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30 marzo 2009

Las noches de luna llena: revueltos pero no juntos

Les nuits de la pleine lune. Francia, 1984.

Director y guionista: Eric Rohmer

Intérpretes: Pascale Ogier, Tchéky Karyo, Fabrice Luchini

Temáticas de interés: amor libre, adulterio

Sinopsis:

Louise, una joven estudiante de arte, tiene un apartamento en el centro de París. Su novio, Remi, quiere que se traslade a vivir con ella a un piso más grande en las afueras. Ella acepta pero se niega a desembarazarse de su antiguo apartamento, en el que de hecho prefiere quedarse los fines de semana para disgusto de Remi.

Comentario:

Louise y Remi se quieren pero buscan cosas muy diferentes en una relación de pareja: a Remi le gusta estar todo el tiempo con su chica, mientras que Louise quiere tener su espacio, tal vez porque no está preparada para el compromiso, tal vez porque no quiere a su novio lo suficiente, o tal vez porque es una mujer independiente y Remi no es el hombre adecuado para ella. Para estar segura de lo que quiere, la joven propone pasar cada uno los fines de semana por su lado, él en su piso de una tranquila zona residencial en las afueras, ella disfrutando del ajetreo y la vida noctura parisina. Remi piensa que, aunque la intención de su novia sea buena, acabará conociendo a algún otro hombre durante sus noches de juerga; o tal vez ya lo conoce: el joven desconfía no poco de Pascal, un amigo de Louise que le tira los tejos continuamente de forma más o menos solapada.

Las noches de luna llena aborda un problema tan habitual como es la búsqueda de alternativas a un estereotipo ideal de pareja que para muchas personas no funciona; la historia transcurre en los años 80 en los que el cuestionamiento de la pareja tradicional y la búsqueda del amor libre parece haberse enterrado definitivamente: no parece haber más alternativas que la pareja monógama que debe ocupar el 100 % del espacio vital de la persona, o la soledad y la búsqueda de un amante distinto para cada noche. La protagonista de la película busca el ideal, un vínculo fuera de estereotipos sociales que le permita al mismo tiempo dar y recibir afecto sin renunciar a su independencia. Tal vez por ser demasiado joven, Louise es muy inocente, no sólo por pensar que es tan fácil romper con las normas, sino por no darse cuenta de que Pascal quiere hacerla su amante.

La lectura más rápida de la película es que estos planteamientos modernos acerca de una relativa libertad dentro de la pareja están abocados al fracaso, pero un análisis más detallado del comportamiento de los personajes y de las causas de ese fracaso constata que Louise pretende ser sincera y vivir de una forma abierta una doble vida al margen de su novio mientras que los personajes masculinos, Pascal y Remi, representantes y defensores de la pareja tradicional, están también viviendo esa doble vida pero de forma oculta e hipócrita. Mientras que aparentemente, según una lectura conservadora, Louise no quiere lo bastante a su novio para irse a vivir con él, la narración acaba concluyendo (SPOILER) que los sentimientos de ella son mucho más sinceros y profundos que los de él.

Como casi todo el cine de Rohmer, se trata de un film muy sencillo rodado casi íntegramente en interiores, cuya fuerza reside exclusivamente en los diálogos, los personajes y los conflictos eternos y universales que plantea.


Escenas destacadas:

  • Louise tiene una cita con un chico al que ha conocido en una fiesta; cuando se va a reunir con él, aparece Pascale de improviso, mostrándose celoso y revelándole sin ambages que quiere acostarse con ella.


Anécdotas:
  • Se presentó en el festival de Venecia de 1984, en el que obtuvo el premio a la mejor actriz para Pascale Ogier. Posteriormente logró nominaciones a los principales premios César (mejor película, director, actriz, actor secundario y guión), aunque acabó yéndose de vacío.

Sobre el director:

Eric Rohmer (Nancy, Francia, 1920 - ) es, junto a François Truffaut, Claude Chabrol y Jean-Luc Godard, uno de los nombres fundamentales de la llamada nouvelle vague, que revolucionó el cine francés a principios de los años 60 y sentó las bases del cine moderno en todo el mundo. La fama le viene principalmente a raíz de sus famosas sagas, como los cuentos morales (de los que forma parte El amor después de mediodía), las comedias y proverbios (a los que pertenece Las noches de luna llena) o los cuentos de las cuatro estaciones, que sorprenden por la naturalidad de los diálogos, fruto de un arduo trabajo previo de semiimprovisación con los actores, sus largos planos secuencia y la gran sensación de verosimilitud. El talento de Rohmer para construir historias a partir de elementos mínimos, basándose de manera principal en el diálogo, ha sido enormemente influyente, muy imitado por los cineastas independientes, y pocas veces igualado. El sexo en su cine es una fuente habitual de conflictos morales, que los personajes intentan analizar en largas charlas.

