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06 diciembre 2008

Cachorro: papá oso

Cachorro. España, 2004.

Director: Miguel Albaladejo

Guionistas: Miguel Albaladejo y Salvador García Ruíz

Intérpretes: José Luis García Pérez, David Castillo

Temáticas de interés: homosexualidad masculina, fetichismo, promiscuidad

Sinopsis:

Pedro es un dentista gay con una activa vida social y sexual que tiene que hacerse cargo de su sobrino Bernardo, ya que su hermana se va de vacaciones al extranjero. Esta circunstancia, en principio temporal y ocasional, se ve prolongada de forma indefinida en el tiempo cuando la madre del muchacho es detenida en el otro país y se expone a una larga condena de cárcel. Pedro tendrá que plantearse si su vida es compatible con la educación de un niño o si debe elegir entre una cosa y la otra.

Comentario:

Durante las dos últimas décadas, la homosexualidad, pese a seguir siendo un tabú en el cine comercial, que sólo admite por ahora unos cuantos estereotipos como el secundario gracioso que acompaña a la protagonista femenina de compras o el reprimido que acaba siendo aceptado o aceptándose a sí mismo después de lúgubres experiencias traumáticas, se ha convertido en protagonista de una serie de películas independientes que van más allá de estos clichés y también del cine de reivindicación.

Cachorro refleja la situación de muchos homosexuales que viven en grandes ciudades, para los que sus inclinaciones ya no representan una tragedia ni un drama y que por ello tampoco necesitan reivindicar grandes causas sino que viven sus vidas con una cierta normalidad, que no obstante es más frágil de lo que parece: a la hora de hacerse cargo de su sobrino el estilo de vida de Pedro le hace vulnerable a los ojos de los que consideran que quienes no son como ellos no pueden considerarse normales.

No obstante, es cierto que la película, a pesar de abordar el tema de la adopción de niños por parte de personas homosexuales, no se limita al panfleto, sino que cuenta, no un gran drama, sino el pequeño drama de una persona que ve su vida alterada por la presencia de su sobrino y que se tiene que enfrentar a problemas legales, a la familia del niño y a su complicada situación afectiva con un medio novio francés que viene a visitarle de vez en cuando.

Ahí es donde la película peca tal vez de maniqueismo y falta de verosimilitud al hacer un retrato tan idealizado de su protagonista. Pedro conjuga demasiado a la perfección sus juergas nocturnas por los locales gays con su carrera profesional y su nueva labor como padre accidental. Como en otras cintas de Albaladejo, se puede apreciar una misoginia tan evidente como opuesta en gran medida a la que estamos acostumbrados a ver: mientras las mujeres son inmaduras, posesivas y un tanto histéricas, los hombres tienen un gran equilibrio emocional y una estupenda mano con los niños. Pedro tiene además clarísimo que, pese a sus sentimientos respecto a su amante francés, no quiere compromisos; su temple emocional es tal que esta relación intermitente no le plantea ningún tipo de duda ni de conflicto, y no se trata de egoísmo sino de saber a la perfección lo que es mejor para él y para todo el mundo. Probablemente la intención del guión es no caer en el tópico reaccionario de presentar la promiscuidad como símbolo de irresponsabilidad y de deriva en todos los aspectos de la vida, pero tal vez se le vaya un poco la mano en el otro sentido.

Por último, el film se centra en una rama del mundo gay, el submundo de los osos o bears; mientras en una ciudad más pequeña ser homosexual ya es lo suficientemente peculiar por sí solo, en una gran ciudad la orientación sexual deja de ser una identidad en sí misma por lo que, al igual que los heterosexuales, los gays se ven también obligados a buscar dicha identidad formando sus grupos y clanes en torno a cierta estética, música, etc. Adoptando la estética de los osos, muchos hombres con cierto sobrepeso y feos desde un punto de vista convencional dejan de ser individuos anodinos y pasan a hacer alarde y estar orgullosos de su físico y su condición; Cachorro retrata este ambiente oso con una gran autenticidad.

Escenas destacadas:

  • Pedro visita un local de ambiente; desciende a las escaleras donde se encuentra el cuarto oscuro y allí empieza a besarse con un desconocido.
  • El pequeño Bernardo se levanta inesperadamente de noche; al entrar en la habitación de su tío, se lo encuentra atado a la cama, con una máscara tapándole la cara y con otro enmascarado vestido de cuero delante. El niño tiene un ataque de pánico y sale corriendo.


Anécdotas:
  • Algunas escenas de la película se rodaron en el famoso barrio madrileño de Chueca y en algunos locales especializados en osos o bears.
  • El film, que es relativamente bien conocido en la comunidad homosexual española y sobre todo madrileña, recibió algunos premios, principalmente en festivales de cine gay. Su protagonista logró una nominación al Goya como mejor actor revelación.

Sobre el director:

Nacido en Alicante en 1966, Miguel Albaladejo es un desconocido para el gran público, a pesar de ser un brillante guionista y un más que correcto realizador. Su único film con una cierta repercusión fue la adaptación cinematográfica de las historias del famoso personaje de literatura infantil Manolito Gafotas (1999), creado por su amiga Elvira Lindo. Su cine cuenta sin grandes pretensiones historias cotidianas con un muy buen equilibrio entre comedia, drama e interés por las emociones y lazos afectivos de sus personajes. Cachorro es, hasta el momento, su única película abiertamente homosexual y con escenas eróticas explícitas.

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La Butaca

Cómo hacer cine

22 noviembre 2008

Happy, un cuento sobre la felicidad: la soltera tranquila

Happy-go-lucky. Reino Unido, 2008.

Director y guionista: Mike Leigh

Intérpretes: Sally Hawkins, Eddie Marsan, Alexis Zegerman

Temáticas de interés: liberación sexual, promiscuidad

Sinopsis:

Poppy es una alegre maestra de educación infantil que vive en un barrio de los alrededores de Londres. A sus 30 años no parece tener ganas de sentar cabeza; le gusta vivir con su mejor amiga, Zoe, entretenerse con varias actividades, irse de juerga los fines de semana y flirtear de forma desenfadada con todos los chicos que conoce, sin ninguna ansiedad por encontrar al hombre de su vida.

Comentario:

Como es habitual en el cine de Mike Leigh, Happy no tiene una trama cerrada ni concreta, sino que se trata de una serie de episodios en la vida de Poppy: sus clases de flamenco, sus lecciones de conducir, su trabajo con niños pequeños, su visita a su hermana embarazada, sus juergas de fin de semana con sus amigas, su romance con el pedagogo de su colegio .... Todas estas anécdotas constituyen el retrato de lo que en otra época se habría llamado una mujer liberada, moderna o emancipada, y que actualmente debería verse con total normalidad, pero que sigue siendo más bien excepcional en el cine.

