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17 diciembre 2007

Equus: pasión en la caballeriza

Equus. USA / Reino Unido, 1977.

Director: Sidney Lumet

Guionista: Peter Schaffer, que adapta su propia obra teatral.

Intérpretes: Richard Burton, Peter Firth

Temáticas de interés: represión, zoofilia

Sinopsis:

Martin, un psiquiatra, tiene que enfrentarse al extraño caso de un adolescente, Alan, que ha atacado salvajemente a un grupo de caballos dejándolos ciegos. El muchacho se muestra huraño y cerrado en sí mismo y el doctor tendrá que utilizar sus mejores artes para lograr que paso a paso empiece a contarle su historia. Antes de su agresión, el joven había desarrollado una afición un tanto enfermiza por los caballos en el borde de la zoofilia.

Comentario:

Equus se puede considerar una muestra del subgénero psiquiátrico, las películas sobre la relación entre doctor y paciente, o más bien como un cruce entre este estilo y el género policíaco. Como suele ocurrir en estos casos, el psiquiatra ejerce también como policía y como psicólogo, haciendo indagaciones y entrevistando (¿interrogando?) a parientes y amigos de su paciente para averiguar la causa del transtorno que le ha llevado a agredir a varios animales. Martin va ganándose a lo largo de varias sesiones de psicoterapia más propias de un psicoanalista que de un psiquiatra la confianza de Alan, que al principio se muestra rebelde y hermético. Como suele ocurrir en el cine, el guionista considera que el momento en que el paciente pueda expresar su trauma y hablar abiertamente de él ya estará curado, un planteamiento algo simple pero habitual.

Así es que paso a paso, como si se tratase de cualquier otra película policíaca de Sidney Lumet, vamos adentrándonos en el mundo opresivo de Alan y procurando entender el por qué de su rabia acumulada y su decisión de descargarla sobre los caballos. Desde el principio intuimos que el problema del muchacho es sexual: ha crecido en una familia religiosa y represora donde se le ha enseñado a ver el sexo como algo sucio y a sentirse culpable por su sexualidad y obsesionado porque considera que Dios lo está contemplando y juzgando a cada momento. Con un cierto paralelismo con los sacerdotes célibes y los miembros de grupos religiosos que desvían su sexualidad reprimida hacia los niños por mantener contacto habitualmente con ellos, la imposibilidad de Alan de mantener una relación sexual normal con una chica lo hace desarrollar una especie de idolatría hacia el caballo, hacia el que no sólo proyecta su erotismo desviándolo hacia la zoofilia, sino también su idea de la divinidad, por lo que sólo podrá sentirse liberado atacando a los caballos, que es su forma de rebelarse contra el Dios que lo está sometiendo.

La película realiza un acercamiento a la zoofilia muy inspirado en el psicoanálisis y las teorías de Freud sobre el objeto de deseo y su proyección, en este caso en los caballos. Probablemente este enfoque tan académico, aunque adecuado para una película por su potencial dramático, no tenga mucho que ver con la realidad. No resulta extraño, sin embargo, que un chico con gran amor por los caballos y que trabaja cerca de ellos empiece a desarrollar fantasías zoofílicas, ya que estas prácticas suelen llevarlas a cabo personas que se relacionan habitualmente con animales y que sienten cariño por éstos.




Escenas destacadas:
  • Cuando Alan se decide a entrar en un cine porno tras muchas dudas, se encuentra allí con su padre.
  • El joven se monta desnudo sobre uno de los caballos, con el que acabará intentando propasarse sexualmente.

Anécdotas:
  • La obra teatral volvió a ser representada en los escenarios de Londres durante 2007 dando mucho que hablar por el desnudo del actor protagonista, el joven Daniel Radcliffe, protagonista de las adaptaciones cinematográficas de Harry Potter.
  • La película obtuvo tres nominaciones a los Oscar: para Richard Burton como mejor actor, Peter Firth como mejor actor secundario y Peter Shaffer como mejor guión adaptado.
Sobre el director:

Sidney Lumet (Philadelphia, 1924) debuta en el cine con gran éxito en 1957 con Doce hombres sin piedad, su título más celebrado, con el que consigue el primer premio del festival de Berlín y una nominación a los Oscar. Desde entonces ha dirigido un enorme número de largometrajes de desigual calidad y tamaño de producción, desde aparatosas producciones de Hollywood a pequeñas películas británicas; aunque en esta abultada filmografía podamos encontrar todo tipo de géneros, el que predomina sin duda es el policíaco. El erotismo solamente aparece de refilón en algunos de sus títulos.

