Una noche Mathieu no resiste más la abstinencia sexual que le impone Conchita y se muestra dispuesto a violarla si es preciso. Al desnudarla, ella resulta estar preparada para la ocasión y lleva puesto un corsé - cinturón de castidad que resulta imposible de abrir.
  • Cuando los ex - amantes se reencuentran en España, Conchita trabaja como bailarina en un tablao flamenco. Una de sus compañeras previene a Mathieu de que la joven no le ha dicho toda la verdad sobre su trabajo, y lo encamina hacia otra sala en la que Conchita baila desnuda para los turistas.
  • Humillación suprema de Mathieu: tras haberle comprado una casa a Conchita en Sevilla, ella le pide ser la única que posea la llave y le cita esa noche en la verja de entrada. Una vez allí, no le deja pasar, se burla de él con insultos, se desnuda y hace el amor con otro hombre.
  • Tras la humillación, cuando por fin Mathieu se ha desengañado y no quiere ver más a Conchita, ella va a visitarle pidiéndole que se vaya a vivir con ella. Él responde con una soberana paliza, que ella acepta sin rechistar.

Anécdotas:

  • La anécdota más famosa y característica de esta película es que dos actrices, Carole Bouquet y Ángela Molina, se alternan para interpretar a Conchita. Buñuel, a quien le encantaba despistar a los críticos, negaba que lo hubiera hecho de forma intencionada, e insistía en que la sustitución de una actriz por otra se debió simplemente a que Carole Bouquet tuvo que abandonar el rodaje a la mitad; no obstante, los cambios se producen muchas veces de una parte a otra de una misma secuencia, en planos que casi con toda seguridad tuvieron que rodarse de forma consecutiva, por lo que es más que probable que se trate de algo deliberado y planeado desde el principio.
  • Nominada para los Oscars de mejor película de habla no inglesa y mejor guión adaptado. También para los premios Cesar al mejor director y guión adaptado, y al Globo de Oro de mejor película de habla no inglesa.
  • Maria Schneider rechazó el papel de Conchita (el medio papel más bien) a causa de las escenas de desnudo; curiosamente, no había puesto tantos reparos en rodar escenas tanto o más fuertes en El último tango en París unos años antes.

Sobre el director:

Luis Buñuel (Calanda, Teruel, 1900 - Mexico 1983) es uno de los mayores genios del séptimo arte, padre del cine de vanguardia y del surrealismo cinematográfico, y uno de los personajes más influyentes de la historia del cine de autor. Es además uno de los principales erotómanos del celuloide, experto en narrar historias obsesivas y fetichistas, en las que se muestra tanto su herencia surrealista como una estricta formación religiosa que reprime la sexualidad desviándola hacia terrenos insospechados. Durante su estancia en México (donde tuvo que exiliarse tras la guerra civil española) disfrazaba sus relatos fetichistas bajo la apariencia de melodramas como Él o Ensayo de un crimen. Más adelante en Francia, y esporádicamente en España, pudo rodar sus fantasías con mayor libertad en Viridiana, Belle de jour, Tristana, o Ese oscuro objeto del deseo, última película y broche de oro de su filmografía.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0075824/
http://www.luisbunuel.org/
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article2456.html