
Director y guionista: Paul Schrader
Intérpretes: Richard Gere, Lauren Hutton
Temáticas de interés: prostitución
Sinopsis:
Comentario:
dida y vulnerable que solemos tener de las personas que se dedican a la prostitución, American gigolo resulta una excepción por dos motivos: centrarse en el sexo de pago de lujo y hablar de un hombre que se prostituye en lugar de una mujer. Como ocurre con el aborto, la prostitución es también un tema enormemente controvertido motivo de disputas entre los partidarios de su ilegalización y los de su regularización. Feministas y grupos conservadores movidos por causas religiosas coinciden en que prostituirse no puede considerarse un trabajo digno sino que se trata de una forma de esclavitud sexual de la mujer y de una violación pagada; para sostener este argumento necesitan ignorar el hecho de que existe un número no tan despreciable como suele decirse de hombres que se dedican a la prostitución (todavía mayor si incluimos en él a travestidos y transexuales), de que, aunque la prostitución masculina suele ir dirigida a hombres homosexuales existen también mujeres clientas de la prostitución, y por último que, aunque la mayoría de las prostitutas efectivamente son mujeres semiesclavizadas por mafias o por su adicción a las drogas que ejercen esta actividad en unas condiciones próximas a las de la trata de blancas del pasado, existe también, aunque sea minoritaria, una prostitución de lujo llevada a cabo de forma voluntaria por mujeres y hombres que podrían dedicarse a otro oficio pero que se ven tentados por el dinero fácil y las oportunidades de moverse de esta forma en un mundo de ostentación y personas influyentes, disfrutando de un nivel de vida que les estaría vetado en un trabajo convencional.Paul Schrader, director y guionista de la película, elige centrarse
en este último caso porque no le interesa hablar de la problemática social en torno a la prostitución, sino, como ocurre siempre en su cine, del drama particular de un personaje a la deriva que intenta salir de un círculo vicioso de materialismo y falta de valores morales. Educado en un severo ambiente puritano y calvinista, Schrader muestra en American gigolo, como en todas sus otras películas, una morbosa e insana fascinación por el pecado. Julian, el gigolo, vive una vida hedonista que gira en torno al culto al cuerpo, vestir la ropa adecuada y visitar los restaurantes y clubs más de moda; no ve nada degradante en su profesión y se enorgullece de su condición de objeto sexual de mujeres maduras: prefiero a las mujeres mayores. ¿Qué sentido tiene llevar a una adolescente al orgasmo? Una quinceañera que se pone cachonda viendo una película y va corriendo a casa a masturbarse. Cualquiera puede hacerlo.
Mientras en otros títulos de Schrader la evolución del personaje es más interior, esta se trata de una producción comercial de Hollywood, por lo que el conflicto se exterioriza a través de una trama criminal que va envolviendo a Julian y le hace sentirse incómodo en su vida frívola. El gigolo, que podría ser un pariente cercano del personaje de Marcello Mastroianni en La dolce vita, tendrá que pasar por un via crucis que le permita redimirse y salvarse.Escenas destacadas:
- Julian hace ejercicio en su habitación mientras aprende sueco para recibir a una de sus clientas. A continuación se viste con un traje de diseño; la vida del gigolo de lujo ha quedado perfectamente definida.
- Se trata de una producción de Jerry Bruckheimer, uno de los ejecutivos que más éxitos le han dado a la industria americana de los últimos treinta años. Entre ellos Flashdance, Top Gun o Piratas del caribe.
- Antes de Richard Gere, se barajaron otros nombres para el papel protagonista, como Christopher Reeve y John Travolta. Travolta dio marcha atrás en el último momento porque exigía tener control sobre el montaje final; no debe ser un actor fácil, ya que también Roman Polanski tuvo problemas con él en otro proyecto.
- El éxito en taquilla fue considerable, 23 millones de dólares de recaudación en Estados Unidos, frente a un coste de producción de menos de 5.
- El tema principal de la banda sonora, Call me, fue un importante éxito de ventas, el mayor del grupo de new wave Blondie en Estados Unidos. Estuvo también nominado al globo de oro a la mejor canción; fue el único reconocimiento logrado por el film, aparte de otra nominación a la mejor banda sonora para Giorgio Moroder, uno de los reyes del tecnopop y colaborador habitual tanto de Schrader como de Bruckheimer.
o en una estricta comunidad religiosa calvinista, no se le permitió asistir al cine hasta que se fue de casa para estudiar en la universidad, donde abandonó su vocación anterior de ser sacerdote y se convirtió en cinéfilo y activista de izquierdas, lo cual le ocasionó un conflicto con sus creencias que se refleja en casi todas sus películas. Le gusta regodearse de una forma tan amarga como malsanamente morbosa en el pecado, la degradación y la posterior redención en su cine, tanto como guionista (siendo Taxi driver su más famoso guión), como cuando es también director (Hardcore, Posibilidad de escape, Aflicción). El sexo se aborda en su cine como algo corrupto, una parte más del proceso degenerativo que sufren sus personajes.