Enlaces:

IMDB

12 noviembre 2007

Max mi amor: el primate enamorado

Max mon amour. Francia / USA / Japón, 1986

Director: Nagisa Oshima

Guionistas: Nagisa Oshima y Jean-Claude Carrière

Intérpretes: Charlotte Rampling, Anthony Higgins

Temáticas de interés: zoofilia, amor libre

Sinopsis:

Peter, un diplomático británico destinado en Francia, ha contratado a unos detectives para que sigan a su mujer, Margaret, y averigüen la identidad de su nuevo amante. Los investigadores le informan de que Margaret pasa todas las tardes en un apartamento del que nunca han visto salir a nadie más; Peter se presenta allí para descubrir quién es ese enamorado que jamás sale de casa. Para su sorpresa, se encuentra al llegar allí con un chimpancé llamado Max.

Comentario:

Suele decirse que toda práctica sexual es respetable entre adultos que consienten libremente. Este dicho condena explícitamente la pederastia pero deja al margen de la cuestión el sexo con animales; entre humanos aceptamos que la libertad sexual es uno de los derechos de la persona, pero ¿puede decirse que un animal tiene libertad sexual? ¿La sexualidad animal va mas allá del puro instinto? ¿Es maltrato tener relaciones sexuales con un animal? ¿Podría ser más aceptable el sexo con unas especies que con otras? El concepto de que los animales tengan derechos es muy reciente; hace muy poco que en nuestro país se ha penalizado el maltrato animal per se, sin considerarlo como daños a la propiedad de otra persona. Hoy en día (si entre nuestros lectores hay alguien que sepa más del tema, que nos informe) el cine pornográfico zoofílico se mueve en un vacío legal: no está regulado pero tampoco prohibido, a diferencia de prácticas como las peleas de perros o gallos, que sí se consideran maltrato.

En cuanto al cine no porno, este tabú de la zoofilia ha sido abordado en algunas películas, como la sórdida Caniche de Bigas Luna, o en clave de humor en uno de los episodios de Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar de Woody Allen, pero sin duda Max mi amor brilla con luz propia en este peculiar subgénero por llevar a cabo un tratamiento del tema carente de morbo y de sensacionalismo, lo cual le confiere un marcado tono surreal. Paseando por el zoo, Margaret conoce a Max, un chimpancé, y un amor a primera vista surge entre ellos, o al menos Margaret está convencida de que es así. Los chimpancés son nuestros parientes más próximos: son muy inteligentes, capaces de entender el lenguaje, de dar respuestas elementales y de mostrar distintos estados de ánimo ante diferentes personas, en función del trato que reciben de ellas. Según los científicos, son tan inteligentes como un niño de corta edad; ¿Margaret delira o realmente Max está enamorado de ella? ¿Este amor es incorrecto en sí mismo o solamente resulta problemático debido a la reacción en contra de la sociedad?

Estas preguntas se las hace Peter, el comprensivo marido de Margaret, que representa el punto de vista de la lógica y del espectador, pero que a lo largo de la película va asumiendo como normal la relación entre la mujer y el chimpancé. Peter y Margaret son una pareja abierta que se quieren respetando la libertad del otro para tener aventuras y amantes, sin ocultarse, salvo el caso particular de Max, sus relaciones extramaritales. Para no perder a su mujer, Peter accede a que el chimpancé se instale en su casa; para ella y el hijo de la pareja, se convierte rápidamente en un miembro más de la familia. Peter no es tan tolerante al principio con esta relación y se muestra celoso al ver el vínculo tan especial que une a Max con Margaret: esta vez no se trata de una aventura sino de algo más profundo. La película, enormemente chocante por la naturalidad con la que se nos muestra esta situación, narra el proceso por el que Peter, y con él el espectador, acepta que su matrimonio se transforme en un menage à trois al margen de los prejuicios sociales y de las fronteras entre especies. Max mi amor viene a ser todo un alegato en contra de los convencionalismos y a favor de la libertad y la diversidad.