Y es que se supone que la forma de vivir y de ser de Poppy, libre, desenfadada y despreocupada, que es lo que significa el título original de la película, es aceptable en una joven de veinte años, pero que llegada la treintena tanto un hombre como una mujer, pero mucho más esta última, deben marcarse otros objetivos. Poppy es maestra, un trabajo relativamente bueno desde el punto de vista de un español, pero que en el Reino Unido es casi la profesión peor considerada y peor pagada a la que puede optar alguien con estudios; sin embargo nuestra amiga disfruta con su trabajo y no se le ven mayores ambiciones. Y aplica la misma filosofía a su vida privada: frente a las solteras neuróticas, amargadas, desesperadas e incapaces de vivir sin un hombre a las que nos tiene acostumbrados el cine y la televisión, Poppy disfruta de su libertad; le gusta tontear con los hombres e inicia una relación con un atractivo compañero de trabajo. No obstante, la chica vive este amorío, que no sabemos si tendrá o no continuidad, de nuevo con desenfado, sin ver en él su tabla de salvación ni mostrar tampoco miedo al compromiso.

Al principio del film Poppy puede parecer alocada y exasperante. Sin embargo conforme avanza la narración, en parte gracias al estupendo trabajo de la actriz, nos vamos dando cuenta de que es una joven inteligente y que su actitud es una opción vital que ella toma de forma mucho más consciente de lo que parece. Sobre todo que tiene claro que ser feliz es una cuestión de tomarse las cosas con buen humor y desenfado.

Otros personajes de la película representan el punto de vista convencional de la sociedad burguesa que reprende a Poppy por no buscar una pareja estable, un trabajo mejor, no ser más competitiva, etc. Su hermana, que se muestra muy orgullosa de sí misma por estar casada, embarazada y vivir en una casa elegante con su marido, hace propaganda de las maravillas de la vida convencional para intentar aleccionar a la descarriada de la familia, pero es fácil ver que la auténtica función de este discurso es convencerse a sí misma y tapar su propia inseguridad.

De forma parecida, el profesor de la autoescuela que vamos intuyendo a lo largo del film que se siente atraído por Poppy, acabará estallando y reprochándole finalmente su flirteo con los hombres: aunque este personaje acierta al decir que ella no es tan alocada sino que se da perfecta cuenta de su atractivo y de su juego, lo que está haciendo no deja de ser también aferrarse a la seriedad para dar sentido a una existencia gris. El film, aunque esté lejos del panfletarismo didáctico de Ken Loach y cierto cine social británico y no busque etiquetas de ningún tipo, muestra un gran respeto por la libertad de la persona y el derecho a buscar la felicidad cada uno por su propio camino.


Escenas destacadas:

  • Zoe le recuerda a Poppy que no se puede gustar a todo el mundo. Ella replica que qué hay de malo en intentarlo.

Anécdotas:

  • Se presentó en el festival de Berlín de este año 2008 con gran éxito, logrando el premio a la mejor interpretación femenina para Sally Hawkins. Es probable que, cuando empiece próximamente la temporada de premios a las mejores películas del año, coseche unas cuantas candidaturas.

Sobre el director:

Mike Leigh nace en los alrededores de Manchester en 1943 y comienza en los años 70 su carrera como director y guionista en el cine y la televisión británicos, no logrando el reconocimiento internacional hasta los años 90. Pertenece a la escuela del cine realista y social británico; aunque no es tan conocido como Ken Loach, sigue también el método de trabajar con actores semiprofesionales e ir escribiendo el guión de forma conjunta con ellos, dejando que construyan su personaje y aporten sus propios diálogos e ideas, dando como resultado films semiexperimentales sin un argumento concreto pero con una sensación de gran naturalidad y credibilidad. Su mayor éxito lo logró en 1995 con Secretos y mentiras. Los protagonistas de su cine son gente de clase obrera o media con problemáticas muy cotidianas.

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26 octubre 2008

Diario de un escándalo: la amistad peligrosa

Notes on a scandal. Reino Unido, 2006.

Director: Richard Eyre.

Guionista: Patrick Marber, inspirándose en una novela de Zoe Heller.

Intérpretes: Judi Dench, Cate Blanchett, Bill Nighy, Andrew Simpson.

Temáticas de interés: obsesión, pederastia, lesbianismo.

Sinopsis:

Después de pasarse años en casa cuidando de sus hijos, Sheba Hart busca trabajo como profesora de arte en una escuela. Allí lo tiene un poco difícil para conseguir el respeto del alumnado adolescente, pero le echa una mano Barbara, una de las profesoras más veteranas. Las dos compañeras se hacen buenas amigas hasta que Barbara descubre una noche a Sheba manteniendo relaciones sexuales con Steven, un estudiante de sólo 15 años.

Comentario:

Los comentarios que Barbara anota en su diario y que nos lee en off nos muestran su acercamiento hacia su compañera de trabajo mucho más joven como un plan deliberado para conquistarla. Se siente atraída por ella y en ningún momento se refiere a Sheba como a una amiga ni muestra empatía, sino que la analiza en términos parecidos a como un científico hablaría de la cobaya de un experimento. Por ello sabemos desde el principio que la amistad es en realidad un acoso: Barbara actúa con Sheba igual que un pederasta con un niño. Se gana su confianza poco a poco a través de pequeños favores interesados hasta que tiene a su víctima cautiva en la tela de araña que ha tejido. Aprovechándose de los secretos que le ha confiado la persona acosada, el acosador los utiliza para envolverla en un chantaje moral, emocional y finalmente sexual.

A lo largo de la película intuimos, y más tarde confirmamos, que Barbara tuvo el mismo patrón de conducta con su "amiga" anterior, que tuvo que abandonar su puesto de trabajo para librarse de ella. La acosadora, que ni siquiera es capaz de aceptar ante sí misma que es lesbiana y que su interés en sus víctimas es en el fondo sexual, no es capaz de tener una relación de tú a tú con otra persona: su forma de relacionarse es siempre el abuso, pedir despóticamente todo del otro sin ofrecer en realidad ningún sentimiento sincero a cambio. El resultado es una enorme soledad interrumpida de vez en cuando por estas relaciones abusivas que invariablemente acaban mal, con serios daños de todo tipo para sus víctimas, y también frustrantes para ella misma, que por supuesto en todo momento considera a los demás como únicos culpables de estos fracasos.

Ahora bien, Sheba reúne a su vez no pocas condiciones que la hacen presa fácil para una vampira como Barbara. Enormemente inmadura, se casó muy joven con su profesor en la universidad, lo cual nos da a entender que desde siempre ha tenido una personalidad frágil que pide el apoyo de alguien mayor que ella. Los años que se ha pasado encerrada en casa cuidando de sus hijos la hacen todavía más ingenua e indefensa a la hora de enfrentarse a un trabajo y a los problemas de la vida real.

Por eso es creíble que inicie una relación por uno de sus alumnos; a diferencia de Barbara, Sheba no utiliza estrategias para seducir ni dominar a alguien más joven, sino que es al contrario, por su falta de personalidad y madurez no sabe estar por encima y cortar los flirteos de un adolescente. Barbara acierta de pleno al ver en la pasión de su compañera una simple fantasía romántica burguesa acerca del muchacho pobre víctima de una situación familiar difícil y con un gran talento por descubrir, cuando la realidad es que Steven, el muchacho, es un adolescente completamente normal con una familia también normal sin problemas de dinero y sin ningún talento significativo Sheba no sólo se deja llevar, sino que mantiene esta relación de una forma totalmente inconsciente, sin saber lo que quiere ni pensar en los graves riesgos que le supone.