Enlaces:

IMDB

Filmoteca de Andalucía

01 junio 2008

Soy curiosa: socialismo erótico

Jag är nyfiken. Suecia, 1967-68.

Director: Vilgot Sjöman

Intérpretes: Lena Nyman, Vilgot Sjöman, Börje Ahlstedt

Temáticas de interés: liberación sexual, amor libre

Sinopsis:

Lena, una joven idealista, milita en distintas causas y pregunta a los suecos su opinión acerca de varios asuntos sociales y también sexuales. Su vida erótica y afectiva se divide entre Vilgot, el director que filma sus actividades como militante, y un hombre padre de un hijo.

Comentario:

La mezcla de realidad y ficción de Soy curiosa resuelta de lo más actual; como harían veintitantos años más tarde Victor Erice o Abbas Kiarostami, Vilgot Sjöman construye una película de ficción que trata sobre la filmación de un documental sobre la sociedad sueca y el sexo. No existe un guionista acreditado puesto que probablemente los actores, que se interpretan a sí mismos, incluyendo al propio director, toman una parte activa, como mínimo, en el diseño de unos personajes que no podemos saber hasta qué punto son ellos mismos o no. Es de suponer que Lena, la protagonista, desarrolla en la vida real la actividad de denuncia de desigualdades y defensa del feminismo y la libertad social y sexual que le vemos llevar a cabo durante el film. Y es de suponer también que ella y el director forman una pareja abierta como la que se ve en la pantalla.

En otra entrada del blog hablé de Encuesta sobre el amor, un documental de Pasolini muy similar por su recopilación de opiniones de gente de la calle respecto a temas sexuales, pero Soy curiosa aporta un juego metalingüístico mucho más audaz y deja totalmente de lado la supuesta neutralidad del film de Pasolini (sólo supuesta, porque el director deja muy claro su punto de vista sobre las cuestiones que se plantean) y asume que se trata de un film de denuncia y de todo un manifiesto político que plantea interesantes preguntas como por ejemplo si el incipiente turismo sueco en España durante la época ayuda a los españoles o si supone una complicidad con la dictadura franquista.

Vista hoy en día, resulta también un film muy didáctico sobre los años 60, la contracultura y el cuestionamiento de muchos valores que hasta entonces, y por desgracia también en la actualidad, se consideraban y se consideran inamovibles. Por entonces no se daba por hecho como se hace ahora que la sociedad siempre sería desigual sino que durante años se hizo un esfuerzo importante por disminuir la brecha que separa a los ricos y los pobres, y el mismo espíritu contestatario se aplicó también a la sexualidad. Como herencia de aquellos años, la homosexualidad (que Lena también explora manteniendo relaciones con una chica), la masturbación o el deseo sexual femenino han dejado de considerarse desviaciones para pasar a verse, al menos en el mundo desarrollado, con cierta normalidad. No obstante, en otras cuestiones, como un concepto de pareja basado en vínculos intelectuales y afectivos y no solamente ni necesariamente en la fidelidad sexual, Soy curiosa resulta hoy, tal vez más que nunca, un film muy audaz por plantear el aprendizaje sexual de una chica que mantiene relaciones con dos hombres a la vez, sin que ellos se consideren dueños de ella por ser sus amantes, un comportamiento que hoy sólo cabe considerar anacrónico.




Escenas destacadas:
  • Lena pregunta a varios transeuntes acerca de la diferencia de clases sociales en Suecia, si la sociedad sueca es clasista o no; uno de los entrevistados responde: si estamos desnudos no hay diferencias de clase; viste a la gente y ya tienes una sociedad clasista.
  • La joven y un compañero de militancia deciden asaltar una iglesia y enfrentarse con el obispo, al que despojan de su sotana y dejan en calzoncillos en una especie de performance.