Escenas destacadas:
  • Max, el chimpancé, revela con sus ruidos su presencia a los invitados de Peter y Margaret, que se muestran curiosos por conocerle. Llevado a la mesa donde los humanos están cenando, Max empieza a mostrarse cariñoso con Margaret de una forma muy chocante para el resto de los presentes.
  • Intrigado por qué tipo de sexo tienen Max y su mujer, Peter contrata a una prostituta para que mantenga relaciones con el chimpancé. Sin embargo, Max la rechaza: sólo quiere a Margaret.

Anécdotas:
  • El coguionista, Jean-Claude Carrière, fue el colaborador habitual de Luis Buñuel en la mayor parte de sus películas. También el productor, Serge Silberman, solía trabajar con Buñuel, por lo que no es de extrañar el marcado tono surrealista de muchas secuencias del film.
  • La española Victoria Abril interpreta el papel de la sirvienta del matrimonio, a la que el simio le produce alergia.
  • Concursó en el festival de Cannes de 1986.
Sobre el director:

Nagisa Oshima (Kyoto, 1932 - ) es uno de los principales nombres del nuevo cine japonés que se desarrolló durante los años 60 y que, frente al humanismo de los clásicos del cine nipón, como Kurosawa, Ozu y Mizoguchi, analizaba las contradicciones del Japón posterior a la segunda guerra mundial. Oshima ha alternado proyectos en su país, no sólo en el cine sino también en la televisión, con producciones internacionales, como la que nos ocupa. Su film más conocido en occidente es El imperio de los sentidos (1976), que gira también en torno al sexo. Permanece retirado del cine desde el estreno de Tabú (1999).

Enlaces:

IMDB

25 noviembre 2006

Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar

Everything you always wanted to know about sex but were afraid to ask. USA, 1972.

Director : Woody Allen

Guionista : Woody Allen, basándose en el libro de David Reuben

Intérpretes: Woody Allen, Lynn Redgrave, Gene Wilder, Tony Randall, Burt Reynolds, Louise Lasser

Temáticas de interés : Zoofilia, fetichismo, exhibicionismo

Sinopsis:

Película compuesta por siete cortometrajes, cada uno de los cuales responde supuestamente a una pregunta sobre sexualidad, con lo que el film vendría a ser una enciclopedia sexológica más bien disparatada. Los temas abordados a lo largo de los distintos capítulos incluyen los afrodisíacos, la zoofilia, la frigidez resuelta por medio del exhibicionismo, el travestismo, el proceso fisiológico que lleva a la eyaculación, etc.

Comentario:

Esta película, con uno de los títulos más largos de la historia del cine, se llevó a cabo en plena época de la contracultura y la liberación sexual, cuando las pantallas se llenaban por primera vez de títulos que hablaban y mostraban temas que hasta poco antes habían sido tabú, proliferando también los informes sobre sexualidad y los manuales sexológicos de todo tipo. Woody Allen decidió parodiar y tomarse con sentido del humor y sin ninguna pretensión de rigor ni didáctica toda esta explosión y saturación de información, a menudo falsa y sesgada, sobre sexo. Al margen del tema tratado en cada uno de los capítulos, conviene recordar la ruptura que el personaje habitualmente interpretado por Woody significó en el concepto de masculinidad vigente hasta entonces. El director encarnaba a hombres inseguros, débiles, que trataban de igual a igual a las mujeres en la relación de pareja, y para nada identificados con el macho tradicional: fue el hombre nuevo de los años 70, muy popular entre las feministas que, curiosamente, lo denostarían por misógino veinte años más tarde.

El primer episodio del film y uno de los menos interesantes, ¿funcionan los afrodisíacos?, es un clásico vodevil en el que el buzón de la corte desea a la reina y consigue seducirla mediante un brebaje afrodisíaco, aunque ambos tendrán que consumar su amor sin que se entere el rey (una simbología típicamente freudiana poco sorprendente en un amante del psicoanálisis como Woody Allen: finalmente, el rey-padre al descubrir al bufón-niño con la reina-madre le corta la cabeza en una castración simbólica). El segundo capítulo, ¿Qué es la sodomía? pone de manifiesto el escaso rigor científico del film al no hablar de esta práctica sino de la zoofilia, puesto que es la historia de un médico que se enamora de una oveja. A pesar del tono de comedia, Gene Wilder y su amante bovina protagonizaron las escenas más bizarras y recordadas de la película. A continuación viene ¿Algunas mujeres tienen problemas para llegar al orgasmo?, un homenaje al cine italiano de los años 60 rodado originalmente en lengua italiana: Woody se desespera ante la frigidez de su sofisticada mujer, que no alcanzará el placer hasta descubrir las maravillas del exhibicionismo y el sexo en lugares públicos. En este episodio se parodia el típico concepto machista de la sexualidad, en el que el ego del macho se ve atacado ante la falta de deseo de la mujer: no hay mujeres frígidas sino hombres inexpertos, le dice un amigo al marido desesperado. En este esquema tópico de las cosas, lógico por otra parte en una comedia, no es de extrañar que la solución venga con el también manido cliché de recurrir al fetichismo para mejorar la vida sexual.