La película hace un estupendo retrato de las dos protagonistas, interpretadas por dos grandes actrices. No obstante, la voz en off del diario de Barbara resulta un subrayado que simplifica y reduce esta historia de amistad malsana a unas convenciones genéricas de thriller un tanto trilladas, sin dar la posibilidad al espectador de darse cuenta por sí mismo de la personalidad obsesiva de Barbara.

Escenas destacadas:

  • Creyendo que Steven necesita refuerzo para sacar el curso adelante y conmovida por su supuesto drama familiar, Sheba accede a quedarse a solas con él después de clase y darle lecciones particulares. Steven se le insinua durante una de esas clases extra.
  • Sheba se dirige a toda prisa a ver la función del colegio de su hijo, que lleva preparando mucho tiempo. Barbara se presenta de improviso destrozada por la muerte de su gato y le exige que se quede con ella; Sheba se niega y su compañera amenaza con denunciar lo que sabe de su relación con el adolescente.




Anécdotas:

  • Logró cuatro nominaciones al Oscar: para las dos protagonistas (aunque Cate Blanchett concursó en la categoría de actriz secundaria), el guión y la banda sonora. Fue también finalista a otros premios, como los BAFTA o los Globos de Oro. Sin duda el trabajo de las actrices fue lo más valorado del film.
  • Se presentó en el festival de Berlín de 2007, en el que logró un premio del público.
  • Entre los colectivos gays se dieron críticas hostiles a la película por considerar que el guión identificaba lesbianismo con desequilibrio psicológico.
Sobre el director:

Nacido en el condado de Devon (Inglaterra) en 1943, Richard Eyre tiene un prestigioso curriculum como director de teatro y televisión, que incluye varios premios Laurence Olivier por sus montajes teatrales. En cine no se ha prodigado mucho; consiguió su primer éxito internacional en 2001 con Iris y ha conseguido repetirlo con Diario de un escándalo. Ahora mismo tiene pendiente de estreno The other man, su debut en Hollywood.

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La butaca
Blog de cine

28 febrero 2008

4 meses, 3 semanas y 2 días: más abortos clandestinos

4 luni, 3 saptamani si 2 zile. Rumanía, 2007.

Director y guionista: Cristian Mungiu

Intérpretes: Anamaria Marinca, Laura Vasiliu

Temáticas de interés: aborto

Sinopsis:

Otilia, una estudiante, intenta poner una excusa para no asistir al cumpleaños de la madre de su novio. La verdadera razón por la que no quiere ir es que esa noche debe ayudar a una amiga que va a interrumpir su embarazo, algo ilegal y peligroso en la Rumanía de los años 80.

Comentario:

En tiempos en los que el cine de autor se decanta cada vez más por un esteticismo un tanto vacuo y menos por el contenido, es muy de agradecer que 4 meses, 3 semanas y 2 días se atreva a poner sobre la mesa el espinoso tema del aborto, que la corrección política intenta evitar puesto que cualquier tratamiento que se lleve a cabo de este asunto molestará a unos u otros sectores sociales. Al igual que Un asunto de mujeres, el film se centra en las interrupciones del embarazo clandestinas, aunque cambiando la Francia ocupada por los nazis por la Rumanía de Ceaucescu. No resulta casual que todos los regímenes autoritarios, tanto religiosos como ateos, coincidan en condenar y perseguir el aborto con la excusa de proteger la vida humana que va a desarrollarse en el interior del cuerpo de la mujer embarazada; es bastante evidente el cinismo de esta preocupación por los no nacidos cuando dichos regímenes muestran un claro desprecio por los derechos humanos de los sí nacidos. La iglesia católica tampoco se queda atrás precisamente en doble moral tras haber mantenido a lo largo de toda su historia y hasta la actualidad un silencio cómplice en todos sus colegios y seminarios acerca de todo tipo de malos tratos y abusos a los niños por cuyos derechos tanto se desvive cuando están todavía en el vientre de su madre y por lo tanto le sirven para imponer una estricta moral sexual represora y limitar las libertades de la mujer. Está más que demostrado que la ilegalización sirve para muy poco a la hora de limitar el número de abortos, como demuestra el caso de los Países Bajos, uno de los estados con menor número de interrupciones del embarazo a pesar de que éstas se pueden llevar a cabo con toda libertad durante los primeros meses de gestación; si los obispos y demás sectores supuestamente antiabortistas quisieran realmente limitar el número de abortos no se opondrían a cualquier intento de dar a la población una educación sexual adecuada ni de promover el uso de anticonceptivos, dos métodos de evitar los embarazos no deseados bastante más efectivos que la represión sexual que pregonan.

La situación en la que se encuentran las mujeres con embarazos no deseados queda reflejada en todo su patetismo en el film: sin medios para viajar al extranjero y llevar a cabo allí su aborto como harán las chicas de buena familia adictas al régimen, la joven queda a expensas de un carnicero que no sólo no muestra ningún tipo de consideración por el sufrimiento de la chica, sino que se aprovecha de su desesperación para vejarla y conseguir finalmente beneficios sexuales en la escena más dura y tensa de la película. El film, que transcurre en tiempo real para dar mayor sensación de verosimilitud, consigue mostrar toda esta sordidez sin caer en el amarillismo ni complacer a quien la vea en busca de imágenes impactantes. La puesta en escena, de largos planos secuencia con cámara fija, no puede ser más sencilla, así como la narración, que carece de grandes discursos o conclusiones edificantes. Cristian Mungiu se limita a mostrar la tensión que vive la protagonista, Otilia, la mejor amiga de la chica que aborta, su inocencia y su posterior amargura por haber sido también humillada, que le provoca un rencor de consecuencias difíciles de prever en la relación con su novio, al que probablemente se imagina adoptando la misma postura fría e insensible del curandero, sobre todo tras oír los comentarios machistas tan cotidianos como repulsivos de sus familiares. El director parece considerar que las mujeres sólo pueden contar con la ayuda de otras mujeres; la película acaba siendo, a fin de cuentas, una historia de amistad.

Escenas destacadas:

  • El hombre que ayuda a las chicas con el aborto, en lugar de intentar tranquilizar a la joven embarazada, adopta una actitud prepotente; tras avasallar a las dos cándidas jovenes verbalmente, las chantajea con no llegar a cabo la interrupción del embarazo a menos que las dos tengan relaciones sexuales con él.




  • Otilia se ve obligada a aguantar durante varios exasperantes minutos las discusiones de la familia de su novio mientras espera con ansiedad a que pase el tiempo suficiente para que no sea descortés levantarse e ir a ver cómo se encuentra su amiga.
Anécdotas:

  • Uno de los títulos más importantes de 2007 para la crítica internacional, ganador de innumerables premios. El primero, la palma de oro a la mejor película del festival de Cannes, a la que siguieron, entre otros, los premios del cine europeo a la mejor película y director, así como nominaciones al globo de oro y César de mejor película en lengua extranjera. No obstante, no consiguió ser finalista al Oscar en esta categoría, una ausencia que provocó cierta polémica.
Sobre el director:

Cristian Mungiu nació en Lasi (Rumanía) en 1968. Estudió dirección de cine en la universidad y, tras dedicarse a otros trabajos, consiguió dirigir su primer largo, Occidente, en 2002. 4 meses, 3 semanas y 2 días, su segunda película, ha situado a la filmografía rumana, por primera vez en la historia, en el punto de mira de los cinéfilos.