Anécdotas:

  • Produjo una extraordinaria polémica en su estreno internacional, especialmente en Estados Unidos, donde llegó a estar secuestrada por la censura y no pudo estrenarse más que después de una sentencia judicial. Se la consideró pornográfica en su día y el director lee en la segunda parte de la película los insultos y amenazas contenidos en algunas cartas recibidas por espectadores indignados tras haber visto el primer capítulo.
  • En España, debido a sus críticas al franquismo, no pudo ser estrenada hasta 1978, tras la muerte del dictador.
  • La película está dividida en dos partes con los nombres de los dos colores de la bandera sueca: Soy curiosa azul y Soy curiosa amarillo, que se estrenaron en su día de forma separada y ahora se han editado en vídeo de la misma manera.

Sobre el director:

Vilgot Sjöman (1924 - 2006) nació en una familia de clase trabajadora de Estocolmo; tras conseguir una beca, pudo estudiar cine en Estados Unidos y empezar a desarrollar una carrera como escritor y director. Durante los años 60 y 70, tras colaborar con el principal cineasta sueco de la época, Ingmar Bergman, en Los comulgantes, llevó a cabo una serie de películas con temas provocativos, como incesto, homosexualidad y violación, que culminan con su mayor éxito y escándalo internacional, Soy curiosa. Más adelante sus films dejarían progresivamente de estrenarse en el extranjero y Sjöman se centró en trabajos para la televisión sueca.

Enlaces:

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La Butaca

12 noviembre 2007

Max mi amor: el primate enamorado

Max mon amour. Francia / USA / Japón, 1986

Director: Nagisa Oshima

Guionistas: Nagisa Oshima y Jean-Claude Carrière

Intérpretes: Charlotte Rampling, Anthony Higgins

Temáticas de interés: zoofilia, amor libre

Sinopsis:

Peter, un diplomático británico destinado en Francia, ha contratado a unos detectives para que sigan a su mujer, Margaret, y averigüen la identidad de su nuevo amante. Los investigadores le informan de que Margaret pasa todas las tardes en un apartamento del que nunca han visto salir a nadie más; Peter se presenta allí para descubrir quién es ese enamorado que jamás sale de casa. Para su sorpresa, se encuentra al llegar allí con un chimpancé llamado Max.

Comentario:

Suele decirse que toda práctica sexual es respetable entre adultos que consienten libremente. Este dicho condena explícitamente la pederastia pero deja al margen de la cuestión el sexo con animales; entre humanos aceptamos que la libertad sexual es uno de los derechos de la persona, pero ¿puede decirse que un animal tiene libertad sexual? ¿La sexualidad animal va mas allá del puro instinto? ¿Es maltrato tener relaciones sexuales con un animal? ¿Podría ser más aceptable el sexo con unas especies que con otras? El concepto de que los animales tengan derechos es muy reciente; hace muy poco que en nuestro país se ha penalizado el maltrato animal per se, sin considerarlo como daños a la propiedad de otra persona. Hoy en día (si entre nuestros lectores hay alguien que sepa más del tema, que nos informe) el cine pornográfico zoofílico se mueve en un vacío legal: no está regulado pero tampoco prohibido, a diferencia de prácticas como las peleas de perros o gallos, que sí se consideran maltrato.

En cuanto al cine no porno, este tabú de la zoofilia ha sido abordado en algunas películas, como la sórdida Caniche de Bigas Luna, o en clave de humor en uno de los episodios de Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar de Woody Allen, pero sin duda Max mi amor brilla con luz propia en este peculiar subgénero por llevar a cabo un tratamiento del tema carente de morbo y de sensacionalismo, lo cual le confiere un marcado tono surreal. Paseando por el zoo, Margaret conoce a Max, un chimpancé, y un amor a primera vista surge entre ellos, o al menos Margaret está convencida de que es así. Los chimpancés son nuestros parientes más próximos: son muy inteligentes, capaces de entender el lenguaje, de dar respuestas elementales y de mostrar distintos estados de ánimo ante diferentes personas, en función del trato que reciben de ellas. Según los científicos, son tan inteligentes como un niño de corta edad; ¿Margaret delira o realmente Max está enamorado de ella? ¿Este amor es incorrecto en sí mismo o solamente resulta problemático debido a la reacción en contra de la sociedad?