Uno de los capítulos más acertados sería el cuarto, ¿son los travestis homosexuales?, que aborda el travestismo en un hombre heterosexual, frente a la confusión habitual que vincula el vestir ropa de mujer con homosexualidad masculina. El fetichismo por la ropa femenina, sobre todo la interior, lleva a algunos hombres a excitarse usándola, como había explicado años atrás el rocambolesco documental Glenn or Glenda de Ed Wood, director que se haría famoso en los años 90 por el biopic que llevó a cabo Tim Burton. Las peculiaridades sexuales se abordan sin complejos en la quinta historieta, ¿Cuál es su perversión?: un ficticio programa sensacionalista, no muy alejado de la realidad actual de la televisión, en el que gente anónima da detalles sobre sus preferencias más extrañas en la cama, en un show que, como suele ocurrir en la telebasura, contribuye a la vez a difundir información sobre sexualidad y al mismo tiempo, paradójicamente, a reforzar estereotipos.

El film acaba con un sexto episodio homenaje al cine de serie B de científicos locos o mad doctors, ¿Son ciertos los descubrimientos de las investigaciones sobre sexualidad?, que parodia la moda de los estudios científicos acerca de las cuestiones sexuales más peregrinas, y por último con el otro fragmento más recordado, junto con el de la oveja, del film: ¿qué ocurre durante la eyaculación?, una especie de Érase una vez la vida de imagen real en la que Woody Allen interpreta a un espermatozoide existencialista y se exponen, muy a grandes rasgos, los procesos de erección y eyaculación.

Escenas destacadas:

  • El médico interpretado por Gene Wilder es pillado in fraganti en la cama con una oveja para escándalo de su mujer. El divorcio es fulminante.
  • El concurso ¿Cuál es su perversión? concluye con el ganador de la semana, un rabino al que le excita ser atado y azotado mientras su mujer se arrodilla en el suelo comiendo una costilla de cerdo.
  • Woody se enfrenta a una teta gigantesca escapada del incendio del laboratorio de un científico loco especialista en sexología.

Anécdotas:

  • El montaje final del film cortó una octava historia, ¿Por qué algunos hombres se vuelven homosexuales?, en la que Louise Lasser, esposa de Woody Allen en ese momento, interpretaba a una araña viuda negra que devoraba al macho (el propio Woody). Descontento al no encontrar un final adecuado, el director decidió suprimir el fragmento.
  • La película funcionó bien en taquilla, con una recaudación de 18 millones de dólares en USA, cifra considerable comparada con su presupuesto, de sólo 2 millones. En España superó el millón de espectadores.

Sobre el director:

Woody Allen es uno de los grandes genios del cine. Nacido en Brooklyn en 1935, comenzó su carrera como humorista autor de monólogos, luego pasó a trabajar en el cine como actor y guionista, y, a partir de Toma el dinero y corre (1969), también como director. Sus primeras películas, entre las que se encuentra la que nos ocupa, son sucesiones de gags, generalmente muy divertidos, pero sin mayor trascendencia. Annie Hall (1976) supone un giro en su carrera hacia las comedias dramáticas urbanas que le harán mundialmente conocido y apreciado entre los cinéfilos. Gran amante del cine europeo, en especial de Bergman y Fellini, brillantísimo autor destacado en una enorme variedad de registros, desde la comedia disparatada al drama más sombrío, el sexo y el erotismo casi nunca aparecen de forma explícita en sus obras, pero son siempre un telón de fondo importante y una inacabable fuente de gags en los diálogos.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0068555/

http://www.dvdgo.com/product~catgid~166~list~132~prodid~
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