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Fanzine digital

Cinencuentro

30 octubre 2007

Nip Tuck: psicodrama con cuerpos perfectos

Nip Tuck. USA, 2003-

Creadores: Ryan Murphy y Jennifer Salt
Intérpretes: Dylan Walsh, Julian McMahon, Joely Richardson, John Hensley, Roma Maffia
Temáticas de interés: promiscuidad, adulterio, prostitución, pornografía, lesbianismo, sexo en grupo, homosexualidad masculina, fetichismo, obsesión, transexualidad, sadomasoquismo, aborto

Sinopsis:

Sean McNamara y Christian Troy son dos cirujanos plásticos de éxito. Disfrutan de un gran nivel de vida y en la intimidad las cosas parecen irles igualmente bien: Sean es un padre de familia casado desde hace veinte años con Julia, con la que tiene dos hijos, mientras que Christian es uno de los solteros de oro de la ciudad. No obstante, por debajo de esa apariencia ideal se esconden una familia terriblemente disfuncional en un caso y una adicción al sexo que causa un gran vacío emocional en el otro. Las rocambolescas historias de sus pacientes encajan a la perfección con las retorcidas angustias de los doctores.

Comentario:

Nip Tuck gira en torno a la amistad de Sean y Christian, dos compañeros de trabajo que funcionan a la perfección como los dos estereotipos del hombre de éxito. El casado prudente, convencional y estable y el soltero promiscuo y frívolo. Pero ya en el primer capítulo vemos que la familia McNamara atraviesa graves problemas: Julia, la mujer de Sean, que renunció a su propia carrera como médico para facilitar que su marido llevara a cabo la suya, atraviesa una fuerte crisis de mediana edad, propiciada por su frustración profesional, por la muy conflictiva adolescencia de su malcriado hijo mayor, que le dirige tanto a ella como a su padre todo tipo de impertinencias y faltas de respeto, y por su inseguridad respecto al amor que siente por Sean. El matrimonio, unido por lazos de dependencia y por miedo a la soledad, vive en una guerra psicológica perpetua: él, como tantos maridos de un ama de casa, es incapaz de valerse por sí mismo en cualquier aspecto de la vida que no sea el profesional y necesita enfermizamente a una mujer que ya no puede ofrecerle mucho más que desprecio y rencor soterrados por haber visto sus alas cortadas. A lo largo de la serie se suceden los episodios en los que ella toma la decisión de abandonarle para desesperación de él, o al contrario, cuando es él quien empieza a valerse por sí mismo no puede sobreponerse al chantaje emocional que le produce la indefensión de ella.

¿Significa eso que la serie se declara contraria al matrimonio y los valores convencionales? Puede, pero, aunque Christian Troy sea sin duda el rey de la función, a la vida del soltero se le practica la misma radiografía cruda y amarga. Rico y enormemente seductor, Christian no tiene problemas en ligarse cada noche a la chica más guapa del bar, pero no puede evitar envidiar la estabilidad de su amigo. Educado en el catolicismo, su vida frívola le crea un sentimiento de culpa y de inferioridad por saberse incapaz de sentir amor. Se refugia por tanto en el trabajo, en el consumismo desaforado de artículos de lujo y en el despotismo con las mujeres, rozando o a veces traspasando la barrera del sadismo. La explicación a su misoginia tal vez se deba a que Christian siempre ha estado enamorado de Julia, la mujer de Sean, o tal vez del propio Sean, como le sugiere una psicoanalista en un capítulo, o tal vez a la mala imagen que tiene de sí mismo: prefiere abandonar rápido a sus conquistas, o forzar con su actitud que ellas lo abandonen al poco tiempo a que lo dejen igualmente más adelante, lo que sin duda cree que ocurrirá si alguna mujer consigue llegar a conocerle.

A primera vista Nip Tuck, que en cada capítulo se sumerge sin pudor de ningún tipo en los infiernos de estos personajes, parece un culebrón con la típica premisa argumental de estos productos: los ricos también lloran, es decir, conflictos sentimentales, conyugales y familiares desarrollados en escenarios lujosos. Pues sí, es eso, pero lleva este planteamiento lo más lejos a donde se haya llegado nunca en la historia de la pequeña pantalla, consiguiendo uno de los mejores retratos nunca vistos de un mundo frívolo, inhumano, ferozmente competitivo y donde la obsesión por la belleza y la perfección hace que los defectos no se admitan: deben ser borrados drásticamente mediante cirugía u ocultados hasta que las tensiones que generan hagan explotar la situación.

Lo sórdido y enloquecido de sus tramas evita que Nip Tuck tenga el mismo estatus de serie de culto que disfrutan otras producciones enormemente más vacías y superficiales pero que sí se empeñan en dar una apariencia de respetabilidad. No obstante, por detrás de su apariencia de serie B o subproducto, es una cumbre del psicodrama que habla acerca de la soledad, la culpa, la redención, la superficialidad, la incomunicación y todos los problemas del hombre urbano contemporáneo al mismo nivel que las obras de los directores de cine más importantes.

Escenas destacadas:

  • El doctor Troy opera a un par de hermanas gemelas para que dejen de parecerse y puedan desarrollar cada una su propia personalidad. Tras la operación, sin embargo, las gemelas echan de menos su vida compartida anterior; el doctor soluciona el problema compartiendo la cama con ambas a la vez.
  • Una paciente de McNamara & Troy descontenta con el trabajo de los doctores amenaza con denunciarlos en el programa de una periodista estrella de la telebasura. Christian se cita con la presentadora para intentar ganársela, y su forma de hacerlo es acostándose con ella. No será la última vez que el doctor Troy utilice el sexo a cambio de favores personales.
  • Kimber, actriz porno y una de las ex-amantes un tanto desequilibradas de Christian, recurre al doctor McNamara para que la muñeca hinchable que va a sacar al mercado tenga una réplica exacta de su vagina. McNamara guarda la muñeca en casa y una noche se sobrepasa con ella, lo cual agrada mucho a Kimber.
  • Matt, el hijo de Sean y Julia, está enamorado de una compañera del instituto lesbiana. Para acercarse a ella, accede protagonizar un trio con ella y con la chica que a ella le gusta.
Anécdotas:
  • El éxito de audiencia (dentro de los parámetros de la televisión por cable americana) fue inmediato desde la primera temporada, llegando a su tope en la tercera con la trama del asesino en serie el carnicero.
  • Su emisión, a pesar de realizarse en horario nocturno, ha despertado críticas de asociaciones de espectadores conservadores en EEUU, que han llegado a pedir su retirada.
  • En el año 2005 ganó el Globo de Oro a la mejor serie dramática, premio al que había sido finalista en la edición anterior. La serie cuenta también con varias nominaciones al Emmy, sobre todo en las categorías relacionadas con el maquillaje.
  • En España ha sido y es emitida en los canales autonómicos y las plataformas digitales, normalmente bajo el título A golpe de bisturí.