Estas preguntas se las hace Peter, el comprensivo marido de Margaret, que representa el punto de vista de la lógica y del espectador, pero que a lo largo de la película va asumiendo como normal la relación entre la mujer y el chimpancé. Peter y Margaret son una pareja abierta que se quieren respetando la libertad del otro para tener aventuras y amantes, sin ocultarse, salvo el caso particular de Max, sus relaciones extramaritales. Para no perder a su mujer, Peter accede a que el chimpancé se instale en su casa; para ella y el hijo de la pareja, se convierte rápidamente en un miembro más de la familia. Peter no es tan tolerante al principio con esta relación y se muestra celoso al ver el vínculo tan especial que une a Max con Margaret: esta vez no se trata de una aventura sino de algo más profundo. La película, enormemente chocante por la naturalidad con la que se nos muestra esta situación, narra el proceso por el que Peter, y con él el espectador, acepta que su matrimonio se transforme en un menage à trois al margen de los prejuicios sociales y de las fronteras entre especies. Max mi amor viene a ser todo un alegato en contra de los convencionalismos y a favor de la libertad y la diversidad.


Escenas destacadas:
  • Max, el chimpancé, revela con sus ruidos su presencia a los invitados de Peter y Margaret, que se muestran curiosos por conocerle. Llevado a la mesa donde los humanos están cenando, Max empieza a mostrarse cariñoso con Margaret de una forma muy chocante para el resto de los presentes.
  • Intrigado por qué tipo de sexo tienen Max y su mujer, Peter contrata a una prostituta para que mantenga relaciones con el chimpancé. Sin embargo, Max la rechaza: sólo quiere a Margaret.

Anécdotas:
  • El coguionista, Jean-Claude Carrière, fue el colaborador habitual de Luis Buñuel en la mayor parte de sus películas. También el productor, Serge Silberman, solía trabajar con Buñuel, por lo que no es de extrañar el marcado tono surrealista de muchas secuencias del film.
  • La española Victoria Abril interpreta el papel de la sirvienta del matrimonio, a la que el simio le produce alergia.
  • Concursó en el festival de Cannes de 1986.
Sobre el director:

Nagisa Oshima (Kyoto, 1932 - ) es uno de los principales nombres del nuevo cine japonés que se desarrolló durante los años 60 y que, frente al humanismo de los clásicos del cine nipón, como Kurosawa, Ozu y Mizoguchi, analizaba las contradicciones del Japón posterior a la segunda guerra mundial. Oshima ha alternado proyectos en su país, no sólo en el cine sino también en la televisión, con producciones internacionales, como la que nos ocupa. Su film más conocido en occidente es El imperio de los sentidos (1976), que gira también en torno al sexo. Permanece retirado del cine desde el estreno de Tabú (1999).

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02 noviembre 2006

Gotas de agua sobre piedras calientes: Fassbinder según Ozon

Gouttes d’eau sur pierres brûlantes. Francia, 2000.

Director : François Ozon

Guionista : François Ozon, basándose en la obra teatral de Rainer Werner Fassbinder

Intérpretes: Bernard Giraudeau, Malik Zidi, Ludivine Sagnier, Anna Levine

Temáticas de interés : Homosexualidad masculina, transexualidad, amor libre

Sinopsis:

En la Alemania de los años 70, Léopold, un ejecutivo cincuentón, se liga y se lleva a casa a Franz, un jovencito de veinte años. El muchacho deja a su novia, Anna, y se va a vivir con él. La relación entre los dos se va agriando, a medida que Franz asume el rol de ama de casa sumisa y su novio el de marido déspota. La aparición de Vera, la antigua pareja de Léopold, y el regreso de Anna van a suponer un importante giro en la relación de los dos hombres.

Comentario:

Rainer Fassbinder, autor prolífico y militante homosexual, fue el cineasta alemán más influyente y conocido fuera de su país desde el fin del nazismo. El director francés François Ozon demuestra ser un gran conocedor de la obra de Fassbinder en esta adaptación de una de sus primeras piezas de teatro, en la que ya aparecen desarrollados dos puntos clave de su cine: la aproximación a la homosexualidad sin ningún tipo de complejos, unida a una cierta confusión sexual muy propia de su época, y la visión casi sadomasoquista de las relaciones de pareja, consistentes para él en la dominación de una persona sobre la otra.

