Une affaire de femmes. Francia, 1988.

Director: Claude Chabrol
Guionista: Claude Chabrol y Colo Tavernier, basándose en la novela de Francis Szpiner
Intérpretes: Isabelle Huppert, François Cluzet, Nils Tavernier, Marie Trintignant
Temáticas de interés: Aborto
Sinopsis:En la Francia del régimen de Vichy, colaboracionista con el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, Marie ayuda a una de sus vecinas a realizar un aborto clandestino. Pronto se da cuenta del dinero que puede sacar dedicándose a esa actividad, inconsciente de los problemas que le puede acarrear con las nuevas autoridades del país.
Comentario:La interrupción voluntaria del embarazo es uno de los temas más controvertidos que pueden existir y, por lo tanto, de los más difíciles de abordar por el cine.

La mayor parte de las películas que lo han hecho han caído en el panfleto de escasa profundidad dramática, ya sea por parte del bando antiabortista, por lo general vinculado estrechamente al pensamiento religioso, con títulos como
El derecho de nacer, o por los defensores de la libertad de la madre a elegir, donde tenemos un ejemplo relativamente reciente con
El secreto de Vera Drake de
Mike Leigh. En ambos casos los personajes que ayudan a la embarazada a abortar se muestran de forma terriblemente maniquea, o bien como malvados sin moral que sólo buscan el ánimo de lucro y que se complacen en destruir la familia y la sociedad, o bien como héroes con gran conciencia social que se ven perseguidos por fuerzas reaccionarias y represoras de moral hipócrita. La corrección política que impera en la actualidad prefiere evitar un tema que, se aborde como se aborde, siempre va a acabar molestando a unos o a otros, por lo que los tiempos en los que
Liza Minnelli abortaba en
Cabaret (1972) sin que su decisión fuera ensalzada, condenada ni subrayada en ningún sentido parecen muy lejanos.
Por lo tanto, tiene mucho mérito que
Un asunto de mujeres sea de los pocos títulos que han puesto el tema sobre la mesa y lo hayan utilizado para plantear una historia muy rica dramáticamente en la que es difícil tomar partido.

Resulta cínico que las autoridades filonazis del film consideren el aborto como un delito grave por ser un atentado contra la vida cuando ellos mandan a la gente a campos de exterminio a diestro y siniestro, un ejemplo extremo de la actitud de doble moral de muchos sectores sociales antiabortistas, que disfrazan de preocupación por la vida del feto lo que no es más que un afán de reprimir la libertad de las mujeres e imponer una rígida moral sexual. Pero por otro lado la comadrona que ayuda a las mujeres a llevar a cabo abortos clandestinos no es ninguna heroína feminista: contagiada de la miseria moral que reina en la Francia colaboracionista, se aprovecha de la situación para lucrarse a costa del drama de muchas mujeres que sufren embarazos no deseados. El personaje no es ningún monstruo y probablemente en otras circunstancias se habría comportado de otra manera, pero está claro que, aunque sea finalmente capturada y condenada por los nazis, la condición de víctima en la historia está reservada a aquéllas que tienen que llevar a cabo sus abortos de forma clandestina, sin la atención sanitaria adecuada y a expensas de usureros que sacan partido de su situación. Tampoco hay, por otra parte, otro verdugo además de la época histórica en la que transcurre la acción. En esta película tan poco complaciente, tal vez donde más se deje translucir la opción ideológica del director sea en la elección del título: la interrupción del embarazo es, efectivamente, un asunto de mujeres en el que cada embarazada debe tomar su propia decisión con la atención y la información adecuadas.
Escenas destacadas:
- Una de las clientas de Marie le habla de su situación desesperada. Intenta sacar adelante a sus muchos hijos, a los que se ve incapaz de amar, y no puede soportar la idea de tener otro más. Marie escucha este testimonio con su habitual e inconsciente tranquilidad.
Anécdotas:
El film se inspira en la historia real de Marie-Louise Giraud, la última mujer condenada a muerte en Francia en 1942 bajo el régimen de Pétain.
Se trata de la segunda de las siete ocasiones en las que hasta ahora han trabajado juntos el director Claude Chabrol y la actriz Isabelle Huppert.
Sobre el director:
Claude Chabrol nace en París en 1930. Junto con François Truffaut, Jean-Luc Godard, Eric Rohmer y Alain Resnais, forma parte de la llamada nouvelle vague que va a revolucionar el celuloide francés de finales de los 60 y que sentará las bases del cine moderno en todo el mundo. Dentro de esta corriente, Chabrol llevará a cabo un muy particular cine negro especializado en diseccionar las neurosis y los conflictos personales y familiares de pequeñoburgueses que viven en ciudades de provincias, inspirándose muchas veces en historias que lee en la sección de sucesos de los periódicos. El sexo y el erotismo un tanto malsanos forman parte de los secretos que suelen esconder sus personajes.
Enlaces:
IMDB
El criticón
DVDGo