16 mayo 2007

Brokeback mountain: vaqueros en terreno vedado

Brokeback mountain. USA, 2005.

Director: Ang Lee

Guionistas: Larry McMurtry y Diana Ossana, basándose en el relato de Annie Prouxl

Intérpretes: Heath Ledger, Jake Gyllenhaal

Temáticas de interés: Homosexualidad masculina, adulterio, represión

Sinopsis:

Durante los años 60, Ennis y Jack son contratados para cuidar de forma permanente unos terrenos en medio de la América profunda. Ambos son vaqueros poco sociables y acostumbrados a inviernos largos y duros. Sin embargo, una noche fría en la que duermen en la misma tienda acaban congeniendo mucho más allá de lo esperado. Lo que parecía una aventura más producto de las circunstancias que otra cosa acabará siendo algo más cuando tiempo después, estando ambos casados, siguen pensando el uno en el otro y buscan la forma de volver a verse.

Comentario:

La lista de películas que abordan la homosexualidad masculina es larga, y en el blog hemos comentado ya unas cuantas, pero entre ellas suelen predominar de forma aplastante las historias contemporáneas con protagonistas muy jóvenes o las obras atrevidas, incluso estrafalarias a veces, de directores con un claro afán de provocar o de resultar chocantes al espectador. Brokeback mountain se desmarca mucho de todas estas corrientes al atreverse a abordar, con gran sutileza y sin levantar la voz en ningún sentido, el tema de los homosexuales casados.

Resulta una obviedad el decir que la homosexualidad ha sido hasta hace prácticamente nada un enorme tabú y un estigma en todas las sociedades (y lo sigue siendo en la mayoría de países del mundo y en las áreas rurales de los desarrollados), por lo que las relaciones entre personas del mismo sexo han permanecido casi siempre invisibles, no pocas de ellas camufladas detrás de matrimonios heterosexuales, como en el caso que plantea la película. En un mundo machista que asocia homosexualidad masculina con amaneramiento o con travestismo, a unos hombretones como Ennis y Jack, los vaqueros de la película, su tendencia sexual les provoca confusión: ellos no son como los afeminados que pudiera haber en su pueblo, se ven capaces de tener relaciones con mujeres y es probable que se hayan casado, no con la intención de ocultar nada, sino simplemente por una gran falta de información que les impide comprender su propia sexualidad. Sin embargo, cuando las circunstancias de la vida los juntan, ambos se dan cuenta de lo que realmente desean; las escapadas en las que se ven a espaldas de sus mujeres por una parte son frustrantes por lo breves, por otra son lo que les da fuerza para aguantar la vida fingida ante los demás, lo que hoy en día se conoce como vida "dentro del armario".

Ahí es donde surge la dicotomía tan propia a todo el cine de Ang Lee: como en El banquete de bodas, Sentido y sensibilidad o Tigre y dragón, tenemos a un protagonista que antepone sus sentimientos y su libertad a todo y que está dispuesto a romper con las convenciones sociales por amor, y a otro, tal vez más sensato o tal vez más cobarde, que prefiere mantener las apariencias y renunciar en parte a sus deseos y a una vida plena a cambio de tranquilidad y aceptación social, aún siendo consciente de que su estabilidad se basa en el engaño a los demás, que a su vez deriva de querer engañarse a sí mismo. La mujer de uno de ellos, que se ha enterado de la verdad, participa además en el embuste al ocultar lo que sabe; el film deja bien claro que el matrimonio tradicional, en muchos casos, está basado más en las apariencias que en la confianza mutua y que el ser cómplice de la infidelidad de su marido degrada también a la propia esposa, que acabará explotando algún tiempo más tarde. Pero la narración, sobria y fría, no carga las tintas y deja que sea el espectador quien juzgue a los personajes y saque sus conclusiones.

Quien espere un gran melodrama puede llevarse una decepción ante Brokeback mountain, un film tan sencillo y verosímil como la historia que cuenta; aunque tuvo un gran éxito comercial por la multitud de premios que recibió, no es una historia para todos los públicos, y no por el tema sino por la forma de plantearlo, sin subrayados ni concesiones a lo comercial.


Escenas destacadas:

  • Tras más de un año sin verse, los dos vaqueros buscan un lugar para besarse y recuperar el tiempo perdido. Con tanta pasión, no reparan en que pueden ser vistos; de hecho, la mujer de uno de ellos los observa desde la ventana.
  • SPOILER: Tras la muerte de Jack, Ennis visita a sus padres; sin insinuar nada, la madre lo acoge como a alguien de la familia y trata con cariño al que comprende que fue el gran amor de su hijo.
Anécdotas:

  • Se la puede calificar como la primera película de éxito arrollador entre todo tipo de públicos en la historia del cine gay, entendiendo por tal el que cuenta historias de amor o de sexo entre dos hombres o dos mujeres (aunque si definimos cine gay como cine llevado a cabo por homosexuales militantes esta película no lo sería, puesto que Ang Lee es heterosexual). Se proyectó además, a pesar de algún que otro rechazo discreto por parte de ciertos sectores, con absoluta normalidad en los cines.
  • Recibió un sinfín de premios en USA cuya guinda fueron los Oscars a mejor director, guión adaptado y banda sonora. No obstante, fue una pequeña decepción que Crash le arrebatara el premio a la mejor película del año, para el que era clara favorita.
  • La taquilla tampoco fue nada desfavorable para un film independiente de espectativas modestas: 83 millones de dólares de recaudación en USA y más de un millón de espectadores en Francia y en Alemania.

Sobre el director:

Ang Lee, uno de los mejores directores del cine actual, nace en Taiwan en 1954. Influido por el estilo del maestro japonés Yasuhiro Ozu y por el cine occidental, sus películas tratan siempre del conflicto entre la vida moderna y la tradición, entre el deseo de vivir libremente y la responsabilidad hacia los otros y la necesidad de guardar las apariencias. Su primer gran éxito internacional lo obtiene con El banquete de bodas (1993), una comedia sobre un homosexual que celebra un matrimonio de conveniencia para contentar a su familia. El tema de la homosexualidad lo volverá a abordar con gran éxito en la excelente Brokeback mountain (2005). Entre ambas películas, aparte de su obra maestra La tormenta de hielo, rueda Tigre y dragón (2000), un film romántico y feminista de artes marciales y sentimientos reprimidos con el que consigue el mayor éxito en taquilla nunca logrado por una película de habla no inglesa.

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24 febrero 2007

Desayuno en Plutón: no todas las mujeres son iguales

Breakfast on Pluto. Irlanda - Reino Unido, 2005.

