27 septiembre 2006

Secretary: El amor no siempre es suave

Secretary. USA, 2002



Director: Steven Shainberg

Guionista: Erin Cressida Wilson

Intérpretes: Maggie Gyllenhaal, James Spader

Temáticas de interés: Sadomasoquismo

Sinopsis:

Lee es una chica peculiar: cuando se siente superada por los acontecimientos se relaja autoagrediéndose. Tras excederse en uno de los castigos que se inflige a sí misma, pasa algún tiempo en una clínica psiquiátrica. A su salida, necesita rehacer su vida encontrando un trabajo; la oferta de convertirse en secretaria de Edward, un abogado poco importante, la seduce extrañamente. Su jefe resulta ser al menos tan especial como ella, y la relación entre ambos empieza a rebasar los límites de lo profesional. Edward la regaña de una forma particularmente humillante cuando Lee hace mal sus tareas, y esta sumisión resulta ser muy gratificante para la joven, que descubre en ello una forma de placer muy superior a sus autoagresiones.

Comentario:

Lee es una chica brillante y con preparación; no obstante, se ve empujada a recurrir al dolor como terapia ante cualquier circunstancia adversa: ya está acostumbrada a llevar consigo un pequeño bolso con instrumentos de tortura y un botiquín para curarse. La película no cae en la vulgaridad de explicar el masoquismo de la joven mediante un trauma de infancia, etc. Lee se ha criado en una familia sobreprotectora y un tanto disfuncional, pero como todo el entorno que la rodea es igual de excéntrico, tampoco podemos cargar las tintas en eso como una posible causa de su problema. Además, su baja autoestima la hace aspirar al puesto de secretaria; pudiendo elegir algo mejor, prefiere un trabajo sin responsabilidades donde podrá estar subordinada, limitarse a recibir órdenes y de esa forma sentirse protegida. Lee consigue la estabilidad cuando, a través de su atractivo jefe, puede canalizar su necesidad de dolor y su deseo de humillación de forma positiva. Lo que siempre había sido algo vergonzoso y un secreto a esconder ante los demás, para su jefe es algo atractivo, puesto que él busca eso en una chica. La propia Lee le dice a Edward que con él por primera vez en su vida se siente una mujer bonita. Ya no volverá a necesitar autolesionarse, y tampoco podrá volver a una relación convencional con un novio aburrido.

Por su parte Edward, tras un matrimonio fracasado con una mujer a la que sigue sintiéndose inferior e incapaz de enfrentarse, se ha refugiado en la dominación y el despotismo con el sexo opuesto para que le rechacen y así protegerse de otro fracaso. Su estrategia de congelar su vida sentimental le funciona hasta que da con Lee, la horma de su zapato. La joven entra en el juego de sumisión con una complicidad tal que rompe los esquemas de Edward, que tiene miedo de la responsabilidad de engancharla al sadomasoquismo, y también de volver a enamorarse. Su reacción cobarde es huir y echar a Lee de su vida, pero para ella, una vez que ha descubierto lo que realmente le gusta y necesita, no hay marcha atrás posible. El amor tiene que triunfar .....

Que en estos tiempos de extrema sensibilidad ante cualquier comportamiento políticamente incorrecto, y especialmente ante la violencia contra la mujer, una película en la que una joven disfruta siendo humillada y azotada no haya levantado ninguna voz en contra, es la prueba más fehaciente de la sensibilidad con la que Secretary aborda el tema de las relaciones sadomasoquistas, hasta ahora siempre reducidas en el cine al cliché de la dominatrix vestida de cuero, o al tratamiento estereotipado que ofrecía, entre otros, un afamado título de la misma época, La pianista (2001), paradigma de la película que se limita al exhibicionismo morboso de comportamientos aberrantes asociados de forma reaccionaria y moralizante a traumas y trastornos mentales, y que, por acomodarse a lo ya establecido, consiguió un aplauso y un reconocimiento que siempre le estarán vetados a propuestas más audaces como Secretary, destinada a ser obra de culto.

No obstante, tampoco estamos ante un film didáctico que pretenda justificar ni normalizar comportamientos. El delicado retrato que hace el guión de unos personajes demasiado definidos y singulares como para ser bandera de nada, totalmente al margen de la caricatura o del estereotipo, unido al estupendo trabajo de los actores y a la acertada puesta en escena de Steven Shainberg, que los sumerge a ellos y al público en una atmósfera casi surreal en la que el juego de dominación y sumisión puede resultar chocante pero en ningún caso ridículo, convierten a Secretary en una perfecta y atrevida puesta al día de la comedia romántica convencional. Chico conoce a chica, chico pierde a chica, y chico recupera a chica .... la peculiaridad es que el chico es dominante, la chica es masoquista y los besos se ven reemplazados por azotes. Los caminos del amor son inescrutables.

Escenas destacadas:
  • Lee, la secretaria, se dirige a la mesa del jefe con la cabeza y los brazos introducidos en los agujeros de un cepo. Parece sentirse de lo más cómoda metida en este instrumento medieval, al que se la ve muy acostumbrada. Este es el comienzo del film; un flashback nos narrará cómo llegó la joven a encontrarse en esta situación.
  • Lee llega, un tanto inquieta, al bufete de Edward para su primer día de trabajo. La secretaria anterior se cruza con ella al marcharse; la observa de arriba a abajo y la llama sumisa en voz alta.
  • Edward, enfadado, llama a Lee a su despacho para reprenderla por sus múltiples errores de mecanografía. Le ordena inclinarse sobre la mesa, y comienza a leer la carta, propinándole un sonoro azote por cada error.
  • Al llegar a casa, Lee echa de menos las palizas de su jefe. Se golpea a sí misma con un cepillo, y le insinúa a su no muy inteligente novio que le haga lo mismo que le hace Edward, con poco éxito.
  • Cuando Edward despide a Lee y pretende dejar de verla, la joven coloca las manos sobre la mesa del jefe y se niega a moverse de allí a menos que él venga a buscarla.

Anécdotas:
  • Maggie Gyllenhaal recibió una significativa cantidad de premios por su interpretación, aparte de un sinfín de alabanzas. Nominada para el Independent Spirit y el Globo de Oro, su papel de una masoquista resultó no obstante un tanto extremo para la Academia de Hollywood, que no la propuso para el Oscar. También el guión fue destacado con diversos premios y nominaciones.
  • James Spader parece especializado en personajes fetichistas. Al jefe dominante de Secretary, hay que añadirle el obseso de los accidentes de tráfico en Crash y al voyeur impotente de Sexo, mentiras y cintas de video.

Sobre el director:

Steven Shainberg nació en Nueva York en 1964. Tras llevar a cabo unos cuantos cortometrajes (uno de ellos ya contenía el germen de Secretary), debutó en el largo en 1996 con Hit me, que, aunque pueda parecerlo, no es otra historia sadomasoquista sino una adaptación del gran autor de novela negra Jim Thomson. Tras el éxito que ésta, su segunda película, ha tenido en los circuitos independientes, su nueva obra, Fur, en fase de postproducción en estos momentos, protagonizada por Nicole Kidman, puede ser un paso hacia proyectos más ambiciosos.


