22 noviembre 2008

Happy, un cuento sobre la felicidad: la soltera tranquila

Happy-go-lucky. Reino Unido, 2008.

Director y guionista: Mike Leigh

Intérpretes: Sally Hawkins, Eddie Marsan, Alexis Zegerman

Temáticas de interés: liberación sexual, promiscuidad

Sinopsis:

Poppy es una alegre maestra de educación infantil que vive en un barrio de los alrededores de Londres. A sus 30 años no parece tener ganas de sentar cabeza; le gusta vivir con su mejor amiga, Zoe, entretenerse con varias actividades, irse de juerga los fines de semana y flirtear de forma desenfadada con todos los chicos que conoce, sin ninguna ansiedad por encontrar al hombre de su vida.

Comentario:

Como es habitual en el cine de Mike Leigh, Happy no tiene una trama cerrada ni concreta, sino que se trata de una serie de episodios en la vida de Poppy: sus clases de flamenco, sus lecciones de conducir, su trabajo con niños pequeños, su visita a su hermana embarazada, sus juergas de fin de semana con sus amigas, su romance con el pedagogo de su colegio .... Todas estas anécdotas constituyen el retrato de lo que en otra época se habría llamado una mujer liberada, moderna o emancipada, y que actualmente debería verse con total normalidad, pero que sigue siendo más bien excepcional en el cine.

Y es que se supone que la forma de vivir y de ser de Poppy, libre, desenfadada y despreocupada, que es lo que significa el título original de la película, es aceptable en una joven de veinte años, pero que llegada la treintena tanto un hombre como una mujer, pero mucho más esta última, deben marcarse otros objetivos. Poppy es maestra, un trabajo relativamente bueno desde el punto de vista de un español, pero que en el Reino Unido es casi la profesión peor considerada y peor pagada a la que puede optar alguien con estudios; sin embargo nuestra amiga disfruta con su trabajo y no se le ven mayores ambiciones. Y aplica la misma filosofía a su vida privada: frente a las solteras neuróticas, amargadas, desesperadas e incapaces de vivir sin un hombre a las que nos tiene acostumbrados el cine y la televisión, Poppy disfruta de su libertad; le gusta tontear con los hombres e inicia una relación con un atractivo compañero de trabajo. No obstante, la chica vive este amorío, que no sabemos si tendrá o no continuidad, de nuevo con desenfado, sin ver en él su tabla de salvación ni mostrar tampoco miedo al compromiso.

Al principio del film Poppy puede parecer alocada y exasperante. Sin embargo conforme avanza la narración, en parte gracias al estupendo trabajo de la actriz, nos vamos dando cuenta de que es una joven inteligente y que su actitud es una opción vital que ella toma de forma mucho más consciente de lo que parece. Sobre todo que tiene claro que ser feliz es una cuestión de tomarse las cosas con buen humor y desenfado.

Otros personajes de la película representan el punto de vista convencional de la sociedad burguesa que reprende a Poppy por no buscar una pareja estable, un trabajo mejor, no ser más competitiva, etc. Su hermana, que se muestra muy orgullosa de sí misma por estar casada, embarazada y vivir en una casa elegante con su marido, hace propaganda de las maravillas de la vida convencional para intentar aleccionar a la descarriada de la familia, pero es fácil ver que la auténtica función de este discurso es convencerse a sí misma y tapar su propia inseguridad.

De forma parecida, el profesor de la autoescuela que vamos intuyendo a lo largo del film que se siente atraído por Poppy, acabará estallando y reprochándole finalmente su flirteo con los hombres: aunque este personaje acierta al decir que ella no es tan alocada sino que se da perfecta cuenta de su atractivo y de su juego, lo que está haciendo no deja de ser también aferrarse a la seriedad para dar sentido a una existencia gris. El film, aunque esté lejos del panfletarismo didáctico de Ken Loach y cierto cine social británico y no busque etiquetas de ningún tipo, muestra un gran respeto por la libertad de la persona y el derecho a buscar la felicidad cada uno por su propio camino.


Escenas destacadas:

  • Zoe le recuerda a Poppy que no se puede gustar a todo el mundo. Ella replica que qué hay de malo en intentarlo.

Anécdotas:

  • Se presentó en el festival de Berlín de este año 2008 con gran éxito, logrando el premio a la mejor interpretación femenina para Sally Hawkins. Es probable que, cuando empiece próximamente la temporada de premios a las mejores películas del año, coseche unas cuantas candidaturas.

Sobre el director:

Mike Leigh nace en los alrededores de Manchester en 1943 y comienza en los años 70 su carrera como director y guionista en el cine y la televisión británicos, no logrando el reconocimiento internacional hasta los años 90. Pertenece a la escuela del cine realista y social británico; aunque no es tan conocido como Ken Loach, sigue también el método de trabajar con actores semiprofesionales e ir escribiendo el guión de forma conjunta con ellos, dejando que construyan su personaje y aporten sus propios diálogos e ideas, dando como resultado films semiexperimentales sin un argumento concreto pero con una sensación de gran naturalidad y credibilidad. Su mayor éxito lo logró en 1995 con Secretos y mentiras. Los protagonistas de su cine son gente de clase obrera o media con problemáticas muy cotidianas.

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