Director: Neil Jordan

Guionista: Neil Jordan, basándose en la novela de Pat McCabe

Intérpretes: Cillian Murphy, Eva Birthistle, Liam Neeson

Temáticas de interés: transexualidad

Sinopsis:

Pat Braden es un niño demasiado peculiar para la Irlanda de los años 60: le gusta vestirse de mujer, lo cual no es muy bien aceptado en su colegio ni en casa. El muchacho, que fue abandonado al nacer, no tardará en abandonar a su familia adoptiva y emprender un viaje a Inglaterra en busca de su madre biológica; en esta nueva vida que comienza se transformará en Kitten, una chica consciente de su peculiaridad, vulnerable y deseosa de ser aceptada, pero que no renuncia a sus sueños, su libertad ni su forma de ser.

Comentario:

Ya habíamos hablado en el blog de uno de los títulos que mejor han explicado la transexualidad con Mi querida señorita, pero Desayuno en Plutón no tiene ninguna intención didáctica ni gira exclusivamente en torno a la condición transexual del protagonista, sino que utiliza ésta para estructurar una narración sobre un personaje frágil y vulnerable que busca desesperadamente un afecto que se le ha negado desde siempre. Pat - Kitten es huérfano, o huérfana, en muchos sentidos; no ha recibido amor de su familia adoptiva y su condición de bicho raro le impide hacer amigos en el ambiente católico y represivo en el que se ha educado. Como no tiene ningún lazo que le ate a Irlanda, emprende la búsqueda de su madre biológica, el hada madrina al lado de la cual espera sentirse por fin aceptado y querido.

Naturalmente su camino no será nada fácil, pero tampoco aburrido, y a través de él el espectador verá desfilar buena parte de la historia de las islas británicas durante los años sesenta y setenta; Kitten se convertirá en protagonista involuntaria de movimientos sociales, políticos y culturales que colean alrededor de ella implicándola, a veces a su pesar. Como muchos transexuales tendrá que dedicarse a lo que se espera de él / ella: primero al mundo del espectáculo, convirtiéndose en predecesora del glam rock que arrasaría poco tiempo después, y cuando eso le falla a la prostitución; su fantasía de un mundo rosa de amor y felicidad, plasmada por las canciones pop que suenan sin parar a lo largo del film, es lo que le salva y le permite no hundirse ni amargarse por la sórdida realidad a la que parece condenada. Por último, a pesar de su absoluta indiferencia por la política, ser irlandés en la Inglaterra de los años 70 no es algo que pueda obviarse, y tanto el IRA como los grupos paramilitares y la policía británica acosarán a Kitten.

Como es habitual en los artistas de su país, Neil Jordan, el director, siente una ambivalencia hacia Irlanda y los valores familiares católicos en los que se ha educado. Tras el enfrentamiento con la realidad que supone encontrar a su madre biológica, Kitten se muestra mucho más inteligente y madura de lo que sus ensoñaciones podrían hacer creer; la vuelta a su país y la revelación de la identidad de su padre le permitirán sentirse por fin conforme con su entorno y con su cuerpo, gracias también a las buenas amistades que ha encontrado en su periplo. Desayuno en Plutón consigue combinar lo esperpéntico con lo conmovedor y ser tan divertida como tierna. Su tratamiento de la transexualidad rompe además con tópicos y tabúes, ya no es algo que haga falta explicar ni reivindicar, sino una característica importante pero que no anula a otras del personaje. Es probable que sea la primera película que no habla de un transexual, sino de una persona que, entre otras cosas, es transexual.

Escenas destacadas:

  • Kitten es detenida, sospechosa de tener algo que ver con una bomba que el IRA ha puesto en una discoteca de Londres. Nuestra amiga se evade de la realidad mediante una delirante declaración en la que se define como una sensual espía vestida de cuero; la puesta en imágenes de su fantasía es la escena más divertida del film.

Anécdotas:

  • El extraño título Desayuno en Plutón viene de la canción del mismo título (Breakfast on Pluto) de Don Partridge.
  • Cillian Murphy recibió muy buenas críticas por su interpretación, que le valió además una nominación a los Globos de Oro y otra a los premios del cine europeo como mejor actor. En estos últimos galardones, la película también fue finalista en la categoría de mejor film del año.
  • Este éxito de crítica y premios no se vio reflejado en la taquilla; debido a la pobre acogida entre el público, Desayuno en Plutón tuvo una mala distribución internacional: no llegó a España hasta un año después de su estreno, que coincidió precisamente con la controversia entre la comunidad científica acerca de si Plutón es un planeta o sólo un asteroide.

Sobre el director:

Neil Jordan (Sligo, Irlanda, 1950 - ) comienza en 1982 con Danny boy una personal carrera como director y guionista. Sus películas, casi siempre ambientadas en Irlanda y empapadas de la idiosincrasia del país, otorgan un gran protagonismo a la infancia, las relaciones familiares, los sueños y fantasías y su contraste con la realidad y las imposiciones sociales, y la sexualidad. En este último punto, su cine incide varias veces en personajes marginados, más que marginales, que buscan el respeto y el reconocimiento por parte de otros, como la prostituta de Mona Lisa (1986) y los transexuales de Juego de lágrimas (1992) y la presente Desayuno en Plutón. La sexualidad aparece también retratada desde un punto de vista más psicológico y onírico en su obra maestra En compañía de lobos (1983).

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16 diciembre 2006

El leñador: Hablando de un tabú sin acritud

The woodsman. USA, 2004.

Directora : Nicole Kassell

Guionistas : Nicole Kassell y Steven Fetcher

Intérpretes: Kevin Bacon, Kyra Sedgwick, Hannah Pilkes

Temáticas de interés : Pederastia

Sinopsis:

Walter llega a una pequeña ciudad en la que no conoce a nadie y busca trabajo en un aserradero. Es taciturno, y tiene una razón para serlo. Acaba de salir de la cárcel, en la que cumplió condena por abusar de una niña. Ahora intenta hacer una vida normal, pero le cuesta evitar el mirar por la ventana de su piso y observar a las alumnas del colegio de enfrente ...

Comentario:

El abuso de menores ha pasado en los últimos años de ser un tabú y una realidad silenciada y prácticamente desconocida a verse magnificado y resultar casi omnipresente en los medios de comunicación. En el caso del cine y los telefilms, el tratamiento del tema viene casi siempre de mano de thrillers y películas policíacas donde se intenta capturar a un asesino de niños, o bien en dramas donde el o la protagonista tiene un trauma por haber sufrido abusos en su infancia, reforzando el estereotipo y el estigma de que las víctimas de este tipo de actos nunca podrán superarlo ni llevar una vida normal. Lolita, la adaptación que llevó a cabo Stanley Kubrick sobre la amoral novela de Vladimir Nabokov, que probablemente sería impublicable hoy en día, es una de las pocas excepciones a esta regla.

El leñador coge este escabroso toro por los cuernos y se atreve a ponerse en el lugar del verdugo, no de la víctima ni de los familiares de la víctima, como es lo habitual y lo fácil, una propuesta parecida, aunque con un tema todavía más difícil, a la de la notable Te doy mis ojos de Iciar Bollaín, que contaba una historia de malos tratos intentando entrar en la psicología del maltratador en lugar de presentarlo sin más como un monstruo. En este caso, el protagonista, Walter, tiene una inclinación sexual por las niñas preadolescentes. Abusó de una y pagó por ello con la cárcel, de la que ha salido en libertad condicional. No es un psicópata ni un cínico, odia lo que hizo y no intenta justificarlo, pero le resulta muy difícil luchar contra su propia sexualidad. Por otra parte, la sociedad tampoco le ayuda: no se le ofrece ningún tipo de terapia ni de cura, su familia le rechaza, en el trabajo tiene que ocultarle a todo el mundo su pasado, y además el agente de la condicional le acosa y le humilla, aprovechándose de su sentimiento de culpa, que le hace tragarse los insultos sin rechistar.