Enlaces:

22 septiembre 2006

Maîtresse: Los caballeros las prefieren dominantes

Maîtresse. Francia, 1976

Director: Barbet Schroeder

Guionista: Barbet Schroeder y Paul Voujargol

Intérpretes: Gérard Depardieu, Bulle Ogier

Temáticas de interés: Prostitución, sadomasoquismo

Sinopsis:

Olivier es un ladronzuelo de provincias recién llegado a París. Al entrar a robar en un piso aparentemente deshabitado se encuentra con una mazmorra sadomasoquista con un "preso" entre barrotes incluido. El ama, Ariane, entra en ese momento en el piso para tener una sesión con su cliente enjaulado, y al descubrir allí a Olivier, decide utilizarlo como ayudante improvisado en la ceremonia. El chico se queda prendado de Ariane, la invita a salir y comienza una extraña relación con ella.

Comentario:

Aunque ahora pensemos en él como un actor clásico y un divo del cine francés, Gérard Depardieu (igual que Catherine Deneuve en su día) construyó su carrera y su prestigio a base de apuestas arriesgadas, aunque pocas tan extremas como ésta. Mostrar de forma tan didácticamente detallada sesiones de prostitución sadomasoquista era un terreno prácticamente inexplorado en cine en el momento en que se rodó esta película. El gran mérito del director, Barbet Schroeder, es mostrar estas prácticas de forma fría, respetando a los personajes, tanto a Olivier, como a Ariane, como a sus clientes, sin mirarlos por encima del hombro ni de forma paternalista. Ni juzga a la chica por dedicarse a la prostitución, ni considera a sus clientes como enfermos ni como pervertidos, simplemente expone lo que les gusta y deja que cada espectador se forme su opinión.

No obstante, Schroeder centra más su interés en mostrar los detalles del singular trabajo de Ariane que en profundizar en su relación con Olivier y en la interacción entre los personajes, que sería sin duda lo más interesante de la película: como este chico sin nada que perder se entrega a esta mujer tan enigmática, y como ella rompe sus esquemas y aprende a abrirle a otra persona su hermética vida y su corazón. Maîtresse podría haber sido una buena historia de amor en un ambiente bizarro, pero este marco termina por anular a la historia y a los personajes, convirtiendo al film en poco más que una rareza interesante pero fallida.

Escenas destacadas:
  • Olivier entra, junto con un compinche, a robar en el piso de Ariane. No pueden encender la luz y con sus linternas empiezan a descubrir los trajes de cuero, latex y todo un amplio catálogo de instrumentos sadomasoquistas. Lo más impactante es que en una de las jaulas de castigo encuentran a un cliente desnudo esperando por su ama.
  • Al descubrir a Olivier, Ariane le pide / obliga a que participe en la sesión de dominación orinando encima del cliente. El chico cumple su cometido sin especial motivación, pero se alegra al recibir a cambio un efusivo beso de la dómina.
  • Ariane lleva a Olivier a una mansión en el campo para "visitar a unos amigos". Son recibidos por un mayordomo de uniforme que derrama parte de la bebida que trae para Olivier. Ariane lo abofetea y le apaga un cigarrillo en la mano; el mayordomo es en realidad el señor de la casa y un buen cliente de Ariane. Olivier tendrá que volver a ejercer de ayudante en la sesión, esta vez propinando una larga paliza con un cinturón a una chica desnuda.
  • La maîtresse, en el ejercicio de su actividad laboral, ata los genitales de un cliente y clava con gran precisión y profesionalidad las ceñidas correas para apretarle todavía más.

Anécdotas:
  • Se dice que los extras que interpretan a los clientes de Ariane que sufren las escenas de más fuerte contenido sadomasoquista no sólo no cobraron, sino que pagaron por protagonizarlas.
  • La película pudo exhibirse sin ningún corte de censura en Francia, pero su estreno fue prohibido en Gran Bretaña durante cuatro años. En España no llegó a estrenarse.
Sobre el director:

Barbet Schroeder (Teheran 1941, aunque de nacionalidad alemana) es un aventurero del cine con una carrera de lo más dispar. Como productor es responsable de títulos tan relevantes del cine europeo como la serie de películas de Eric Rohmer de los años 60 y 70 conocida como los cuentos morales; más tarde iniciaría su carrera como director, primero en el cine francés, después en Hollywood, donde ha llevado a cabo obras como El misterio Von Bulow (1990) o títulos más comerciales como Mujer blanca soltera busca (1992). A pesar de su carrera americana, no renuncia a proyectos puntuales en Francia, como La virgen de los sicarios (2000). Aparte de Maîtresse, no puede decirse que el erotismo sea un elemento importante en su filmografía.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0074883/
http://www.zonadvd.com/modules.php?name=Reviews&rop=showcontent&id=152

19 septiembre 2006

Lucía y el sexo: Ensoñaciones de un narrador

Lucía y el sexo. España, 2001

Director y guionista: Julio Medem

Intérpretes: Paz Vega, Tristán Ulloa, Najwa Nimry, Elena Anaya

Temáticas de interés: Adulterio e infidelidad, sexo esporádico

Sinopsis:

Lorenzo, un escritor, sufre un grave accidente. Lucía, su novia, abandona Madrid dándolo por muerto y decide escaparse a una isla del Mediterráneo para asimilar la noticia. Allí se encuentra con otros personajes que también huyen de su pasado: Elena, la dueña de la pensión en la que se hospeda, y Carlos, el otro huesped. Mientras unos flash-backs nos cuentan la relación entre Lucía y Lorenzo, descubrimos también que Elena y Carlos están estrechamente unidos con la historia que Lucía pretende olvidar.

Comentario:

El cine de Julio Medem siempre tiene un marcado tono onírico y sensual, que en el caso de Lucía y el sexo se acentúa configurándose como una fantasía erótica a la medida del protagonista masculino, Lorenzo, en el que no es difícil ver a un alter ego del propio director. Lorenzo es también un artista y constructor de narraciones, en este caso literarias, que se representa según los más tradicionales clichés románticos de la vida bohemia: atormentado, infantil, egocéntrico, con un punto de locura, y capaz de absorber las vidas de todos los personajes que le rodean y jugar a mezclarlas en sus ficciones.