De una forma muy adelantada a su tiempo, Fassbinder no se molesta en justificar ni en explicar las relaciones entre personas del mismo sexo en una época en la que este tema era un tabú absoluto: su indudable militancia gay es sutil y consiste en presentar a personajes que no tienen ningún problema en aceptar sus inclinaciones y las viven con total normalidad. Franz, el chico protagonista de la película, tiene una novia hasta que conoce a Léopold y se enamora de él a pesar de la diferencia de edad entre ambos. Si la película no se tratase de una adaptación sino de un guión original de hoy en día, seguramente el guionista y el espectador se plantearían preguntas como si Franz era un reprimido cuando estaba con chicas, si la relación con su novia era un montaje, o si es un heterosexual confundido del que Léopold se está aprovechando por su mayor edad y experiencia. Pero en la época de la liberación sexual en que Fassbinder escribió esta historia, la homo y la heterosexualidad no se veían como compartimentos estancos, sino que se intentaba volver a la pansexualidad de romanos, griegos y demás culturas paganas, en las que no existían conceptos como hetero ni homosexualidad ni se veía como nada fuera de lo común que un hombre alternara las relaciones con chicas y con chicos. La tesis de todos somos bisexuales de esos años no pudo sin embargo con tantos siglos de estigmatización judeocristiana de las relaciones entre personas del mismo sexo, y a pesar de que hoy en día la mayoría de los espectadores no levantarán ninguna ceja al ver besarse a Franz y Léopold en la película, sí les resultará inverosímil a muchos que Léopold seduzca más adelante a Anna, la antigua novia de su amante, o que Franz dude entre si seguir con su novio o volver con su ex-novia con la misma naturalidad con la que un heterosexual dudaría entre dos chicas.

El otro punto fassbinderiano al que François Ozon es muy fiel en su adaptación es el de la disfuncionalidad en la parejas, que el director alemán retrató en una de sus películas con el explícito título de La ley del más fuerte: Léopold trata a Franz con una prepotencia absoluta que bordea el maltrato psicológico. Cuando aparece en escena Vera, la ex de Léopold, vemos que la relación entre ambos fue todavía más extrema: Vera era un hombre y llegó a cambiar de sexo, sin ser un auténtico transexual, como muestra definitiva de sumisión: quería ser la mujer perfecta para su amante, que le agradeció este sacrificio abandonándola. Esto será una alarma de aviso para Franz: de seguir con Léopold, éste podría ser también su destino.

Aunque su interés por el mundo de Fassbinder es evidente, la adaptación de François Ozon no deja de ser posmoderna, manteniendo una cierta y casi obligada distancia con el exacerbado melodrama original a través de una puesta en escena manierista, deliberadamente teatral y artificiosa, que, como ocurre en otras películas de Ozon, convierte la historia en una comedia negra.

Escenas destacadas:

  • Anna aparece en el piso que su antiguo novio Franz comparte con su actual pareja, Léopold, decidida a que Franz vuelva con ella. Sin embargo, acaba cayendo seducida por Léopold.
  • Vera, la enigmática ex-novia de Léopold, revela que antes era un hombre y que se cambió de sexo para complacerle.

Anécdotas:

  • Fassbinder escribió Gotas de agua sobre piedras calientes con sólo 19 años. Aunque ya recoge el germen de su futuro cine en muchos aspectos, su autor la veía como una obra de juventud poco desarrollada y no llegó a representarla nunca. Ozon modificó el texto original incluyendo elementos de otras películas del director alemán, sobre todo la transexualidad de Vera, sacada de El año de las trece lunas.
  • Las referencias del director en cuanto a puesta en escena fueron, según su propia confesión, Las alarmas lágrimas de Petra Von Kant de Fassbinder y Smoking no smoking de Alain Resnais: ambas películas no intentan ocultar su artificialidad ni su origen teatral.
  • Su éxito comercial fue muy escaso, aunque los críticos y cinéfilos la acogieron con interés. Su estreno tuvo lugar en el festival de cine de Berlín.
  • Malik Zidi estuvo nominado al Cesar al mejor actor revelación ese año por su trabajo en esta película.