No obstante, el film tampoco es tendencioso ni carga demasiado las tintas, en primer lugar porque refleja bastante la realidad, puesto que nadie ha encontrado ninguna cura ni terapia efectiva para la pederastia, y en segundo lugar porque Walter, por suerte, no es cien por cien pedófilo; es capaz de tener sexo con mujeres adultas e inicia una relación con una chica que no lo abandona cuando descubre su pasado, por lo que tal vez pueda haber una esperanza para él, aunque su vida no será fácil y la posibilidad de que vuelva a abusar de una niña estará siempre ahí.

De hecho, Walter inicia una amistad peligrosa con Robin, de trece años. Frente al tópico del niño raptado por un desconocido que le sube a su coche, el guión muestra como un pedófilo se va acercando progresivamente a su víctima, que suele ser alguien conocido y de su entorno, e intenta establecer una complicidad y que el pequeño comparta con él secretos que no conozcan sus padres; de esa forma se asegura el silencio y el consentimiento del menor para cuando, más adelante y de forma paulatina, empiece a hacerle proposiciones sexuales. Así pues, Walter se limita a hablar con Robin el primer día; las siguientes veces, las conversaciones se van haciendo más íntimas. Una amarga revelación que le hace la niña hará que el pederasta desista de sus intenciones, pero quizás la próxima vez no ocurra lo mismo. El leñador no es una historia moralista, edificante, ni de redención, ni tampoco es una tragedia; su modestia y su sencillez constituyen al mismo tiempo su gran virtud y su gran limitación.

Escenas destacadas:

  • Walter parece satisfecho con su nuevo piso, hasta que la expresión se le nubla al mirar por la ventana. Hay un colegio justo enfrente.
  • Tras varios días de charla en el bosque con su joven amiga, Walter intenta pasar un poco a mayores y le propone que se siente en su regazo. La respuesta de la niña le hará arrepentirse de sus intenciones.

Anécdotas:

  • El productor del film es Lee Daniels, responsable de Monster’s ball, el título que le valió el Oscar a Halle Berry, por lo que el marketing de la película, al menos en España, recurrió a la comparación entre ambas.
  • Se presentó en el festival de Sundance, y más tarde en nuestro país en el festival de Gijón. Logró tres nominaciones a los premios del cine independiente americano, entre otros galardones y nominaciones menores.

Sobre la directora:

Nicole Kassell estudió cine en la universidad de Nueva York, ciudad en la que reside. El leñador fue su debut en el largometraje; su breve curriculum también incluye un episodio de la serie de TV Caso abierto.


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03 diciembre 2006

Pintar o hacer el amor: sexo a cuatro bandas

Peindre ou faire l’amour. Francia, 2005.

Directores : Arnaud y Jean-Marie Larrieu

Guionistas : Arnaud y Jean-Marie Larrieu

Intérpretes: Sabine Azéma, Daniel Auteuil, Sergi López, Amira Casar

Temáticas de interés : Sexo en grupo, intercambio de parejas

Sinopsis:

Madeleine y William, un matrimonio de mediana edad, se trasladan a un pequeño pueblo del campo. Allí Madeleine conoce casualmente al alcalde, un invidente llamado Adam, que invita a ella y a su marido a cenar junto con su esposa Eva. Los cuatro hacen buenas migas y planean pasar un fin de semana juntos, hasta que una noche ocurre algo singular: a la hora de ir cada matrimonio a su habitación, el invidente Adam toma del brazo a Madeleine y no a su mujer. Suben a la habitación sin que ella proteste; Eva y William, por su parte, tampoco se quedan atrás y se acuestan juntos en el sofá.

Comentario:

Ya habíamos abordado el tema de la pareja abierta, el amor libre o el intercambio de parejas en películas de la era de la contracultura y la liberación sexual, los años 60-70, como Bob, Carol, Ted y Alice, o La tormenta de hielo, un film de los 90 que reflexionaba sobre esa época. En aquel momento el concepto de pareja tradicional se cuestionaba, y la fidelidad sexual dejaba por un momento de considerarse la base de una relación. Pintar o hacer el amor, en cambio, se sitúa en nuestros días, cuando esta forma de pensar se ve más bien como una reliquia del pasado. Sus personajes no deciden hacer un cuarteto por desinhibirse o por buscar nuevas experiencias que los saquen de la monotonía de muchos años de matrimonio, sino que surge entre ellos un amor a cuatro con el que en principio no contaban.

La estructura de la película responde bien a este planteamiento del intercambio como algo no buscado: en principio parece una típica comedia dramática francesa situada en provincias. El campo es el quinto personaje que aglutina a los dos matrimonios; Madeleine está pintando un paisaje cuando conoce a Adam y empieza a hablar con él. Al venir de la ciudad y no conocer a otras personas en el pueblo, Madeleine y William se encariñan poco a poco con el alcalde y su mujer. Curiosamente, muestran hasta celos cuando Adam y Eva hacen planes con otros amigos; la intimidad y el lazo emocional al que han llegado es lo que hace creíble que, cuando Adam da el paso y finge confundir a su mujer con Madeleine casi a la mitad del film, ella se deje llevar por el juego, y su marido haga lo propio con Eva. De forma muy creíble, al día siguiente el matrimonio menos experimentado reacciona con miedo y rechazo a lo que acaban de hacer, que supone romper muchos tabúes, y piensan que han sido engañados por la otra pareja. Les costará tiempo y reflexión el asimilar el sentimiento que ha nacido en ellos: tal vez el amor no sea siempre cosa de dos.

El interés de Pintar o hacer el amor supone romper totalmente el estereotipo del intercambio de parejas como algo propio de jóvenes modernos urbanos guapos y desinhibidos, y trasladarlo a matrimonios de mediana edad en el rural, viéndolo además como un lazo afectivo y una especie de pareja a cuatro en un film apacible y tranquilo, una propuesta mucho más transgresora y chocante que el proponerlo como un simple juego sexual morboso. De ahí, probablemente, la discreta acogida del film entre la crítica y el público.

Escenas destacadas:

  • Adam coge del brazo a Madeleine, a la que aparentemente ha confundido con su esposa, y sube con ella a la alcoba. Sorprendentemente, ella no protesta y acepta el juego.
  • Los dos matrimonios disfrutan de la visión de la mañana en el campo desde la terraza mientras se abrazan como si los cuatro formaran una sola pareja.

Anécdotas:

  • Seleccionada a concurso en el festival de Cannes de 2005.

Sobre los directores:

Los hermanos Larrieu nacieron en 1965 y 1966 (Jean-Marie es el mayor y Arnaud el pequeño) en la famosa localidad de Lourdes. Trabajan juntos en la realización de cortos y mediometrajes, normalmente rodados en la región de los Pirineos, y más tarde dan el salto al largo en 1999 con Fin d’été. No es, sin embargo, hasta su tercer film, Pintar o hacer el amor, cuando consiguen hacerse un nombre en el cine de su país, y estrenar su obra fuera de Francia.

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0431975/

http://www.golem.es/pintarohacerelamor/

http://blogdecine.com

02 noviembre 2006

Gotas de agua sobre piedras calientes: Fassbinder según Ozon

Gouttes d’eau sur pierres brûlantes. Francia, 2000.

Director : François Ozon

Guionista : François Ozon, basándose en la obra teatral de Rainer Werner Fassbinder

Intérpretes: Bernard Giraudeau, Malik Zidi, Ludivine Sagnier, Anna Levine

Temáticas de interés : Homosexualidad masculina, transexualidad, amor libre

Sinopsis:

En la Alemania de los años 70, Léopold, un ejecutivo cincuentón, se liga y se lleva a casa a Franz, un jovencito de veinte años. El muchacho deja a su novia, Anna, y se va a vivir con él. La relación entre los dos se va agriando, a medida que Franz asume el rol de ama de casa sumisa y su novio el de marido déspota. La aparición de Vera, la antigua pareja de Léopold, y el regreso de Anna van a suponer un importante giro en la relación de los dos hombres.

Comentario:

Rainer Fassbinder, autor prolífico y militante homosexual, fue el cineasta alemán más influyente y conocido fuera de su país desde el fin del nazismo. El director francés François Ozon demuestra ser un gran conocedor de la obra de Fassbinder en esta adaptación de una de sus primeras piezas de teatro, en la que ya aparecen desarrollados dos puntos clave de su cine: la aproximación a la homosexualidad sin ningún tipo de complejos, unida a una cierta confusión sexual muy propia de su época, y la visión casi sadomasoquista de las relaciones de pareja, consistentes para él en la dominación de una persona sobre la otra.

De una forma muy adelantada a su tiempo, Fassbinder no se molesta en justificar ni en explicar las relaciones entre personas del mismo sexo en una época en la que este tema era un tabú absoluto: su indudable militancia gay es sutil y consiste en presentar a personajes que no tienen ningún problema en aceptar sus inclinaciones y las viven con total normalidad. Franz, el chico protagonista de la película, tiene una novia hasta que conoce a Léopold y se enamora de él a pesar de la diferencia de edad entre ambos. Si la película no se tratase de una adaptación sino de un guión original de hoy en día, seguramente el guionista y el espectador se plantearían preguntas como si Franz era un reprimido cuando estaba con chicas, si la relación con su novia era un montaje, o si es un heterosexual confundido del que Léopold se está aprovechando por su mayor edad y experiencia. Pero en la época de la liberación sexual en que Fassbinder escribió esta historia, la homo y la heterosexualidad no se veían como compartimentos estancos, sino que se intentaba volver a la pansexualidad de romanos, griegos y demás culturas paganas, en las que no existían conceptos como hetero ni homosexualidad ni se veía como nada fuera de lo común que un hombre alternara las relaciones con chicas y con chicos. La tesis de todos somos bisexuales de esos años no pudo sin embargo con tantos siglos de estigmatización judeocristiana de las relaciones entre personas del mismo sexo, y a pesar de que hoy en día la mayoría de los espectadores no levantarán ninguna ceja al ver besarse a Franz y Léopold en la película, sí les resultará inverosímil a muchos que Léopold seduzca más adelante a Anna, la antigua novia de su amante, o que Franz dude entre si seguir con su novio o volver con su ex-novia con la misma naturalidad con la que un heterosexual dudaría entre dos chicas.

El otro punto fassbinderiano al que François Ozon es muy fiel en su adaptación es el de la disfuncionalidad en la parejas, que el director alemán retrató en una de sus películas con el explícito título de La ley del más fuerte: Léopold trata a Franz con una prepotencia absoluta que bordea el maltrato psicológico. Cuando aparece en escena Vera, la ex de Léopold, vemos que la relación entre ambos fue todavía más extrema: Vera era un hombre y llegó a cambiar de sexo, sin ser un auténtico transexual, como muestra definitiva de sumisión: quería ser la mujer perfecta para su amante, que le agradeció este sacrificio abandonándola. Esto será una alarma de aviso para Franz: de seguir con Léopold, éste podría ser también su destino.

Aunque su interés por el mundo de Fassbinder es evidente, la adaptación de François Ozon no deja de ser posmoderna, manteniendo una cierta y casi obligada distancia con el exacerbado melodrama original a través de una puesta en escena manierista, deliberadamente teatral y artificiosa, que, como ocurre en otras películas de Ozon, convierte la historia en una comedia negra.

Escenas destacadas:

  • Anna aparece en el piso que su antiguo novio Franz comparte con su actual pareja, Léopold, decidida a que Franz vuelva con ella. Sin embargo, acaba cayendo seducida por Léopold.
  • Vera, la enigmática ex-novia de Léopold, revela que antes era un hombre y que se cambió de sexo para complacerle.

Anécdotas:

  • Fassbinder escribió Gotas de agua sobre piedras calientes con sólo 19 años. Aunque ya recoge el germen de su futuro cine en muchos aspectos, su autor la veía como una obra de juventud poco desarrollada y no llegó a representarla nunca. Ozon modificó el texto original incluyendo elementos de otras películas del director alemán, sobre todo la transexualidad de Vera, sacada de El año de las trece lunas.
  • Las referencias del director en cuanto a puesta en escena fueron, según su propia confesión, Las alarmas lágrimas de Petra Von Kant de Fassbinder y Smoking no smoking de Alain Resnais: ambas películas no intentan ocultar su artificialidad ni su origen teatral.
  • Su éxito comercial fue muy escaso, aunque los críticos y cinéfilos la acogieron con interés. Su estreno tuvo lugar en el festival de cine de Berlín.
  • Malik Zidi estuvo nominado al Cesar al mejor actor revelación ese año por su trabajo en esta película.

Sobre el director:

François Ozon nace en París en 1967. Sólo ha alcanzado el éxito de taquilla con 8 mujeres (2001) y tampoco es una gran figura de festivales, pero su filmografía ha contado con el beneplácito de la crítica desde su primera obra, Sitcom (1998), una comedia negra que lo situó como uno de los más interesantes nuevos directores franceses de culto. Su cine, de géneros, influencias y estilos muy diversos, a veces realista y a veces muy artificial, se aleja siempre de caminos trillados y resulta sorprendente al espectador. La homosexualidad está casi siempre presente en sus obras, ya sea como trama principal, como ocurre en Gotas de agua sobre piedras calientes, o a través de personajes secundarios. Su película más redonda probablemente sea Bajo la arena, un recital de su musa Charlotte Rampling (2000), y su último trabajo estrenado entre nosotros ha sido 5x2 (2004).

Enlaces:

http://spanish.imdb.com/title/tt0211387/

www.francoisozon.com

http://www.cinestrenos.com/cartelera/critica/gotas/gotas.htm