Por su parte, las tres mujeres de la película representan tres fantasías sobre la femineidad diseñadas al gusto del hombre. Lucía, a pesar del título del film y de ser el personaje más activo que conduce la historia, no es en realidad más que uno de los componentes del harén de Lorenzo, cuyo punto de vista es el que preside la narración. Como otras mujeres del cine de Medem, Lucía es apasionada y terrenal, frente a la figura angelical que representa Elena y la ensoñación sexual que resulta ser la tercera en discordia, Belén. Por ser el personaje más próximo a la realidad, es normal que se convierta en la novia oficial de Lorenzo, aunque su relación transcurre de la forma más fácil y complaciente para él: se le declara en un bar halagando su ego de escritor; fan incondicional de su libro, lo ha seguido por la calle y se ha enamorado de él sin conocerlo. Este comportamiento, que en la vida real consideraríamos obsesivo y hasta peligroso, es transformado por la puesta en escena de Medem en la perfecta fantasía de un adolescente hecha realidad. Lorenzo no tiene que hacer ningún esfuerzo para comenzar la relación, ni para mantenerla, porque Lucía resulta ser una inconmensurable fuente de fantasías eróticas. La convivencia y la cotidianeidad no existen en la película: el centro de la vida de la pareja es la cama. Lucía va a trabajar en el mundo real de camarera y saca las castañas del fuego, mientras el escritor puede refugiarse a su gusto en su universo doméstico de ficción.

Belén, la amante de Lorenzo, es el personaje más propio del cine erótico. Buscando permanentemente la excitación sexual propia y ajena, le ofrecerá al escritor una perfecta fantasía de película porno: el hombre que se acuesta con la madre y con la hija, una historia que además él aprovechará para su novela. Y Elena, el otro personaje femenino, es el tercer cliché machista sobre la mujer ideal: protectora, maternal, bondadosa y que ayuda al resto de personajes de la trama. Su naturaleza etérea no le impide ser sexualmente desinhibida y ofrecerse a Lorenzo como regalo de cumpleaños en una poética noche de luna llena. Elena le permitirá, además, vivir también la experiencia de la paternidad de la forma más cómoda: ella se ocupará de su hija, que para Lorenzo será tan sólo un juego más en su vida. Luna, la niña, es también una hija de ensueño: no molesta, no hay que criarla ni estar pendiente de ella, sólo verla de forma furtiva en el parque y contarle historias que, naturalmente, ella escucha con interés y casi devoción. Esta falta de compromiso no impide que, cuando por una tragedia del destino la pequeña muere, Lorenzo se permita jugar al padre destrozado. Aunque, en la complaciente, narcisista, fácil, y, también hay que decirlo, formalmente deslumbrante ficción que es Lucía y el sexo, hasta la muerte tiene solución gracias a la fantasía del escritor, que toma al final las riendas de la historia y la lleva hacia el punto que quiere.

Escenas destacadas:
  • La relación entre Lorenzo y Lucía se basa en el sexo, y esto se plasma en muchas secuencias con música y montaje discontinuo donde somos espectadores de la intimidad de la pareja. Entre los juegos que practican están los strip-tease, las fotos durante la cópula, y el exhibicionismo cuando Lucía, sentada en la terraza de un café, se quita las bragas para excitar a su novio.
  • Varios planos del film rozan la frontera entre cine comercial y pornografía, sobre todo los que muestran a una mano femenina acariciando a un pene en estado de erección. Esto coloca a Lucía y el sexo entre un grupo de películas, en el que también se encuentra Intimidad, que ensanchan los límites de lo permitido en las salas convencionales de cine.
  • Belén se masturba viendo uno de los vídeos porno en los que actúa su madre. El novio de esta última se excita a su vez observándola. Posteriormente, Lorenzo se masturbará también contemplando el mismo video, que Belén le presta.

Anécdotas:
  • Gozó de un importante éxito de taquilla en España, con más de 1.300.000 espectadores, consolidando el nombre de Medem entre los grandes del cine español. Las críticas fueron en general positivas, y el film fue uno de los pesos pesados de las nominaciones a los Goya con once candidaturas, de las que obtuvo los premios a mejor actriz revelación para Paz Vega y mejor banda sonora para el compositor Alberto Iglesias. En la categoría de mejor película del año perdió frente a Los otros de Alejandro Amenabar.
  • El personaje de Lorenzo no estaba en el primer proyecto de guión, que se centraba en la interacción entre los personajes que intentan rehacer su vida en la isla. Posteriormente, Medem añadió el relato del pasado de estos caracteres, y allí surgió Lorenzo que vincula las historias de todos ellos.
  • Los actores utilizaron dobles en algunas de las atrevidas escenas eróticas.
  • Fue la primera película española rodada íntegramente con cámaras digitales de alta definición, lo cual permite un ritmo de rodaje más rápido y trabajar en condiciones de luz más extremas.

Sobre el director:

Julio Medem nace en San Sebastián en 1958. Estudia medicina, pero su interés acaba decantándose por la crítica de cine y posteriormente por la realización de modestos cortometrajes. Su opera prima Vacas (1992) supone una revolución estética y narrativa en el anquilosado cine español de esa época. Su audaz puesta en escena, basada en encuadres poco habituales que toman el punto de vista de la naturaleza, juegos con el montaje y un guión lleno de capas y metáforas, provoca reacciones enfrentadas entre la crítica. Su segunda película, La ardilla roja (1993), probablemente la mejor de su filmografía, es una inteligente sátira sobre el machismo a la vez que una inusual comedia romántica. Con Los amantes del círculo polar (1998) y Lucía y el sexo consigue por fin el éxito comercial y el reconocimiento como uno de los principales directores del cine español, aunque a costa de simplificar el contenido de sus películas. A continuación, en un sorprendente giro, decide dedicarse al documental político con La pelota vasca (2003), una película muy pobre a todos los niveles en comparación con su cine anterior, pero que sin embargo alcanza una gran taquilla a causa de la controversia que origina. En todo su cine - con la evidente excepción de La pelota vasca- la sensualidad está muy presente, sobrevolando las historias.

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16 septiembre 2006

La tormenta de hielo: La otra cara del amor libre

The ice storm. USA, 1997

Director: Ang Lee

Guionista: James Schamus, basándose en la novela de Rick Moody

Intérpretes: Kevin Kline, Joan Allen, Sigourney Weaver, Tobey Maguire, Christina Ricci, Elijah Wood, Adam Hann - Byrd

Temáticas de interés: intercambio de parejas, adulterio, promiscuidad, descubrimiento del sexo

Sinopsis:

Paul, un estudiante, vuelve a casa de sus padres, Ben y Elena, para celebrar en familia el día de acción de gracias de 1973 en medio de condiciones atmosféricas adversas, hielo y nieve. Su hermana pequeña, Wendy, tiene un comportamiento extraño: se muestra huraña, agresiva, y muy deseosa de entablar relaciones sexuales con los chicos de la casa de al lado, cuya madre, por otra parte, es la amante de Ben. La inestabilidad afecta a toda la familia: Elena, la madre, empieza a sospechar que su marido le es infiel y a actuar de una forma también desconcertante. Por otra parte, en el acomodado círculo social de Elena y Ben empiezan a llegar los nuevos aires de modernidad procedentes de California: a imitación de lo que está de moda allí, sus amigos organizan una fiesta de intercambio de parejas.

Comentario:

Todos recordamos que durante los aun recientes años noventa se vivió un revival importante de los setenta, la década fetiche de la generación anterior. La tormenta de hielo, no obstante, fue una de las escasas películas que fue más allá de la simple postal nostálgica de música disco y pantalones de campana para llevar a cabo un análisis de las luces y sombras de la época de la contracultura y la liberación sexual. Para ello, Ang Lee, que se atrevía por primera vez a hacer una obra totalmente dramática dentro del mismo registro costumbrista que ya había practicado en comedias como El banquete de bodas o Sentido y sensibilidad, recurrió a adaptar una poco conocida novela de Rick Moody acerca de dos familias vecinas entrelazadas de forma un tanto culebronesca.

La voz en off de Paul (Tobey Maguire), el hijo mayor de una de ellas, nos introduce en la historia: Paul es la mirada neutra a través de la cual vemos a su padre, Ben (Kevin Kline), representante de la doble moral de la tradición patriarcal que se está resquebrajando durante esa época. Casado con Elena (Joan Allen), la perfecta esposa a la antigua, responsable, dócil y callada, mantiene una aventura con su vecina Janey (Sigourney Weaver), lo cual no le supone ningún impedimento para considerarse un hombre respetable e intentar imponer un cierto orden moral en su familia. Con escaso éxito, porque durante esa época empieza a producirse entre las familias acomodadas un fenómeno que con los años irá a mucho más, y que se extenderá a las clases media y baja: los hijos, llenos de un precoz desencanto y totalmente faltos de ilusiones y de valores, no muestran ningún respeto hacia los adultos ni hacia una moral que ya perciben como hipócrita y caduca.

Así pues, vemos también a Wendy (Christina Ricci), la típica adolescente desorientada, arisca, frustrada y llena de rabia pese a tenerlo todo, o tal vez precisamente por tenerlo todo. Wendy se enfrenta de forma brusca e impulsiva al deseo sexual que empieza a experimentar. Ella ya no ha sido educada en la represión de su madre, cuya neurosis se plasma a través de pequeños robos en tiendas, pero no le han ofrecido a cambio otro tipo de perspectiva de las cosas; la formación sexual, así como la ética y la moral, brilla por su ausencia en su familia (prueba de ello es que, cuando Ben intenta hablar de sexo con Paul, sólo es capaz de decirle de forma harto torpe que la bañera no es el mejor sitio para masturbarse). Por lo tanto, la joven da tumbos: experimenta con Mikey, el hijo de la amante de su padre, y cuando éste se asusta y la rechaza, no duda en intentarlo con el hermano menor de Mikey, el pequeño e introvertido Sandy, al que se acerca de una forma que, dada la mayor edad de Wendy, roza el abuso, aunque la muchacha es demasiado inconsciente y egoísta para percibirlo, o para que le importe en caso de que se dé cuenta.

Los padres de Wendy y de Mikey perciben que el comportamiento de sus hijos no es el adecuado, pero se ven incapaces de ayudarles: el rol del padre tradicional ya no funciona en la era de la contracultura, pero tampoco saben actuar de otra forma. Aparte de no saber qué hacer, los adultos están ocupados en otras cosas, también ellos son egoístas y están dominados por el hedonismo y el consumo. Así pues, dejan a los jóvenes a su aire, mientras ellos intentan también descubrir o redescubrir su sexualidad de manera igualmente patosa. Casi treinta años después de Bob, Carol, Ted y Alice, el amor libre y el intercambio de parejas, el nuevo paradigma de modernidad entre la burguesía en ese momento, se recuerdan como un juego ingenuo y no carente de patetismo. Un polvo fugaz en el coche de su vecino no es en absoluto la liberación sexual que Elena tanto necesita. Sobre todo cuando ha aceptado participar en el juego de sexo rápido por despecho al estar segura de que su marido le está siendo infiel.

A pesar de esta visión un tanto amarga y pesimista de las cosas, el film, siempre frío, sutil y muy elegante, no carga en absoluto las tintas, y deja una puerta abierta a la esperanza. Aunque la desorientación de adultos y niños desemboca en la tragedia, Ben es consciente de ello y pide ayuda, rompiendo a llorar en la magistral escena final del film. La familia intenta mantenerse unida y su esposa le pone la mano en el hombro en un tímido intento de reconciliación. Ha hecho falta que la situación se desborde para que los adultos reaccionen, pero tal vez sea posible arreglar las cosas.


Escenas destacadas:

  • Ben le pide a su hija Wendy que bendiga la mesa en la comida de acción de gracias. La joven lleva a cabo un ácido discurso político sobre el exterminio de los indígenas y la guerra de Vietnam. La paz en la familia parece imposible.
  • Ben se relaja con su amante, Janey, en la cama y empieza a hablarle de sus problemas en el trabajo. Ella le corta sin ambages recordándole que ya tiene marido y que no le apetece escuchar esas historias.
  • Tras verse rechazada por su vecino Mikey, Wendy lo intenta con su tímido y extraño hermano pequeño Sandy. Se introduce en el baño con él y se baja los pantalones enseñándole la vagina, y queriendo a continuación ver su pene. Se ven interrumpidos por Janey, la madre de Sandy, que reprende a Wendy por lo que acaba de hacer.
  • Más tarde, Mikey sucumbe al fin ante los encantos de Wendy. La máscara de Nixon con la que la adolescente se ha tapado la cara no impide que Mikey se eche encima de ella y empiecen a sobarse. Pero de nuevo un adulto, en este caso Ben, aborta la escena.
  • Ben y Elena aceptan participar en el juego de las llaves, la atracción estrella de la fiesta en casa de sus vecinos. Los hombres ponen las llaves de su coche en un recipiente, las mujeres cogen a ciegas un llavero, y se van con su dueño para acostarse con él. Elena hace lo propio, y protagoniza una rápida y frustrante escena de sexo en el coche con su vecino, el marido de Janey.


Anécdotas:

  • La recaudación del film en taquilla fue bastante discreta. Mucho mejor resultó la acogida entre los críticos; concursó en el festival de Cannes de 1997 obteniendo el premio al mejor guión, galardón al que se sumaría el BAFTA a la mejor actriz secundaria para Sigourney Weaver, quien fue propuesta también para los globos de oro. No obstante, los Oscar ignoraron completamente la película.
  • En el espectacular reparto coincidieron varias jóvenes promesas que se convertirían más tarde en grandes estrellas, como Tobey Spiderman Maguire y Elijah El señor de los anillos Wood. Christina Ricci, en cambio, ya era famosa entre el gran público, a pesar de su corta edad, por La familia Addams y Casper.


Sobre el director:

Ang Lee, uno de los mejores directores del cine actual, nace en Taiwan en 1954. Influido por el estilo del maestro japonés Yasuhiro Ozu y por el cine occidental, sus películas tratan siempre del conflicto entre la vida moderna y la tradición, entre el deseo de vivir libremente y la responsabilidad hacia los otros y la necesidad de guardar las apariencias. Su primer gran éxito internacional lo obtiene con El banquete de bodas (1993), una comedia sobre un homosexual que celebra un matrimonio de conveniencia para contentar a su familia. El tema de la homosexualidad lo volverá a abordar con gran éxito en la excelente Brokeback mountain (2005). Entre ambas películas, aparte de La tormenta de hielo, rueda Tigre y dragón (2000), un film romántico y feminista de artes marciales y sentimientos reprimidos con el que consigue el mayor éxito en taquilla nunca logrado por una película de habla no inglesa.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0119349/

http://www.arrakis.es/~maniacs/Tor1.htm

http://www.miradas.net/2005/n45/estudio/theicestorm.html

http://www.dvdenlared.com/dvd/La%20tormenta%20de%20hielo

12 septiembre 2006

La ley del deseo: Posmodernidad rosa

La ley del deseo. España, 1987

Director: Pedro Almodóvar

Guionista: Pedro Almodóvar

Intérpretes: Eusebio Poncela, Carmen Maura, Antonio Banderas, Miguel Molina

Temáticas de interés: Homosexualidad masculina, transexualidad, obsesión, crimen sexual, promiscuidad

Sinopsis:

Dos hermanos, Pablo y Tina, se reencuentran tras años sin verse. Tina ha cambiado mucho; antes era Tino y tenía una esposa y una hija, pero la relación incestuosa que mantenía con su padre rompió ese matrimonio. Pablo, por su parte, es un director de cine de éxito, uno de los personajes de moda en la noche madrileña: está enamorado de un chico, Juan, pero no puede evitar ser promiscuo. Una noche se lía con Antonio, que resulta ser un joven obsesivo cuyos celos por Juan provocarán un desenlace trágico.

Comentario:

La ley del deseo fue, en el momento de su estreno, el título más ambicioso y al mismo tiempo más arriesgado que había dirigido Pedro Almodóvar hasta esa fecha. Fiel a su estilo posmoderno de mezclar el cine vanguardista con la publicidad, el melodrama clásico con las telenovelas, lo culto y lo trash, el director volvía a desarrollar una trama rocambolesca, que mezclaba entre otros elementos incesto, transexualidad y crimen pasional, pero esta vez de forma mucho más serena que en su cine anterior de la época de la movida. Estridencias aparte, La ley del deseo hablaba sin tapujos de la homosexualidad con un tratamiento a la vez reivindicativo y normalizador nunca visto hasta entonces en el cine español, convirtiendo a su director en un icono entre la comunidad gay de su país.

Historia autobiográfica que reflexionaba sobre los mecanismos de la creación, este particularísimo Ocho y medio de Almodóvar abordaba la problemática de ser homosexual en los años 80, algo por un lado in y a la moda en los ambientes modernos de la época, pero al mismo tiempo una realidad muy dura de aceptar fuera de la noche madrileña, lo que se expone en el personaje reprimido de Antonio, que le pide a Pablo que le escriba con nombre de chica para mantener las apariencias ante sus padres. No obstante, lo innovador en La ley del deseo era el ir mucho más allá de la mera explicación o justificación de la condición homosexual, desarrollando un melodrama de pasiones y conflictos similares en buena medida a los que tradicionalmente hemos visto entre hombre y mujer: en un clásico triángulo amoroso, la promiscuidad de Pablo desencadenará la tragedia al chocar con los celos patológicos de Antonio. Este último, inseguro, dominado por su madre y símbolo de la España machista, trata a Pablo como un macho tradicional trata a su novia, vigilándolo y exigiéndole que renuncie a su vida frívola. Enfermo de celos, y con una psicosis avivada por no poder aceptar su homosexualidad a causa de su educación conservadora, Antonio indaga para conocer a Juan, el otro amante de Pablo, al que acabará asesinando, supuestamente por amor, pero en realidad nada más que por su propia inseguridad y por vengarse de la traición del chico al que considera propiedad suya.

La satisfacción de Antonio por la venganza, y por haber mostrado el dominio que tiene sobre Pablo asesinando a su adversario, no dura demasiado. Sospechando la verdad, Pablo lo rechaza, por lo que el joven continua su acoso seduciendo a Tina, que ha formado con su hermano y su hija un núcleo familiar poco convencional. Antonio utiliza a Tina para forzar a Pablo a que vuelva con él; en realidad su mente enferma no desea a Pablo, simplemente proyecta sobre él unas fantasías sobre el verdadero amor, un sentimiento que Antonio nunca podrá ofrecer, ni tampoco recibir de nadie.

Escenas destacadas:

  • Un hombre mayor paga los servicios sexuales de otro más joven, que se masturba ante él. Estamos ante la escena final de una de las películas de Pablo Quintero. Entre los espectadores del film se encuentran Antonio, que corre a masturbarse al baño muy excitado por lo que ha visto, y Tina, que sale de la sala satisfecha de la obra de su hermano.

  • Antonio conoce a Pablo, que le invita a pasar la noche con él. Reprimido y un tanto puritano, a Antonio le cuesta disfrutar en su primera experiencia sexual con otro hombre. Cuando Pablo va a penetrarle, le interrumpe para preguntar si alguna vez ha contraído alguna enfermedad venérea.

  • Tina se reencuentra con su otro gran amor de la infancia, aparte de su padre. Se trata de uno de los curas del colegio al que acudió de pequeña. Al sacerdote le cuesta reconocer a su antiguo alumno en aquella mujer que aún recuerda las canciones que le cantaba a la Virgen en su niñez.

  • Pablo sospecha que Antonio es el responsable de la muerte de Juan y va a visitarle. Enfermizamente obsesionado, Antonio le besa, pero Pablo responde mordiéndole hasta hacerle sangre.

  • Como una peculiar familia, Pablo se pasea en la calurosa noche madrileña con su hermana y su sobrina. Al ver a un barrendero regando la calle con su manguera, Tina le pide que la riegue a ella para sofocar el calor. El barrendero dirige el chorro de la manguera hacia la mujer, que vive una especie de orgasmo con la experiencia.

  • Tras un accidente de coche, Pablo se encuentra amnésico, por lo que Tina se ve obligada a contarle, a él y por primera vez al espectador, la rocambolesca historia de su familia, empezando por su relación incestuosa con su padre y acabando por su operación de cambio de sexo.

Anécdotas:
  • A pesar de ser una de las películas del cine español más comentadas por crítica y público ese año, no consigue ni una nominación en la segunda edición de los premios Goya, comenzando una larga historia de enfrentamientos y desencuentros entre Pedro Almodóvar y la Academia del Cine de nuestro país.
  • La presentación mundial del film tuvo lugar en el festival de Berlín de 1987.

    Para su siguiente guión, Almodóvar sigue obsesionado con el monólogo La voz humana de Cocteau, que Tina Quintero representa en La ley del deseo. Al núcleo original de una mujer que espera la llamada de un hombre que ya no la quiere, se van añadiendo otros personajes femeninos en la cabeza del director; ese será el germen de Mujeres al borde de un ataque de nervios.
  • Mujeres ... no es la única película de la filmografía de Almodóvar surgida de La ley del deseo. Diecisiete años más tarde vería la luz La mala educación, otra historia donde se mezclan la realidad y la ficción, con un director de cine, dos hermanos homosexuales, varios travestidos, y una antigua historia de amor pederasta en un colegio religioso. Unos elementos, eso sí, bastante peor integrados que en la película que nos ocupa.

Sobre el director:

Pedro Almodóvar
nace en Calzada de Calatrava (Ciudad Real) en 1949. Se traslada a Madrid en su juventud para trabajar en la compañía telefónica. En la capital comienza a llevar a cabo en sus ratos libres una serie de cortometrajes, preludio de la que será su primera película, Pepi Luci Bom y otras chicas del montón, llevada a cabo con gran precariedad de medios. Convertido rápidamente en uno de los personajes más emblemáticos de la llamada movida madrileña, el éxito comercial en España y la aceptación por parte de la crítica en el extranjero no se hacen esperar. Desde el comienzo, el sexo es uno de los ingredientes fundamentales del cine de Almodóvar. Plantando cara a los viejos mitos del machismo español, el director llena su cine de homosexuales, travestidos, mujeres sexualmente liberadas y dominantes, y machos ibéricos que se ven ridiculizados. Esta mezcla de crítica social y esperpento pretende epatar y llamar la atención, al mismo tiempo que reivindicar la libertad personal y sexual en un país recién salido de una dictadura y una época marcada por los tabúes religiosos.

Enlaces:

11 septiembre 2006

La gata sobre el tejado de zinc: Escabrosidad censurada

Cat on a hot thin roof. USA, 1958

Director: Richard Brooks

Guionistas: Richard Brooks y James Poe, basándose en la obra teatral de Tennessee Williams
Intérpretes: Elizabeth Taylor, Paul Newman, Burl Ives

Temáticas de interés: Exhibicionismo, homosexualidad masculina
Sinopsis:

Una acomodada familia sureña se reúne para celebrar el cumpleaños del patriarca. O tal vez el motivo auténtico de la reunión sea más serio, porque éste podría estar gravemente enfermo. Ante esta situación, existe una guerra no declarada entre los dos hijos del patrón, Gooper y Brick, para conseguir el favor de su padre de cara al testamento. O más bien es una lucha entre Gooper y Maggie, la mujer de Brick, porque a este último lo único que le preocupa es que su vaso esté siempre bien cargado de alcohol. Maggie quiere ofrecerle a su suegro un regalo muy especial: un nieto. El problema es que Brick no está por la labor: ha aceptado mantener las apariencias ante el resto de la familia, pero en la intimidad se niega a tocar a su mujer.

Comentario:

En la década de los 50, Hollywood vivía un momento un tanto delicado comparado con el esplendor de los años 40, debido al auge de la televisión y al prestigio que había ganado el cine europeo. Parte de este prestigio se debía a que las películas italianas, y más adelante las suecas y las francesas, tenían un planteamiento más adulto y abordaban cuestiones que el código Hays de censura vigente en USA desde los años 30 no permitía. La gata sobre el tejado de zinc es uno de los mejores ejemplos de las contradicciones del celuloide hollywoodiense de esta época, que quería abordar temas escabrosos, pero que tenía que suavizarlos y disimularlos a causa de los censores, desdibujando a veces las historias y dificultando su comprensión.

El título original del film incluye la palabra caliente, y la identificación entre la protagonista, Maggie, y la gata alude al estado de celo de los animales. Brick, su marido, no puede satisfacer la sensualidad de Maggie la gata por una razón muy sencilla: es homosexual. La película, no obstante, complica las cosas, puesto que pretende hacer una adaptación muy fiel, a través de una puesta en escena muy teatral, de una obra, sin poder abordar abiertamente uno de sus temas centrales, la homosexualidad. En la obra de teatro, Brick vivió una estrecha amistad con otro chico, Skipper, que acabó declarándole su amor antes de suicidarse, incapaz de aceptar su tendencia sexual. Esto sume a Brick en una depresión producida por la ausencia de Skipper, al que él también amaba aunque nunca se atreviera a reconocerlo, probablemente ni siquiera ante sí mismo. La presencia de Maggie le repugna una vez que es ya plenamente consciente de su homosexualidad y de que Skipper es la persona con la que habría querido estar.

En la película, se puede intuir hasta cierto punto el triángulo existente entre el matrimonio y el amigo muerto, pero la historia queda muy desdibujada, no llega a estar clara la razón del suicidio de Skipper ni por qué este hecho le afecta tanto a Brick. Para evitar el tema tabú, el film se centra en otros aspectos, también muy característicos del universo de Tennessee Williams, como son la decadencia, evidenciada en el alcoholismo precoz de Brick, cuya debilidad e incapacidad para valerse por sí mismo se plasman físicamente en la muleta que necesita para caminar, o la familia disfuncional sureña, con el patriarca déspota, la madre sumisa, el hijo trepa, y los monstruos cuellicortos, los sobrinos de Brick y Maggie.

Sin duda el personaje más interesante de la función es el principal, Maggie la gata, sensual, vital, de origen humilde y arribista, un personaje simpático para el espectador pero ambiguo, que ama a su marido, pero cuyo amor está basado en buena parte en el deseo sexual y en el dinero de su familia política; un tipo de mujer muy alejado de los estereotipos que hasta entonces había manejado el cine clásico, que se limitaban a la chica buena virginal y la arpía sin escrúpulos. Desesperada ante un hombre con el que no puede utilizar su mejor baza, la exhibición de su sensualidad, su orgullo y ambición le impiden darse por vencida.

Escenas destacadas:
  • Maggie se quita el vestido de forma sensual delante de su marido, que la mira con apatía. La indiferencia de él contrasta con el deseo sexual de Maggie, que ella define a través de la metáfora que da título a la película, se siente como una gata sobre un tejado de zinc calentado por el sol. Brick le responde que haga lo que hacen los gatos, que salte de un tejado a otro (es decir, que se busque un amante).
  • Provocado por Maggie, Brick le tira la muleta. Para recogerla, tiene que arrastrarse por el suelo ante la mirada de uno de sus sobrinos. Cuando el niño pregunta qué hace el tío Brick tirado, éste responde que intentar matar a la tía Maggie.
  • La familia intenta ocultarle al abuelo que tiene un cáncer irreversible. Éste trata con desprecio a su mujer y a su otra nuera, pero no a Maggie, que le miente diciéndole que está embarazada.

Anécdotas:
  • SPOILER: el final feliz de la película, en el que Brick y Maggie se reconcilian y se disponen a tener un niño, es radicalmente distinto al de la obra teatral, en la que Maggie se aprovecha de la indefensión de Brick a causa de la muleta para forzarlo y quedarse embarazada en contra de la voluntad de su marido.
  • En España, a la importante mutilación que sufrió la película para adaptarse a lo aceptado por el código Hays de Hollywood, se sumaron los rigores de la censura franquista en el doblaje. Cuando Brick le dice a Maggie crudamente, para quitársela de encima, take a lover (búscate un amante), la versión española lo reemplaza por un mucho más suave y ambiguo diviértete, dificultando todavía más la comprensión del argumento.
  • Tuvo un éxito de taquilla muy considerable, recaudando más de cinco veces su coste. Aparte de la fama de la obra original y de la buena acogida de otras adaptaciones al cine de Tennessee Williams, un factor clave del éxito del film fue juntar a Elizabeth Taylor en su mejor momento profesional con un Paul Newman que empezaba a despuntar como estrella.
  • Consiguió seis nominaciones al Oscar en las principales categorías: mejor película, director, actor y actriz protagonistas, fotografía en color y guión adaptado. No obstante, fue una de las grandes derrotadas de los premios de ese año al no obtener ningún galardón. La mejor película resultó ser la hoy en día olvidada Gigi.
  • Pedro Almodóvar llevó a cabo un divertido homenaje / plagio a esta película en su primer film, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. En una escena de Pepi ..., una mujer barbuda (Cecilia Roth) le reprocha a su esposo que no se acueste con ella y declara sentirse como una gata sobre un tejado de zinc caliente.

Sobre el director:


Richard Brooks (Philadelphia 1912 - Los Angeles 1992) es un nombre relevante dentro de la producción de Hollywood de los años 50 y 60. Representa un punto intermedio entre el artesano que se limita a cumplir los encargos del estudio con eficacia y el creador que intenta innovar. También guionista y productor, su respetabilidad entre la gente de la industria de la época queda más que demostrada por las seis nominaciones al Oscar que consiguió como director, una de ellas por La gata sobre el tejado de zinc, siendo premiado por El fuego y la palabra en 1960. Pero su obra más recordada es sin duda la adaptación de Truman Capote A sangre fría. El erotismo se vio abordado en su cine, dentro de los límites que permitía la censura del momento, en otra adaptación de Tennessee Williams, Dulce pájaro de juventud, y en una de sus últimas películas, Buscando al señor Goodbar, ya de 1978, en la que Diane Keaton interpretaba a una soltera promiscua.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0051459/
http://www.dvdenlared.com/dvd/La%20Gata%20sobre%20el%20Tejado%20de%20Zinc
http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article708.html

05 septiembre 2006

Intimidad: Realismo social y sexual

Intimacy. Francia - Reino Unido, 2001

Director: Patrice Chéreau

Guionistas: Anne-Louise Trividic y Patrice Chéreau, basándose en la novela de Hanif Kureishi

Intérpretes: Mark Rylance, Kerry Fox

Temáticas de interés: Sexo esporádico

Sinopsis:

Jay, un músico que se gana la vida como camarero, tiene encuentros esporádicos con una mujer desconocida. Cuando se ven, se desnudan, tienen relaciones sexuales y a continuación se visten sin mediar palabra. Aunque se ven todas las semanas, no saben nada el uno del otro. Jay, sin embargo, llegado un momento empieza a interesarse por su compañera ocasional de cama.

Comentario:
Intimidad hace una interesante incursión en el tema de los contactos, las parejas que se citan para sexo sin ataduras. La relación deshumanizada que mantienen Jay y Claire consiste en puro coito sin palabras ni ningún tipo de implicación emocional ... en principio, porque más tarde él sí empezará a seguirla para saber más de ella, con lo cual empiezan a destaparse las carencias que hay en la vida de ambos. Curiosamente, este acercamiento destruye la relación entre los dos, que hasta el momento había sido tan distante como estable.

El film utiliza la estética y la narrativa propia del cine costumbrista británico de denuncia social para llevar a cabo una radiografía de la intimidad, no solo sexual, de los dos protagonistas, especialmente del hombre, cuyo punto de vista es el que sigue la película. Los personajes se encuentran emocionalmente al límite; no obstante, el director no establece, o al menos no subraya, una relación causa-efecto entre el vacío y la miseria de sus vidas y sus contactos puramente sexuales, puesto que toda la realidad que los rodea se muestra igual de insatisfactoria. Esta mezcla entre el drama más personal y la temática social, entre lo privado y lo colectivo, es el mayor punto de interés del film, aunque no siempre resulta lograda: existen subtramas de personajes secundarios en el guión que no acaban de encajar y se quedan en la anécdota.

Escenas destacadas:
  • La pareja protagonista tiene varios encuentros durante la película. Todos consisten en puro sexo sin palabras; las escenas son muy realistas, sin elipsis ni cortes, y también muy explícitas, incluyendo erecciones y hasta conatos de felación. Los actores no se limitan a fingir en las escenas de sexo como en el género erótico tradicional, con lo cual la frontera entre cine normal y cine porno se difumina.
  • El mismo esquema de Intimidad, una pareja que se reúne solo para sexo y cuyo entendimiento acaba cuando intentan crear un vínculo que abarque algo más que la cama, lo repetía otra producción francesa de la misma época, Una relación privada (2000), aunque con un tratamiento muy distinto, puesto que esta última recurría a la elipsis, no contenía ninguna escena subida de tono.


Anécdotas:

  • Obtuvo el oso de oro a la mejor película en el festival de Berlín, además del premio a la mejor actriz para Kerry Fox.
  • Nominada también al premio del cine europeo en las categorías de mejor película y fotografía. Patrice Chéreau, por su parte, fue finalista al Cesar del cine francés al mejor director.

Sobre el director:


Nacido en Lezigne, Francia, en 1944, Patrice Chéreau es responsable de una carrera en cine un tanto errática. Además de ser guionista habitual de las películas que dirige, ha trabajado esporádicamente como actor. El mayor éxito de su filmografía es La reina Margot, una obra más grandilocuente, típica superproducción gala adaptación de una novela de prestigio, que se aparta un poco de la línea más personal e intimista de sus otros títulos, donde la homosexualidad suele cobrar bastante protagonismo. Buenos ejemplos serían El hombre herido, Los que me aman cogerán el tren, o Su hermano.

Enlaces:
http://spanish.imdb.com/title/tt0256103/
http://www.pasadizo.com/r.jsp?m=peliculas&ext=2&cod=324&sec=6
http://www.planetacomic.net/video_dvd/4_vdvd.asp?id=888

03 septiembre 2006

Hardcore, un mundo oculto: Descenso a los infiernos del porno

Hardcore. USA, 1979

Director y guionista: Paul Schrader

Intérpretes: George C. Scott, Season Hubley, Peter Boyle

Temáticas de interés: Pornografía, prostitución, represión


Sinopsis:

En una pequeña ciudad de la América profunda, poblada por miembros de una estricta iglesia calvinista, desaparece la joven hija de un pequeño empresario. El padre, de nombre Jake, contrata a un detective privado para que localice a la chica; algún tiempo más tarde recibe noticias: la muchacha es protagonista de una película pornográfica. Descontento con la labor del detective y creyendo que su hija es víctima de la trata de blancas, Jake decide viajar a California e introducirse en la industria del porno para encontrarla.