Sobre el director:

François Ozon nace en París en 1967. Sólo ha alcanzado el éxito de taquilla con 8 mujeres (2001) y tampoco es una gran figura de festivales, pero su filmografía ha contado con el beneplácito de la crítica desde su primera obra, Sitcom (1998), una comedia negra que lo situó como uno de los más interesantes nuevos directores franceses de culto. Su cine, de géneros, influencias y estilos muy diversos, a veces realista y a veces muy artificial, se aleja siempre de caminos trillados y resulta sorprendente al espectador. La homosexualidad está casi siempre presente en sus obras, ya sea como trama principal, como ocurre en Gotas de agua sobre piedras calientes, o a través de personajes secundarios. Su película más redonda probablemente sea Bajo la arena, un recital de su musa Charlotte Rampling (2000), y su último trabajo estrenado entre nosotros ha sido 5x2 (2004).

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0211387/

www.francoisozon.com

http://www.cinestrenos.com/cartelera/critica/gotas/gotas.htm

14 agosto 2006

Bob, Carol, Ted y Alice: amor libre y flower power

Bob & Carol & Ted & Alice. USA, 1969


Director: Paul Mazursky
Guionistas: Paul Mazursky y Larry Tucker
Intérpretes: Natalie Wood, Robert Culp, Dyan Cannon, Elliott Gould
Temáticas de interés: Amor libre, Represión, Sexo en grupo

Sinopsis:
Tras asistir a terapias de grupo, Bob y Carol se imbuyen del espíritu de la contracultura de los 60: llenos de energía positiva y buenas vibraciones, no tienen problema en hablar abiertamente sobre sexo ni en cambiar su concepto de la pareja y mantener relaciones sexuales con otras personas. Sus amigos Ted y Alice, en cambio, son más convencionales y reprimidos, no entienden esta nueva forma de vivir. Bob y Carol les proponen liberarse y participar en una orgía.

Comentario:
Entrañablemente coyuntural y bienintencionada, esta es la película que ilustra de forma más canónica la doctrina de la pareja abierta y la liberación sexual que marcó toda la época de finales de los 60. Carol, el personaje interpretado por Natalie Wood, ejerce de sacerdotisa del hippismo que abre la mente de su marido Bob, al que en un principio le cuesta entender que el amor libre no significa sólo que él puede acostarse con otras mujeres, sino que su mujer tiene el mismo derecho. Los dos constituyen una pareja abierta, forman tríos, tienen amantes sin ocultárselo el uno al otro, y el acostarse con terceros no parece menoscabar su relación sino al contrario.

Esto es algo difícil de entender para Ted y Alice; el director, Paul Mazursky, toma en general partido por las tesis liberadoras de Carol, pero también respeta en parte el punto de vista de la pareja reprimida, que la ve como una iluminada utópica. La conclusión a la que llegan unos y otros es que la clave de la liberación sexual no está en participar en camas redondas, sino que éstas no funcionan bien si no hay una apertura mental anterior. Después de todo, el principal órgano sexual es el cerebro.

Escenas destacadas:

  • En un ataque de galopante ingenuidad hippie, Carol invita a un camarero a que exprese abiertamente lo que opina de ella y de sus amigos, algo que, como es natural, el hombre no se atreve a hacer. Al darse cuenta de que con sus buenas intenciones lo que ha conseguido en realidad es humillarlo, le pide perdón.
  • Alice no sabe que eufemismo emplear delante de su hija para referirse a su órgano sexual: Carol le propone llamarlo sencillamente vagina.
  • Bob encuentra a su mujer acostándose con otro hombre al llegar a casa; se enfada, pero la cariñosa sensatez de Carol le anima a aceptarlo con buen humor
  • Bob, Carol, Ted y Alice no son capaces de consumar la orgía que se habían propuesto. Se visten y salen de la habitación taciturnos mientras suena todo un himno, What the world needs now is love, de Burt Bacharach, que evidencia todavía más si cabe las intenciones flower power de la película.

Anécdotas:

  • Obtuvo cuatro nominaciones a los Oscar, en las categorías de mejor guión original, fotografía, actor secundario (Elliott Gould) y actriz secundaria (Dyan Cannon)

Sobre el director:
Actor ocasional, Paul Mazursky (Nueva York, 1930) debutó en el campo del largometraje con esta película. No se ha prodigado demasiado en el cine y de hecho no ha dirigido ninguna película en los últimos diez años tras el fracaso de su última obra, Fielmente tuya (1996). El tema predilecto en su filmografía son los problemas de pareja, siendo la sexualidad y la fidelidad dos elementos fundamentales no sólo en Bob, Carol, Ted y Alice, sino también en Una mujer descasada (1978), Enemigos a love story (1989), o Escenas en una galería (1991).

Enlaces: