06 diciembre 2008

Cachorro: papá oso

Cachorro. España, 2004.

Director: Miguel Albaladejo

Guionistas: Miguel Albaladejo y Salvador García Ruíz

Intérpretes: José Luis García Pérez, David Castillo

Temáticas de interés: homosexualidad masculina, fetichismo, promiscuidad

Sinopsis:

Pedro es un dentista gay con una activa vida social y sexual que tiene que hacerse cargo de su sobrino Bernardo, ya que su hermana se va de vacaciones al extranjero. Esta circunstancia, en principio temporal y ocasional, se ve prolongada de forma indefinida en el tiempo cuando la madre del muchacho es detenida en el otro país y se expone a una larga condena de cárcel. Pedro tendrá que plantearse si su vida es compatible con la educación de un niño o si debe elegir entre una cosa y la otra.

Comentario:

Durante las dos últimas décadas, la homosexualidad, pese a seguir siendo un tabú en el cine comercial, que sólo admite por ahora unos cuantos estereotipos como el secundario gracioso que acompaña a la protagonista femenina de compras o el reprimido que acaba siendo aceptado o aceptándose a sí mismo después de lúgubres experiencias traumáticas, se ha convertido en protagonista de una serie de películas independientes que van más allá de estos clichés y también del cine de reivindicación.

Cachorro refleja la situación de muchos homosexuales que viven en grandes ciudades, para los que sus inclinaciones ya no representan una tragedia ni un drama y que por ello tampoco necesitan reivindicar grandes causas sino que viven sus vidas con una cierta normalidad, que no obstante es más frágil de lo que parece: a la hora de hacerse cargo de su sobrino el estilo de vida de Pedro le hace vulnerable a los ojos de los que consideran que quienes no son como ellos no pueden considerarse normales.

No obstante, es cierto que la película, a pesar de abordar el tema de la adopción de niños por parte de personas homosexuales, no se limita al panfleto, sino que cuenta, no un gran drama, sino el pequeño drama de una persona que ve su vida alterada por la presencia de su sobrino y que se tiene que enfrentar a problemas legales, a la familia del niño y a su complicada situación afectiva con un medio novio francés que viene a visitarle de vez en cuando.

Ahí es donde la película peca tal vez de maniqueismo y falta de verosimilitud al hacer un retrato tan idealizado de su protagonista. Pedro conjuga demasiado a la perfección sus juergas nocturnas por los locales gays con su carrera profesional y su nueva labor como padre accidental. Como en otras cintas de Albaladejo, se puede apreciar una misoginia tan evidente como opuesta en gran medida a la que estamos acostumbrados a ver: mientras las mujeres son inmaduras, posesivas y un tanto histéricas, los hombres tienen un gran equilibrio emocional y una estupenda mano con los niños. Pedro tiene además clarísimo que, pese a sus sentimientos respecto a su amante francés, no quiere compromisos; su temple emocional es tal que esta relación intermitente no le plantea ningún tipo de duda ni de conflicto, y no se trata de egoísmo sino de saber a la perfección lo que es mejor para él y para todo el mundo. Probablemente la intención del guión es no caer en el tópico reaccionario de presentar la promiscuidad como símbolo de irresponsabilidad y de deriva en todos los aspectos de la vida, pero tal vez se le vaya un poco la mano en el otro sentido.

Por último, el film se centra en una rama del mundo gay, el submundo de los osos o bears; mientras en una ciudad más pequeña ser homosexual ya es lo suficientemente peculiar por sí solo, en una gran ciudad la orientación sexual deja de ser una identidad en sí misma por lo que, al igual que los heterosexuales, los gays se ven también obligados a buscar dicha identidad formando sus grupos y clanes en torno a cierta estética, música, etc. Adoptando la estética de los osos, muchos hombres con cierto sobrepeso y feos desde un punto de vista convencional dejan de ser individuos anodinos y pasan a hacer alarde y estar orgullosos de su físico y su condición; Cachorro retrata este ambiente oso con una gran autenticidad.

Escenas destacadas:

  • Pedro visita un local de ambiente; desciende a las escaleras donde se encuentra el cuarto oscuro y allí empieza a besarse con un desconocido.
  • El pequeño Bernardo se levanta inesperadamente de noche; al entrar en la habitación de su tío, se lo encuentra atado a la cama, con una máscara tapándole la cara y con otro enmascarado vestido de cuero delante. El niño tiene un ataque de pánico y sale corriendo.


Anécdotas:
  • Algunas escenas de la película se rodaron en el famoso barrio madrileño de Chueca y en algunos locales especializados en osos o bears.
  • El film, que es relativamente bien conocido en la comunidad homosexual española y sobre todo madrileña, recibió algunos premios, principalmente en festivales de cine gay. Su protagonista logró una nominación al Goya como mejor actor revelación.

Sobre el director:

Nacido en Alicante en 1966, Miguel Albaladejo es un desconocido para el gran público, a pesar de ser un brillante guionista y un más que correcto realizador. Su único film con una cierta repercusión fue la adaptación cinematográfica de las historias del famoso personaje de literatura infantil Manolito Gafotas (1999), creado por su amiga Elvira Lindo. Su cine cuenta sin grandes pretensiones historias cotidianas con un muy buen equilibrio entre comedia, drama e interés por las emociones y lazos afectivos de sus personajes. Cachorro es, hasta el momento, su única película abiertamente homosexual y con escenas eróticas explícitas.

Enlaces:

IMDB

La Butaca

Cómo hacer cine