Comentario:

Durante los primeros minutos del film vemos la vida cotidiana en el pueblo donde viven Jake y su hija, una pequeña comunidad de fundamentalistas religiosos protestantes. Más tarde descubriremos que la madre de la niña los abandonó buscando otro tipo de vida en la gran ciudad. La muchacha, como le ocurrió al director y guionista del film, Paul Schrader, se ha criado sin televisión, cine ni otras formas de entretenimiento, entre las discusiones teológicas de sus familiares; aunque la cámara de Schrader no carga las tintas, el ambiente es represivo y un tanto enfermizo. Cuando la joven se va de viaje con amigos en la que tal vez sea su primera salida del pueblo acompañada de gente de su edad, descubre un mundo nuevo. Una elipsis nos devuelve al punto de vista de su padre, que ya no abandonaremos durante el resto de la película: la chica ha desaparecido y, cuando el detective que la busca la localiza en un film porno, Jake ni por un instante piensa que su hija haya podido participar voluntariamente en el mismo. No obstante, el detective le avisa de que es probable que la joven no quiera volver con él cuando la encuentren.

Como un héroe de la mitología, o más bien como un apóstol del evangelio, dada la marcada formación calvinista del director, Jake es el salvador que tiene que descender a los infiernos del porno, la prostitución y los ambientes más sórdidos de la ciudad en busca de la salvación del alma de su hija. Paul Schrader bucea con curiosidad morbosa de reprimido entre un submundo que funciona en el filo de la legalidad. Para Jake la pornografía y todo el negocio en torno al sexo son degradantes y repulsivos, aunque también enfermizamente atractivos, y al espectador, aunque la película sea también crítica con la represión del personaje y de su entorno, se le anima a compartir este punto de vista.

Cuando se rodó Hardcore, en 1979, se vivía en el mundo occidental una auténtica eclosión comercial del porno, de las sex-shops y de todo el negocio relacionado con el sexo, debido a lo reciente de su legalización. Ésta fue una de las primeras películas que abordó el tema del cine X, en una época en la que la pornografía seguía manteniendo mucho de su tabú, aunque entre ciertos sectores sociales se veía como un síntoma de modernidad y progreso sin ninguna connotación negativa; todavía existía, no obstante, cierta confusión y falta de control y de una línea divisoria clara entre el porno legal y el ilegal. Hardcore es también uno de los primeros films en hacerse eco de la famosa leyenda urbana de las snuff movies, las películas que muestran asesinatos reales. Este último es el nivel más extremo de los infiernos en los que Jake se va viendo envuelto a lo largo de la película.

En esta cruzada de Jake para rescatar a su hija del mal y el vicio, aparecen otros personajes cuya interacción tal vez no esté bien desarrollada en el guión, sobre todo en el caso de Niki, la prostituta que le ayudará al protagonista a encontrar a su hija. El final no es del todo convincente, ya que se preocupa de resolver una cierta trama policial alrededor de las películas ilegales que para el espectador no es importante, ya que el drama principal no es ese sino el reencuentro del padre y la hija.
SPOILER: como era previsible, la chica se fue voluntariamente del pueblo y no quiere volver con Jake, una realidad muy dura para él. No obstante, de forma no del todo comprensible, la joven cambia de idea y el santurrón de pueblo vuelve a casa. Como le dice el detective al que había contratado, hace bien en volver porque ése (refiriéndose al mundo de la ciudad) no es su mundo.

Escenas destacadas:
  • El detective que ha contratado Jake le llama con noticias sobre su hija. Le lleva a una sala de proyección de películas sin avisarle del contenido de la cinta que va a ver. Jake ve a su hija protagonizando un film porno junto con dos chicos; no consigue soportar la proyección durante mucho rato antes de gritar que la paren.
  • Jake se hace pasar por productor de porno para encontrar a los compañeros de rodaje de la película de su hija. En el casting falso que hace, uno de los aspirantes insiste en bajarse los pantalones y enseñarle su instrumento de trabajo. El siguiente resulta ser el partenaire de la chica al que andaba buscando; cuando Jake le pregunta por ella, el joven la tilda de viciosa y de haber sido su peor experiencia con una chica; ofendido ante esa forma de referirse a su hija, el falso productor se avalanza sobre el chico.
  • Niki, la prostituta que le ayuda a encontrar a su hija, habla con Jake sobre sus respectivas creencias. Ella cree en la reencarnación; Jake le explica sus conceptos calvinistas sobre la depravación del hombre, y que sólo unos pocos están predestinados por Dios para salvarse, el resto de la raza humana se condenará sin esperanza. La respuesta de Niki es contundente: yo pensaba que estaba jodida, pero lo tuyo es mucho peor.
  • La hija de Jake al parecer acompaña a un individuo metido en películas sadomasoquistas muy fuertes. Su padre insiste en ver una de esas películas para comprobar que no es su hija a quien hacen daño. Paga una gran cantidad de dinero por un pase privado de una snuff movie, en la que una chica es asesinada en directo ante la cámara. Afortunadamente, no se trata de ella.

Anécdotas:
  • En entrevistas concedidas recientemente, el director Paul Schrader habla de Hardcore como una película coyuntural que no volvería a repetir hoy en día. El protagonista principal está inspirado en su padre, el cual llegó a ver el film y se sintió ofendido al interpretarlo como un ataque a su forma de ser y pensar. No obstante, Schrader compartía en esa época el punto de vista del personaje.
  • El rodaje de la película fue bastante conflictivo. George C. Scott tenía problemas con el alcohol y no se llevó bien con Schrader. Para que aceptase rodar una escena, el director tuvo que ponerse de rodillas y prometerle que nunca más volvería a dirigir. A pesar de las circunstancias en las que se llevó a cabo dicha promesa, Scott se la tomó en serio, y se enfadó cuando meses más tarde descubrió que Schrader le había mentido, al leer en la prensa la noticia de su siguiente proyecto, American gigolo.
  • SPOILER: En el guión original, la hija de Jake moría en un accidente de coche sin ninguna conexión con el mundo del porno, con lo cual la cruzada de su padre resultaba inútil. Aunque ese era el concepto del director sobre la película, tuvo que cambiarlo por presiones externas; en el final que se rodó, la chica aparece viva y acaba aceptando volver al pueblo con Jake.
  • El film se presentó a concurso en el festival de Berlín de 1979. No obstante, no consiguió un gran éxito de crítica, ni tampoco de público en su estreno comercial.

Sobre el director:

Paul Schrader nació en una pequeña localidad del estado de Michigan en 1946. Criado en una estricta comunidad religiosa calvinista, no se le permitió asistir al cine hasta que se fue de casa para estudiar en la universidad, donde abandonó su vocación anterior de ser sacerdote y se convirtió en cinéfilo y activista de izquierdas, lo cual le ocasionó un conflicto con sus creencias que se refleja en casi todas sus películas. Le gusta regodearse de una forma tan amarga como malsanamente morbosa en el pecado, la degradación y la posterior redención en su cine, tanto como guionista (siendo Taxi driver su más famoso guión), como cuando es también director (Posibilidad de escape, Aflicción). El sexo se aborda en su cine como algo corrupto, una parte más del proceso degenerativo que sufren sus personajes.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0079271/
http://www.terra.es/cine/biofilmografia/articulo.cfm?ID=7045
http://www.toxicuniverse.com/review.php?rid=10002465